martes, 27 de marzo de 2012

NOTAS ICONOCLASTAS… LUEGO DE 8 HORAS DE TRABAJO ASALARIADO…

A continuación algunas reflexiones desordenadas de un Núcleo de Esclavos Modernos Encolerizados sobre la vida cotidiana impuesta por el histórico sistema capitalista de producción.[1]

La sociedad del espectáculo no solamente está ligada a los medios de comunicación, sino a la simplificación de la vida a imágenes. Las imágenes impiden vivir a uno mismo, y te condenan a sentir en base a lo que otros sienten.

No es necesario que tú sientas emoción, sino que las imágenes pueden hacerte que te sientas, por ejemplo que un actor se case te hace feliz a ti.

Vivimos, pensamos y actuamos una vida que no nos pertenece, estamos alienados, no reconocemos quienes somos, para que existimos y para que servimos, creemos la proyección espectacular que el sistema legaliza, acepta y justifica. Vivimos pensando que somos únicos, diferentes y hacemos lo que deseamos bajo la democracia, cuando la realidad, que rompe cualquier imagen, mistifica y apariencia, demuestra que somos esclavos que vivimos solo para servir a reproducir el capital, el dinero y nuestra propia situación de esclavitud moderno.

Todo lo que produces o consumes sirve para mantener el sistema y por lo tanto sirve para mantener tu situación de esclavos asalariados.

De nada vale interpretar, eso también es apariencia, es idea, es ficción lo real es transformar, actuar, crear.

Los esclavos somos espectadores pasivos, estamos bajo un mundo que nos somete a su dictadura, al control y mantención del estado, y no hacemos más que negar todo ello en nuestros cerebros, es nuestras ideas, creemos que somos profesores, abogados, jóvenes, viejos, escolares, desempleados, enamorados, buenos, hijos, padres, deportistas, hinchas, rockeros, etc., pero solo somos tuercas dentro de la maquinaria, sin vida propia, sin elección. No reconocemos quienes somos.

Hacemos cosas que parecen nuestras, parecen individuales, parecen decisiones personales, pero solo seguimos la danza mercantil impuesta por los dueños y amos del mundo, que también se rigen por las leyes de la sacrosanta economía capitalista.

Primero el hombre deja de ser producto social y se convierte en una maquina productiva de dinero, en donde, su función es negada porque la burguesía se apropia de su quehacer humano. Dejas de ser quien eres, por imposición de la organización del sistema. Ahora no solo te roban lo que produces sino que te hacen creer que eres diferente a los demás, que eres libre, porque puedes comprar, puedes estudiar, puedes tomar, puedes votar… existe una apariencia donde tú tienes nombre y apellidos, pero no eres más que un esclavo que reproduce la vida capitalista. No solamente te roban tu producción sino tu identidad real, tu pertenencia subjetiva a una clase social.

El sistema te condena a tener diversas formas, diversas apariencias, permitiendo que puedas imaginarte y pensar que eres único y diferente, cuando tu base material es la misma de la de miles de millones humanos degradados a la raza proletaria. En conclusión eres un pobre y triste humano que vive para enriquecer a otro.

Ahora puedes sentir emociones en base a los sujetos publicitarios más reconocidos, otros gozan, lloran, sufren, ríen, odian, aman, y uno tiene que aplaudir junto con otros miles eso. Un grupo de 11 personas juega, gana, pierda, llora, ríe y nosotros colectivamente nos unimos para celebrar o lamentar lo que sucede… tu vida, tus problemas, nada importa, lo colectivo manda, y lo colectivo está subyugado al espectáculo generalizado. Nada más falso que las elecciones, un concierto, un partido de futbol nacional, que una premiación de los óscar, de los grammy, etc., la gente se une y puede conversar, compartir, intercambiar opiniones, contradecirse, en fin comunicarse, bajo el lenguaje de la muerte, de la mercancía, de la miseria alienada, nada de eso les sirve, nada de ese les pertenece. Nosotros luchamos por el dialogo, la comunicación real, la que sirva para dejar de ser esclavos.

El sistema ha impuesto su lenguaje mistificador y legalizado del mundo bajo la dictadura del dinero. El sistema habla, dialoga, te llama, te escucha, hace que hables y que lo critiques (aparentemente) pero mientras no rompas con su esencia, con la producción mercantil, la propiedad privada, y la plusvalía, todo seguirá siendo parte del show, del espectáculo. No importa si hablas, criticas, o le respondas al sistema, si le hablas en su lenguaje y dentro de él, todo continúa intacto.

Eres de todos, puedes cumplir diversos roles, menos eres ser humano.

Si todos somos ciudadanos, se niega la división social que existe en el mundo impuesta por el sistema capitalista. Mientras más creamos que somos parte de una nación, de una cultura, más aceptaremos que todos somos iguales, y que las diferencias solo existen en los roles que nos imponen defender, superficiales y condicionados a la perpetuación del sistema.



[1] Cansados, jodidos y principalmente dispuestos a morir antes de seguir siendo esclavos, hemos redactado este borrador en base a unos textos sobre algunas posiciones sueltas de la Internacional Situacionista. No hemos corregido nada, esperando sirva como inicio para la reflexión sobre nuestra situación de esclavitud asalariada y principalmente sirva como contribución al ataque real anticapitalista.



# Comite de Urgencia. Contacto: comitedeurgencia@gmail.com
# Lima, 27 de marzo de 2012

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