martes, 8 de marzo de 2022

No hay ningún "nosotros"

Tomado de DNDF, 06/03/2022
Traducción semi-automática

Para los que se alegran de las sanciones económicas contra Rusia, quizá sea bueno recordar que la inflación y la recesión, aunque posiblemente "aumenten el descontento popular" y debiliten al poder de turno, tienen como primera consecuencia encarecer y, por tanto, reducir lo que hay en la famosa "canasta del ama de casa", en primer lugar para todos aquellos cuya primera preocupación no es salvaguardar sus economías, sino comer cada día, sean ucranianos o rusos. Y si encima vamos a esperar a que salgan a la calle para hacer limpieza política, comienza un largo día para el buen "pueblo".

La guerra económica también mata, un poco más lentamente que las bombas, pero con la misma seguridad. La economía, por cierto, a diferencia de los tanques, ni siquiera necesita la guerra para matar, eso también vale la pena recordarlo.

En cualquier caso, estamos de acuerdo al menos en decir "No a la guerra", pero también a todas las guerras, y en primer lugar con quienes las sufren en primer lugar, a todos los lados de todas las fronteras. Y si tenemos que tomar las armas, que nunca sea en nombre de una bandera.

Pero no veo cómo nosotros, como proletarios, o digamos sujetos del capital, y/o a fortiori como comunistas, tendríamos que buscar o elegir una "alternativa satisfactoria" a esta lucha entre el espacio europeo de acumulación, sus reglas aduaneras y sus acuerdos comerciales bajo la dominación franco-alemana, y el espacio euroasiático de acumulación bajo la dominación rusa. No hay "contrapoder" a nivel de los estados, sólo poder, o bien pensamos que la policía está para protegernos, es la misma lógica. Es su negocio, sus bombas, su capital, lo tomamos en forma de bombas o restricciones, los proletarios ucranianos o rusos, y mañana (vamos, hoy) si el precio del gas se dispara aún más, y el de los productos básicos con él, los proletarios franceses o alemanes, etc. Nos están alimentando 24 hs. con problemas geopolíticos que no son nuestros, y eso es precisamente el nacionalismo, y esa es la razón del nacionalismo y de la propaganda en todas las guerras. El problema de los proletarios ucranianos no es Rusia y la agresión rusa, sino su gobierno y su burguesía, y el hecho de estar atrapados en el centro de una guerra económica para saber por quién y cómo van a ser explotados, cualquier otra lógica sólo lleva a la justificación del nacionalismo y de todas las guerras capitalistas.

La pregunta no es "¿qué hacemos ante la agresión rusa?", no tenemos que responder a esta pregunta porque no nos la plantean sino que nos la imponen, los rusos, Europa, el Estado ucraniano, es decir, al final el capital. No hay ningún "nosotros". Las respuestas no nos pertenecen más que las preguntas una vez que hemos entrado en esta lógica. Tenemos que encontrar nuestras propias preguntas antes de que nos abrumen las de los demás, y eso sería realmente urgente. No es fácil, parece.

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