Creemos que desde el 72 vamos de derrota en derrota y a pesar del esfuerzo de
la lucha de los de abajo, el capital y el Estado ganaba en todas las canchas.
El “festejen uruguayos” nunca fue otra cosa que la reorganización de la
explotación capitalista impuesta por el Frente en continuidad perfecta con la
dictadura militar. Por eso siguió campeando la impunidad se siguieron
abrazando los milicos y los demócratas y toda la reorganización de la
sociedad se basó en las necesidades de la tasa de ganancia del capital y en la legitimación de la
impunidad.
Es de destacar en todo eso el inmundo e importante papel de la dirección oficial de los Tupamaros con Huidobro y Mujica…a la cabeza, consolidando la contrarrevolución en nombre de la revolución, por la que decían haber luchado. En realidad lo de “festejen uruguayos” era una burla siniestra del poder contra la gente y como toda canción para someter esclavos siempre hubo demasiados que festejaban su esclavitud y adulaban a sus propios explotadores y opresores.
Lo que nos llena de alegría es ver que esa relación de fuerzas, favorable a la dictadura de la ganancia, a la esclavitud y opresión, empieza a ponerse en cuestión en muchas partes del mundo, y que en Uruguay, no nos quedaremos atrás. La catástrofe de la sociedad del capital queda en evidencia por todas partes el proletariado vuelve a cuestionar toda la sociedad y a enfrentar al Estado en todas sus formas.
Queremos subrayar al respecto algunos elementos recientes en este sentido que consideramos muy importantes y que evidencian que también en Uruguay se empieza a cuestionar la esencia de la dictadura del capital.
1) Primero que nada subrayar la importancia histórica de la salida a la calle masiva del proletariado a rechazar el decreto de esencialidad. Esa respuesta se da en apoyo a la lucha de la enseñanza pero a su vez en un cuadro más amplio de rechazo a la política del Estado.
La gente lo entendió enseguida, contra todo lo que decían los dirigentes políticos y sindicales, que lo de la esencialidad fue un decreto pachequista, es decir dictatorial y represivo.
¡Y como en el 68/69 el proletariado se fue conformando como clase enfrentando a la política de austeridad del capitalismo y del gobierno! En esa afirmación en la calle no estaban solos los docentes, estudiantes, obreros…, sino que en la misma estaban los familiares de los desaparecidos, los GURISES torturados y reprimidos del CEPRILI y el INAU y en general de los cantegriles, los luchadores históricos contra la impunidad, los despedidos de FRIPUR, los vecinos resistiendo al aumento del boleto, manifestantes en defensa de la tierra y el agua, y muchos otros trabajadores y/o desocupados … El proletariado se constituye en clase en ese proceso superando todas esas divisiones y etiquetas parciales con las que se lo mantiene atomizado y sometido.
2) Que la misma es a la vez el producto de una gran sensación colectiva y masiva de “no va más” frente al desarrollo mismo del capital (cada vez más antihumano, destructivo, contaminante, egoísta, hambreador…) y de cientos de grupos humanos que se fueron organizando en diferentes estructuras y organizaciones cada vez más afuera y en contra de los partidos y sindicatos de derecha y de la izquierda.
Como siempre la lucha arranca de lo que se necesita, de lo vital, de que “no nos den más palo”, de la defensa de la tierra, de la necesidad de recibir algo más del producto que nos expropian, de la lucha contra la represión y la tortura en los centros de encierro de jóvenes…. Frente a la organización que la propia gente se fue dando, el poder actuó como una fuerza ajena en base a grupos de choque, infiltrados, patoteros y matones policiales y sindicales.
3) Ese parate contra el Estado en su contenido y en su forma es el primer gran quiebre del sistema de impunidad del terrorismo de Estado defendida por los tres partidos oficiales y todos sus gobiernos. En su contenido dicho parate es el repudio a toda la política del capital, la del lucro, la que hambrea, la que contamina la tierra y el agua, la corrupta, la de los agrotóxicos, la de minería a cielo abierto, la del encierro y represión de los excluidos…, la que en todo el mundo mata la vida humana.
En cuanto a su forma es el principio del fin de las ilusiones electorales, de las ilusiones parlamentarias, de las ilusiones democráticas…y la asumación clara y neta de que solo en la calle y por la acción directa se puede parar la política criminal del capital y el Estado. Como en la época de Pacheco la democracia muestra sus sanguinarias garras y no nos deja otra opción, mientras que para ellos lo esencial es la represión de la lucha, de la huelga, como lo confiesan con el decreto mismo de esencialidad; para nosotros lo esencial es la libertad y la lucha contra los criminales intereses del capital y el Estado.
4) Los hechos se sucedieron de tal manera que las separaciones mismas que son esenciales a la dictadura democrática se vieron cuestionadas por los hechos. La tortura abierta e incuestionable de los GURISES mostró en un santiamén:
a) que los Gavazo no estaban tan presos como nos dijeron,
b) que la barrera entre milicos y civiles no era la que nos contaron,
c) que la oposición entre democracia y dictadura era otra gran mentira… y que por lo tanto
d) la lucha contra la impunidad que habían querido enterrar era y seguirá siendo cosa de todos los días.
5) La misma realidad muestra que todo gobierno capitalista por más democrático que sea es una dictadura, que los torturadores no son solo los milicos malos sino también los mismos funcionarios civiles incluyendo a los sindicalistas progresistas y de izquierda, que los torturados no son el “otro demonio” que tanto construyeron los periodistas cagatintas y alcahuetes, sino los gurises pobres y desnutridos que no se someten. Tampoco ayer se torturaba a los del aparato armado, sino al proletario, a todos los luchadores sociales. La lucha contra la impunidad, tantas veces enterrada por el poder, renace imparable porque es una necesidad vital del ser humano. Es mentira que el terrorismo del Estado combata terroristas, en realidad es un terror de clase que combate a quienes cuestionan a la propiedad privada y su macabra dictadura. Todo el tejido ideológico del poder se hace añicos y la verdadera natu raleza de explotación y opresión queda en evidencia, más allá de todas las separaciones, de todas las construcciones ideológicas
6) No es para nada una casualidad que ante la re emergencia de la fuerza en la calle cuestionando la dictadura del capital, también se haga añicos la historia oficial construida por Milicos y Traidores Tupamaros y que los torturadores y desaparecedores tengan más miedo que nunca.
Ya nadie puede ocultar la evidencia, los responsables no son solo algunos torturadores y Amodio, sino toda la política del Estado y los milicos y la colaboración abierta de los Jefes Tupamaros vendidos y colaboretas. ¡Desde 1972!
También los pseudo opositores van siendo desenmascarados: por más patéticas y aburridas que resulten las polémicas entre los Fasano, los Amodios y los periodistas de la impunidad… los pseudo opositores (o mejor dicho los tapados agentes del gobierno) como Marenales y otros hacen el ridículo tratando de renovar el mito de que Amodio fue más traidor que ellos.
¡Huidobro y Mujica han resultado mucho mejores como traidores y agentes del capital, el Estado y el Imperio que Amodio! ¡No fue Amodio quien puso toda la estructura de la Orga a trabajar para los milicos!
¡Nadie nombraría a Amodio jefe de los milicos! ¡Los propios milicos prefieren a Huidobro y Mujica como sus jefes!
Lo único que atina a hacer Amodio es apoyarlos y tener como símbolo el retrato del Pepe como representante del programa de la izquierda del capital. Mientras descalifican a ese molesto y modestísimo apoyador de su obra Estatal, ellos junto a ese funcionario del Imperio que es Tabaré (y Danilo!) siguen abrazados de Bush y Obama, que también son jefes de milicos, pero un “poquito” más importantes.
No existe ninguna diferencia fundamental entre todos los jefes de Estado (¡y de milicos!), solo es una cuestión de importancia relativa, y en ese sentido, “nuestros” ejemplares presidentes populares no pueden ser más que chupamedias de los presidentes imperiales.
7) Por primera vez desde el 68/69 el poder oficial es cuestionado por el “abajo que se mueve” y el terror empieza a cambiar de lado. La lucha hace que la verdad se abra el paso, Rodríguez Buratti, Huidobro, Mujica, Barneix…Tabaré…y otros grandes de la Impunidad y el terror de Estado, son cuestionados por su pasado y TAMBIÉN por su presente. No sólo tiemblan y se suicidan los desaparecedores/torturadores sino los especialistas en el enterramiento oficial del pasado, las grandes figuras de la impunidad.
El suicidio de Barneix además de evidenciar la validez histórica de la lucha por la verdad y contra la impunidad, tiene una significación especialísima para todo el edificio de la impunidad. No olvidemos que el general Barneix junto a su par Carlos Díaz (luego comandante en jefe del Ejército) fueron los encargados por el vértice d el Estado (Tabaré) para “investigar” (es decir ocultar) sobre los detenidos y desaparecidos. Ello junto a lo de los “pobres viejitos” de Mujica, y la acción descarada del jefe de todos los milicos, Huidobro, fue y sigue siendo el centro de la política de ocultamiento, olvido y perdón organizada por los propios represores, por el propio Estado terrorista.
8) Frente al cuestionamiento de la tortura, a la protesta social, a la salida a la calle, a los escraches, a la denuncia de la impunidad, las máscaras se caen, las falsas separaciones desaparecen. La contraposición de clases, entre la dictadura del capital y las necesidades humanas resulta totalmente inocultable. Cómo en la época de Pacheco, las esperanzas en las “próximas elecciones” quedan ridiculizadas.
La lucha contra la tortura ya no es solo contra la derecha sino también contra la izquierda del Estado, no es solo contra los milicos dictadores, sino también contra funcionarios, sindicalistas y guerrilleros arrepentidos cooptados por los milicos:
¡Es todo un símbolo del cambio en la relación de fuerzas que los que luchan también escrachen a Huidobro y los de su calaña!
¡Que los que luchan identifiquen cada vez más a Tabaré con Pacheco Areco!
¡Arriba los que luchan contra el capital y el Estado!
Es de destacar en todo eso el inmundo e importante papel de la dirección oficial de los Tupamaros con Huidobro y Mujica…a la cabeza, consolidando la contrarrevolución en nombre de la revolución, por la que decían haber luchado. En realidad lo de “festejen uruguayos” era una burla siniestra del poder contra la gente y como toda canción para someter esclavos siempre hubo demasiados que festejaban su esclavitud y adulaban a sus propios explotadores y opresores.
Lo que nos llena de alegría es ver que esa relación de fuerzas, favorable a la dictadura de la ganancia, a la esclavitud y opresión, empieza a ponerse en cuestión en muchas partes del mundo, y que en Uruguay, no nos quedaremos atrás. La catástrofe de la sociedad del capital queda en evidencia por todas partes el proletariado vuelve a cuestionar toda la sociedad y a enfrentar al Estado en todas sus formas.
Queremos subrayar al respecto algunos elementos recientes en este sentido que consideramos muy importantes y que evidencian que también en Uruguay se empieza a cuestionar la esencia de la dictadura del capital.
1) Primero que nada subrayar la importancia histórica de la salida a la calle masiva del proletariado a rechazar el decreto de esencialidad. Esa respuesta se da en apoyo a la lucha de la enseñanza pero a su vez en un cuadro más amplio de rechazo a la política del Estado.
La gente lo entendió enseguida, contra todo lo que decían los dirigentes políticos y sindicales, que lo de la esencialidad fue un decreto pachequista, es decir dictatorial y represivo.
¡Y como en el 68/69 el proletariado se fue conformando como clase enfrentando a la política de austeridad del capitalismo y del gobierno! En esa afirmación en la calle no estaban solos los docentes, estudiantes, obreros…, sino que en la misma estaban los familiares de los desaparecidos, los GURISES torturados y reprimidos del CEPRILI y el INAU y en general de los cantegriles, los luchadores históricos contra la impunidad, los despedidos de FRIPUR, los vecinos resistiendo al aumento del boleto, manifestantes en defensa de la tierra y el agua, y muchos otros trabajadores y/o desocupados … El proletariado se constituye en clase en ese proceso superando todas esas divisiones y etiquetas parciales con las que se lo mantiene atomizado y sometido.
2) Que la misma es a la vez el producto de una gran sensación colectiva y masiva de “no va más” frente al desarrollo mismo del capital (cada vez más antihumano, destructivo, contaminante, egoísta, hambreador…) y de cientos de grupos humanos que se fueron organizando en diferentes estructuras y organizaciones cada vez más afuera y en contra de los partidos y sindicatos de derecha y de la izquierda.
Como siempre la lucha arranca de lo que se necesita, de lo vital, de que “no nos den más palo”, de la defensa de la tierra, de la necesidad de recibir algo más del producto que nos expropian, de la lucha contra la represión y la tortura en los centros de encierro de jóvenes…. Frente a la organización que la propia gente se fue dando, el poder actuó como una fuerza ajena en base a grupos de choque, infiltrados, patoteros y matones policiales y sindicales.
3) Ese parate contra el Estado en su contenido y en su forma es el primer gran quiebre del sistema de impunidad del terrorismo de Estado defendida por los tres partidos oficiales y todos sus gobiernos. En su contenido dicho parate es el repudio a toda la política del capital, la del lucro, la que hambrea, la que contamina la tierra y el agua, la corrupta, la de los agrotóxicos, la de minería a cielo abierto, la del encierro y represión de los excluidos…, la que en todo el mundo mata la vida humana.
En cuanto a su forma es el principio del fin de las ilusiones electorales, de las ilusiones parlamentarias, de las ilusiones democráticas…y la asumación clara y neta de que solo en la calle y por la acción directa se puede parar la política criminal del capital y el Estado. Como en la época de Pacheco la democracia muestra sus sanguinarias garras y no nos deja otra opción, mientras que para ellos lo esencial es la represión de la lucha, de la huelga, como lo confiesan con el decreto mismo de esencialidad; para nosotros lo esencial es la libertad y la lucha contra los criminales intereses del capital y el Estado.
4) Los hechos se sucedieron de tal manera que las separaciones mismas que son esenciales a la dictadura democrática se vieron cuestionadas por los hechos. La tortura abierta e incuestionable de los GURISES mostró en un santiamén:
a) que los Gavazo no estaban tan presos como nos dijeron,
b) que la barrera entre milicos y civiles no era la que nos contaron,
c) que la oposición entre democracia y dictadura era otra gran mentira… y que por lo tanto
d) la lucha contra la impunidad que habían querido enterrar era y seguirá siendo cosa de todos los días.
5) La misma realidad muestra que todo gobierno capitalista por más democrático que sea es una dictadura, que los torturadores no son solo los milicos malos sino también los mismos funcionarios civiles incluyendo a los sindicalistas progresistas y de izquierda, que los torturados no son el “otro demonio” que tanto construyeron los periodistas cagatintas y alcahuetes, sino los gurises pobres y desnutridos que no se someten. Tampoco ayer se torturaba a los del aparato armado, sino al proletario, a todos los luchadores sociales. La lucha contra la impunidad, tantas veces enterrada por el poder, renace imparable porque es una necesidad vital del ser humano. Es mentira que el terrorismo del Estado combata terroristas, en realidad es un terror de clase que combate a quienes cuestionan a la propiedad privada y su macabra dictadura. Todo el tejido ideológico del poder se hace añicos y la verdadera natu raleza de explotación y opresión queda en evidencia, más allá de todas las separaciones, de todas las construcciones ideológicas
6) No es para nada una casualidad que ante la re emergencia de la fuerza en la calle cuestionando la dictadura del capital, también se haga añicos la historia oficial construida por Milicos y Traidores Tupamaros y que los torturadores y desaparecedores tengan más miedo que nunca.
Ya nadie puede ocultar la evidencia, los responsables no son solo algunos torturadores y Amodio, sino toda la política del Estado y los milicos y la colaboración abierta de los Jefes Tupamaros vendidos y colaboretas. ¡Desde 1972!
También los pseudo opositores van siendo desenmascarados: por más patéticas y aburridas que resulten las polémicas entre los Fasano, los Amodios y los periodistas de la impunidad… los pseudo opositores (o mejor dicho los tapados agentes del gobierno) como Marenales y otros hacen el ridículo tratando de renovar el mito de que Amodio fue más traidor que ellos.
¡Huidobro y Mujica han resultado mucho mejores como traidores y agentes del capital, el Estado y el Imperio que Amodio! ¡No fue Amodio quien puso toda la estructura de la Orga a trabajar para los milicos!
¡Nadie nombraría a Amodio jefe de los milicos! ¡Los propios milicos prefieren a Huidobro y Mujica como sus jefes!
Lo único que atina a hacer Amodio es apoyarlos y tener como símbolo el retrato del Pepe como representante del programa de la izquierda del capital. Mientras descalifican a ese molesto y modestísimo apoyador de su obra Estatal, ellos junto a ese funcionario del Imperio que es Tabaré (y Danilo!) siguen abrazados de Bush y Obama, que también son jefes de milicos, pero un “poquito” más importantes.
No existe ninguna diferencia fundamental entre todos los jefes de Estado (¡y de milicos!), solo es una cuestión de importancia relativa, y en ese sentido, “nuestros” ejemplares presidentes populares no pueden ser más que chupamedias de los presidentes imperiales.
7) Por primera vez desde el 68/69 el poder oficial es cuestionado por el “abajo que se mueve” y el terror empieza a cambiar de lado. La lucha hace que la verdad se abra el paso, Rodríguez Buratti, Huidobro, Mujica, Barneix…Tabaré…y otros grandes de la Impunidad y el terror de Estado, son cuestionados por su pasado y TAMBIÉN por su presente. No sólo tiemblan y se suicidan los desaparecedores/torturadores sino los especialistas en el enterramiento oficial del pasado, las grandes figuras de la impunidad.
El suicidio de Barneix además de evidenciar la validez histórica de la lucha por la verdad y contra la impunidad, tiene una significación especialísima para todo el edificio de la impunidad. No olvidemos que el general Barneix junto a su par Carlos Díaz (luego comandante en jefe del Ejército) fueron los encargados por el vértice d el Estado (Tabaré) para “investigar” (es decir ocultar) sobre los detenidos y desaparecidos. Ello junto a lo de los “pobres viejitos” de Mujica, y la acción descarada del jefe de todos los milicos, Huidobro, fue y sigue siendo el centro de la política de ocultamiento, olvido y perdón organizada por los propios represores, por el propio Estado terrorista.
8) Frente al cuestionamiento de la tortura, a la protesta social, a la salida a la calle, a los escraches, a la denuncia de la impunidad, las máscaras se caen, las falsas separaciones desaparecen. La contraposición de clases, entre la dictadura del capital y las necesidades humanas resulta totalmente inocultable. Cómo en la época de Pacheco, las esperanzas en las “próximas elecciones” quedan ridiculizadas.
La lucha contra la tortura ya no es solo contra la derecha sino también contra la izquierda del Estado, no es solo contra los milicos dictadores, sino también contra funcionarios, sindicalistas y guerrilleros arrepentidos cooptados por los milicos:
¡Es todo un símbolo del cambio en la relación de fuerzas que los que luchan también escrachen a Huidobro y los de su calaña!
¡Que los que luchan identifiquen cada vez más a Tabaré con Pacheco Areco!
¡Arriba los que luchan contra el capital y el Estado!
# Colectivo LA SOCIAL
# 2015-09-16
http://postaportenia.blogspot.com/2015/09/1469la-justicia-progresista-uruguaya.html
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