jueves, 16 de diciembre de 2010

[Londres] Wow!

Eslóganes de una manifestación violenta en el centro de Londres el 9 de diciembre de 2010, más una nota sobre un grafiti de Patrick Cheval (*)

La violenta y sugerente mani de “estudiantes” en el centro de Londres del 9 de diciembre de 2010, fue la manifestación más imaginativa en la que hayamos estado, incluyendo el annus miserabilis de 1968. La izquierda trotskista quedó muy apartada, e incluso la informada pero demasiado reduccionista ultraizquierda apenas dejó huella, pues lo que destacó llamativamente por todas partes, en una atmósfera genial, amistosa pero de ánimo vandálico, y en muchas pancartas caseras de cartón, pegadas y en muchos casos escritas a mano divinamente, fue una especie de colectividad de final abierto influenciada por los situacionistas; una colectividad individual que sabías que estaba bien porque sentaba bien. Hubo también buena cantidad de eslóganes pintados con spray en la base de las estatuas de Parliament Square, cosas como: “Exige lo imposible” (muy del estilo del 68) y “Primero Grecia, luego París, ahora Londres en insurrección” seguidos de “Quisiera poder decir cosas bonitas, pero no puedo” — ¡cuando ya las estaban diciendo y eran arrebatadoras!

En cuanto a las pancartas, atención a las siguientes: “Empleado y horrorizado”, “Tendréis mi cerebro cuando lo arranquéis de mis frías manos muertas”, “La Universidad es una Fábrica: Huelga, Okupación”, “Me gustaría que mi novio fuese tan cerdo como la policía”, “Dejad que coman créditos”, “Ahorra dinero, cómete a los pobres”, “La apatía es la muerte”, “Yo soy Julian Assange”, “Sonríe, ya estás en una base de datos”, “No nos hagáis pagar por lo que hicieron esos banqueros pajilleros”, “Las tasas suben/la clase divide”, etc. Algunas eran obvias extensiones demasiado sofisticadas sobre los derroteros del arte moderno: “Esto no es una pancarta” (¿comentario corriente sobre Ceci n'est pas une pipe, el cuadro de una pipa del surrealista René Magritte?) y “Esta no es una buena SEÑAL” (¿comentario duchampiano —y mejor que los de aquel viejo ganso—sobre la aridez del postmodernismo?). Después hubo algo muy de actualidad: un intelectual de la BBC especializado en “temas candentes” había sido sorprendido trastocando sílabas y llamando “Jeremy Cunt ” (1) al ministro tory Jeremy Hunt, volviendo así a poner en pie a todas las feministas de principios de los setenta. Toda una oleada de pancartas que decían “A la mierda las tasas. Acabemos con los recortes”, “Los fachas ponen la 'n' en los recortes” (2), “Recortemos a Clegg y a Cameron” (3), etc. Sin olvidar la espléndida actitud de unas musulmanas de 15 años (¿paquistaníes de Brick Lane?) vestidas con hiyabs y sujetando pancarta que decía “Guerra de clases, Clegg es gilipollas” (4).

Hubo además una serie de grandes y pesadas pancartas que decían: “Dialéctica negativa: Adorno”, y por detrás “Educación sentimental: Flaubert”. Otras decían “Hombre unidimensional: Marcuse”, “Sin blanca en París y Londres: George Orwell”, “La vida contra la muerte: N. O. Brown”, “La sociedad del espectáculo: Debord”, etc. Para nosotros fue una de estas las que creó el mejor incidente de todos. Sin ánimo de quitar su parte de cerebritos intelectuales al grupo que las llevaba, estos fueron justo al frente de batalla y un policía cayó de su caballo golpeado por la pancarta de “Dialéctica negativa: Adorno” (aunque había otros manifestantes ayudando a derribar al muy gilipollas) y de una paliza acabó en el hospital en estado crítico. A cierta distancia, otro policía destrozó la pancarta en la que habían escrito “La sociedad del espectáculo: Debord” y después arrojó sus restos a un parterre de hierba vallado ¡delante de la abadía de Westminster! (Todo esto es verdad, uno de nosotros fue testigo).

Lo cierto es que el último par de semanas se han visto los mayores y más autónomos (bueno, mientras llegábamos a este) levantamientos de estudiantes (en realidad proles del estado de bienestar enmascarados) que nunca había visto el Reino Unido y los estudiantes de arte han saltado a las primeras páginas de los periódicos. Aunque la mayor parte de la acción (apenas crítica) se debe a los recortes en arte y cultura en general, hay un contingente que va en aumento y empieza a apuntar en la dirección en la que está la trascendencia del arte. Está tomando forma para parecerse a lo que el colega y yo hicimos en 1968 A MAYOR ESCALA; hay que reconocer que hoy están más proletarizados, pues en realidad no hay trabajos/carreras que conseguir al final de la línea, ¡excepto para los lameculos más arrastrados!

En 1789 los proletarios eran necesarios porque había trabajo que hacer.

En 1989 hay trabajo, pero solo porque hay proletarios.

Después de todas las críticas al trabajo hechas por trabajadores, lo importante ahora es la supresión del trabajo.

El eslogan de arriba fue pintado inicialmente en letras muy grandes sobre un muro de París en 1989. Fue concebido y ejecutado por Patrick Cheval, uno de los situacionistas franceses genuinos en la época de la disolución del grupo en 1972. Aunque el eslogan fue borrado por el organismo habitual que oficialmente se encargaba de eliminarlos, Jack de Montreuil (ex Os Cangaceiros) lo convirtió en una postal. Patrick Cheval destaca porque fue uno de los pocos situacionistas auténticos después de 1968 que no se escaqueó (tampoco lo hicieron Sebastiani ni René Riesel, pero hubo otros que sí), convirtiéndose en un conserje de baja categoría. “¡Ay, pobre Yorick!”, Patrick fue también un alcohólico incontrolable y sólo un par después de que este eslogan brillara con corta relevancia, lo mató el licor de destilación casera. Antes de morir tan joven, Patrick escribió un libro sobre peces y la pesca que esperamos colocar sobre el RAP en cuanto Jack de Montreuil lo pesque…

(*) 9 de diciembre de 2010. El panfleto es obra de Dave & Stuart Wise, antiguos miembros del colectivo inglés King Mob. Sus escritos, tanto actuales como pertenecientes a otras épocas en la lucha de clases, pueden consultarse en: www.revoltagainstplenty.com


(1) Juego de palabras intraducible entre Hunt, apellido del ministro conservador, y “cunt”, que, entre otras cosas, significa gilipollas.

(2) Juego de nuevo intraducible entre “cuts”, recortes, y “cunts”.

(3) Mismo juego de palabras que en la nota 2.

(4) Idem.

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