En el contexto represivo latente en todo Estado y en todo sistema socio económico capitalista, el miércoles 13 de junio, desde la cámara de diputados se aprobó la denominada Ley Antiterrorista en la Argentina. Esta ley particularmente se encuentra incentivada por el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), verdadera organización terrorista internacional de crápulas estafadores y explotadores. No seremos nosotros, los que haremos un análisis detallado desde el punto de vista legalitario-judicial de lo que esta ley significa. Primero, porque como anarquistas revolucionarios, dicha tarea no nos corresponde. Segundo, porque para eso están los abogados.
Simplemente decir que esta nueva medida represiva no escapa a la lógica del capital de castigar cualquier real disidencia a lo establecido, de castigar con cárcel, tortura y muerte. A partir de este momento, cualquiera que forme parte (por el sólo hecho de ser parte) de una organización (estudiantil, barrial, política, social, gremial) que luche por reivindicaciones del tipo que sea, que intente mediante la comisión de delitos (interpretaran como delito cualquier acto que se salga de sus establecidos cauces democráticos y recuperables) obligar a un gobierno u organismo internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, siempre que la organización (llamada en el proyecto: asociación ilícita terrorista), tenga un plan de acción destinado a la propagación del odio étnico, religioso o político, que esté organizada en redes internacionales (se pretenden una vez mas cortar las relaciones solidarias y comunicativas con revolucionarios de otros lugares, para crear el aislamiento y la apatía) y dispongan de cualquier medio idóneo para poner en peligro la vida o la integridad de un número indeterminado de personas, pasa a ser un terrorista. La ley faculta a cualquier agencia del Estado a disponer de los datos de la persona que sea, contempla la infiltración en grupos rebeldes y la figura del arrepentido (método miserable entre lo miserable de las leyes) también ha ampliado la capacidad operativa del Departamento Unidad de Investigaciones Antiterroristas perteneciente a la Policía Federal Argentina, organismo creado durante la presidencia de Menem, el cual cuenta con un centro de detención especial –una cárcel al margen de la ley- para “terroristas” ubicada en la calle Cavia al 3300 de la ciudad de Buenos Aires.
El gobierno progresista de Kirchner, gobierno que actualmente mantiene encarcelados o procesados a 5000 “terroristas”, gobierno bajo el cual se realizan sistemáticas desapariciones, aprietes, secuestros, asesinatos,chantajes, montajes, ha dado un paso mas adelante en la construcción de la anhelada paz social con la sanción de esta ley.
Profundizando un poco mas, se llega a la obvia conclusión, que los impulsores de esta ley, no son ni Kirchner ni Bush, como infelizmente apuntan desde la izquierda del capital, sino todo el sistema de dominación mundial que se sabe en peligro por los cada vez mas frecuentes estallidos de violencia hacia lo establecido, estallidos de carácter colectivo o individual. Estos dos personajes, si bien cómplices, no juegan gran papel, y es necesario ver mas allá si se desea realizar una critica radical y concisa.
Conociendo otros Estados donde esta ley esta decretada y a sido implementada, (Grecia, Italia, España, Chile, en Uruguay la ley de sedición) no es muy difícil precisar hacia que sector de la sociedad apuntara: hacia aquel que no acepte venderse por las migajas salariales de las políticas sindicales de turno, aquel que decida no seguir las procesiones alentadas por el mismo gobierno, aquel que desee una lucha real y concreta por la emancipación de la humanidad, que viene a ser la cuestión central. No importa que esta ley sea o no antidemocrática, es una ley y por eso ya es algo contrario a la libertad del individuo, algo que lo niega y lo humilla. Las políticas de dominación de los Estados no conocen límites, nuestra respuesta a su constante ataque, tampoco debe conocerlo.
Se hace necesaria una coordinación real y urgente entre todos los anarquistas y antiautoritarios para estrechar y fortalecer lazos de solidaridad, se hace necesaria la difusión y propaganda, entre los excluidos en general, puntualizando que el único terrorista, según nosotros creemos, es el Estado y el sistema económico que lo sostiene, la policía y los jueces y fiscales, los psiquiatras y los carceleros, los periodistas del sistema y los politicos y economistas.
Ellos son los que poseen los medios idóneos para poner en peligro la vida y la integridad de determinado numero de personas, y lo hacen (allanamientos, escuchas telefónicas, e-mails pinchados, desalojos, amenazas, torturas, fusilamientos, etc.).
A estar atentos entonces, pero no a estar inactivos, a profundizar la ofensiva y a reafirmar nuestra practica por la libertad absoluta, una practica que no entiende de leyes creada por los dominadores a fin de mantenernos sometidos.
# Junio del 2007, Argentina. Publicado anónimo en Indymedia Argentina. http://argentina.indymedia.org/news/2007/06/530371.php
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