miércoles, 26 de diciembre de 2012

[Argentina] Libertad a lxs presxs de lxs saqueos

"Los saqueos son una forma de protesta. En  todas las protesta debería haber saqueos, y no solo eso: hay que organizar la lucha comunitaria, manifestar la solidaridad con nuestr *s iguales en todas partes del mundo por sobre y contra las fronteras y los símbolos patrios inventados por los Estados para dividir a los pueblos. También hay que rechazar la política en todas sus formas y luchar para liberar nuestras relaciones (liberar la sociabilidad terminando con las relaciones de Poder)… ¡hay que juntarse, afianzar vínculos rebeldes y solidarios, debatir, actuar…preparar la revolución social! (organizacionsinautoridad.wordpress.com)

Bariloche, Rosario, Corrientes, Chaco, Comodoro Rivadavia, Viedma, Cipolleti, Neuquén, Esquel, Concepción del Uruguay, Trelew…..en más de 40 ciudades más de 500 comercios saqueados…..ninguna organización hay detrás de la rebelión popular y contagiosa a la dictadura del capital…. politicxs y periodistas nos quieren ovejas, incapaces de actuar por su cuenta….las desesperadas acusaciones que entre los gobernantes se arrojan demuestra el temor que le tienen a las acciones espontáneas de lxs pobres….a once años de la gran revuelta nos querían distraer hablando de sindicalismo y ahorristas preocupados por el dólar….pero una vez más gritó la miseria…..

Por lo bajó se escucha a lxs hipocritas que refunfuñan por lo altos precios condenar la rebeldía de lxs oprimidxs….similiar actitud despreciable tomaron algunxs “luchadores populares”…pero lo que más se escucha es el nulo reclamo por la libertad de lxs presxs de estas históricas jornadas de rebelión. Rebelión de lxs más explotados por la sociedad de lxs ricxs….Rebelión popular….generalizada en todo el Estado…contagiosa como la desobediencia…. 2 muertes en Rosario, una por la desesperación de la pobreza y otro asesinado por la policía….1 muerto en Tucumán atropellado por un camionero defensor de la carga del capital. Casi 600 detenidxs en todo el país….350 en la Provincia de Buenos….penas de hasta 10 años son las amenazas del gobierno de Santa Fé a lxs detenidxs: el mensaje es claro.

Que la pobreza se expresó nadie lo niega, y lo único que intentan para negar la sociedad de clases es hablar de que estuvieron organizados.¿Cómo es que estaban a cara descubierta?¿Cómo es que nadie reclama por su libertad?

Sin exageraciones este escrito propone salir a la calle a exigir inmediatamente la libertad de lxs detenidxs en estas jornadas de saqueo. Acercar nuestra solidaridad, aportar a la transformación social más allá de la sobreviviencia económica y la cultura capitalista de trabajar y consumir; que no gane otra vez la ley de lxs poderosxs. Siempre el cuerpo lo ponen lxs que no tienen nada que perder, nunca “lxs esclarecidxs”…. La rebelión popular estalló, ahora es la oportunidad de participar.  

“Así nos dimos cuenta lo virgen del territorio para la causa y las posibilidades maravillosas de sembrar en tierra inmaculada, aunque ávida de salir de una situación de explotación que no le daba mucho más de cuarenta años de expectativa de vida. La revolución social es una ruptura con este modo de existencia, una convulsión de las relaciones y condiciones sociales en la que se viene abajo el funcionamiento de las instituciones políticas y económicas. Tal como lo veía, el objetivo de los anarquistas en esta situación era luchar por la completa destrucción de estas instituciones –el estado, la propiedad, el trabajo, el intercambio de mercancías, la instrucción para el control social, toda institución de dominación- con el fin de abirr el campo de posibilidades para la autoorganización” (Alegría Jimenez, educador anarquista en Santiago del Estero en los '20. entrevista a Carlos Fos, “En las tablas libertarias. Experiencias de teatro anarquista en Argentina en el siglo XX”)


Libertad a todxs lxs presxs de los saqueos
Retiro de la gendarmería de Bariloche y todas las ciudades
Solidaridad con lxs heridxs
(A)

Extraído de: http://argentina.indymedia.org/news/2012/12/828184.php
Anónimo, Diciembre de 2012, Estado argentino.


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(Bariloche-Argentina) Audio Roberto, padre del joven herido por la policia - Gente de Radio


Audio producido por Gente de Radio.
Entrevista a Roberto.
Roberto es el padre del menor  que resulto herido el jueves 20  por un efectivo de las fuerzas represivas, fue en el marco de los Saqueos que se produjeron en Bariloche por la crisis social que atraviesa la  ciudad.
El joven recibió un balazo a un metro de distancia que le impacto en el  tórax e ingreso a las 22 horas al Hospital Zonal donde fue intervenido quirúrgicamente y su evolución es favorable.

Descarga Audio  http://www.mediafire.com/?pznmaouduawreux

martes, 18 de diciembre de 2012

DESTRUYAMOS LA CONSTITUCIÓN QUE NOS DESTRUYE

Los derechos y libertades democráticas recogidas en la constitución son la tela de araña en la que quedó atrapado el proletariado tras la última gran victoria del capital, que fue legitimado mediante este y otros textos en todo el mundo para robarnos la vida y chuparnos hasta la ultima gota de nuestra sangre, eso si , asegurándonos infinidad de derechos y libertades.
Pero el único derecho, la única libertad para el capital, es aquella que los mercaderes han impuesto para asegurar su poder.
 Los derechos democráticos no son sino sus libertades para explotarnos o matarnos de hambre.

- El derecho al trabajo es la libertad de explotarnos, usarnos como una herramienta más y cuando no somos necesarios, tirarnos al basurero de la marginación, con nulas posibilidades de supervivencia.

- El derecho a la vivienda es la libertad de destrozar el medio, para forrarse poblando el suelo de mamotretos que se nos ofrecerán a cambio de esclavizarnos aún más, y en el momento que no podamos pagarlos, ser libremente echados a patadas de ellos.

- El derecho a un juicio justo es la libertad de ser encerrado en una de sus superpobladas cárceles por no haber aceptado sus normas mercantiles o haberse rebelado contra ellas, y libremente ser rehabilitado a base de torturas, aislamientos , medicaciones forzosas, etc.

- El derecho a la propiedad privada es la libertad de que una clase posea todo, y otra absolutamente nada. Es la libertad para desposeer al proletariado de cualquier manera de supervivencia. Es la libertad de desposeernos de nuestras propias vidas, para que no seamos otra cosa que mercancías en manos del capitalismo.

Estos y muchos otros derechos nos hacen esclavos de las libertades capitalistas y nos impiden satisfacer nuestras necesidades humanas.
Contra todo esto, solo nos queda organizarnos como clase que somos, sin distinciones y etiquetas impuestas por la democracia capitalista y luchar por acabar con la dictadura del capital.

No queremos una constitución más justa, no luchamos por reformarla, sino junto con todos los símbolos del capital y el capital mismo, por destruirlo.

CONTRA SUS DERECHOS, POR NUESTRAS NECESIDADES.
LUCHEMOS POR RECUPERAR NUESTRAS VIDAS
UNÍOS HERMANOS PROLETARIOS

#  El pasado jueves día 6 [de Didiembre 2012], la Coordinadora Anticapitalista volvió a salir a las calles de Xixón, esta vez para denunciar la farsa que representa la llamada Constitución Española. Bajo el lema “Destruye la Constitución que nos destruye”, una treintena de anticapitalistas y numeroso público se congregaron al calor de una réplica de la Constitución. En el acto se leyeron, entre otros, este texto. [lahaine]

domingo, 16 de diciembre de 2012

LA TIRANIA DE LA IMAGEN


18 de agosto de este mismo año, coincidiendo con la visita del Papa a Madrid, tiene lugar en el centro de la ciudad una manifestación de protesta. En la Puerta del Sol se cruzan manifestantes y peregrinos, se produce cierta tensión y en un momento dado la policía comienza a cargar en diferentes zonas de la plaza, algunas de las cuales se encontraban en una situación de absoluta calma. Un compañero es agredido mientras camina tranquilamente, sin aviso y sin contexto de enfrentamiento alguno; la porra de los antidisturbios le abre una brecha en la cabeza de la que mana abundante sangre. Se levanta como puede y se mezcla entre la gente que abarrota el centro de Sol. Miradas de perplejidad y un sinfín de cámaras de fotos y móviles inmortalizando la escena (que por otro lado, y desgraciadamente, no tiene nada de insólita). El tiempo pasa, la gente hace fotos, al final sale un chaval que ofrece su ayuda. Nadie le secunda. Saca a nuestro compañero hasta llegar a un portal, está mareado y la sangre ofrece una estampa más aparatosa que grave. Se acercan varias personas. Primero preguntan qué ha hecho el agredido, después uno de ellos comenta: “¿Puedo sacarte fotos para mi blog?”. La respuesta no se demora: “No. ¿Puedes conseguirme una botella de agua y algo para limpiarme la herida?”. El bloguero y sus compinches desaparecen calle arriba, nunca más se supo de ellos.

Arrancar el presente texto con esta anécdota no busca simplificar hasta el absurdo el uso de cámaras y móviles en las acciones y manifestaciones de los movimientos sociales, sino partir de un hecho real que en buena medida refleja una lógica que atraviesa actualmente la sociedad. El acto compulsivo de fotografiar y grabar se repite de igual manera en el cumpleaños de un hijo, que en un evento deportivo cualquiera o en un concierto. La imagen es el irritante testimonio que nos asegura que estuvimos allí, y que además nos permite pregonarlo a los cuatro vientos (principalmente por medio del correo electrónico y las tediosas redes sociales). Un acto en apariencia intrascendente, pero que arroja un mensaje desolador sobre las formas y estrategias comunicativas que se van imponiendo. No es la intención de estas líneas hacer un análisis exhaustivo sobre la cuestión, ni siquiera se pretende llegar a una conclusión absoluta y esclarecedora. Tomar imágenes no es un hecho que tenga mayor trascendencia, es un clásico de las reuniones sociales desde entrado el siglo XX. Nosotros tan sólo planteamos que hay formas y formas de tomarlas, así como que en ciertas situaciones y en los últimos tiempos, la necesidad de elaborar un registro visual de cuanto se vive roza lo enfermizo.

¿Qué es lo que buscamos entonces? Nos contentamos con poner en evidencia la necesidad de pensar en todo esto, de hacernos preguntas sobre una dinámica que ya se da por natural. ¿Por qué se hacen fotos?, ¿a qué exigencia responde esa práctica?, ¿comunicativa?, ¿documental?, ¿artística?… ¿Hay relación entre la cantidad de imágenes que circulan entre nuestros cuerpos (alrededor de ellos, a través de ellos y sobre ellos) y el aislamiento que define la vida en la ciudad?, ¿se fotografía y graba todo porque estamos solos o estamos solos porque nos dedicamos a este tipo de conductas que nos separan y escinden de la acción real (y por tanto compartida, vivida)? ¿Podemos realmente responder a la pregunta de qué es lo que hay detrás de las imágenes?

En todo caso, y si algo tenemos claro, es que no hay que dar nada por sentado, pues de lo contrario se cae irremediablemente en la inercia, en la repetición gratuita de algo cuya finalidad ya no comprendemos. Ejemplos de este tipo de dinámicas los hay por todas partes, como la gestión del ocio, la forma de relacionarnos entre géneros o las pautas de consumo. La experiencia y el cambio de las circunstancias deben ser puntales sobre los poder construir un pensamiento crítico. Por eso queremos señalar cómo puede valorarse la toma sistemática, y adictiva, de imágenes desde estas dos perspectivas.

Pasemos a la primera de ellas: las circunstancias. La situación objetiva (económica, política, represiva, etc.), el escenario al que nos enfrentamos, dista bastante de la que se daba, por poner un ejemplo paradigmático, el mes de mayo del año pasado. Ya no hay elecciones a la vuelta de la esquina, y por tanto los partidos políticos se han dejado de guiños oportunistas a los movimientos sociales (recordemos las alusiones que los principales partidos -PP, PSOE e IU- hicieron al movimiento 15M en el periodo pre-electoral). El gobierno amenaza con una reforma demencial del Código Penal y quienes mandan hablan abiertamente de “forzar la ley” para adaptarla a los nuevos tiempos; como así sucedió en el caso del ingreso en prisión preventiva de huelguistas detenidos en Barcelona durante el pasado 29 de Marzo, donde la causa del ingreso no fue la comisión de delitos, sino la necesidad política de mandar un mensaje contundente a quienes protestan. Son criminalizados actos que hace bien poco eran cotidianos: cortar una calle en manifestación espontánea, realizar una sentada u ocupar espacios públicos. La manga ancha se acabó, y la única razón por la que las fuerzas policiales no arrasan las calles cada vez que hay movilizaciones parece ser la patética imagen internacional que se ofrece. Tasas de paro y desahucios que no tienen parangón, bancos en quiebra, escándalos de corrupción y además… escenas como las que tuvieron lugar en Valencia el febrero pasado, donde antidisturbios entusiasmados con su cometido daban de hostias a niños por interrumpir el tráfico rodado durante unos minutos. El frágil equilibrio que existía parece haberse roto, en los próximos años van a ir a por cualquier movimiento social que cuestione el estado de las cosas. Así pues, en este momento, ¿realmente necesitamos un registro visual exhaustivo de cada asamblea, de cada concentración, de cada acción?, ¿nos quedamos en el espectáculo o tratamos de articular un sentido a las protestas? En una situación de conflicto como la que se está configurando, no parece que tenga demasiado sentido el retratar conductas potencialmente ilegales (o llanamente ilegales, pero legítimas para muchos de nosotros) y disponerlas públicamente. No lo es por seguridad y tampoco lo es por sentido común.

Cuando en el pasado 12 de mayo, en los días previos a las movilizaciones que celebraban el primer aniversario del 15M, se pudieron ver octavillas incitando a que cada participante fuera un “reportero” y remarcando el que no había nada de qué esconderse, parece que quienes las firmaron (Democracia Real Ya en Barcelona, por ejemplo) pasaron por alto una obviedad: no hay lógica alguna en identificar el que una convocatoria sea abierta (y en la que si no se desata un enfrentamiento realmente parece no tener sentido el taparse el rostro) con el que deba ser grabada compulsivamente. ¿Cuántas fotos y cuántos vídeos son necesarios para contar cómo fue la movilización?, ¿cuál es su utilidad real? Es más: ¿adónde nos conducen este tipo de dinámicas?, ¿caminamos hacia un modelo de protesta en el que todos acudamos con nuestro dispositivo y nos grabemos los unos a los otros con una sonrisa de estupidez en la cara? Lo que en todo caso queda claro es que mientras se hacen fotos, se graba y se tuitea gratuitamente, ni se habla, ni se piensa, ni se comparte. Y por lo tanto, el espacio común se disuelve de nuevo en esa miríada de imágenes que van y vienen, que causan simpatía, pero poco más… que en definitiva, no mueven a la acción, al cambio, al compromiso para con los otros y la determinación de construir herramientas con las que afrontar lo existente.

La segunda de ellas: la experiencia. Ya hemos insistido en la necesidad de pensar el sentido real de los megas y megas de información que se almacenan en la red una vez ha pasado el evento que sea. Pero, ¿qué es lo que queda detrás? En ocasiones puede haber unas cuantas fotos que ayuden a reflejar el sentido general de la protesta (y que si están hechas con cierta reflexión jamás serán incriminatorias de nada) y otras que recojan las actuaciones de la policía (y que sirvan para denunciar sus prácticas y evidenciar su a la población cuáles son sus quehaceres reales). El resto suele ser una masa informe e ingente que no ayuda nada a la comunicación entre iguales, pero que brinda una información muy preciada a los maderos y periodistas [a este respecto vemos necesario realizar un breve inciso y llamar la atención sobre dos fenómenos cada vez más frecuentes: 1) el cómo en los telediarios y periódicos se utilizan imágenes y vídeos de la red; 2) la escena bizarra en la que medios de contrainformación, manifestantes, periodistas y la propia policía graban una situación de cierta tensión dentro de una protesta… si todos hacen lo mismo, ¿no habrá algo que sea preocupantemente común?]

Si asumimos que las cosas se van a poner peor, más nos vale que la gente vaya revisando el sentido que le da a las fotos y vídeos. Y los primeros deben ser aquellos colectivos más o menos cercanos que se dedican a estos temas en clave militante. En el pasado, fotos e imágenes suyas han servido no sólo para realizar identificaciones, sino directamente detenciones. La reforma del Código Penal supondrá una mayor posibilidad de incriminar a la gente, por lo que deberíamos cuidarnos muy mucho de las posibilidades represivas que puede desatar el contenido de las tarjetas de memoria (a menudo se argumenta que las imágenes serán modificadas para que los rostros no se vean, pero nos olvidamos de que a veces el camino hasta casa puede ser accidentado). Pero también deberíamos tener en cuenta otros aspectos, como lo son el que no siempre es del gusto de todo el mundo salir retratado. Bien es verdad que hay quienes están encantados con ello y de hecho lo persiguen con entusiasmo, pero tanto que se habla en los últimos tiempo de respeto, se debería tener en cuenta que hay a quienes no les gustan las fotos y los vídeos, quienes tienen problemas en el trabajo, por poner un ejemplo, y prefieren no ser vinculados públicamente a ciertos asuntos (y quien llegados a este punto y con la que está cayendo apele a la “valentía” o alguna estupidez semejante puede irse a la mierda) o quien no quiere que su madre se suba por las paredes cuando la llaman porque su hijo sale esposado en varias webs (y que de lo contrario nunca se habría enterado del día y medio que pasó en el calabozo).

Para lo que sí sirven las cámaras es para joder a la policía. Y ésta lo sabe. Por eso andan avisando que no dejarán grabar, que es ilegal (aunque de hecho tú puedas grabar y fotografiar funcionarios haciendo su trabajo en la vía pública siempre y cuando no se utilice el contenido en un hecho delictivo). El discurso demócrata se cae cuando los garantes de la seguridad ciudadana son retratados en estado puro. Últimamente sucede con frecuencia. Tanto es así, que los políticos apelan una y otra vez a la responsabilidad: la imagen de España no puede verse dañada. Es verdad, los polis desbocados y en éxtasis mientras revientan cabezas no parece ser una buena tarjeta de presentación cuando mendigas por medio planeta algo de credibilidad. En todo caso, recordémosles que son sus polis, que en definitiva son ellos. Sin maquillajes ni caretas. Ahora bien, grabar y fotografiar a antidisturbios no es lo mismo que pasarse una manifestación entera paseando el móvil por la cara de la gente. Implica algo más, un cierto riesgo.

Para cerrar queremos volver a traer la consigna que afirma que no puede combatirse la alienación bajo formas alienadas, o si se prefiere, que no puede combatirse un mundo vacío de significado y centrado en las imágenes precisamente con ristras de imágenes producidas en serie que no dicen nada. Se trata de ser, de construir y tejer sentido en lo común desde lo común, no de aparentar y desplegar artificios visuales. No queremos jugar en una partida que ha sido amañada de antemano. Tampoco entrar en la lógica del engaño, del disfraz, del trilero, y vender motos a la gente como si fuéramos unos publicistas más. Cuando tomamos por real lo que no existe nos perdemos entre ilusiones, cuando nos enfrentamos a lo real con la intención de que deje de existir abandonamos el reposo y echamos a andar. Las luchas que nos hacen fuertes no siempre albergan esa épica que buscan las cámaras (otras veces sí, que quede claro), pero será la solidaridad cotidiana y solo ella (expresada a través de asambleas, grupos de trabajo, conflictos laborales, etc.), con su habitual ausencia de glamour la que nos permita hacer frente a esta pesadilla.


# por latiraniadelaimagen.wordpress.com
# Julio de 2012, Estado español

martes, 11 de diciembre de 2012

[México] ¡BARBARIE: eso es el Capitalismo!

Sobre la revuelta del 1 de diciembre .

"Los poderosos siempre temen, no solamente el recuerdo de sus actos destructivos, sino también el recuerdo de la posibilidad de que personas mucho menos armadas y bajo el más estricto control posible puedan lograr rebelarse y matar a sus vigilantes. Si el recuerdo de estos dos aspectos claves de toda historia humana, estuvieran más presentes en nuestras mentes, la sociedad represiva y explotadora no encontraría siquiera tiempo para despedirse” (Walter Benjamin)

Gases tóxicos, balas de goma, vallas de tres metros de altura e infinidad de policía bastarda por todos los rincones, todo este arsenal propio de un auténtico Estado de Sitio al resguardo de los señores nauseabundos de saco y corbata, que dentro de ese asqueroso recinto de manipulación y maquinación de los embates legales que la burguesía impone a los explotados en base a leyes y reformas que satisfacen a sus patrones, familias, amigos y bancadas políticas; se perfilaban para darle la bienvenida a una de las peores representaciones de la miseria del sistema burgués nacional en su conjunto: Enrique Peña Nieto.

Mientras este espectáculo aparentaba ir en “calma” tal como se buscaba imponer, afuera, en la calle, la realidad era otra. Masas de proletarios reunidos respondiendo el ataque de la policía que envenenaba el lugar, en base al tan conocido gas tóxico (gases lacrimógeno y pimienta que causan ceguera temporal, asfixia y en uso excesivo hasta la muerte), balas de goma y tanquetas arrojando agua a presión, pretendiendo mantener a raya a la manifestación. Pero ¡Oh Sorpresa! La gente ni pensaba en replegarse, bien al contrario ¡Combatir! Y esto es lo que más jode a los medios burgueses de comunicación, a las autoridades y a todos aquellos malditos perros defensores del capital. Ya no más pasividad, ya no más subyugados y aborregados a las protestas pusilánimes.
¿Y quién provocó todo esto?, ¿los “anarketos”?, ¿los vándalos?, ¿los porros?, ¿los malos manifestantes? No, nada de esto; fue la misma provocación del Estado y sus fuerzas policíacas de represión que desde el principio nunca pararon de gasear tóxicos y disparar balas de goma, resultando de ello una infinidad de heridos y un compañero con un impacto de “bala de goma” que le perforó el cráneo ¡Hecho del cuál ningún medio de comunicación ha hecho énfasis!

La noticia del compañero muerto y los terribles efectos que se vivían por la atmosfera donde se respiraba continuamente gas tóxico, impacto fuertemente a los manifestantes, pero al contrario de lo que esperaba el gobierno, ellos nunca se replegaron, al contrario: ¡Combatieron!

La autodefensa ni siquiera fue exclusiva de los compañeros anarquistas, sinceramente nadie lo esperaba así, las cosas se fueron sucediendo de manera totalmente espontanea, de lo cual la infinidad de imágenes y videos dan cuenta. Era el conjunto de manifestantes más allá de una bandera, de una ideología, de una estética o de tal o cual sector, y todo aquello jode a los mismísimos intelectuales y lacayos de la burguesía. No fue un grupo, ni un sector ¡fue el conjunto de proletarios habidos de coraje, de bronca, de rebelión!

El ataque a la propiedad espectacular del capital no fue gratuito. Es el cuestionamiento al corazón de este asqueroso sistema: ¡La mercancía! Y la puesta en jaque del ordenamiento obligatorio que subsume a la mayoría proletaria desde sus casas, pasando por los centros laborales para finalizar en la tienda comercial. Destruir los comercios de comida rápida, de ropa fashion, restaurantes, hoteles de lujo, bancos, instituciones de gobierno, etc., no fue simple “vandalismo” de un grupo -cual conspiración fantástica de película de ficción en Ciudad Gótica-, fue, y lo repito, la respuesta más acertada de la rabia proletaria que ha vivido en la contención social y el hartazgo desde ya hace mucho tiempo.

Que el gobierno desde su atalaya comunicacional quiera hacernos creer una total mentira y orquestar la represión en contra de los combatientes anarquistas, utilizarlos como chivo expiatorio de un movimiento de protesta radical y generalizado que afectó en muchos sentidos la normalidad burguesa y los espacios espectaculares de hacinamiento de miseria ciudadana: o sea el gran “Centro Comercial de México” -mejor conocido como “Centro Histórico”-, es parte misma del continuo reforzamiento de las infranqueables barreras de la explotación y estafa política.
La maquinación, la represión, los chivos expiatorios no se hacen esperar, la manipulación y los engaños son el pan de cada día para alimentar la putrefacción de los cerebros telespectadores, para enfrentar y dividir a la clase trabajadora, de sumirla de nuevo en la derrota y la desesperación. Aplicar la clásica receta de los medios de comunicación y los intelectuales de izquierdas y derechas del capital: ¡Odiar al oprimido y amar al rico asesino!

Ante esta escalada de engaños la acción consecuente es la difusión de la realidad, de los hechos del día a día y el posicionamiento de los núcleos revolucionarios que están aportando la crítica en la teoría y en la práctica en contra de éste sistema de exterminio que ahora se ve camuflado de Democracia, Republica Representativa, etcétera. Al final de cuentas llámase como se llame es lo mismo de siempre: una inmensa prisión donde se aglutina a las masas proletarias para explotarlas, matarlas, dividirlas, engañarlas y sustituirlas por nuevas generaciones de proletarios. En fin, todo esto con la única razón de mantener la “paz ciudadana” y la pacífica circulación de mercancías; o en otras y más justas palabras: “El orden burgués de exterminio”.

¡Libertad a todos los presos de la guerra social!

“Esto es una guerra…
La guerra de clases,
si no lo ves asi,
es que hasta los ojos te han robado…”

¡A duelo a muerte contra todo lo existente, sus defensores y sus falsos críticos!

#Anónimo, región mexicana Diciembre de 2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

REVOLUCIONES EN LOS PAÍSES ÁRABES E INTOXICACIÓN DE LA CONTRARREVOLUCIÓN MUNDIAL


REVOLUCIONES EN LOS PAÍSES ÁRABES E INTOXICACIÓN DE LA CONTRARREVOLUCIÓN MUNDIAL primera parte 
Extraído de “Su Capital” nro.15, boletín anticapitalista. Asturies, Estado español, 2011.

Con el paso de los meses las revueltas en los países árabes han dejado de ser retransmitidas por los medios burgueses de intoxicación. Ya no hemos podido deleitarnos con los malabarismos manipuladores, las mentiras evidentes y obscenas, ni con los llamados al apoyo de las primavera árabe (como apoyo a la primavera capitalista) y ni siquiera con los tan socorridos comunicados de condena al señor fulanito o manganita, enemigos teóricos de occidente. Incluso ya no se habla nada del muy moderado Consejo Consultivo y de Cooperación del Golfo, traducido a lenguaje de la calle, alianza de monarquías despóticas petrolero-financieras. ¿Que paso con la primavera, se marchito? o es ¿que hay alergia al polen? Las plazas tomadas en los países árabes pueden ser sinónimo de modernidad o nuevas oportunidades de negocio visto desde aquí, pero las plazas tomadas de nuestras ciudades son sinónimo de vandalismo, desorden, caos… Quizás sea por eso que no se puede hablar demasiado sobre las primaveras no vaya a ser que se les indigesten a los déspotas capitalistas de por aquí.
Aun así hasta que dejaron de emitir masivamente noticias poco claras, tendenciosas, mutiladas nos dejaron un buen repertorio que tenía como misión que el resto de explotados no entendiera nada de lo sucedido. Por ello analizaremos caso por caso la autentica situación de la correlación de fuerzas en cada estado burgués entre las fuerzas de la revuelta y las de la contrarrevolución.
  • Libia: insurrección, derrotismo y guerra interburguesa impuesta desde el exterior.
  • Siria un país capitalista que decidió reprimir al enemigo interior (los refugiados)
  • Yemen contra el títere, reformismo armado e intervención occidental contra los rebeldes
  • Arabia Saudita el infame y divino ejército del dinero (el caso de Bahréin)


REVOLUCIONES EN LOS PAÍSES ÁRABES E INTOXICACIÓN DE LA CONTRARREVOLUCIÓN MUNDIAL segunda parte
Extraído de “Su Capital” nro.16, boletín anticapitalista. Asturies, Estado español, 2012.

Las revueltas de subsistencias que azotaron todo el norte de África, oriente Medio, la península de Arabia… que se terminaron convirtiendo en autenticas tentativas insurreccionales, posteriormente canalizadas para servir de comparsas del recambio burgués de la dictadura autócrata a la dictadura democrática, persisten obstinadamente igual que persiste y se intensifica la miseria, las subidas de los precios de los productos de primera necesidad y las leyes represivas se endurecen cada vez más. Debido a dicha obstinación y a otras contradicciones en el seno de la burguesía árabe, este movimiento de revuelta internacionalista está intentando ser arrastrado en muchos lugares hacia un enfrentamiento interburgués entre las principales facciones burguesas en el mundo del clero musulmán. Guerra interburguesa entre las (en la teoría) dictaduras medievales de la burguesía petrolero-financieras y la supuesta republica islámica de la industria integrada islámica.  Aliados a su vez de la burguesía del occidente democrático y de la burguesía de la fábrica del mundo liberal, organizada en lo que llaman PCC, respectivamente. En las fincas Siria, Libia, Yemeni, de Bahréin… y otras se pretende desviar, dividir al proletariado, contraorganizarlo en dos bloques interburgueses enfrentados. Uno representado habitualmente por el dinero y los milicos de las monarquías del petróleo directamente, o por las bandas salafistas- talibanes (estudiantes del Corán-libro de las costumbres) de forma indirecta. El otro representado por las cadenas por satélite que airean los crímenes de sus adversarios, el dinero del petróleo para la burguesía china y algunas milicias, sectas o partidos. Aun así en algunos lugares el proletariado sigue combatiendo a la burguesía de forma autónoma en masas incontroladas o desde las minorías revolucionarias. El caso de los proletarios en Egipto es muy destacado. Los incontrolados siguen siendo muy activos y algunas minorías revolucionarias siguen defendiendo la autonomía proletaria a pesar de la represión venida de todas partes, desde los milicos, hasta los demócratas pacifistas y pasando por supuesto por los empresarios fundamentalistas.
  • Egipto, una situación prerrevolucionaria continúa
  • Los incontrolados y la matanza en el estadio
  • Minorías revolucionarias o tentativas de rupturas revolucionarias
  • Guerrillas
  • Libia: combates sangrientos a plena luz
  • La primavera del Shagel
  • Yemen, la Siria que no se retransmite.
  • Asedios a ciudades, asaltos y combates entre facciones rebeldes.



martes, 4 de diciembre de 2012

MASACRE PROLETARIA EN PALESTINA

Bajo la mirada afligida de millones de espectadores, convencidos de su imposibilidad de hacer algo más que participar en alguna concentración o procesión ovejera, el Estado de Israel vuelve a bombardear la franja de Gaza bajo la cobertura del antiterrorismo. Las lágrimas de cocodrilo de las principales potencias capitalistas no esconden su satisfacción por tener en Oriente Medio un tentáculo como el del Estado Israelí, auténtico brazo armado del capitalismo mundial para mantener el orden en la región. El proletariado que vive en Gaza, Cisjordania o Líbano conoce en su pellejo esta realidad. Políticos, periodistas, oenegeros, sindicalistas, tertulianos y todo tipo de payasos del espectáculo, nos dan toda un gama de explicaciones y soluciones que encierran el conflicto en oriente medio dentro de los márgenes burgueses. Se limitan a crear una demarcación entre quienes defienden a los palestinos y quienes defienden a los israelíes, alineando a todo quisqui detrás de las banderas hediondas de cada Estado nacional. Para ello construyen toda una fábula grotesca que encubre la verdadera realidad social. Mezclan los intereses del Estado palestino con los del proletariado que vive en esa tierra, amalgaman la lucha desplegada por los proletarios con Hamas, ponen en un mismo saco al joven que tira piedras y a los grandes comerciantes o banqueros palestinos, asimilan al proletario que vive en Israel y lucha contra “su propia” burguesía (desertando, objetando...) con su brutal negación en el ciudadano que vive en complicidad con el Estado. Eliminan de esta forma toda la confrontación de clases, toda división social entre explotados y explotadores, fomentando el mito del enfrentamiento entre países.

Sin romper y desenmascarar todo este arsenal ideológico que enturbia la realidad, estaremos atados de pies y manos imposibilitados para asumir la lucha contra la masacre en Oriente medio como parte indisociable de la lucha contra la dictadura del capital.

Es imprescindible afirmar abiertamente que esa masacre es antes que nada una expresión más del terrorismo que el capitalismo despliega en todo el mundo contra nuestra clase, contra nuestra vidas. Que quienes caen bajo las bombas, bajo las metralletas, bajo el terror capitalista son, en primer lugar, los niños, hombres y mujeres que han sido condenados en esa región del mundo a ser carne de cañón, a ser población superflua potencialmente peligrosa y que debe ser exterminada de forma cotidiana. Todos los Estados del mundo participan de una u otra manera en esta matanza. Los Estados occidentales, con el de Israel a la cabeza, masacrando; Hamas, la autoridad nacional palestina y demás organismos del Estado palestino, junto con los Estados propalestinos, impidiendo la estructuración en fuerza autónoma de esa masa de subversión, encuadrándola y dirigiéndola al matadero en actos suicidas, desarmándola, pacificándola, reprimiéndola y apresando a los irreductibles.

Los grupos y militantes revolucionarios de todo el mundo estamos obligados a subrayar y discutir como propia la lucha del proletariado en Palestina, sus intentos de proyectarse en fuerza autónoma, así como la represión que sufre. Destacar la tentativa de autonomía que en numerosas ocasiones ha trazado la lucha, enfrentándose a todos los Estados. Insistir en que la esencia de la lucha del proletariado en Palestina es la misma que en el norte de África, que en Grecia, que en los suburbios franceses, que en China, que en Irak, que en Oaxaca, que en Haití, que en todos los lugares donde el proletariado se levanta: la contraposición entre las necesidades humanas y las de la economía capitalista. Estamos obligados a denunciar y a enfrentarnos a todos los aparatos del Estado palestino o israelí, a todos los que son parte del organismo mundial del capital que nos masacra, que nos arrastra por falsos caminos, a todos sus lacayos por el mundo, a todos sus voceros y propagandistas. Y ante todo estamos obligados a luchar aquí y ahora, contra “nuestro propio” Estado, contra “nuestro propio” país.


NO SOMOS NI JUDÍOS, NI ISRAELÍES, NI PALESTINOS ¡SOMOS EL PROLETARIADO!

CONTRA LA PATRIA. CONTRA TODA UNIDAD NACIONAL. CONTRA EL TERROR BURGUÉS.

LUCHEMOS EN “NUESTRO PROPIO” PAÍS CONTRA “NUESTRO PROPIO” ESTADO.


# Proletarios Internacionalistas
# Fines de 2012