Contra el confinamiento
1 de mayo de 2020
Contra el confinamiento, contra la cuarentena, contra quienes pretenden taparnos la boca, contra los barbijos que hacen la vida irrespirable y que destruyen lo humano. Contra la tiranía sanitaria impuesta por el capitalismo mundial.
Contra el nuevo orden mundial de sumisión, esclavitud y control creado por la bancocracia mundial a través de la producción de dinero de la nada, la reducción de la población (genocidio) y su sometimiento a la dictadura químico farmacéutica justificada por la ciencia médica y su “vaticano”: la Organización Mundial de la Salud.
Contra la guerra de sometimiento de la humanidad bajo el pretexto de guerra contra el virus o la pandemia. Así como la guerra contra el terrorismo, la supuesta guerra contra la pandemia, es en realidad, una guerra contra nosotros, es una guerra contra el proletariado mundial, es una guerra del dinero de los Bancos centrales emisores (de dólares, euros, yuan…) contra la humanidad.
Contra el terror de la enfermedad, impuesto por el poder (científico, económico, militar, policial, propagandístico) y las consecuentes medidas de represión, confinamiento y terrorismo de Estado.
Contra el pánico creado por el poder, que tiene como objetivo encubierto el destruir la salud global de la población, separar al ser humano del ser humano y de la vida sana (aire, agua, tierra…) imponiendo a la ciencia y la medicina como intermediarios obligatorios y confinantes.
Contra esa dictadura sanitaria que destruye la vida humana, al privarnos del contacto humano, del amor, del placer. Esa imposición del dogmatismo pasteuriano, enfermizo y enfermante, es el que deteriora el estado físico y mental de los seres humanos al condenar el beso y la caricia, al penalizar el ejercicio y la vida al aire libre, al impedir la respiración a pulmones llenos y el movimiento vital, con tóxicos y tapabocas (igualmente tóxicos)
Contra el salto cualitativo en el despotismo internacional del Estado mundial, que, con el pretexto del virus y la pandemia, ataca a la totalidad de la población mundial considerada sospechosa de subversión o de contagiar, aunque sea sana. Ya no se encierra a quienes cometieron delito y/o a quienes el poder define como terrorista, pretenden que nos confinemos nosotros mismos. No solo se confina a quien está enfermo y es contagioso sino que, por primera vez en la historia, se encierra a cualquiera que está sano, se criminaliza a cualquiera que protesta, porque, tal vez, mañana esté enfermo o por porte de “cara fea” o por ser posible portador sano y para ello se considera sospechoso a todo ser humano. Todo el proletariado es sospechoso al protestar, de trasmitir subversión y/o enfermedad, agitación, protesta…y quizás, lo peor, para esta sociedad enferma de egoísmo: hermandad y amor.
Contra todas las medidas de dictadura medical, contra el confinamiento, contra el tapado de boca, contra que te tapen la nariz, contra todo límite a amarnos, a tocarnos, a tomar mate juntos, a hacerse un asadito, o una olla popular.
¡Contra el hambre, contra la limitación de producir e intercambiar, contra toda limitación al desplazamiento, a lo colectivo, al viaje, a la diversión, al goce y al disfrute de la vida comunitaria, a la práctica colectiva de juegos y placeres…!
Contra quienes, a pesar de hablar de “pandemia del capital” y de “lucha contra el modo de producción capitalista”, aceptan la pandemia como tal, como si efectivamente fuese una “realidad sanitaria” y no puramente ideológico/represiva y desde ese estrado estatista, contribuyen a la gestión y manipulación de la población, opinando, desde la aceptación de las medidas de represión y destrucción humana, como el confinamiento, el tapado de boca y de nariz, el aislamiento y el encierro de los ancianos y niños, la cuarentena, el distanciamiento físico y corporal…, solo agregando consignas burguesas y sindicalistas como que “la crisis (¡o los test sanitarios!) la paguen los ricos” o “anulación de la deuda….externa” y hasta que “el confinamiento de la clase trabajadora sea total y lo paguen los dueños de las fábricas”
Contra el aislamiento humano y por la comunidad de vida y de lucha del proletariado mundial contra este nuevo orden esclavista impuesto por la bancocracia internacional y el gobierno en las sombras.
Contra la dictadura medical y sanitaria, contra la dictadura vacinal, contra los venenos medicamentosos y tóxicos de la dictadura químico farmacéutica, contra la virusfobia y el pánico creado contra los virus, que no tiene otro fundamento (ni otra concepción) que el interés económico del gran capital químico farmacéutico, contra la oposición absurda entre ser humano y naturaleza. Por la destrucción del capitalismo, la fraternidad y el amor entre seres humanos y la producción de lo que los seres humanos necesitan sin intoxicar animales, plantas, suelos, aire, agua, tierra…
Contra la dictadura del dinero (fabricado ilimitadamente por los bancos centrales), la bancarización y la tiranía digital. Por la destrucción de la dictadura de la tasa de ganancia que rige la producción y distribución de “bienes y servicios” y la reorganización de la producción basada exclusivamente en las necesidades naturales de los seres humanos.
Contra el monstruo de las tres cabezas, el Capital, el Estado, la Religión (incluyendo muy especialmente la religión científico medical y sanitaria), contra la dictadura del dinero, los bancos y los Estados, por la revolución social internacionalista y la comunidad humana mundial.
CONTRA EL CAPITAL Y EL ESTADO, POR LA REVOLUCIÓN TOTAL.
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