La contradicción entre las necesidades humanas y las necesidades del capital, (de la ganancia capitalista), es cada vez más aguda en todo el mundo. Las criminales tejes y manejes de bolsas y mercados, el calendario cínico y asesino de los planes de ajuste estructurales, significan para nuestra clase cada vez más miseria, privación, envenenamiento cotidiano y generalizado. La catástrofe del capital se acelera y ¡es siempre nuestra clase la que paga la cuenta!
El capital nos ha desposeído de todo para obligarnos a trabajar.
Cuando no tiene más necesidad de nuestra fuerza de trabajo, nos hace reventar.
El capital mata y no tiene otra cosa que ofrecernos.
Pero el proletariado no traga eternamente la brutalidad creciente de los múltiples ataques contra sus condiciones de vida. Estas últimas semanas, en decenas de países, nuestra clase tomó la calle, reapropiándose de medios de vida y enfrentando al estado.
Frente a esta reacción humana, la socialdemocracia deplora los saqueos y revueltas “sin salida”. En nombre de la salvación del planeta, nos predica la austeridad, la abnegación y la sumisión. Denuncia tal o cual “efecto perverso del sistema” y retoma el viejo mito del maltusianismo de la “sobrepoblación mundial” buscando así encerrarnos en sus elucubraciones y proyectos de regular o crear impuestos a la ganancia para así hacer “más humana” la barbarie capitalista.
Hoy, en todos los rincones del planeta, los proletarios revientan, por el ataque generalizado contra el “poder de compra”. Sin embargo la resignación, la aceptación socialdemócrata del “mal menor” prevalece hoy en día: lo peor no estaría pasando aquí y ahora, sino como siempre afuera, más lejos, en el otra parte del mundo considerada “más pobre”, “más explotada”...
Con el indispensable apoyo de los idiotas útiles, de los ciudadanos dóciles que votan y clasifican la basura, de los espectadores que hundidos en el diván frente a sus televisores derraman, quizás, una lágrima furtiva por “la violencia y el hambre en el mundo” entre dos resultados electorales o deportivos, la burguesía puede aún mantener las luchas de nuestra clase en el aislamiento y restablecer su paz social ¡asesinando impunemente a nuestros hermanos de clase en lucha por las más elementales necesidades humanas!
Reventar o luchar, no hay otra alternativa para el proletariado.
Apoyemos a nuestros hermanos de clase en lucha, luchemos en todas partes contra la explotación.
Revueltas del hambre-Revueltas en los suburbios... son nuestras luchas.
Nuestro enemigo, el capital, es el mismo, en todas partes del mundo.
¿Este sistema esta enfermo? ¡Qué reviente!
# Grupo Comunista Internacionalista. Abril del 2008.
lunes, 26 de mayo de 2008
martes, 6 de mayo de 2008
1º DE MAYO. Internacionalista, anti-capitalista y revolucionario.
Primero y principal, cabe realizar la aclaración de que la intención no es dar propaganda al anarquismo como el "ismo" correcto, como ideología separada a la cual aferrarse a modo de adhesión. "Anarquista" es un modo quizás simple de expresar las cosas que queremos y llevamos adelante, y es bienvenido quien desee utilizar una expresión mejor para describirlo, ya que el sólo término no es de vital importancia más que para dar identidad aun conjunto de ideas, sentimientos… pero ante todo, necesidades por las que se lucha. La mayor parte de lo que se ha llamado mundial e historicamente anarquismo, junto a otras corrientes, han luchado invariantemente no por el fin de la historia humana, sino al contrario. Han luchado por el comienzo de una historia verdaderamente humana, resultante de la abolición de la propiedad privada, las clases sociales y el Estado; para constituirse de una vez por todas en una comunidad mundial.
No pretendemos tampoco resolver aquí de manera puramente teórica lo que debe ser obra de nuestra clase misma, y no de una corriente o de alguna ideologia en particular, sino de nuestra clase organizada en el desarrollo de su auto-liberación. Es decir: siendo el movimiento real de abolición de las condiciones existentes, de todo lo que nos separa de nosotros mismos.
Los gigantescos problemas que enfrentamos hoy, tales como la explotación, el gatillo fácil, la miseria, las guerras, el mismo trabajo enajenado, la contaminación, las mentiras de los medios de comunicación, y un largo etcétera; sólo pueden ser comprendidos y enfrentados si en vez de aislarlos los asumimos como fragmentos de una totalidad. Por eso se hace estrictamente necesario resolver cada uno de estos problemas, pero no aisladamente.
La consigna de este año y de los anteriores ha sido invariante: la de una lucha internacionalista y anticapitalista.
¿POR QUÉ EL INTERNACIONALISMO?
Ya lo han dicho antes que nosotros: "El proletariado no tiene patria" y nunca tuvo patria. La patria es la excusa para separarnos como dominados, para que no logremos una identidad de clase. ¿Por qué? Porque eso nos hace peligrosos, porque nosotros fuimos, somos y seremos muchos más, y el capitalismo hace todo lo posible para que no nos enteremos.
Por esa razón, la ideología dominante mediante instituciones como la familia o la escuela, y los medios de comunicación, nos han inculcado (y nos inculcan) un sentimiento patriótico, para que llegada la hora odiemos al trabajador inmigrante que supuestamente viene a robarnos el trabajo, y no al patrón que nos roba nuestro tiempo y nuestra vitalidad. Para que seamos también carne para sus guerras, para ir o quedarse a defender el capital y el territorio que no nos pertenece.
Por eso no hablamos aquí de anti-imperialismo, por que el anti-imperialismo debe ser superado por un internacionalismo revolucionario.
El anti-imperialismo es la renuncia a una lucha real contra el capitalismo y quienes lo sostienen, justificando así el capitalismo de los países menos desarrollados.
En Estados Unidos, en Cuba, en Argentina, en Venezuela o en Irak, hay explotadores y hay explotados, hay dominadores y hay dominados. Es por eso que se hace necesario y urgente luchar contra la burguesía que se encuentra en "nuestro" propio país.
En definitiva, el patriotismo sirve a la clase dominante para ocultar el antagonismo social en el que vivimos, sirve para sentirnos más cercanos al jugador de futbol estrella, al milico o al patrón que nació en esto que han dado en llamar país, que al hermano explotado que nos dicen es extranjero.
¿Y POR QUÉ ANTI-CAPITALISTA?
El capitalismo no es una abstracción, no son los políticos y los economistas hablándonos en un lenguaje que pocas veces entendemos. El capitalismo es lo que vivimos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, son las relaciones sociales que llevamos adelante.
Y el eje central de esta pseudo-vida dentro del capitalismo es el trabajo. Lo que no venimos a festejar aquí. “Día del trabajo" nos dicen los que se benefician de él, y de nosotros en definitiva…
Festejar el trabajo asalariado sería festejar la propia humillación, el robo de nuestras fuerzas, de nuestro tiempo. Sería festejar el enriquecimiento de los ricos. Pero no nos han dejado otra opción, en esta dictadura democrática somos obligados a trabajar o a mendigar, o a mendigar trabajo para poder subsistir. Esto no es una elección… ¡Es un chantaje!
El capitalismo, al separar a los explotados de sus medios de vida, impuso el trabajo asalariado reduciendo así a cada persona a un trabajador, es decir a una mercancía con un precio, tal como las mercancías que él mismo produce. Así, podemos ver una aberración cotidiana como que una persona, durante una hora, valga lo mismo que otra.
Por eso no exigimos mejoras salariales, no queremos mejorar el sistema, ni luchar porque nos azoten con un látigo mas saludable. Queremos el fin de la sociedad de clases, queremos tomar las riendas de nuestras propias vidas, producir para nuestras necesidades y no para las de la economía capitalista.
Y esto sólo podemos lograrlo mediante la lucha, mediante una teoría y una práctica revolucionaria. Nosotros somos quienes hacemos funcionar este mundo, personas de carne y hueso, como de carne y hueso tambien son quienes nos oprimen y humillan, gente que puede fallar y puede morir.
La misma fuerza utilizada para mantener este sistema en funcionamiento puede usarse para destruirlo. La tarea es nuestra.
Organizándonos fuera de partidos y sindicatos.
Nosotros evitamos formar un nuevo partido no por que seamos muy pocos, sino por que es una organización que apunta a mandar y controlar a la clase trabajadora. Por lo tanto tenemos dos opciones: organizamos las elecciones u organizamos la revolución.
Y mientras tanto los sindicatos nos enseñan como negociar nuestro tiempo y nuestra fuerza de trabajo, manteniendo intacto al trabajo asalariado, a la sociedad del Capital. Un sindicato en ciertas ocasiones, es como un abogado… somos obligados a usarlo, pero sabemos muy bien que sus intereses no son los mismos que los de las personas que quieren liberarse y liberar a sus hermanos.
Por esto y mucho mas reafirmamos:
NI PARTIDOS NI SINDICATOS
LUCHA DE CLASES SIN INTEMEDIARIOS.
¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL TRABAJO QUE NOS REDUCE A SIMPLES MERCANCÍAS!
¡POR LA ANARQUÍA SIEMPRE!
# Anarquistas. Rosario, Argentina. Mayo del 2008 [Leído y luego repartido en el acto de dicha fecha junto a este comic.]
No pretendemos tampoco resolver aquí de manera puramente teórica lo que debe ser obra de nuestra clase misma, y no de una corriente o de alguna ideologia en particular, sino de nuestra clase organizada en el desarrollo de su auto-liberación. Es decir: siendo el movimiento real de abolición de las condiciones existentes, de todo lo que nos separa de nosotros mismos.
Los gigantescos problemas que enfrentamos hoy, tales como la explotación, el gatillo fácil, la miseria, las guerras, el mismo trabajo enajenado, la contaminación, las mentiras de los medios de comunicación, y un largo etcétera; sólo pueden ser comprendidos y enfrentados si en vez de aislarlos los asumimos como fragmentos de una totalidad. Por eso se hace estrictamente necesario resolver cada uno de estos problemas, pero no aisladamente.
La consigna de este año y de los anteriores ha sido invariante: la de una lucha internacionalista y anticapitalista.
¿POR QUÉ EL INTERNACIONALISMO?
Ya lo han dicho antes que nosotros: "El proletariado no tiene patria" y nunca tuvo patria. La patria es la excusa para separarnos como dominados, para que no logremos una identidad de clase. ¿Por qué? Porque eso nos hace peligrosos, porque nosotros fuimos, somos y seremos muchos más, y el capitalismo hace todo lo posible para que no nos enteremos.
Por esa razón, la ideología dominante mediante instituciones como la familia o la escuela, y los medios de comunicación, nos han inculcado (y nos inculcan) un sentimiento patriótico, para que llegada la hora odiemos al trabajador inmigrante que supuestamente viene a robarnos el trabajo, y no al patrón que nos roba nuestro tiempo y nuestra vitalidad. Para que seamos también carne para sus guerras, para ir o quedarse a defender el capital y el territorio que no nos pertenece.
Por eso no hablamos aquí de anti-imperialismo, por que el anti-imperialismo debe ser superado por un internacionalismo revolucionario.
El anti-imperialismo es la renuncia a una lucha real contra el capitalismo y quienes lo sostienen, justificando así el capitalismo de los países menos desarrollados.
En Estados Unidos, en Cuba, en Argentina, en Venezuela o en Irak, hay explotadores y hay explotados, hay dominadores y hay dominados. Es por eso que se hace necesario y urgente luchar contra la burguesía que se encuentra en "nuestro" propio país.
En definitiva, el patriotismo sirve a la clase dominante para ocultar el antagonismo social en el que vivimos, sirve para sentirnos más cercanos al jugador de futbol estrella, al milico o al patrón que nació en esto que han dado en llamar país, que al hermano explotado que nos dicen es extranjero.
¿Y POR QUÉ ANTI-CAPITALISTA?
El capitalismo no es una abstracción, no son los políticos y los economistas hablándonos en un lenguaje que pocas veces entendemos. El capitalismo es lo que vivimos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, son las relaciones sociales que llevamos adelante.
Y el eje central de esta pseudo-vida dentro del capitalismo es el trabajo. Lo que no venimos a festejar aquí. “Día del trabajo" nos dicen los que se benefician de él, y de nosotros en definitiva…
Festejar el trabajo asalariado sería festejar la propia humillación, el robo de nuestras fuerzas, de nuestro tiempo. Sería festejar el enriquecimiento de los ricos. Pero no nos han dejado otra opción, en esta dictadura democrática somos obligados a trabajar o a mendigar, o a mendigar trabajo para poder subsistir. Esto no es una elección… ¡Es un chantaje!
El capitalismo, al separar a los explotados de sus medios de vida, impuso el trabajo asalariado reduciendo así a cada persona a un trabajador, es decir a una mercancía con un precio, tal como las mercancías que él mismo produce. Así, podemos ver una aberración cotidiana como que una persona, durante una hora, valga lo mismo que otra.
Por eso no exigimos mejoras salariales, no queremos mejorar el sistema, ni luchar porque nos azoten con un látigo mas saludable. Queremos el fin de la sociedad de clases, queremos tomar las riendas de nuestras propias vidas, producir para nuestras necesidades y no para las de la economía capitalista.
Y esto sólo podemos lograrlo mediante la lucha, mediante una teoría y una práctica revolucionaria. Nosotros somos quienes hacemos funcionar este mundo, personas de carne y hueso, como de carne y hueso tambien son quienes nos oprimen y humillan, gente que puede fallar y puede morir.
La misma fuerza utilizada para mantener este sistema en funcionamiento puede usarse para destruirlo. La tarea es nuestra.
Organizándonos fuera de partidos y sindicatos.
Nosotros evitamos formar un nuevo partido no por que seamos muy pocos, sino por que es una organización que apunta a mandar y controlar a la clase trabajadora. Por lo tanto tenemos dos opciones: organizamos las elecciones u organizamos la revolución.
Y mientras tanto los sindicatos nos enseñan como negociar nuestro tiempo y nuestra fuerza de trabajo, manteniendo intacto al trabajo asalariado, a la sociedad del Capital. Un sindicato en ciertas ocasiones, es como un abogado… somos obligados a usarlo, pero sabemos muy bien que sus intereses no son los mismos que los de las personas que quieren liberarse y liberar a sus hermanos.
Por esto y mucho mas reafirmamos:
NI PARTIDOS NI SINDICATOS
LUCHA DE CLASES SIN INTEMEDIARIOS.
¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL TRABAJO QUE NOS REDUCE A SIMPLES MERCANCÍAS!
¡POR LA ANARQUÍA SIEMPRE!
# Anarquistas. Rosario, Argentina. Mayo del 2008 [Leído y luego repartido en el acto de dicha fecha junto a este comic.]
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