Mostrando entradas con la etiqueta de GCI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta de GCI. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de febrero de 2025

Una tradición que se ha perdido: los pillajes a la muerte de los papas

Grupo Comunista Internacionalista
Revista Comunismo nro. 53, septiembre de 2005

[Apropósito de la muerte de Karol "Juan Pablo II" Wojtyła en aquel año]

Es con gran desolación que asistimos hoy al penoso espectáculo de millones de ovejas religiosas desfilando lloriqueando ante la riqueza del Vaticano. Quisiéramos creer que es por falta de acceso a todas esas riquezas que esos peregrinos modernos se pierden en efusiones, pero no es así, si esas pobres criaturas oprimidas se encuentran ahí, arrastrados por sus suspiros ciudadanos y la religión televisiva, es para lamentar la muerte del jefe de los prelados de ese riquísimo Estado que es el Vaticano, el papa Juan Pablo II. Éste se ha hecho famoso por sus frecuentes viajes y manifestaciones de apoyo - “perdón” en el lenguaje cristiano - a todo tipo de torturadores en todas partes del mundo, desde Hassan II y Ben Ali a Pinochet, Reagan o Castro, así como por la beatificación de José Maria Escriva de Balaguer, fundador de ese centro ultrareaccionario y anticomunista primario que es el Opus Dei.

Nosotros hemos encontrado consuelo a la triste actualidad sumergiéndonos en la historia y no fue una sorpresa, algunas buenas noticias nos esperaban. Durante la Edad Media y el Renacimiento, así como en épocas más recientes, la noticia de la muerte del papa hacía desencadenar la rabia de las masas contra los bienes pontificales. Antaño peregrinos y habitantes de Roma se manifestaban de una manera muy distinta a como lo hacen hoy esas carneros ciudadanos, provocando grandes desórdenes, pillajes y destrucciones. Un cronista romano, Gaspare Pontani, cuenta como en 1484 apenas había empezado a propagarse la noticia de la muerte del papa Sixto IV, considerado por la Iglesia como uno de los grandes papas del siglo XV, ocurrida en plena noche, cuando se empiezan a producir desórdenes hasta tal punto que “simplemente no es posible quedarse en Roma a causa de los pillajes y robos”. En efecto, grupos de jóvenes se reunieron y entendiendo que debían aprovechar la ocasión de la muerte del papa para manifestar su rabia frente al orden social, se presentaron en el palacio del conde Girolamo Riario, sobrino del papa Sixto IV y lo destruyeron completamente, a “tal punto”, prosigue el cronista, “que no dejaron una puerta y una ventana intacta”. Otros jóvenes fueron a Castel Giubileo, donde se encontraba la finca de la condesa Caterina Sforza Riario, para “robar una centena de vacas, todas las cabras y numerosos puercos, burros, gansos y pollos pertenecientes a la condesa”. ¡Al contrario de lo que constatamos hoy, pareciera que entonces era difícil lograr que los jóvenes se arrodillaran frente al clero, que aseguraba que los bienes pontificales acumulados en esos lugares servían a la salud de las almas!

Episodios de este género eran recurrentes y tenían una clara connotación social. El 9 de agosto de 1559 a la noticia de la muerte del papa Pablo IV, los habitantes de Roma “corrieron hacia la prisión y después de haber roto las puertas, liberaron a todos aquellos que encontraron”. Ese mismo día otros grupos fueron al Campidoglio para destruir la estatua de mármol que había sido dedicada tres meses antes a ese mismo Pablo IV. La frecuencia de este tipo de acciones durante la muerte de un papa era a tal punto elevada que la Iglesia se sintió obligada a tomar medidas para defenderse de esos ataques. Así, siempre a la ocasión de la muerte de Sixto IV de la que hemos hablado más arriba según Bucardo, maestro de ceremonia pontifical, “a cada entrada de la ciudad han sido asignados como custodias notarios apostólicos, funcionarios de la curia o/y ciudadanos romanos. Cardenales fueron designados para cuidar el palacio y la administración de asuntos corrientes”.

Muchas veces ni esperaban a la muerte del papa para empezar los pillajes. A veces era suficiente que circularan “malas noticias” sobre la salud del “santo hombre” para que la bronca de los romanos se desatara. Los esbirros del papa debían apurarse para probar que estaba todavía vivo y retardar así los “desórdenes”. Así, al inicio del siglo XIII el cronista inglés Matteo Paris cuenta como diez días antes de su deceso, Honorius III (1216-1227) “cansado y medio muerto” debió ser llevado a una “alta ventana” (del palacio Laterano) y ser expuesto a los habitantes de Roma para calmarlos, pues éstos ya habían empezado a “desquitarse contra los bienes pontificales”.

Ya en el año 904 un concilio romano había tomado medidas para reprimir esa vil costumbre de pillar el palacio Laterano, así como Roma y sus alrededores luego de la muerte del papa. En efecto, había promulgado un decreto hablando de esos “detestables hábitos” que “iban en aumento”. Por otra parte, es importante destacar que no se trata de un fenómeno exclusivamente romano. Capítulos imperiales y concilios intentaron impedir durante siglos el pillaje de episcopados y abadías a la muerte de su titular, emitiendo decretos, lamentando que esos pillajes se ejercieran en contra de sus bienes, “como si pertenecieran directamente a los prelados, lo que es contrario a toda ley”.

En toda Italia se verifican fenómenos de ese género. Cerca de 1049, a la muerte de “su” obispo, los habitantes de Osimo, una pequeña ciudad de Marches en los alrededores de Ancona, invadieron y saquearon el palacio episcopal, destruyendo viñas y arbustos, prendiendo fuego a las casas. León IX, la misma mañana del 18 de abril de 1054, cuando ya estaba gravemente enfermo, pide ser conducido a la basílica de San Giovanni, en el palacio Laterano, transportado sobre el mismo lecho en el que se encontraba. Cuando se supo la noticia “los romanos atacaron el palacio Laterano como tienen hábito de hacerlo”…

¡Otro tiempo, otras costumbres!

Contra la amnesia con la que los burgueses quisieran golpearnos, recordemos esos momentos de lucha que indican la vía de futuras peleas y gritemos fuerte:

¡Abajo todos los curas!, ¡abajo todos los ayatolás, imams y compañia! ¡Muerte a todos esos revendedores de paraíso adulterado!

Contra esta época hecha de superstición, de dinero y de plástico, donde la representación y lo ficticio ocupan el lugar de toda relación verdaderamente humana.

¡Que vuelva pronto el tiempo de lo real, el tiempo en el que los proletarios pillan y queman los edificios religiosos en lugar de llorar sobre la tumba de sus explotadores!

sábado, 5 de marzo de 2022

Contra la guerra y la paz capitalista

Revista COMUNISMO No.44 (Setiembre 1999)
Grupo Comunista Internacionalista

Contra todas las ilusiones reformistas y pacifistas, nosotros proponemos aquí como iniciación a nuestra revista, un conjunto de materiales (volantes y textos) producidos por diferentes expresiones militantes internacionales durante y luego de la guerra que se desarrollara en el Kosovo. Todos esos materiales recuerdan el abc de la posición revolucionaria: que guerra y paz atacan al proletariado y sus intereses, que ambos momentos son parte de la afirmación contrarrevolucionaria del capitalismo contra los intereses de la humanidad.

No hay capitalismo sin guerra.
¡Para suprimir la guerra hay que destruir el capitalismo!

Índice:
Contra la guerra y la paz capitalista
        "¡Nos hablan de paz ... y nos hacen la guerra!" (GCI)
        "Contra la guerra, contra la paz" (ASAN)
        "¡Abajo la guerra capitalista! ¡Abajo la paz capitalista! (Proletarios Internacionalistas)
        "En los Balcanes: '¿Protección del pueblo contra los dictadores?' ¡NO! Una vez más, guerra y paz... contra el proletariado (Proletarios Internacionalistas)
Invarianza de la posición de los revolucionarios frente a la guerra - Significado de la consigna de siempre de "derrotismo revolucionario"
Cono Sur: Contra la impunidad de los torturadores y asesinos


>> leer revista completa:
https://web.archive.org/web/20091026135711/http://www.gci-icg.org/spanish/comunismo44.htm

>> colección completa en Pdf:
https://bibliotecacuadernosdenegacion.blogspot.com/2022/01/revista-comunismo.html

jueves, 22 de julio de 2021

El mito del "socialismo cubano"

REVISTA COMUNISMO No.38 (Febrero 1996)
GRUPO COMUNISTA INTERNACIONALISTA


38.1 El mito del "socialismo cubano": el izquierdismo burgués disfrazado de comunismo
38.2 Dinero o socialismo
38.3 Contrarrevolucionarios de ayer, de hoy y de siempre: el P"C" cubano, con Machado, con Batista, con Fidel...
38.4 Parece chiste: el Retorno del Sobrino Pródigo

DESCARGAR REVISTA COMPLETA EN PDF

lunes, 16 de diciembre de 2019

[Francia] Chaleco Amarillo: ¿Eres ciudadano?


El ciudadano vota.
El parlamentario hace la ley.
El policía la hace cumplir.
El juez castiga a todo aquel que no la respete.
El patrón se enriquece con tu fatiga.
El padre de familia te pone en el camino correcto.
Y para que te tragues todo eso, los periodistas te dan primicias E-X-C-L-U-S-I-V-A-S.
Los intelectuales piensan por ti, los de uniforme blanco te encajan pichicatas.
Pero es lógico: es su profesión. Y tu que eres ciudadano, también votas por eso.
El presidente cambia, los milicos siguen. Porque se necesitan algunos para mantener el orden: proteger a los propietarios y us propiedades, poner a la gente refractaria a trabajar o en los calabozos.
Cuando el milico te apalea y/o te tira gases… resulta cómico verte gritar que eres ciudadano, francés, demócrata o republicano.
Porque es esa misma democracia la que te insulta y condena. Es la misma que persigue a los inmigrantes indocumentados luego de haber saqueado tierras por todo el mundo.
Porque para el que no tiene el buen pedazo de papel (carta de identidad), ni billetes en el bolsillo las fronteras están por todas partes, como lo están las redadas, las miradas, los garrotes policiales. Y no lejos de aquí como en Vincennes, no se incluyen los Centros de Detención Administrativas.
Mientras haya papeles y dinero, nunca habrá suficiente para todos.
Pero siempre lo suficiente para que pasemos la vida a correr por él.
El problema no es la inmigración, sino los Estados.
El problema no es Macron, es la democracia.
El problema no es el fin del mes, sino el dinero.
Las autoridades siempre serán enemigas de la libertad.
De la tuya, de la nuestra.
Francia: ¡qué reviente!
¡Viva la revolución!


Autor, fecha y ciudad desconocidos
Traducción Grupo Comunista Internacionalista
Publicado en revista Comunismo nro.68 (noviembre de 2019)

jueves, 14 de noviembre de 2019

Sobre Bolivia


Sobre todo lo que se está proclamando acerca de la situación en Bolivia vamos juntando algunos artículos que puedan ayudarnos a comprender lo que está pasando. Sin recurrir a golpes de efectos del ámbito meramente simbólico ni al típico comodín del fascismo para que nos agrupemos detrás de los gobiernos progre-extractivistas de América Latina.

Bolivia: un levantamiento popular aprovechado por la ultraderecha
Raúl Zibechi (11/11/2019)

Bolivia y los organizadores de derrotas
Rolando Astarita (13/11/2019)

Bolivia: si esto es el cambio el cambio es una mierda
Grupo Comunista Internacionalista (2011)

A subrayar en la lucha del proletariado en Bolivia
Grupo Comunista Internacionalista (2004)

Un reporte vecinal desde la Ladera Oeste: Un día histórico y una noche de zozobra y organización vecinal en La Paz
Desconocido (11/11/2019)

Bolivia: La Noche de los cristales rotos
María Galindo (11/11/2019)

Las juntas vecinales de El Alto le declaran la guerra al golpe de Estado en Bolivia
Martín Cúneo (11/11/2019)

Otra noche de terror
A.C. (12/11/2019)



domingo, 20 de octubre de 2019

Revueltas en Ecuador (folleto en pdf)


"Dejamos a disposición la recopilación de textos que hicimos para la actividad sobre las revueltas en Ecuador el jueves 17 de octubre.
Los textos acá reunidos reflejan parte del contenido imanente de la insurrección que se vivió en la región ecuatoriana. La fuerza de lo vivido persiste en el encuentro entre hermanas y hermanos de clase que redescubrieron su potencia colectiva. Puede que no compartamos la totalidad de lo que puedan decir algunos de los textos o la perspectiva de sus autorxs, pero nos parecen una importante expresión de lo vivido y un documento necesario del balance de nuestras luchas."
Biblioteca y Librería La Caldera (Buenos Aires, Arg) 18/10/2019


Índice:  - Presentación (texto elaborado en base al volante “Llamado a la solidaridad activa con las masas proletarias del campo y la ciudad en la región ecuatoriana”, firmado por Un grupo de proletari@s revolucionari@s internacionalistas de la región chilena.)

- Presentación de Materiales x la Emancipación (México) al volante “Breve análisis del “paquetazo” y las próximas protestas en este país desde la crítica radical”

- “Breve análisis del “paquetazo” y las próximas protestas en este país desde la crítica radical” publicado por Proletarios Revolucionarios (Ecuador)

- Lenin Moreno, el progresismo y la administración de la violencia. Texto tomado de un muro de facebook

- “La “Comuna” de Quito: controlar el territorio y ejercer el poder contra el paquetazo” publicado por la revista Crisis

- “Crónica del Estado feroz” texto de Cristina Vega

- “¿Quién habla de paz?” texto de Joseph Salas

- Panfleto de un@s proletari@s cabread@s de la región ecuatoriana por la revolución comunista anárquica mundial. 9 de octubre, día de la huelga general

- Reflexión de una compañera sobre la solidaridad y la comunidad en medio de la revuelta. Texto tomado de un muro de facebook

- Epílogo (Carta desde el pasado). Extracto de un texto publicado en el 2000 en la revista Comunismo nro. 45 sobre la revuelta en Ecuador en ese año

viernes, 2 de diciembre de 2016

[texto] El mito del "socialismo cubano": el izquierdismo burgués disfrazado de comunismo

COMUNISMO No.38 (Febrero 1996) DESCARGAR TODA LA REVISTA EN PDF
revista del Grupo Comunista Internacionalista

Índice:
El texto que a continuación se presenta es el resultado de un trabajo colectivo, efectuado por un círculo de compañeros, varios de los cuales han estado en Cuba varias veces y en distintas oportunidades, en colaboración con nuestro grupo y afirma posiciones clasistas y revolucionarias en torno a la denominada "revolución" cubana y al "castrismo". 
Economía / El mercado / ¿Abundancia o carencia? / Acerca del mito de la desaparicion de las clases en Cuba / Trabajo / Control / Represión / "La existencia del estado y de la esclavitud son inseparables" / Liberación nacional / Sobre la ideología del mal menor en Cuba / Resistencia / El exilio y la oposicion politico formal / ¿Y ahora que?
1. Dinero y enajenación / 2. Sociedad mercantil y deshumanización del hombre / 3. Producir como seres humanos / 
artículo escrito por Servando González en Guángara Libertaria en 1985


miércoles, 6 de enero de 2016

¡¿QUE FALTA DEMOCRACIA?! ¡ NO, rotundamente NO !

¡Siempre hemos tenido demasiada, por eso estamos como estamos!

¡Esa es la elemental respuesta proletaria en todas partes!

Con la democracia, como con el capitalismo, siempre nos proponen más de lo mismo. En efecto, nuestros enemigos siempre echan la culpa de nuestros males a la falta de democracia. Cuando tal diagnóstico ha sido efectuado, nosotros sabemos lo que viene: invasión militar, mucho milico y terror de Estado… para imponernos la tan cacareada democracia.

¡Es como cuando a Haití la invadieron los yanquis y los franceses para imponerle la democracia! Luego siguieron todos los otros países, grandes y chicos, en nombre de las Naciones Unidas, que de paso también le trajeron además de la democracia, el cólera…, cientos de miles de muertos…Y todavía siguen matando gente en las calles para darles todavía más democracia.

¡Cuántas veces dijeron que a Bolivia le faltaba democracia e hicieron golpe tras golpe de Estado, elecciones y circos…y siguen diciendo que le falta democracia!

Exactamente como con el capitalismo. Ya en el siglo XVI al XIX el zarismo había desarrollado el capital y, durante todo ese período, las luchas del proletariado contra el capitalismo y el Estado eran famosas en el mundo. Durante el último cuarto del siglo XIX, la bandera del socialismo revolucionario se fue imponiendo, como en otros países del mundo (México, Argentina, Francia, España…), como alternativa al capitalismo y al Estado. Fue entonces que se desarrolló contra eso la teoría contraria, la de la socialdemocracia que culpaba de todos los males no al capitalismo y la democracia, sino a la falta de capitalismo y a la falta de democracia sosteniendo que que había que realizar las "tareas democrático burguesas". Ese fue el papel de la socialdemocracia en todo el mundo, el canalizar la lucha del proletariado contra el capital, en una lucha para el desarrollo del capital y la democracia que estaban (decían) insuficientemente desarrolladas. En Rusia, ese fue el papel de las minorías y mayorías de la socialdemocracia, el canalizar la rabia proletaria, contra la explotación y la opresión, en la defensa del capital y sus tareas democráticas. Ese fue el papel del leninismo: mucho progreso del capital, mucho trabajo, mucho Estado, mucho desarrollo de las fuerzas productivas. Esas son las famosas tareas democrático burguesas que incluyeron, evidentemente, los millones de encerrados en los campos de concentración y el trabajo forzado.

¡No, no nos falta capitalismo! ¡Tampoco nos falta democracia!

¡La burguesía ya hizo todas las tareas democráticas que supuestamente debía hacer

y todas fueron en contra de nuestra clase!

¡Tenemos de más! ¡No soportamos más capital, no soportamos más democracia,

no soportamos más progreso, ni progresismos!

¡ABAJO EL CAPITAL Y TODA LA DEMOCRACIA! 

# por Grupo Comunista Internacionalista, revista Comunismo nro.65
# diciembre de 2015
http://gci-icg.org/spanish/comunismo.htm
 

domingo, 3 de febrero de 2013

Sudáfrica: Golpe del proletariado al sindicato oficial

Una vez más el proletariado en Sudáfrica ha escrito una página de nuestra historia con letras de fuego. En agosto de 2012, los mineros de Marikana se cansaron de cerrar el pico frente a las condiciones de vida impuestas (tugurios repugnantes sin agua corriente, accidentes de trabajo, salarios irrisorios): «Les dijimos que estábamos hartos de vivir así. No hicieron nada y a pesar de eso, continuamos votándoles. Ahora siguen sin hacer nada y además asesinan a nuestras familias. Está claro que no votaremos más». 
Los mineros se declaran en huelga y piensan negociar su sudor lo más caro posible. Exigen el triple del salario que cobraban hasta entonces y unas condiciones de trabajo menos de mierda.
La burguesía, con su Alianza tripartita, ANC/SACP/COSATU (Congreso Nacional Africano, Partido Comunista de Sudáfrica y Congreso de los Sindicatos Sudafricanos), decididos a poner fin a lo que llaman «una huelga salvaje con reivindicaciones irreales», hace todo lo posible para socavar el movimiento: represión abierta, intervenciones policiales y militares, asesinatos, incursiones en los municipios para desarmar a los huelguistas y amenazas de despidos (100.000 mineros están bajo el yugo de la amenaza), intervención de los tribunales y negociaciones sindicales mina por mina.
La Alianza tripartita, que había prometido «una vida mejor para todos» cuando se acabase con el apartheid, se ve obligado a reprimir con pies de plomo. En febrero de este año, en Impala Platinum, una huelga fue reprimida gracias a los embrollos sindicales habituales del NUM (Unión Nacional de Trabajadores Mineros, por sus siglas en inglés, National Union of Minerworkers); en agosto, los mineros, recordando esa derrota, asestaron un golpe al sindicalismo con una lucha proletaria memorable.
El 16 de agosto de 2012 fue el día elegido para aplastar la huelga gracias a los 3.000 milicos (una combinación de policía montada, vehículos blindados y soldados) desplegados en Marikana con la intención de dar una buena lección a los mineros. Y no sólo para acabar con la huelga, sino también para vengar la muerte de dos policías y dos vigilantes durante los enfrentamientos de la semana anterior.
En la manifestación del 16 de agosto, varios miles de mineros fueron rodeados por las fuerzas de represión, que los tirotearon como a conejos. No satisfechos con la masacre (34 muertos y 78 heridos), detuvieron a 270 huelguistas acusados de asesinato, algunos de ellos justo cuando salían del hospital, y les dieron una paliza en la cárcel. Para justificar las detenciones masivas resucita una ley antimotines de 1956 que estipula que «toda persona presente en un tiroteo con la policía será arrestada y acusada por asesinato». Esta vez se trata de policías negros que disparan sobre mineros negros, así que no es posible recuperar la vieja propaganda antirracista para encuadrar la lucha, el problema no está en el color de la piel sino en demarcaciones tajantes de clase.
Las declaraciones de los pobres e indefensos policías, asegurando que pretendían defenderse de los ataques de unos mineros armados hasta los dientes, son contradictorias con las imágenes que se filmaron y que circularon poco después. A medida que se va conociendo el elevado número de mineros heridos y asesinados, por una bala por la espalda, el Estado encuentra más dificultades de mantener le argumento de la autodefensa. Para evitar una explosión social, libera a 162 inculpados (¡en libertad condicional!) y admite que puede haber habido algún exceso puntual de las fuerzas del orden, por lo que realizará una investigación policial exhaustiva «para determinar las responsabilidades de cada uno». ¡Qué alivio! También, afirma que la masacre, se produjo por por la «falta de experiencia y equipamiento de la policía», ante la «violencia de los mineros». Como en otras ocasiones, para calmar los ánimos, el gobierno decreta funerales nacianales y una semana luto. Por lo menos, mientras lloramos a nuestros muertos estamos tranquilos... ¡Buen intento!
En vez de romper la huelga, los muertos de Marikana provocan una intensificación del pulso entre el proletariado y la burguesía y la huelga se propaga como una mancha de aceite.
Muchas compañías mineras están afectadas por el movimiento: Madder East, Amplats, Aquarius, Xstrata, Béatrix, Altlatsa, la Gold One, la Gold Field, American Platinum… «Lo que nos inquieta realmente es que el movimiento se extienda a las minas de oro», se lamenta el secretario general del NUM. En el momento más álgido de la lucha hubieron 100.000 huelguistas. Y efectivamente el movimiento se extiende a las minas de platino, de oro, de hierro, de cromo, de carbón..., a los que se suman 20.000 camioneros del sector del transporte y los obreros de Dunlop.

El palo y la zanahoria
Como es habitual, las diferentes fracciones burguesas se reparten el trabajo. Por un lado, los sindicatos, entre los que el NUM es el más conocido, intentan imponer las negociaciones con los patrones para que los mineros retomen el trabajo en la mina, mientras que el gobierno promete un desarrollo de los pueblos mineros.
Por otro lado, las huelgas son declaradas ilegales por la justicia, lo que justifica el despido en masa de los mineros que se niegan a volver al trabajo.
En plena apoteosis, la policía y el ejército intentan mantener la situación bajo control, ya sea con balas de goma o fuego real, bombardeando con gases lacrimógenos o con granadas aturdidoras, matando o hiriendo a quienes se resisten.
La Alianza tripartita, completamente sobrepasada por la amplitud y la fuerza del movimiento, pide la intervención del ejército y de las fuerzas especiales para reprimir a «los elementos criminales de Rustenburg y las minas próximas». La radicalidad de los huelguistas empuja a los sindicatos a radicalizar su discurso, pero es en vano. Después del inicio del movimiento, los mineros rechazan la representación de quienes tantas veces los han embaucado y deciden por sí mismos las reivindicaciones que quieren defender: ¡La triplicación de los salarios ! Con esta situación, los inversores internacionales están intranquilos y el valor de las acciones no deja de bajar. En 2012, las huelgas costaron más de 900 millones de euros a la industria minera. Evidentemente, a la burguesía le importan un carajo las pésimas condiciones de vida del proletariado, lo que le preocupa son las pérdidas que las huelgas le ocasionan. Pérdidas que nosotros celebramos.
Crítica en los hechos del sindicalismo: Zokwana, presidente de la agrupación sindical NUM, va a visitar a los huelguistas de Lonmin, en un coche blindado, para intentar convencerlos de que paren la huelga, declarada ilegal. El sindicalista es abucheado por la multitud, que lo obliga a irse con el rabo entre las piernas bajo protección policial. El NUM negocia un bono de 179 dólares para aquellos que volvieran al trabajo antes del martes siguiente. Pero para su disgusto, las negociaciones se rompen porque «muchos se niegan a aceptar el compromiso y llaman a continuar el movimiento».
En el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU), al que el NUM, que sigue llamando a la unidad sindical, está afiliado, se organiza una manifestación antisindical. A la salida, trescientos manifestantes antisindicales son bloqueados por vehículos blindados y dispersados a golpe de granadas aturdidoras y gases lacrimógenos. Al grito de «estamos hartos del NUM», muchos queman camisetas del sindicato y declaran: «no retrocederemos, poco importa lo que digan o lo que hagan, lucharemos hasta la última gota de sangre»
El aspecto de la lucha proletaria más decidido e intransigentes fue el que impidió a los esquiroles (carneros) reiniciar el trabajo. De los sesenta muertos, que hubo en los dos meses y medio que duró el conflicto, buena parte debe atribuirse a las luchas antisindicales y antiesquiroles: «Los que van al trabajo son los responsables de la muerte de los otros»; «nadie dormirá la próxima noche, hay que controlar a los que quieren ir a trabajar». Llevar una camiseta con el logo del NUM se convierte en algo peligroso. Un sindicalista es asesinado por una bala proletaria y a otros les rompen la cara. En el punto álgido de la lucha, los esquiroles no se atreven a regresar a la mina y los sindicatos se quejan: «Los trabajadores que querían ir a trabajar han sido agredidos, intimidados» (portavoz del NUM, Lesiba Seshaka).
A nosotros ni nos extraña ni nos indigna que una ley de los tiempos del apartheid sirva para reprimir a los huelguistas de hoy. Sabemos que cualquier fracción burguesa, aunque se llame de izquierda, no tendrá ningún reparo en utilizar la legislación aprobada por una fracción llamada de derechas, y viceversa. La única razón de ser de toda ley es la de reprimirnos, ya sea individual o colectivamente. Y es también un viejo clásico de la burguesía destacar la violencia de las acciones de nuestra clase para justificar su propia violencia. Está legitimado por todo su arsenal jurídico e ideológico. Del mismo modo, otro viejo clásico del Estado es justificar la utilización de esos milicos tipo Robocop, sobrearmados, los vehículos blindados, los tanques, las granadas, las ametralladoras, los misiles y sus otras mierdas inventadas para reprimir a los proletarios en lucha, armados con lanzas, cuchillos o revólveres.
Sólo la burguesía puede utilizar la violencia con total impunidad, son sus leyes y sus tribunales de justicia, son sus milicos y sus armas las que nos la imponen por la fuerza. Cuando se trata de nuestra violencia de clase, se la tacha de terrorismo por parte de nuestros enemigos. El error sería creer que podría ser de otra manera, nada tenemos que esperar de su justicia y sus leyes, que han sido elaboradas para reprimirnos. La única violencia aceptada por el Estado es la suya, que no es otra que la violencia de la tasa de ganancia.
Estas luchas no surgen de la nada, su radicalidad nos muestra que la crítica de las prácticas sindicales tiene un largo recorrido, y que empezó mucho antes del inicio de estas últimas huelgas. Por el contrario, es difícil determinar cuáles son las formas de asociacionismo con las que se dotan los proletarios en lucha y cuál es el grado de autonomía. Como sucede a menudo en este tipo de contexto de enfrentamiento al sindicato oficial, surgió un sindicato disidente, la ACMU (Association of Minerwokers and Construction Union), que agrupa a muchos mineros en ruptura con el NUM. Sin embargo, y a pesar de la virulencia de COSATU (Congreso de los Sindicatos Sudafricanos) contra ella, no podemos afirmar si tiene o no una práctica de clase. Nos falta información sobre su práctica real, aunque es una fuerza que parece interesante, más cuando el Estado la tilda de anarquista y declara que su creación responde «a una estrategia política deliberada de intimidación y violencia».
El viejo cuento de la unidad sindical no tuvo demasiado peso entre las razones que provocaron la vuelta al trabajo. El decaimiento del movimiento huelguístico y el aumento de los beneficios por parte de la burguesía, se debieron más a la falta de extensión y unificación de las luchas. De todas formas, las huelgas salvajes continuaron, al menos, hasta noviembre, especialmente en las minas de carbón de Magdalena, donde los mineros exigieron que se doblaran sus salarios y se les otorgaran seis meses de licencia de maternidad. En esa lucha dos proletarios fueron asesinados al intentar tomar la armería de la mina.
El decaimiento del movimiento, no le resta valor a la experiencia que nuestros hermanos de Sudáfrica acaban de vivir. La demanda, no obtenida, de triplicación de los salarios tenía su razón de ser, porque intentaba impedir la obtención de beneficios y trataba de recuperar una parte de la plusvalía. Iba en el sentido de la lucha para el aumento del salario relativo contra la dictadura del beneficio.
Es difícil analizar con mayor profundidad las contradicciones que se producen en el seno de estas luchas. Al carecer de una red de información directa, seguramente, se nos escaparon muchos acontecimientos importantes. No obstante podemos rescatar de estas huelgas el rechazo a la política gubernamental, la ruptura con el sindicato oficial, la enorme combatividad y determinación demostradas por los proletarios, su violenta respuesta al terrorismo asesino del Estado, la lucha por sus necesidades contra el imperativo de la gestión «realista» y contra la tasa de ganancia. 

¡Saludos a nuestros hermanos de clase en Sudáfrica y a todos los que luchan hoy en el mundo!
¡Fuera y en contra de todos los encuadramientos burgueses!
¡Abajo la dictadura del beneficio!


# publicado originalmente en Communisme nro.64 (Diciembre de 2012), revista en francés del Grupo Comunista Internacionalista (traducción al español en el blog del GCI)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Críticas a Tiqqun


La insurrección y su doble (autor desconocido), crítica anarquista a "La insurrección que viene".

(...) Habíamos ya señalado la escasa precisión con la que está redactado este texto, lo que no constituye precisamente su mayor defecto, su punto débil, como algunos han sostenido al reseñarlo. Al contrario, resulta ser su punto fuerte. La insurrección que viene está a la altura de los tiempos, perfectamente a la moda. Posee las características más requeridas actualmente, es flexible y elástico, se adapta a todas las circunstancias (del ámbito subversivo). Se sabe presentar, tiene estilo y resulta simpático a cualquiera porque da un poco la razón a todos, sin descontentar a fondo a nadie. Desde este punto de vista, es un libro eminentemente politico.
(...) La insurrección que viene en los escaparates de todas las librerías no es más que la caricatura y la comercialización de la insurrección que podría romper todos ellos.


leer texto completo >>

*

Comunización: una “llamada” y una “invitación” (Troploin, 2004), crítica del "Llamamiento".

Si, como lo afirma el libro, los antigolbalizadores radicales hubieran vencido a la izquierda mundial en la calle, obligándola a replegarse sobre sus foros sociales, nosotros (los  autores  de Appel, nosotros mismos, y muchos otros) tendríamos una existencia, una acción regular en la calle, lo que no es el caso, admitámoslo. A Appel le falta un análisis del movimiento social presente, de las luchas, de los retrocesos y resistencias en el mundo del trabajo, de las huelgas,  de su aparición, de su derrota a menudo, de su ausencia a veces; en una palabra: de todo lo que cubre el alter-mundialismo y cuyos límites expresa.

leer texto completo >>

*

Nuestra reacción a Appel (Grupo Comunista Internacionalista, 2004), crítica del "Llamamiento".

Si respondemos en forma de carta abierta al texto Appel es por la necesidad de darle vida a nuestra comunidad crítica, más allá de las fronteras entre grupos y entre organizaciones, para discutir sobre esa base de confianza que exige la actividad militante. (...)

leer texto completo >>

*

jueves, 21 de abril de 2011

LLAMADO A LOS QUE LUCHAN EN KURDISTAN Y EN IRAK

Las manifestaciones en todas las ciudades y pueblos del Kurdistán son la expresión directa de la rabia contra la explotación y el Estado y es el resultado de la crisis social y la contradicción entre el trabajo y el capital. Estas luchas no están aisladas con respecto a la cadena de manifestaciones y levantamientos que se sucedieron en Grecia, Francia…y luego Tunes, Egipto, Libia…y el resto del mundo. Es el principio de la eclosión de la revolución internacional, que ahora toca el Kurdistán. En este sentido los explotados de Kurdistán asumen levantándose aquí que se trata de la misma clase que lucha en todas partes. Esta lucha le da continuidad a la lucha revolucionaria de nuestra clase iniciada en otras partes. Sin ninguna duda esta lucha es la misma contra el Estado en todas partes y crea en todos los Estados pánico e inestabilidad.

Contra ello el enemigo trata de desviar la lucha y trata de preservar el orden en los centros decisivos Arbil, Dujok y Kirkuk, para lo cual

- Rodean Sulemenania cercándola con fuerzas militares especiales traídas de otras partes, para dificultar la expansión de la protesta

- Crean en el centro de la ciudad en la “plaza de la liberación” un verdadero centro de permanentes celebraciones adonde se repiten día y noche eslóganes patrióticos

- Llaman a las reformas y al civismo de la sociedad.

- Tiran lacrimógenos contra las manifestaciones y denuncian a los que hacen saqueos así como los que denominan “terroristas armados por el extranjero”, lo que por supuesto es falso.

- Y además reactivan la putrefacta ideología de la “liberación de Kirkuk” para fomentar el patriotismo kurdo.

Por lo que sabemos en aquellos países, el movimiento comenzó también en base a pequeñas expresiones locales y con poca gente; pero luego la dirección fue cambiando y el movimiento se fue haciendo potente dando a su vez a los explotados fuerza para romper el muro del miedo y miles de militantes y luchadores proletarios salieron a la calle para atacar al Estado. La clase dominante sabe bien que este movimiento está sonando la alarma de su propia muerte, por lo que hacen todo lo posible para separarnos para individualizarnos, dividirnos por categoría, dispersarnos, para evitar que las manifestaciones sigan generalizándose. En esta determinación todas las fracciones dominantes con la ayuda de los medios de comunicación y los colaboradores del Estado (escritores, los profesores universitarios y todos los que en público hablan en nombre del Pueblo y que en forma secreta se reúnen con los represores) buscan defender el parlamentarismo para destruir el movimiento revolucionario. La clase dominante utiliza el terror, el asesinato, las detenciones, desapariciones …por un lado y como no es suficientemente efectivo van a buscar las jetas más representativas (como los religiosos, políticos reformistas…) que hacen siempre un discurso sobre la “fragilidad del Estado kurdo”, haciendo la apología de la “nueva y joven experiencia que hay que preservar”. ¿Qué tipo de experiencia es esa que nos extrae la vida entera y nos pide en nombre del Estado capitalista que nos callemos y que no nos rebelemos? Le respondemos, ustedes son parte del Estado mundial, nosotros formamos parte de esta situación revolucionaria que asumiendo su propia experiencia, estalla en todas partes y que, jalón tras jalón, va ganando victorias contra el capitalismo mundial, incluido contra el propio Estado en Kurdistán. El Estado intenta pacificar y ciudadanizar la lucha, así te piden que expliques en las cámaras de televisión que no se quiere ningún otro cambio que tal o cual reforma, nuevas elecciones y cambiar este gobierno por otro. Lo que tienen miedo es justamente que la lucha contra el Estado se generalice en toda la región.

Repetimos, declaramos nuevamente, debemos organizarnos nosotros mismos apoyándonos entre nosotros mutuamente, en una comunidad de lucha, esa es la única manera de vencer, esa es la única manera de destruir esta sociedad inhumana

¡Viva la revuelta proletaria en todas partes!.

¡Abajo el sistema del trabajo y el Estado!

¡Vamos por la revolución comunista!


# Grupo Comunista Internacionalista http://gci-icg.org/
# Kurdistan 28/2/2011

jueves, 14 de abril de 2011

¡CONTRA LA DICTADURA DE LA ECONOMÍA! - ¡VIVA LA REVUELTA INTERNACIONAL DEL PROLETARIADO!

¿Cuál es la diferencia entre las revueltas que estallan en Mundo Arabe y las revueltas anteriores en América Latina o la de Grecia o los barrios pobres de Francia? ¿Qué diferencia puede haber entre la lucha de los proletarios en Argelia, Tunes, Egipto, Yemen, Libia, Bahréin, Siria, o con la de Bolivia o China? No hay causas diferentes, no hay enemigo diferente, no puede haber perspectiva diferente. Si la revuelta proletaria estalla en forma separada es por la capacidad (cada vez menor) del capital mundial de atacar paquete por paquete al proletariado, en base a la dosificación de los planes de austeridad, en función de los consejos de los aparatos de contrainsurgencia y también por la incapacidad organizativa del proletariado de coordinar su propia lucha.

Los medios de falsificación de la opinión pública han hecho lo imposible para ocultar la revuelta proletaria generalizada en todo el mundo árabe. Para la burguesía, la perspectiva de que su dominación internacional sea desestabilizada no es una ficción: a cualquier precio se intenta evitar que la lucha sea un ejemplo para los otros proletarios del mundo. Todo debe ser presentado como diferente, salvo la mistificación democrática que sería un paraíso para todos. La lucha social, que estamos viviendo en una parte cada vez mayor del planeta, no es sólo una lucha contra tal o cual dictador, no es una lucha por imponer tal o cual secta religiosa o por más o menos democracia, sino bien por el contrario, es una profunda revuelta social contra el capitalismo mundial, que condena a una parte siempre mayor de seres humanos a soportar toda la catástrofe de este sistema social.

Los aumentos de precios de todos los cereales, de las legumbres, de la carne…volvieron a generalizarse a fines del 2010 y principios de este año. Las revueltas en Tunes, en Argelia, Egipto, Palestina, Irak, Libia, Siria… son, antes que nada, revueltas de la misma clase social y por las mismas razones. La supervivencia es mucho más difícil, la lucha contra una mayor opresión capitalista es una necesidad. Es esa identidad de necesidades y perspectivas lo que más se busca ocultar con las ideologías de “revoluciones democráticas” y/o religiosas.

Claro que la revuelta ataca frontalmente a la dominación política burguesa formal de tal o cual país, tal o tal monstruoso dictador y que es normal que las fracciones burguesas de oposición tratando, de terminar la revolución lo antes posible, griten a la “revolución democrática” o determinen que el objetivo de la misma sea sólo la liquidación de tal o cual tirano.

Nada más normal que la sublevación proletaria se estrelle primero contra los opresores de su propio Estado. Nada más normal que, cuando no basta el terrorismo de Estado, la burguesía como clase mundial deje caer a quienes siempre había apoyado. Pero, más allá de la liquidación de tal o tal odiado jefe de Estado, lo que hace de las diferentes revueltas una sola lucha mundial, es esa lucha fundamental por la supervivencia, por la vida, contra el mundo del capitalismo y contra la consecuente dictadura del mercado y la ganancia. Lo importante no es lo que figure en cada bandera o consigna, sino que esa negación de tal o tal personaje contenga, al mismo tiempo, la negación del mundo capitalista y que el proletariado en otras latitudes se reconozca en esa misma lucha.

Saludamos el ataque de los proletarios contra los bastiones y símbolos de cada una de las dictaduras regionales, contra cada uno de los tiranos, de los torturadores. Pero dentro de ese ataque reafirmamos la universalidad de esa lucha, que surge de la contradicción general entre capitalismo y humanidad, entre capital y la tierra, entre la pervivencia de este sistema social y la necesidad de la especie humana de destruir para siempre todo el sistema social mundial.

Si, se trata de luchar contra la dictadura, pero no contra tal o cual dictadura política particular, sino bien por el contrario, contra la dictadura social y general del capitalismo.

¡Viva la lucha contra todos los dictadores!

¡Viva la lucha contra la dictadura social y mundial del capital!

La fabricación ideológica de las “revoluciones democráticas” no es evidentemente, sólo una cuestión ideológica. Las banderas que las compañías de información levantan, y con las que se dirigen a las masas en revueltas, son a su vez los límites del movimiento mismo del proletariado. Además, todas las agencias de seguridad, las fuerzas militares, y las estructuras de espionaje y de sabotaje actúan prácticamente para transformar esas profundas revueltas sociales en meras luchas políticas entre fracciones burguesas, entre potencias imperialistas. Frente al proletariado mundial, especialmente cuando este reafirma su perspectiva revolucionaria internacional de destruir el capitalismo mundial, la burguesía internacional tiene como única perspectiva la desestructuración de esa fuerza canalizándola en polarizaciones interburguesas, interimperialistas.

Es a esa realidad que obedecen las acciones militares bajo la dirección de los Estados Gendarmes en Libia. No sólo quieren apropiarse el petróleo libio y tienen intereses particulares como fracciones burguesas. Su acción sigue teniendo el mismo objetivo que el de Gadhafi: ¡liquidar la revuelta proletaria! ¡Alinear a los combatientes en uno u otro bando imperialista!

LA LUCHA DE LOS PROLETARIOS EL MUNDO ÁRABE, ES NUESTRA LUCHA.

EL ENEMIGO ES EL CAPITALISMO Y LA DICTADURA DEL MERCADO MUNDIAL.

EL OBJETIVO ES EL MISMO EN TODAS PARTES: ¡REVOLUCIÓN SOCIAL!

¡DESTRUCCIÓN DEL CAPITALISMO Y EL ESTADO!

# por Grupo Comunista Internacionalista www.gci-icg.org
# Marzo de 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los Rebeldes en el Maghreb… ¿Quienes son?


El Estado y sus iluminados comentaristas nos vendieron en primer lugar que se trataba de:

- un pequeño contratiempo en la buena marcha de sus negocios que hay que erradicar cuanto antes;

- una expresión del salvajismo típico de países poco civilizados;

- Vándalos, terroristas que atacan las instituciones, la propiedad privada, la policía, y que tienen que ser reprimidos por sus gobiernos con nuestra ayuda.

Tras la huida obligada de un jefe de Estado nos vendieron que se trataba de:

- Un pueblo que se levantó contra un terrible dictador, el mismo que horas atrás era un aliado;

- Una “revolución de jazmín” por derechos y libertades democráticas

- Votantes enojados tras no haber encontrado colegios electorales;

- Gente necesitada de sindicatos lo más pronto posible.

Por último, como el establecimiento de un gobierno provisional no les hizo regresar a sus casas, ahora se trataría de milicias de partidarios del ex dictador contra las que el ejército se enfrenta para proteger a la población.

Para nosotros, proletarios,
son el fantasma que persigue a todos los gestores y defensores del capital.

Para nosotros, proletarios,
son nuestros hermanos y hermanas de clase quienes luchan desde hace ya meses y años, en el Maghreb, en el mundo, contra la explotación, contra el Estado…

Para nosotros, proletarios,
la revolución será la extensión y generalización de las demandas radicales para satisfacer nuestras necesidades, fuera y en contra de los partidos y sindicatos.

¡Solidaridad de clase con los insurgentes!



# Grupo Comunista Internacionalista – Enero 2011
http://gci-icg.org - email info@gci-icg.org

viernes, 5 de marzo de 2010

Haití: ¡salvar la propiedad del capital de los escombros, y dejar que los proletarios mueran!


Barricadas hechas de cuerpos. Esto es lo que los proletarios de Puerto Príncipe levantaron a través de las calles ocho días después del terremoto. Se dice que "ellos protestan contra la flagrante falta de ayuda de emergencia". Cómo no ver, mas allá de esta obviedad de la que los medios de comunicación prefieren agarrarse, que lo que estos proletarixs sobreviviendo en tiempo prestado proclaman en la cara de esta sociedad, de su clase dominante, pero también de todos sus “ciudadanos decentes” es: estos son sus muertos, ellos murieron por el hacinamiento en el que vivíamos, por lo poco que se ha hecho durante los primeros días para salvar a los sobrevivientes y desde entonces ustedes están dejándonos morir en esta gigantesca fosa masiva. Así pues, no es necesario explicar a los proletarios de Haití que a los Estados que ahora se movilizan en la isla les importa un carajo su destino. Como común y tajantemente denunciamos en nuestra prensa, soldados y trabajadores humanitarios son una vez más las dos caras de un mismo programa de estado que tiene como objetivo el romper sobre el terreno toda la solidaridad de clase, todas las acciones directas para la sobrevivencia. En una región históricamente llena de levantamientos, inclusive en tiempos "normales" los proletarios están en una buena posición para comprender en qué bando se encuentra el sector humanitario (independientemente de las “buenas intenciones” individuales) y todas las demás obras de las Naciones Unidas: el bando para mantener la paz, la paz social, el mantenimiento de la ley y el orden, o también el famoso "desarrollo", es decir el desarrollo de la ganancia y la explotación por medio de la destrucción de todas las prácticas autónomas de sobrevivencia y de lucha de nuestra clase. De hecho, todas estas preocupaciones fundamentalmente capitalistas para encuadrar, para domesticar, para someter a la civilización, son inseparables de la represión brutal de las luchas por medio de las armas y la tortura. No hay muchos proletarios que lloran por las muertes de la “Minustah”, la misión de las Naciones Unidas en Haití.

Frente a la catástrofe provocada por tal terremoto en el corazón de dicha concentración meramente capitalista de la miseria –como lo es Haití- (enfatizamos), y aunque la burguesía derrame lágrimas de cocodrilo sobre lo que le gusta llamar "crisis humanitaria", el rol de sus agentes "caritativos" ha sido solamente confirmado. Un portaviones norteamericano se encuentra justo en frente de Haití, aviones civiles y militares entran y salen incesantemente de la única pista operacional del aeropuerto (que rápidamente cayó bajo el control del ejército estadounidense), pero no es para salvar a los proletarios de Haití que esta abundancia de medios fue movilizada. Existe en realidad ayuda para la emergencia... ¡pero para el capital!: para reestablecer al estado, para defender a la propiedad privada, para asegurar la provisión y la logística de la fuerza de intervención (incluyendo a los periodistas) y las instituciones estratégicas (las Naciones Unidas, embajadas,…), para salvar a sus propios nacionales (incluidos los restos de los hoteles de lujo), y sobre todo para redesplegar una presencia militar internacional a largo plazo, con el objetivo esencial de no permitir a los proletarios en revuelta que se organicen contra su situación, la cual es fruto del odio burgués internacional de ayer y de hoy en su contra. Cuando la comida y el agua arriben a las puertas de los barrios populares destruidos (¡y después de 10 días este no es el caso!), la mezquina distribución será siempre sujeta a la docilidad y la sumisión de la gente que recibe tales provisiones.

Mientras ellos rescatan en televisión algunos sobrevivientes de entre los escombros y tratan de convencernos que "todo estrato social" está siendo atendido sin distinción, imágenes de proletarios armados con machetes e "imponiendo su ley en las calles" están siendo transmitidas constantemente alrededor de todo el mundo. Los medios internacionales y la prensa izquierdista, en una arrogante convergencia, cumplen su función común de dividir a nuestra clase una vez más al embutirnos con sus clichés racistas, según los cuales hordas de negros indigentes, enfrentando la desintegración del Estado, volvieron codiciosamente a su aterrador “estado natural”, la guerra caníbal de los unos contra los otros. Son descritos como impulsados por la "desesperación", en otros casos por la "codicia", organizados en bandas que siembran el terror para "apropiarse" de productos alimenticios y cuyas filas sin duda aumentaron por los 6000 presos que habían escapado al amparo del terremoto. Indignados por esta emergente ola de bestialidad, estamos obligados a aplaudir el potente despliegue de las llamadas fuerzas de "seguridad", todo esto para hacernos pagar nuestra culposa contribución financiera en las cuentas bancarias que aparecen en las pantallas durante los espectáculos televisivos de "solidaridad" con Haití.

Detrás de estas trilladas frases periodísticas de "aumento de escenas de saqueos" es (mal)escondido el clímax del cinismo capitalista, un grado considerable de avances realizados en el campo de la inhumanidad por la última -y la más "civilizada"- de las sociedades de clases: donde "todo está perturbado" y el estado supuestamente ha desaparecido bajo el terremoto, ¡policías armados y soldados patrullan en medio de todos estas ruinas y montañas de cuerpos muertos en estado de descomposición para prevenir (con balas reales) que los hambrientos y sedientos proletarios busquen en los restos de las tiendas lo que les permitiría a ellos y a sus hijos no morir como perros! Pues bien, ¡esta es la prosaica realidad de la lucha contra las viles bandas de saqueadores! Esto recuerda monstruosamente la situación en Nueva Orleáns tras el paso del huracán Katrina en el verano del 2005.

Y en cuanto a Louisiana, cuando la burguesía y sus comentaristas evocan emocional, obscena y ávidamente perspectivas de "reconstrucción", no dudamos que las inversiones a concederse, motivadas por el más puro altruismo, seguirán celosamente los planes de limpieza social, planes que son desarrollados en la sede de la policía mundial (EE. UU.).

Entonces, proletarios, devuelvan la deplorable bondad de estos bastardos: vengan ustedes mismos a limpiar estas barricadas de cuerpos muertos levantadas contra la asesina hipocresía de su sociedad, ¡ellas no son el resultado de "la injusticia de la Providencia" o de “la naturaleza”, sino más bien y precisamente de esta sociedad!




*Grupo Comunista Internacionalista - Enero 22, 2010*

viernes, 15 de agosto de 2008

¡Nos hablan de PAZ ... y nos hacen la GUERRA!

Siempre es en nombre... de la PAZ... en los Cáucaso,
de la LIBERTAD... del pueblo ossètiano o abkhaziano o geòrgiano o ruso,
de la AYUDA HUMANITARIA... para los "pueblos oprimidos",
del DERECHO DE INGERENCIA... humanitaria,
... que nos preparan ¡la paz... de los cementerios!

La guerra en los Cáucaso es una guerra contra el proletariado mundial!

¡La paz social, la sumisión a la dictadura del dinero hacen posibles las masacres actuales!
Proletario, no te creas que las misiones diplomáticas, las misiones humanitarias, ... van a parar las masacres. Para oponerte a la barbarie capitalista solo puedes contar con tus propias fuerzas y la de tus hermanos de clase.

¡Contra la paz social, la paz de los cementerios, luchemos contra nuestra propia burguesía!

¡A la unión internacional de los burgueses contrapongámosle la unidad creciente del proletariado internacionalista!

¡Retomemos la bandera de la revolución mundial!


#Agosto del 2008. Grupo Comunista Internacionalista.

lunes, 26 de mayo de 2008

LAS LLAMADAS REVUELTAS DEL HAMBRE: EL PROLETARIADO EN LUCHA.

La contradicción entre las necesidades humanas y las necesidades del capital, (de la ganancia capitalista), es cada vez más aguda en todo el mundo. Las criminales tejes y manejes de bolsas y mercados, el calendario cínico y asesino de los planes de ajuste estructurales, significan para nuestra clase cada vez más miseria, privación, envenenamiento cotidiano y generalizado. La catástrofe del capital se acelera y ¡es siempre nuestra clase la que paga la cuenta!

El capital nos ha desposeído de todo para obligarnos a trabajar.

Cuando no tiene más necesidad de nuestra fuerza de trabajo, nos hace reventar.

El capital mata y no tiene otra cosa que ofrecernos.


Pero el proletariado no traga eternamente la brutalidad creciente de los múltiples ataques contra sus condiciones de vida. Estas últimas semanas, en decenas de países, nuestra clase tomó la calle, reapropiándose de medios de vida y enfrentando al estado.

Frente a esta reacción humana, la socialdemocracia deplora los saqueos y revueltas “sin salida”. En nombre de la salvación del planeta, nos predica la austeridad, la abnegación y la sumisión. Denuncia tal o cual “efecto perverso del sistema” y retoma el viejo mito del maltusianismo de la “sobrepoblación mundial” buscando así encerrarnos en sus elucubraciones y proyectos de regular o crear impuestos a la ganancia para así hacer “más humana” la barbarie capitalista.

Hoy, en todos los rincones del planeta, los proletarios revientan, por el ataque generalizado contra el “poder de compra”. Sin embargo la resignación, la aceptación socialdemócrata del “mal menor” prevalece hoy en día: lo peor no estaría pasando aquí y ahora, sino como siempre afuera, más lejos, en el otra parte del mundo considerada “más pobre”, “más explotada”...

Con el indispensable apoyo de los idiotas útiles, de los ciudadanos dóciles que votan y clasifican la basura, de los espectadores que hundidos en el diván frente a sus televisores derraman, quizás, una lágrima furtiva por “la violencia y el hambre en el mundo” entre dos resultados electorales o deportivos, la burguesía puede aún mantener las luchas de nuestra clase en el aislamiento y restablecer su paz social ¡asesinando impunemente a nuestros hermanos de clase en lucha por las más elementales necesidades humanas!

Reventar o luchar, no hay otra alternativa para el proletariado.

Apoyemos a nuestros hermanos de clase en lucha, luchemos en todas partes contra la explotación.

Revueltas del hambre-Revueltas en los suburbios... son nuestras luchas.

Nuestro enemigo, el capital, es el mismo, en todas partes del mundo.
¿Este sistema esta enfermo? ¡Qué reviente!





# Grupo Comunista Internacionalista. Abril del 2008.

martes, 22 de enero de 2008

NOS ANUNCIARON LA CRISIS, SIEMPRE HEMOS ESTADO EN CRISIS.

Con la excusa de la crisis hacen que parezca necesaria una vuelta más a la tuerca de la explotación y del control de la población. Todo depende de hasta donde la gente esté dispuesta a llegar. Del obrero del bienestar, a la precariedad. Pérdida de un siglo de concesiones-conquistas. Pero en este país, nunca hemos conocido el "Estado del bienestar". Siempre hemos conocido el "bienestar del Estado". La huelga general forma parte de la función de los sindicatos dentro de la dominación; se adelantan en crear un movimiento para encauzar la insatisfacción por el incremento de explotación que significa la crisis y las consecuencias jurídico-económicas que provoca: nuevas leyes sobre el empleo y el recorte de los gastos sociales. Se trata de encauzar la insatisfacción social para que no sea peligrosa.

Tanto como el individuo se ha convertido en productor consumidor aislado, las luchas quedan aisladas dentro del circo informativo de la noticia. Tanto tenemos que luchar contra la atomización que nos imponen, como contra el aislamiento de nuestros colectivos y las luchas contra el poder. De ahí la importancia de la comunicación, la difusión de nuestras palabras y las prácticas colectivas que tienen que decir todo por si mismas, sin necesidad de justificaciones ideológicas, banderas, vestidos o siglas.

Invertir la utilización que el Estado-Capital da a las calles. Circulación de coches y mercancías, escaparate de la soledad. Ante el aburrimiento y el binomio diversión-dinero, buscar salidas realmente divertidas. Es decir recreadoras de la vida. Subvertidoras del orden.

Reafirmar los actos de insumisión en todos los terrenos. La insumisión cuando es real (negarse al diálogo con el Poder), conlleva en sí una victoria, ya que la Democracia necesita de una pregunta-respuesta para funcionar. Es necesario un debate teórico-práctico de las formas de intervención. Experimentando formas de luchas nuestras y de los nuestros.

Enajenados, anulados, alienados. Este es un mundo extraño en el que la vida ya no nos pertenece. este mundo no nos afirma para nada, sino al contrario que nos niega. Es por esto que nosotros solo podemos pensar en lo negativo. no hay alternativas, si la economía está en crisis ¡qué reviente!






# Publicado originalmente en el nro.8 del periódico "Akefalos" y luego en el
nro. 39 de la revista "Comunismo"