jueves, 31 de octubre de 2019

REVUELTA INTERNACIONAL CONTRA EL CAPITALISMO MUNDIAL


La revuelta proletaria ha explotado a lo largo del mundo confluyendo violentamente en diferentes rincones del mismo. Chile, Ecuador, Irak, Haití, Francia, Líbano, Hong Kong, Colombia, Bolivia, Honduras, Argelia, Sudán… son algunos de los lugares donde en estos últimos meses hemos salido a las calles desatando toda la cólera acumulada durante años. Bastó el anuncio de una subida del subte en Chile, de la tasa de combustible en Francia, del precio del pan en Sudán, un impuesto en las llamadas por redes sociales y en la gasolina en Líbano, o que quitaran los subsidios al combustible en Ecuador, para que como en Irak o Haití, saliéramos desesperados y furiosos ante la imposibilidad absoluta de vivir.

La insaciable sed de ganancia de la burguesía mundial está llevando a la vida en la Tierra a límites inimaginables, la contradicción entre las necesidades de valorización y la vida humana explosionan desde hace años en revueltas que hoy, con la concentración en el tiempo de decenas de revueltas, anuncian una nueva agudización del antagonismo de clases a nivel internacional. Cada barricada, cada protesta que se alza contra los sucesivos aumentos de nuestra explotación, cada corte de ruta, cada saqueo, es un llamamiento del proletariado mundial a luchar contra el deterioro de nuestras condiciones de vida, a extender y afirmar la negación de este mundo, a empuñar y levantar de nuevo la bandera de la revolución social.

Lo que nos anuncian las revueltas que hoy se generalizan por el mundo capitalista no es otra cosa que la reemergencia del proletariado, el regreso del viejo topo que nunca dejó de cavar. La llamada primavera árabe, la revuelta social en Grecia, en Turquía, en Ucrania, o las recientes luchas en Brasil o Venezuela, eran la antesala de un movimiento internacional e internacionalista que hoy lleva el miedo a todos los representantes del capitalismo mundial e insufla esperanzas y fuerzas a los proletarios de todo el planeta.

Desde el gobierno de turno que ejecuta las medidas que imponen las necesidades económicas y suponen siempre una subida de los precios de lo imprescindible para vivir; desde el patrón que nos explota directamente en el trabajo sacándonos nuestra última gota de energía; desde el mercado que nos arroja al desempleo en un mundo en el que si no tienes billetes en el bolsillo sobras y vas directo el matadero; pasando por el banco, o mejor dicho, por los bancos mundiales que aumentan nuestro grado de explotación con todo tipo de medidas de expoliación que hace que esos mismos billetes valgan cada vez menos en nuestras manos; desde cada chute más de ganancia que ejecuta la burguesía mundial a costa de envenenar el aire, el agua, la tierra, nuestra sangre o lo que comemos, pasando por todas esas innumerables organizaciones, sindicatos y partidos de izquierda y de derecha que representan “alternativas” al interior del capital y que sirven para perpetuarnos en nuestra condición de esclavos… a todos y cada uno de ellos van siendo señalados por el fuego de la revuelta como responsables de nuestros sufrimientos, como representantes del capitalismo mundial.

La potencia que ha mostrado nuestra clase en estos meses ha conseguido trastocar incluso los encuadramientos que en algunos lugares la burguesía lograba imponer para fagocitar nuestra lucha. En Hong Kong, el encuadramiento interburgués recula por la fuerza de la lucha internacional que arrincona algunas de las consignas de nuestro enemigo y determina a los proletarios a delimitarse de las mismas. Hasta en Cataluña, donde el nacionalismo parece omnipotente dirigiendo un espectáculo que arrastra al proletariado a negarse como fuerza revolucionaria, han aparecido consignas y prácticas de minorías que expresan que la fuerza revolucionaria sólo se abrirá paso fuera y contra la trampa de las banderitas nacionales.

Claro que, dicho todo esto, subrayando la importancia histórica de lo que estamos viviendo y que tiende a afirmarse en la práctica como movimiento proletario internacional e internacionalista frente a todas las tentativas de la burguesía por reprimirlo, ocultarlo, canalizarlo, deformarlo, fraccionarlo… no dudamos ni un momento que no es más que el comienzo de un proceso largo y complejo. Es difícil predecir los pulsos y desarrollos que tendrá, las idas y venidas, pero indudablemente avanza ya hacia una confrontación cada vez más internacional y generalizada, cada vez más violenta, cada vez más decisiva.

Si bien estamos ya reventando de hambre, enfermando de todas las maneras posibles y asfixiándonos por todo lo que da empuje a la economía a costa de nuestra vida y la de nuestro planeta, lo que está por venir es todavía peor. La catástrofe capitalista que se viene encima es incomparable con lo que se ha vivido hasta ahora. Las insaciables necesidades vitales de la economía capitalista piden sacrificar al ser humano y a todo lo viviente en el altar de la ganancia. Pero los proletarios hemos retomado la vía que abre la puerta a otro futuro: la pelea, la lucha intransigente por imponer una transformación radical, el ataque a las diversas instancias y representantes del capital, la afirmación en las calle de innumerables rincones del mundo de la comunidad de lucha contra el capital.

Ante la fuerza de la revuelta internacional, el capitalismo mundial responde como no puede ser de otra manera, con todo su arsenal terrorista. Durante estas semanas de protestas la democracia del capital nos recuerda que su dictadura es la más brutal que ha conocido la humanidad. Policías, antimotines y milicos salen a llenar de sangre las calles, a destrozar cuerpos, a encerrarnos, a asesinarnos, a dejarnos sin suministros y sin abastecimiento para hacernos recular, para meternos el miedo y que abandonemos las calles, para mostrarse invencible. Centenares de muertos, decenas de miles de detenidos y encarcelados, hombres, mujeres y niños mutilados y torturados por las armas que usan contra nosotros, ciudades y barrios desabastecidos para que regresemos a nuestras casas y se añore la vuelta a la tranquilidad de los cementerios.

Pese a que en algunos lugares tratamos de responder a todo ese terrorismo creando ollas y cocinas comunitarias, albergues, espacios para cuidar a nuestros hijos más pequeños mientras otros pelean en las calles, centros para tratar a los heridos y refugiar a compañeros, y también respondemos con la violencia revolucionaria, tomando por la fuerza lugares de abastecimiento, atacando a los medios de comunicación del capital, consiguiendo y repartiendo armas con las que defendernos y atacar al terrorismo del Estado, intentando que el miedo cambie de campo, intentando responder a su terrorismo expresándonos como comunidad de lucha, como comunidad solidaria, lo cierto es que aún no tenemos la fuerza suficiente para responder como se necesita al terrorismo del Estado. Es cierto, los milicos y todo su arsenal asesino no nos ha hecho retroceder, y la resistencia en las calles nos llena de determinación y coraje. Sin embargo, cuando el ejército sale a las calles a desplegar todo su terror, pese a la existencia de minorías que mantienen el pulso de la lucha y tratan de dar directivas, todavía somos incapaces de dar un salto cualitativo que cristalice en insurrección. La necesidad que hoy se nos plantea en cada revuelta es cómo profundizar y desarrollar esa insurrección.

Tenemos que retomar la senda del pasado, recordar lo que hicieron nuestros hermanos de clase entonces, cómo se cristalizaron las insurrecciones pasadas que lograron desestabilizar al Estado. Tenemos que recordar cómo se desestructuró a los cuerpos represivos, cómo se descompusieron los ejércitos, cómo enormes franjas de milicos se negaron a disparar contra la revuelta o más aún, se pasaron con la armas a su lado. La descomposición del ejército siempre fue y será un salto de calidad fundamental en toda revuelta proletaria.

Tenemos también que retomar la creación de estructuras para el abastecimiento, para la autodefensa, organizar el asalto a los centros de armamento para cristalizar las necesidades insurreccionales del enfrentamiento. Pero también necesitamos saber cuándo replegarnos en los momentos en los que la correlación de fuerzas nos es desfavorable, manteniendo la fuerza colectiva para evitar que el Estado nos barra. A veces puede ser necesario el repliegue, que no el abandono, para estructurarse, ampliar el asociacionismo y la estructuración proletaria internacional. Necesitamos también sacar a los presos, a los detenidos, etc. Pero sobre todo necesitamos que todo esto sea materializado como expresión y dirección de nuestra comunidad de lucha contra el capital. Toda tentativa de eludir la necesidad insurreccional y desarrollar en su lugar una guerra entre aparatos, o la de escindir de la propia comunidad de lucha la organización de la violencia como tarea de específica de un grupo guerrillero, son caminos que liquidan la fuerza que estamos generando. Como lo son también todas las peticiones de derechos humanos, o las exigencias de dimisiones de responsables del Estado, formas de integración democrática. Sin embargo, estamos convencidos de que nuestra comunidad de lucha aprenderá no sólo de su propia experiencia actual, sino que esa misma experiencia le hará reencontrarse con su propio pasado para buscar las formas de asumir estas necesidades. Como en Irak, donde los proletarios lanzan consignas refiriéndose a la insurrección de 1991.

No podemos obviar que el orden social existente no sólo combate nuestra lucha con balas y milicos que se lanzan contra las barricadas, sino con un conglomerado de ideologías y fuerzas que maniobran para destruir toda contestación social. Y lo que es más peligroso, esas mismas fuerzas, aprovechando nuestras propias debilidades y límites actuales, se presentan como parte de nuestra comunidad de lucha, llevando a muchos sectores de nuestra clase a identificarlas como tal. Las “soluciones” nacionales o nacionalistas, los espectáculos de asambleas constituyentes, los pedidos de depuraciones democráticas o cualquier otra reforma al interior del Estado son balas más dañinas que las que tiran los milicos, pues van dirigidas al corazón de nuestro movimiento. De nuestra determinación a contraponernos y enfrentarnos a esas fuerzas de la contrarrevolución depende la perspectiva revolucionaria, el latido de ese corazón comunitario.

No hay que olvidar que también es fundamental asumir todas una serie de tareas en los lugares donde la paz social no se acaba de romper. Claro que las mismas no tienen nada que ver con limitarse a la cuestión antirrepresiva o/y movilizaciones en embajadas y consulados que son terreno abonado para discursos reformistas y de derechos, con quejas y condenas contra los “excesos del Estado”. Ni por supuesto con defender la revuelta en tanto “pueblo que no aguanta mas” y que es “reprimido brutalmente”. Estas prácticas permiten precisamente a fracciones progresistas liquidar la verdadera solidaridad de clase, hacer de la revuelta y su necesidad algo de otros lugares, ajeno, lo que justifica negarla en su propio territorio defendiendo la paz democrática y los llamados a votar al mal menor. Por el contrario, la solidaridad de clase defiende la revuelta como expresión de nuestra comunidad de lucha contra el capital, como una misma lucha contra un mismo enemigo mundial. Claro que, las necesidades y tareas que se pueden asumir en los diversos lugares viene condicionada, no por la voluntad o determinación de grupos militantes, sino por la correlación de fuerzas locales. Desde luego es necesario crear instancias y comités de solidaridad, para centralizar y difundir las distintas informaciones de la lucha, así como lo que se realiza al interior de la revuelta (la sociabilidad, los saqueos, la organización comunitaria, la autodefensa, los comunicados compañeros etc.), para contraponernos a las mentiras de los medios de comunicación, a las canalizaciones socialdemócratas; para crear redes de ayuda con los refugiados, etc. En definitiva, hay que impulsar la estructuración de nuestra comunidad de lucha internacional, buscar formas de satisfacer las necesidades que se nos plantean en la lucha y saltar los obstáculos que nos encontramos.

La revuelta proletaria que hoy pone patas arriba al capitalismo mundial deja en evidencia, frente a todos los que quieren hacernos creer que la revolución es imposible, que la única alternativa del ser humano al capitalismo es la revolución mundial. La propia lucha y lo que cristaliza, nos da la certeza de que la humanidad puede destruir esta forma de vivir basada en la comunidad del dinero, mandarla al basurero de la historia, y desarrollar una nueva sociedad basada en la comunidad humana y su unidad inseparable con la Tierra.

¡Desde diferentes países y distintos escenarios,
una misma lucha contra el capitalismo!

¡Organicemos internacionalmente nuestra comunidad de lucha!!

Afuera y en contra de sindicatos y partidos

¡A profundizar la lucha contra las relaciones sociales capitalista!


Proletarios Internacionalistas
31 de octubre de 2019

[CHILE] MÁS ALLÁ DEL SENTIDO COMÚN DE ESTA SOCIEDAD ENFERMA



Estos días de revuelta nos parecen más largos de lo habitual. Vemos imágenes de una semana atrás y se nos hacen extrañamente antiguas. Todo lo contrario a lo que ocurría antes, cuando todo era “normal”, cuando la rutina muchas veces angustiante consumía implacable e imperceptiblemente nuestros días.

“Chile despertó”, se lee y escucha en todas partes. Y si bien esta explosión de rabia se nos presenta como el repentino abandono de un pesado letargo, tampoco es exacto decir que simplemente estábamos dormidxs o absolutamente engañadxs; son muchos los precedentes de agitación social que podemos citar (lo más reciente: el tenaz movimiento de estudiantes secundarixs, las diversas y masivas manifestaciones feministas contra la violencia patriarcal-capitalista, la revuelta comunitaria en Quintero-Puchuncaví contra la devastación ambiental, la continuidad de la resistencia de las comunidades Mapuche, y un rico etcétera de valiosas experiencias). La lucha siempre ha estado presente. Lo mismo en todas partes del mundo. Pero el pasado 18 de octubre se abrió una grieta profunda en la coraza de esta sociedad, acostumbrada al aislamiento y la sumisión. Y ya nada volverá a ser igual. Nos demostramos que somos miles, millones, hermanadxs en el rechazo a la miseria cotidiana y en los deseos de construir colectivamente un mundo mejor. A partir de entonces, la totalidad del discurso oficial de la dominación, a través del gobierno, su supuesta oposición, y la prensa en general, ha quedado en entredicho. Hoy todo nos parece posible. Por eso debemos, ahora más que nunca, permanecer despiertxs, evitando caer en los cantos de sirena con los que buscarán aplacarnos.

Nuestros conflictos

Donde quiera que pongamos atención, vemos lo absurdo y terrible de la “normalidad” a la que quieren arrastrarnos nuevamente.

En el caso del acceso a la educación, si bien las protestas estudiantiles han permitido abrir unos centímetros las puertas de las universidades para lxs hijxs del proletariado, esto ocurre a costa de la desvalorización creciente de las carreras técnicas y profesionales. La educación es una mercancía, y como tal, mientras se “democratiza” y pierde su condición de “lujo”, también pierde su valor. En cualquier caso, los establecimientos públicos siguen estando en precarias condiciones, y su semejanza a cárceles no pasa para nada inadvertida.

En materia de salud, es más que evidente que siendo pobres, enfermarse es casi una maldición. Esperando atención, a menudo de mala calidad, van muriendo nuestros familiares, nuestrxs amigxs. La otra opción es pagar cantidades ridículamente grandes de dinero, que por lo demás tampoco aseguran calidad. ¿Medicamentos? Un negocio obsceno. Y ya tenemos el antecedente de la sucia colusión de las grandes cadenas de farmacias.

¿Vivienda? Es casi imposible el publicitado “sueño de la casa propia”, sobre todo en las ciudades más pobladas. A lo sumo, debemos optar por departamentos minúsculos más similares a nichos de cementerio que a un hogar, o a barrios periféricos que los noticieros se encargan de estigmatizar.

¿Y qué pasa con el trabajo? Lo de toda la vida. Escaso y mal pagado, así lo siente la inmensa mayoría. Y precario. Y absurdo, por lo demás. ¿Cuántxs profesionales hay trabajando en call-centers, molestando a deudores en nombre de empresas que solo acrecientan sus ganancias con cada día que pasa?

¿Y lo que llaman el “medio ambiente”? Degradación y destrucción de ecosistemas, pérdida de biodiversidad, saqueos de “recursos naturales”, contaminación de agua y aire, despojo de tierras para monocultivos, etc. Intervenciones nocivas que dañan nuestro entorno y nuestra salud, contribuyendo a empeorar el catastrófico escenario global de cambio climático.

Y el transporte, obviamente, que aparte de ser indigno y estar centrado en el mero traslado de mercancías humanas para ir a producir dinero para otrxs en los centros de trabajo, o para acudir a los templos de consumo que proliferan como plaga en las ciudades, también está pensado para enriquecer a un puñado de empresarios.

Y podríamos seguir con una interminable lista. Horrible sistema de pensiones, inhumano sistema carcelario, depresión… Y todo empeora si eres mujer.

El asunto es respondernos lo siguiente: ¿Qué produce todos estos problemas, que se nos presentan como una condena?, y ¿cómo solucionamos verdaderamente el conjunto de estas miserias?

A pesar de que lo escondan o disimulen, sabemos o intuimos aquello que se encuentra tras todos estos “escollos” que debemos sortear diariamente. Y si bien es fácil percibir y denunciar lo que parecen excesos o abusos (como en el caso de las AFP, en el que se enriquecen a manos llenas los dueños de estas a costa de toda una vida de ahorros de trabajadoras y trabajadores, quienes luego de jubilarse recibirán pensiones minúsculas y humillantes), debemos comprender que estos son solo manifestaciones de una realidad cuyo eje es la explotación y la competencia para la generación de ganancias y acumulación de unos pocos, quienes conforman la clase capitalista.

En nuestra sociedad, un grupo explota a otro a través del trabajo, y este grupo necesita de un entramado institucional para asegurar su dominación: el Estado. Tanto su origen histórico como su función social actual es este: asegurar la continuidad del capitalismo. Todas sus estructuras y funciones están orientadas en ese sentido. Por tanto, no hay ninguna oposición entre Estado y Capital, sino que son parte indivisible del mismo sistema de explotación. Y nosotrxs somos quienes lo sufrimos.

Así, cada aspecto de la sociedad gira en torno a la búsqueda de la maximización de las ganancias de la clase capitalista: la educación, para formar individuos adaptados a la producción de mercancías y un comportamiento sumiso a la legalidad de este sistema; la salud, para mantener apenas con vida a quienes con su trabajo sostienen esta sociedad; el urbanismo, diseñando las ciudades y los territorios según las exigencias de las empresas; el “transporte público”, cuyo objetivo es satisfacer las exigencias del mercado del trabajo, el consumo y la rentabilidad de las empresas transportistas, etc. Y a su vez, los capitalistas tienden a mercantilizar cada uno de estos aspectos, para hacerlos aún más rentables: pagar por atención médica, por “buena” educación, el negocio inmobiliario, etc.

Entonces, para enfrentar nuestros problemas debemos ir a la raíz de ellos. Y hacer esto no equivale a reducir la complejidad del problema, sino precisamente comprenderla mejor, para actuar mejor.

¿Asamblea Constituyente? ¿Nueva Constitución? ¿Estado?

Al calor de la lucha, nos hemos ido reconociendo y organizando, generando en este primer período las asambleas barriales o territoriales. En ellas comenzamos a plantear los problemas que nos aquejan y generamos las respectivas reivindicaciones, discutiendo cómo conseguirlas. El ánimo es de ser perseverantes y no dejar que nos manipulen. Pero una de las más sutiles y eficaces formas de manipulación es hacernos pasar por propias ciertas demandas que sirven en realidad a otros.

Durante los últimos días se ha venido repitiendo una idea que ya se había difundido, con menos eco, tiempo antes: La idea de avanzar hacia una Asamblea Constituyente y la creación de una nueva constitución política. Se plantea que esos sean los objetivos generales que dirijan a las asambleas territoriales. ¿Son esos nuestros objetivos? ¿Responden estas propuestas realmente a nuestros intereses? Como hemos discutido, el Estado no es un aparato neutro que está ahí para organizar nuestra vida, sino una institución que resguarda los intereses de la clase dominante. Para eso es que existen sus Fuerzas Armadas y sus policías. Y esa labor la han dejado lo suficientemente clara durante la revuelta: decenas de personas asesinadas, cientos de otras golpeadas, torturadas, secuestradas, sexualmente abusadas, miles de compañerxs detenidxs. No podemos engañarnos ante esta sangrienta evidencia. Nuestras vidas dependen de tener esto siempre en mente.

Entonces, la canalización política de nuestro malestar, para al final del día dejar intacto el sistema que ha producido todos los conflictos que hoy enfrentamos, no puede ser nuestra opción. Ya la institucionalidad habla de realizar “cabildos”, oponiéndolos a las asambleas territoriales, o fagocitándolas, para que la “clase política” supuestamente nos escuche. Pero para eso nos impondrán condiciones. Quieren antes pacificarnos. Obviamente nos prefieren bien domesticadxs y “dispuestxs al diálogo”. Podrán sacar a los militares de las calles, pero ¿qué sentido tiene hablar de diálogo, cuando ya sabemos de la amenaza de balas que hay sobre nosotrxs si consideran que nos “pasamos de la raya”?

Es evidente que ya no nos conformamos con las migajas de los gobernantes de turno, ni nos convencen las críticas de su seudo-oposición, la que en bloque no duda en condenar la masiva combatividad vista en las calles.

No tenemos recetas, ni es posible tenerlas. Pero tampoco podemos celebrar nuestra dispersión, ni tomar por positivas lo que precisamente son nuestras debilidades. Fortalezcamos las organizaciones autónomas que la lucha ha creado: las Asambleas Territoriales. Estrechemos los lazos entre ellas. Rechacemos la intervención politiquera. Generemos reivindicaciones mínimas que alivien nuestra existencia, con miras a cambiar verdaderamente este sistema que está podrido desde sus cimientos.

No volvamos a su “normalidad”, ni hagamos nuestro su “sentido común”, el que es incapaz de concebir un mundo sin explotación, sin maquinaria estatal que nos controle y reprima. No ocupemos el lenguaje de nuestros amos.

O nos resignamos a confiar en que las mismas lógicas y estructuras responsables de la precarización de nuestras vidas resuelvan nuestros conflictos, o nos atrevemos a ser protagonistas de nuestro propio destino.

¡Ánimo y adelante!


Autor desconocido
Chile. 31 de octubre de 2019

[CHILE] PRIMER DETENIDO BAJO LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR DEL ESTADO POR LAS REVUELTAS DE OCTUBRE: ROBERTO CAMPOS


El jueves 17 de octubre del 2019, la insistente agitación y desobediencia ante un nuevo aumento en el pasaje del tren subterráneo estallaba en cada evasión masiva y consecutiva represión a lo largo de Santiago, principalmente protagonizada por estudiantes secundarios.

Fue en ese momento que Roberto, un joven profesor de 35 años que realiza clases de Matemáticas y Estadísticas, decidió unirse y rebelarse contra lo que instintivamente identificó como la maquinaria que lo oprime cotidianamente. Tras volver de su trabajo se encontró con una nueva y masiva evasión, en medio de los desórdenes que ocurrían en el Metro San Joaquín (Línea 5), el joven habría roto los distintos torniquetes y validadores de la estación del metro.

Al día siguiente la acción se multiplica, la rabia se expande y estalla la revuelta imparable hasta hoy.

Pasan los días y noches de fuego, toques de queda y militares en las calles, cuando durante la tarde del 29 de octubre mientras las fuertes protestas continúan en el centro de Santiago, personal de la BIPE-PDI (Brigada de Investigaciones Especiales de la Policía de Investigaciones) detiene a Roberto Campos Weiss en su domicilio. Las imágenes de Roberto a cara descubierta destruyendo los torniquetes fue la principal y única prueba en su contra. No hay labor ni merito policial, de inteligencia o investigación como pretenden mostrar por la prensa.

El proceso es llevado por la Fiscalía Sur, denominada como especialista en casos de atentados explosivos e incendiarios, y ahora asumida sin tapujos como perseguidores políticos por excelencia. La nueva GESTAPO celebró la detención de Roberto, como el primer detenido de la revuelta y decidió formalizarlo por Daños y por la Ley de Seguridad Interior del Estado (Articulo 6, letra C: “Los que inciten a destruir, inutilizar, interrumpir o paralizar, o de hecho destruyan, inutilicen, interrumpan o paralicen, instalaciones públicas o privadas de alumbrado, energía eléctrica, de agua potable, gas u otras semejantes; y los que incurran en cualquiera de los actos antedichos con el fin de suspender, interrumpir o destruir los medios o elementos de cualquier servicio público o de utilidad pública”).

El nuevo ministro de guerra (o del interior según sea el caso), Gonzalo Blumel solicitó el máximo de penas contra Roberto señalando que: “esa persona le causó un daño profundo a cientos de miles de familias chilenas”. Claro esta que para Blumel la decena de muertos, los cientos de heridos, los más de 40 individuos que han perdido la vista y la decena de jóvenes violadxs por los mercenarios de uniforme, no valen nada al lado de 4 validadores destruidos.

Finalmente el 30 de octubre Roberto enfrentó a todo el poder judicial en el 11° Juzgado de Garantía de Santiago, donde la jueza valido el uso de la “Ley de Seguridad del Estado” y señalo 5 años como pena probable, además de indicar que “el sujeto se siente validado por la acción, y esa es una actitud aún más peligrosa”. De esta forma determinó un plazo de 90 días de investigación, prisión preventiva e ingreso a la Cárcel de Alta Seguridad

¡Solidaridad con Roberto y todxs lxs detenidxs por la revuelta de octubre!

¡A sacar a nuestrxs presxs de las cárceles!

¡A multiplicar las expresiones solidarias con quienes se encuentran tras las rejas por lucha!

¡Abajo la Ley de Seguridad Interior del Estado!


Autor desconocido
Chile, 31 de octubre de 2019

[CHILE] EL DERECHO DE VIVIR NO SE MENDIGA, ¡SE TOMA!

Mientras toma té con un grupo de viejas fachas, la quinta pila de mierda más millonaria de Chile (con un patrimonio de US$2.800 millones), Piñera, nos da su sermón paternal de sobremesa:

“Ayer anuncié que estamos en plena marcha con un proceso de normalización frente a la situación de emergencia que hemos vivido y conocido en los últimos días. Y que se debe no a las manifestaciones pacíficas de la gente, se debe a la acción de grupos pequeños, organizados, violentos, y que han causado un daño gigantesco (… ) contra ellos estamos enfrentados, no contra la gente humilde, o la gente pacífica, o la gente que quiere protestar, o que quiere manifestarse. Por eso, para lograr implementar con rapidez y con éxito este proceso de normalización que significa ir reduciendo y levantando los toques de queda y levantando los estados de emergencia, necesitamos avanzar en lograr el resguardo del orden público, la protección de la seguridad de las personas, el respeto a los derechos humanos y también asegurar la libertad y el derecho de las personas a movilizarse, a ir a trabajar, a ir a estudiar, hacer de sus vidas algo que valga la pena. (…) Por eso nuestro gobierno va a seguir combatiendo con todos los instrumentos que nos otorga la democracia, los instrumentos legítimos de la democracia, a estos grupos de violentistas que con total maldad han causado tanto daño a tantos chilenos y muchos de ellos gente humilde”.

Nosotras le respondemos: la tradición del oprimido nos enseña que el “estado de emergencia” en que vivimos no es la excepción, sino la regla.

"Hasta que vivir valga la pena" es una de las consignas de este movimiento espontáneo. Primero, lo obvio: vivir tal y cual como están las cosas no vale la pena. Un botón de muestra: 50% de las 11 mil personas que se jubilaron este agosto lo hicieron con $48.000 como pensión; 11 millones de chilenos viven endeudados; Chile tiene la segunda tasa de suicidio adolescente más alta de la OCDE después de Corea del Norte; más del 50% del país gana menos de $350 mil mensuales, etc. Pero luego, la lógica de fondo de tal eslogan apunta al hecho vital que todos padecemos producto de la dictadura del dinero: la mercantilización de todas las esferas de la vida. Esto es lo que produce el progreso capitalista y es el verdadero estado de emergencia. Es triste que la vida no valga, pero es más triste que deba valer —y la pena— para querer vivirla.

El mafioso caradura de Piñera nos asegura que nos está protegiendo contra “la violencia brutal, la delincuencia desatada y la destrucción masiva”, pero para eso tendría que destituirse él mismo de su cargo, pues a nadie se le olvida, por ejemplo, su desfalco al Banco de Talca de los ‘80 —cuando Piñera, con una deuda de más de 200 millones de dólares que el banco le había prestado a empresas fantasmas relacionadas a él, se dio a la fuga por 24 días— o la evasión de contribuciones por 30 años de una de sus propiedades en el Lago Caburga y que la sabiduría popular nos indica que alcanzaría para 83 mil pasajes escolares.

El hecho de que los medios tradicionales de comunicación y los políticos traten a los insurgentes de delincuentes demuestra la vulnerabilidad del capitalismo, que nos repite ad nauseum que debemos volver a la normalidad que nos trajo hasta aquí.

Puesto que la democracia desde sus orígenes ha estado basada en la opresión de grupos esclavizados, Piñera no se equivoca cuando dice que está usando “los instrumentos que nos otorga la democracia” para acallar el impulso de vida que se está manifestado. Contra este totalitarismo democrático afirmamos:

LA LIBERTAD ES LA LIBERTAD DE ACABAR CON CUALQUIER TIRANIA.

[CHILE] ¡EVADE TODO!

Hemos escuchado repetirse como un mantra: “hay que volver a la normalidad”. Pero su maldita normalidad es la normalidad de la muerte lenta. Cuando el Estado no nos está encarcelando o dando balazos, regula la manera en que los ricos envenenan los valles, secan los ríos, destruyen el fondo marino, talan los bosques, torturan animales, etc.  ¡El sistema de explotación contra el que nos levantamos también explota a la naturaleza!

Solo como consecuencia de un largo embrutecimiento dejamos de percibir como locura que la devastación global “valga menos” que la prioridad que se le da a las ganancias monetarias.

Nuestra lucha es contra la economía para la cual todos los Estados trabajan. Contra la economía que inunda el mercado con vegetales arrancados a la tierra a punta de agrotóxicos y carnes cargadas de antibióticos que provienen de animales martirizados en campos de concentración agrícolas; contra la economía que hace avanzar la desertificación en Chile con la agricultura industrial; contra la economía que nos grita ¡compite o muere!

Dicen que necesitamos dinero para aprender, para estar sanos, para alimentarnos… El dinero es como la sangre de este cuerpo social que hace circular el oxígeno de la mercancía. Pero eso solo es así porque la propiedad privada nos ha despojado de todo y debemos expiar el pecado de existir trabajando.

Si no salimos de la realidad económica y creamos una realidad humana, volveremos a permitir que la barbarie del mercado contra la que nos levantamos siga existiendo.

¡El dinero es una ficción! ¡Podemos vivir sin dinero!

La abundancia de la vida la estamos saboreando en la calle, en la solidaridad que aparece a cada momento de la lucha, todo está al alcance de nuestras manos si nos decidimos a cogerlo. La dignidad que exigimos, que es la emancipación de la dictadura del dinero, solo puede ser hecha por nosotrxs y para nosotrxs.

PARA REAPROPIARNOS DE NUESTRA EXISTENCIA NO NECESITAMOS MÁS TEORíA QUE LA PRÁCTICA INMEDIATA.

miércoles, 30 de octubre de 2019

[Chile] Por nuestrxs hermanxs caídos ¡Cada gesto de revuelta será en sus nombres!


El Estado, su policía y ejército han mostrado su verdadera cara.
Los orgullosos defensores “del pueblo” y su gloriosa maquinaria de guerra se despliegan sin pudor como lo que siempre han sido: sicópatas, terroristas, asesinos, violadores y torturadores; defensores autómatas de la propiedad de los ricos. Si a alguien le quedaba alguna duda sobre el rol que han cumplido históricamente estos asesinos a sueldo, hoy la evidencia de su actuar sobre lxs proletarixs nos obliga solo a tomar partido: o se está con un Estado y sistema social criminal, o se está con la humanidad y su emancipación.

¡Nosotrxs no queremos volver a vernos atropellados y humillados! ¡No queremos seguir perdiendo a nuestrxs hermanxs ni queremos nunca más paz con una tropa de asesinos!
¡No nos protegen ni necesitamos que lo hagan!

No queremos reformas ni shows politiqueros para que todo vuelva a ser igual.
Queremos que toda la estructura que protege y sustenta la explotación capitalista se evidencie como la más simple brutalidad armada sostenida con una supuesta legalidad que solo rige para lxs pobres. Ninguna agenda social del Estado ni ninguna nueva constitución pondrá límites a una clase que nunca ha respetado ley alguna más que la de sus propias ganancias.

Por todxs nuestrxs hermanxs caídxs ¡Cada gesto de revuelta será siempre en sus nombres!
¡La emancipación de lxs trabajadorxs será obra de lxs trabajadorxs mismxs!
¡Fin al Estado policial! ¡Abajo la constitución! ¡Revolución social!


Anónimo
Chile, 30 de octubre de 2019

martes, 29 de octubre de 2019

[CHILE] UNA MIRADA ANÁRQUICA AL CONTEXTO DE REVUELTA Y REPRESIÓN


Actualmente en Chile se vive una situación de Estado de Emergencia decretado por el gobierno derechista de Sebastián Piñera producto del estallido de una revuelta que explotó el día viernes 18 de octubre de 2019.

Este texto nace con la necesidad comunicar a compañerxs de diversas latitudes del mundo la situación que actualmente se vive en en este territorio.

Desde una mirada anárquica se comparten acá lo que consideramos algunos puntos principales para dar conocer y aportar a entender el momento actual.

PRELUDIO: LA JUVENTUD EN LUCHA Y LA CHISPA QUE ENCENDIÓ LA HOGUERA.

Luego de una semana de evasiones masivas al servicio de trenes subterráneos, protagonizadas principalmente por estudiantes secundarios durante el mes de octubre ante el alza del valor en los pasajes del transporte, se propagaron por diversos puntos de la ciudad de Santiago múltiples episodios de desobediencia individual y colectiva que derivaron en destrucción de infraestructura y enfrentamientos con las fuerzas policiales dentro y fuera de las estaciones del tren subterráneo.

El día viernes 18 de octubre, la propagación de estas evasiones masivas y el nivel de radicalidad que adquirieron fue insospechado para muchxs y subestimado por el gobierno el cual, junto a su fieles periodistas e investigadores sociales, aun no logra explicarse por qué estos acontecimientos derivaron en una situación de caos generalizado que se extiende hasta el día de hoy.

PRIMER ACTO: ESTALLIDO DE UNA REVUELTA SIN PRECEDENTES EN EL CHILE POST-DICTADURA.

El día viernes 18 de octubre la situación de revuelta se radicalizó en el momento en que los enfrentamientos con la policía y la destrucción de infraestructura capitalista se tomaron las calles del centro de Santiago. Iniciadas en las afueras del palacio de gobierno, las acciones de violencia callejera no tardaron en propagarse hasta altas horas de la noche por diversos puntos de la ciudad.

Enfrentado a una situación de rebelión generalizada y caos difuso en múltiples sectores urbanos, las fuerzas policiales se vieron incapaces de contener el estallido de rabia que desde ese día ha contagiado a amplios sectores de una sociedad aparentemente dormida y hastiada de diversas formas de opresión y precarización de la vida originadas en la continuidad del sistema económico neoliberal y del Estado policial instalado en Chile durante la reciente dictadura civil y militar (1973-1990), condiciones de existencia y dominación fortalecidas por los gobiernos de centro izquierda y derecha que se han alternado en el poder luego del retorno a la democracia.

A los disturbios iniciados en el centro de la ciudad se sumaron posteriormente miles de personas manifestándose en los barrios golpeando ollas vacías como forma de protesta y también activando focos de disturbio, fuego y destrucción materializados en decenas de buses y edificios públicos y empresariales atacados, saqueados e incendiados, teniendo como un elemento crucial las decenas de estaciones del tren subterráneo a las que hordas de individuxs llenos de rabia vandalizaron y prendieron fuego hasta altas horas de la noche.

Evidentemente sobrepasado, el gobierno no dejó pasar mucho tiempo para decretar Estado de emergencia en la ciudad de Santiago, estado de excepción que incluye la salida de militares a la calle y el control del orden por parte de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, una revuelta salvaje, inórgánica, masiva e inédita en el escenario post-dictadura ya estaba en curso destruyendo en la práctica la obediencia, la sumisión y el miedo impuesto por décadas de dominio capitalista en Chile.

SEGUNDO ACTO: EXTENSIÓN DE LA INSUMISIÓN DESTRUCTORA Y COMIENZO DEL TOQUE DE QUEDA

El día sábado 19 de septiembre las fuerzas militares se despliegan por diversos puntos de la ciudad ante la persitencia y agudización de los disturbios. En el centro de Santiago y en los barrios periféricos los militares custodian las calles, instalaciones comerciales y estaciones del tren subterráneo. Sin embargo, manifestantes de todo tipo no se replegaron y repudiaron de manera generalizada la presencia militar con el vivo recuerdo de la represión vivida hace unas dácadas atrás durante los años de dictadura.

Ese mismo día aumenta el número de buses, carros y estaciones de tren subterráneo incendiados por lxs manifestantes. En paralelo, los saqueos a supermercados y grandes centros comerciales se vuelven incontrolables y la imagen de cientos de personas recuperando su vida arrebatando mercancías en los centros de consumo ha sido una de las imágenes más trascedentes de las jornadas de revuelta y constituyeron un factor importante para que el gobierno desbordado por la violencia saqueadora implantara el toque de queda esa misma noche en la ciudad de Santiago.

Sin ningún asco, el Presidente y el jefe militar a cargo de la ciudad comunican ante los medios de comunicación la restricción de «libertades civiles» que ese día comenzó a regir desde las 7 de la tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Esa noche, las manifestaciones, disturbios, saqueos, incendios y enfrentamientos con las fuerzas represivas continuaron nuevamente hasta altas horas de la madrugada por toda la ciudad.

Entre los días sábado y domingo la chispa de la rabia se expandió aun más encendiendo manifestaciones multitudinarias y escenarios de violencia salvaje en otras regiones del país dando paso a un siguiente momento de caos generalizado con múltiples actos de rebeldía y disturbios en diversas ciudades dejando bajo asedio, ruinas y cenizas en un par de días a una buena parte de la infraestructura urbana con barricadas, ataques vandálicos e incendiarios a dependencias municipales, edificios de gobierno, centros comerciales y edificios de medios de comunicación oficiales. Para ese momento la revuelta ya había desbordado cualquier demanda específica haciendo que personas de diversos orígenes y lugares se encontraran en la calle a sí mismas y a otrxs en medio de las protestas y los disturbios abriendo una gran fractura crítica en el sitema neoliberal chileno y su modelo de explotación capitalista/extractivista que afecta a todo el territorio.

Desde el día domingo 20 de octubre, el Estado de Emergencia y la medida del toque de queda fueron decretados por el gobierno contra las ciudades alzadas, sin embargo, los disturbios continuaron desarrollándose hasta entrada la noche sobrepasando las imposiciones y demostrando que la rabia y la violencia desatadas por la gente contra el orden establecido habían roto el miedo y la pasividad reinante por décadas en amplios sectores de la población chilena.

TERCER ACTO: DIGNIDAD Y LUCHA CONTRA LA ESTRATEGIA DE LA REPRESIÓN ESTATAL.

Desde el inicio del estado de emergencia la represión estatal se ha agudizado y también se ha extendido de manera abierta por los diversos territorios alzados.

Como anárquicxs, tenemos claridad de que la posición de víctima no es la nuestra, no obstante, siempre es bueno compartir información sobre las tácticas que el dominio pone en práctica como parte de la confrontación con lxs insurrectxs, lxs rebeldes y la población sublevada en general.

En el actual contexto, el arsenal represivo del Estado chileno se ha materializado en:

    Más de dos mil personas detenidas y más de 15 personas asesinadas además de un número indeterminado de personas reportadas como desaparecidas.
    Disparos con diversos tipos de proyectiles, incluyendo bombas lacrimógenas, balines de goma y armamento de guerra contra manifestantes dejando un número creciente y no exacto de personas heridas y muertas en la vía pública, además de animales y personas que viven en la calle también heridas y asesinadas como blanco de los disparos.
    Golpes y torturas físicas, psicológicas y sexuales contra en la vía pública, vehículos y cuarteles policiales contra personas detenidas.
    Secuestro de personas en vehículos policiales y civiles. Se han visto imágenes de personas siendo encerradas en el portamaletas de vehículos policiales.
    Disparos por la espalda en la calle a personas a quienes se les da la falsa posibilidad de fugarse de las detenciones.
    Autorizaciones falsas de policías y militares para saquear supermercados que terminan con detenciones y asesinatos que luego son comunicados como muertes producto de los disturbios.
    Incendios en grandes locales comerciales provocados por fuerzas represivas para que las empresas puedan cobrar los seguros asociados. En algunos de estos incendios han aparecidos cadáveres calcinados.
    Lanzamiento de personas desde carros policiales en movimiento para luego dispararles.
    Colgamiento de cuerpos de personas asesinadas en sitios eriazos y de personas vivas en cuarteles policiales.

El uso masificado de redes sociales de internet como Instagram, Twitter y Facebook ha permitido la circulación inmediata de innumerable evidencia audiovisual de las situaciones antes descritas, la cual está siendo divulgada por grupos de difusión «alternativos» y ligados a las luchas, logrando romper la estrategia comunicacional desplegada por el gobierno y apoyada por los medios de prensa oficiales históricamente serviles al poder.

La ofensiva comunicacional del gobierno representa otra parte del accionar represivo intentando colonizar las mentes de las personas a través de los siguientes métodos:

    Censura y control de la información para ocultar, justificar y/o cuestionar hipócritamente los registros asociados a la represión.
    Discursos televisados de autoridades de gobierno que han incluido el reconocimiento de una crisis social que debe ser solucionada por medio de un «nuevo pacto social».
    Señalamiento explícito de un estado de guerra contra un enemigo interno supuestamente organizado con un plan para sembrar el caos y atentar contra pequeños locales comerciales, escuelas y hospitales. Se ha hecho especial énfasis en la criminalización de la figura del saqueador y del vándalo. También, en un reportaje del canal de televisión estatal, se mencionó que los disturbios estarían organizados por núcleos anarquistas nihilistas.
    Cobertura periodística conjunta de noticieros durante todo el día instalando el miedo al desabastecimiento y los saqueos, propagando la idea de que los robos se estarían extendiendo hacia los hogares comunes.
    División discursiva de lxs manifestantes entre buenos, legítimos, pacíficxs y festivxs en contraposición a lxs violentxs, en contra de quienes se justificaría todo tipo de represión.
    Presentación de un plan de medidas sociales y económicas intentando mostrar interés por solucionar la crisis existente.
    Presentación de militares como fuerzas de paz y protección.

Afortunadamente, la estrategia represiva y comunicacional del desacreditado gobierno no ha surtido el efecto esperado y la desobediencia se ha mantenido a pesar de que algunos ciudadanxs eternamente sumisxs y obedientes han colaborado con el poder participando voluntariamente de la limpieza de calles y de la vigilancia de barrios utilizando chalecos amarillos y dotando a esta prenda de un sentido complemante distinto al significado de revuelta por el que se hizo conocida tras las recientes protestas salvajes en Francia.

NUESTRA POSICIÓN ANÁRQUICA: APUNTES SOBRE UN EPÍLOGO QUE AUN NO EXISTE.

Entre los días miércoles 23 y jueves 24 de octubre el gobierno y la represión han intentado mostrar un rostro más blando ante la persistencia de las manifestaciones y de una gran cantidad de focos de revuelta, a lo que se suma la divulgación permanente de registros de hechos represivos y el reconocimiento público por parte de una investigación judicial por el uso de una estación del tren subterráneo como centro de detención clandestino con testimonios de tortura.

En estos días, las señales parecen indicar que la revuelta generalizada ha bajado un poco de intensidad derivado a una situación de jornada de protesta permanente con constante presencia de distrubios y enfrentaientos. No somos pocxs quienes pensamos que esto podría dar paso a un contexto de progresiva pacificación con persistencia de algunos focos de revuelta, fortaleciendo la represión de carácter selectivo contra personas ya conocidas por su participación política en movimientos sociales, colectivos y entornos de lucha radical. De hecho, ya han sido detenidxs personas ligadas a movimientos estudiantiles y medioambientales.

A pesar de lo que pueda venir, quienes hemos confrontado al poder y la autoridad desde mucho antes del actual estallido social sabemos que todas las prácticas represivas y comunicacionales anteriormente enumeradas forman parte del arsenal represivo al que nosostrxs y otrxs grupos e individualidades se han enfrentado durante toda la existencia del Estado y de la autoridad a través de la historia. Por tanto, a lo que hoy asistimos es a una reactualización postmoderna de métodos y estrategias ya desplegadas en anteriores regímenes dictatoriales y democráticos en Chile, Latino América y el resto del mundo donde el dominio ha visto afectados sus intereses y no ha dudado en mostrar su verdadero rostro de opresión planificada y sistemática.

Sabemos que la oposición y confrontación al dominio ha sido protagonizada a lo largo de los siglos por innumerables generaciones de rebeldes, refractarixs, revolucionarixs y subversivxs de todo tipo, del mismo modo que tenemos la certeza de que hemos sido nosotrxs lxs anárquicxs junto a las comunidades mapuche en resistencia y la juventud encapuchada la que en las últimas dos décadas ha conocido la tortura, la prisión y la muerte como parte de la política represiva estatal ante la resistencia y el ataque continuo que hemos desarrollado contra el orden social capitalista y autoritario.

Hoy muchas más personas están siendo testigos de lo que por años llevamos propagando: que a los poderosos no les importa engañar, torturar y asesinar con tal de proteger el mundo que han construido para su beneficio y que la única salida posible a la dominación contra nuestras vidas comienza con la rebelión destructora contra todo lo impuesto por quienes intentan hacer de nuestra existencia un régimen permanente de esclavitud y robo de nuestra libertad.

Estamos plenamente concientes que todos los matices de la represión estatal, incluso los que pretenden aparentar un rostro «amable» forman parte del manual contrainsurgente inaugurado en Argelia, fortalecido en las dictaduras latinoamericanas y continuado por las tropas de ocupación en Irak, Haití y otros lugares del mundo. Sabemos de manera muy clara que la represión masiva y selectiva, las torturas, el exterminio, los montajes y las tácticas comunicacionales de guerra psicológica no son una novedad y hoy las vivimos y enfrentamos en un escenario que nunca se concibió como imposible: desenvolver nuestra cotidianidad y nuestra lucha en un estado de excepción con militares en la calle.

Sabemos también que la existencia, proliferación y persistencia de las ideas y prácticas anárquicas de confrontación a lo largo de las últimas décadas en terriotrio chileno constituye un elemento real, vital y dinámico que ha aportado de algún modo a la identificación y al ataque de símbolos y objetivos ligados al poder en medio de los disturbios actuales, así como también ha contribuído a la difusión de una subjetividad de combate radical contra el mundo del capital y la autoridad. Sin embargo, somos honestxs en dejar claro que el descontento que estalló con una violencia inédita en el Chile democrático corresponde a una revuelta generalizada sin líderes ni dirigentes en la que las indvidualiades anárquicas somos solo un actor más presente en las calles.

Nunca hemos creído en las buenas intenciones de la falsedad democrática, por eso no nos sorprende que las fuerzas represivas estén apuntando sus balas contra niñxs, ancianos y animales. Hoy también estamos aprendiendo a convivir con el toque de queda que restringe la movilidad, el desplazamiento y la posibilidad para abrazar y compartir entre amigxs, compañerxs y círculos afectivos.

Muchas emociones y sensaciones se entrecruzan cada día y minuto a minuto: la rabia, la impotencia, el nerviosismo y una cuota de ansiedad invaden las mentes y corazones de muchas personas en estos momentos mezclándose con el ánimo y el calor que da la lucha y el hecho innegable de estar rompiendo cadenas subjetivas y materiales junto a otrxs que antes no estaban junto a nosotrxs en el mismo lado de la barricada. No obstante, no nos confiamos ni nos ilusionamos, pues sabemos que esto puede ser solo una descarga de rabia masiva contenida para luego volver a una nueva normalidad capturada por oportunistas de cualquier color político como lo han intentado hacer algunxs en estos días de caos. En se momento, y en cualquier otro, continuaremos activxs como individualidades anárquicas contra toda forma autoridad.

Nos quieren paranoicxs, angustiadxs y aisladxs, pero seguimos activxs en el combate poniendo también en práctica herramientas de autocuidado y de contención psicológica y emocional en lo personal y lo colectivo para continuar vivxs y en pie de lucha.

Mientras se termina de escribir este texto helicópteros militares sobrevuelan nuestras cabezas, las barricadas arden en los barrios y el sonido de las protestas y los enfrentamientos se mantiene vivo y nos llena de fuerza para seguir haciendo historia en la larga experiencia de la confrontación por la liberación total.

Agradecemos todos los gestos de solidaridad internacionalista expresados por compañerxs alrededor del mundo e invitamos a que estas palabras puedan ser esparcidas y traducidas a los más diversos idiomas y lenguajes.

NADA HA ACABADO, TODO CONTINÚA
HOY MÁS QUE NUNCA SEGUIMOS COMBATIENDO CONTRA EL ESTADO, EL CAPITAL Y TODA AUTORIDAD.


Anónimo
Chile. ¿26? de octubre de 2019

[Chile] ¿A dónde vamos? ¡Hacia la incertidumbre y la permanente conflictividad! Algunas palabras desde y por la revuelta de octubre


“A partir de cierto punto no hay retorno.
Ese es el punto que hay que alcanzar.”
Franz Kafka

La indómita protesta por parte de estudiantes secundarios contra el alza del pasaje del tren subterráneo y la inmediata respuesta represiva fue el escenario propicio para que días más tarde la guerra social se dejara vislumbrar con una explícita crudeza.

La dinámica del conflicto fue rápida, impredecible e instintiva. El malestar enfocado principalmente contra el transporte público subterráneo se generalizó y comenzó a explotar, visibilizarse, reconocer formas de combate estallando–literalmente-en cada esquina de Santiago. El 18 de Octubre del 2019 un contexto de revuelta generalizada se desató por toda la capital; barricadas y enfrentamientos se sucedían en cualquier momento y en cualquier lugar. Distintos símbolos, estructuras e infraestructuras del poder fueron atacadas a lo largo de toda la ciudad, y prontamente de todo el país. El orden se resquebrajaba y la transgresión inundaba todas las calles, de pronto los sujetos se aglomeraban y atacaban lo que siempre consideraron sus cadenas. No hay planificación, sino espontaneidad que sabe reconocer claramente a su enemigo: El Estado, el capital y sus fuerzas represivas. Los objetivos siniestrados o saqueados son el mejor de los ejemplos: Ministerios, instituciones financieras, empresas depredadoras de la tierra, grandes bodegas almacenadoras de mercancía y comida, y un largo etcétera.

La violencia revolucionaria se ha validado y desatado en los más amplios aspectos de lxs oprimidxs.

Algunos detestables teóricos o deseosos de la más baja “competencia política” han señalado: ¿Dónde estaban los anarquistas? Pues la respuesta es tan fácil como sencilla: En la calle, en los barrios, en las poblaciones, en la revuelta multiforme, en los combates callejeros. Lo cierto es que no ha habido mucho tiempo para sentarse a escribir o bosquejar algunas ideas, estos días sencillamente ha resultado imposible.

Ante la extensión y profundidad de la revuelta, que a momentos parecía poder sacudirse real y efectivamente en poco tiempo del Estado, la respuesta por parte de los poderosos fue decretar “Estado de Emergencia”, sacando a efectivos del Ejército a patrullar las calles e implementando un toque de queda que se ha extendido por varios días y en varios territorios.

La rápida suspensión del alza del pasaje por parte de las autoridades, mostró que esta revuelta no tiene un petitorio claro. No tiene “demandas” o “exigencias” específicas, o mejor dicho, son tantas que finalmente es contra el mundo regido por la autoridad y la mercancía.

Por su parte la represión se ha dejado caer con un arsenal que si bien nunca ha desaparecido completamente, hoy renace y retoma su propia continuidad histórica: Violencia sexual, miles de detenidos, cientos de heridos por perdigones, balas y balines, decenas de compas que han perdido sus ojos, sesiones de torturas, asesinatos donde los cuerpos son arrojados a incendios para encubrir la autoría uniformada en aquellas masacres y una realidad de distintas y sucesivas estrategias contrainsurgentes.

Las cosas avanzan rápidas y toman rumbos propios, lxs anárquixs estamos en la calle buscando llevar esto al punto de no retorno con la autoridad. Distintas posturas han surgido en la práctica misma de los combates, en el ambiente de revuelta y en las posibilidades que de ésta surjan. Varios han coincidido en llamados e intentos para conformar asambleas barriales, experiencias de “contra-poder” o “poder popular”, denominados alegremente por la prensa como “cabildos ciudadanos”, que permitirían elaborar una tabla de demandas negociables y por supuesto de caras u organizaciones con las cuales pactar. Asambleas que, como podemos ver, se han transformado en la alternativa ciudadana y salida pacificadora del conflicto demostrando ser un engranaje más del dominio.

La agudización del conflicto innegablemente abre caminos en donde es posible encontrarse, levantar y generar redes con diversas personas y grupos siempre desde una perspectiva de lucha y de manera antiautoritaria, lejos y contrarios a cualquier tipo de imposición iluminada o intentos de conducción centralizada. En este punto, la idea de confrontación permanente cobra sentido al momento que no damos nada por establecido ni perpetuo, el dinamismo de la lucha debe ir necesariamente encaminado a la eliminación de todo tipo de autoridad, ya sea esta el Estado, la asamblea o cualquier otra instancia que pretenda controlar nuestras vidas.

Esta revuelta que no tiene nombres ni dirección única no es de nadie porque es de todxs lxs rebeldes e insurrectxs que estamos en la calle combatiendo, por lo que pretender de manera ridícula adjudicarse tal o cual acción dentro del marco de esta revuelta es sencillamente intentar burdamente hegemonizarla.

Por otra lado, la necesidad planteada y tensionada en conversaciones pasadas frente a situaciones similares pero claramente con un pulso más estable, hoy se hace necesaria. Generar espacios de coordinación y encuentro donde el eje fundamental sea apostar a la confrontación violenta contra los aparatos estatales-represivos. En este momento el Poder ha sacado a la calle su cara más brutal, lo cual lejos de inmovilizarnos constituye un llamamiento a elevar nuestro punto de mira que esté acorde a los nuevos escenarios que se presentan y que se avecinan. Plantearnos la ofensiva como práctica real más allá del discurso, siendo capaces de levantar una infraestructura que nos posibilite pararnos de frente a ellos. Es aquí donde algunas dudas agudizan la tensión; ¿Somos capaces de sostener, agudizar y extender la confrontación violenta contra el Poder en este nuevo panorama?, ¿La revuelta es contagiosa y reproducible, hasta que punto? Hemos sido testigos de cómo la social democracia fue captando aquella rabia y encapsulándola en algunxs que estaban “fuera” de las demandas, nosotrxs no tenemos demandas, sino apuestas, y nuestra apuesta es la destrucción del Estado, sus promotores y defensores. Que la catástrofe social anuncie el colapso de las relaciones fundadas en lógicas capitalistas y que la afinidad nos mueva para seguir caminando a este punto de no retorno.

Como nos suele ocurrir no tenemos las respuestas como otras organizaciones que ya planifican la administración y federaciones de estas asambleas, sus duraciones, revocabilidad y estatutos, sino más bien preguntas y negación para quienes entendemos la anarquía como la tensión permanente. Ante la incertidumbre del momento, recogemos experiencias, reconocemos, leemos, aprendemos y compartimos reflexiones y urgentes conversaciones entre las horas que nos deja intensa confrontación callejera y la desobediencia al toque de queda. Sabemos que fue, es y puede ser un momento importante y que se han abierto posibilidades nunca antes pensadas en la efectiva destrucción del Estado pero también nuestra brújula sigue siendo la negación, incluso en estos álgidos momentos. Sabemos y conocemos perfectamente lo que nos transforma en esclavxs, y nuestros pasos tienen que ir justamente en la dirección contraria a aquello.

Que quede claro .Quienes sustentan, promueven y defienden el capital y el dominio son nuestros enemigxs.

¡Por la liberación de todxs lxs prisionerxs de la revuelta y lxs presxs subversivxs!
¡¡Solidaridad con lxs heridos y vejadxs!!
¡¡La Revuelta es reproducible y contagiosa!!

“No sabes cómo temblarían los poderosos si lleváramos la violencia a la puerta de su casa. Si vieran amenazados sus privilegios y sus vidas, negociarían para no perderlo todo”
Ulrike Meinhof

 
Algunxs antiautoritarixs por la catástrofe social
Chile. ¿28? de octubre de 2019

NOTE PROVVISORIE INTORNO ALLA "ANARCHICA" RIVOLTA DI MASSA CHE SCUOTE LA REGIONE CHILENA



Venerdì 18 ottobre una selvaggia rivolta è esplosa nella città di Santiago e il prossimo giorno si era già espansa a praticamente tutte le città del paese. Il motivo apparente è stato il rialzo del passaggio nella locomozione collettiva di Santiago (negli autobus della rete metropolitana di mobilità e della metro), ma nella radice ha mostrato un malcontento totale con la modalità di vita capitalista. Un enorme e incontrollato movimento ha fatto in questo modo la sua apparizione storica e come alcuni / e compagni /e hanno affermato in diversi volantini distribuiti nella rivolta: "niente sarà più uguale".

La cosa favorevole del movimento per la prospettiva antagonista

- la prima cosa da sottolineare è la generalizzazione spontanea del movimento e la sua critica negli atti alla totalità della modalità di vita capitalista-neoliberista: espropriazione e distribuzione in massa di merci di grandi capitalisti (supermercati, centri commerciali, farmacie, banche, ecc . ), distruzione delle infrastrutture statali (stazioni di polizia, edifici municipali ecc.) ), ripudio di massa i corpi repressivi dello stato in un contesto " Democratico " (Carabinieri, polizia di ricerca e soldati), e uno schizzo intuitivo di critica alla totalità della commercializzazione di tutti gli aspetti della vita quotidiana (non c'è una " Domanda " o " rivendicazione " concreta, si vuole " cambiare tutto ").

- il ruolo dinamico che ha giocato e gioca il proletariato giovanile, con la sua intransigenza programmatica e combattività sovversiva a tutte le prove.

- le proteste selvagge hanno effettivamente dato un danno alla proprietà privata dei grandi capitalisti di questo paese: questo è stato il vero motivo per cui lo stato ha messo i soldati per le strade. Questo ha sconvolto la classe dominante-CAPITALISTA.

- un altro aspetto che ci ha chiamato profondamente l'attenzione è la proliferazione di nuclei che praticano in modo diffuso la violenza offensiva e l'autodifesa contro le forze repressive dello stato nelle manifestazioni-sia nel "Centro", che nei quartieri periferici -. C' è qualcosa come "violenza proletaria di massa diffusa", che si coordina in modo solidale in mezzo alle barricate, che rende inutile - almeno per ora - qualsiasi tipo di specializzazione o professionalizzazione di questa attività da parte di gruppuscoli. Fino ad ora, questo è stato abbastanza efficace.

- la frattura dell'isolamento e dell'isolamento a cui siamo sottoposti quotidianamente in questo sistema che si manifesta in: solidarietà spontanea di classe e comunicazione sociale al di fuori dei ruoli precedentemente prefabbricati.

- nonostante lo "Stato d'emergenza", del coprifuoco, e dei soldati per le strade, il proletariato non ha avuto paura e non ha abbandonato la lotta nonostante la brutale repressione che ha incassato un numero ancora sconosciuto di uccisi / e, torturati / e, dispersi / e e imprigionati / e. Al momento di scrivere queste linee è stato annunciato in molte regioni, tra cui la Regione metropolitana, la fine del coprifuoco, per la pressione sociale del proletariato che non lo ha rispettato affatto e che manifesta un odio viscerale ai soldati.

- nonostante tutti gli sforzi dello stato per tornare a " una certa normalità " e della diffamazione dei mezzi di comunicazione massicci, questa è stata impossibile da ripristinare, poiché la nostra classe continua a protestare ogni giorno senza bisogno di " chiedere il permesso " Per farlo - tutte le manifestazioni sono state "illegali"-.

- la realtà della lotta ha straripato i tentativi di "spettacolarizzarer" la rivolta della stampa: il proletariato a riconosciuto che la funzione sociale-essenziale della stampa è distorcere i fatti e cavalcare una storia affine agli interessi della classe dominante - I giornalisti sono i "portavoce" del capitale -.

- il movimento, nel contesto della rivolta, si sta dotando-embrionalmente-di organi di lotta con radicamento territoriale, in base alla conformazione di assemblee autorganizzate di vicine e vicini, che si trovano in diversi quartieri e popolazioni costruendo dal basso una Prospettiva anticapitalista che si opporre alla precarizzazione della vita. Consideriamo questi spazi di associatività proletaria strategici per formare una comunità di lotta, perché esprime la necessità di auto/attivarsi da parte degli stessi proletari / ie in modo autonomo a qualsiasi intervento esterno a loro stessi / e.

- un settore importante del proletariato ha respinto in blocco le proposte di "riforme" con le quali il governo ha cercato di spegnere il fuoco della rivolta: sono considerate briciole indegne, ciò che da lo stato in scacco, almeno, fino ad ora.

- non esiste nessun "settore politico" capace di acclamarsi rappresentante e ente valido per dialogare con il governo: questione che ha sconcertato la borghesia. E ' una rivolta senza leader. Da lì, "L' anarchico" di questa mossa.

Le contraddizioni e i limiti che le minoranze rivoluzionarie devono combattere in seno al movimento

- durante le mega/marcia effettuate il giorno venerdì 25 ottobre, che solo nella città di Santiago hanno convocato secondo cifre ufficiali a più di 1.500.000 manifestanti, si è espresso massicciamente un sentimento di identificazione patriottica e di unità nazionale, a scapito di una Prospettiva di classe del conflitto sociale. Esempio di questa è stata la proliferazione di bandiere cilene-che erano state assenti-e un ambiente festivo e pacifista che ha prevalso per tutta la giornata, essendo questo valutato dallo stesso governo come un'opportunità che "apre strade di futuro e speranza".

- il esitazione che ha dimostrato alcuni settori organizzati del movimento operaio di partecipare alla rivolta - ad esempio, i minatori dell'impresa statale codelco e i sindacati appartenenti alla coordinatrice nazionale delle lavoratrici e dei lavoratori no+afp -, con la degna eccezione della Unione Portuale del Cile (Upch) e la gilda della costruzione raggruppate nel battagliero sindacato sintec: ciò che non è stato esente da contraddizioni, limiti e uno sviluppo ineguale a seconda della posizione geografica.

- L' eco che in certi settori sociali ha fatto le voci sparse dalla stampa e dal governo che esiste un'ondata di saccheggi che ha come obiettivi case di privati e piccoli affari-quelli che sono stati casi molto particolari e poco numerosi -. Questo è stato espresso nel fenomeno dei "giubbotti gialli", vicini organizzati in squadre che difendono i loro quartieri da inesistenti saccheggiatori. Questo è pericoloso perché è brodo di coltivazione per correnti ultraderechistas-neofascisti e perché mette proletari contro proletari .

- l'esistenza di militanti di partiti tradizionali e della "nuova sinistra" - che è poi la stessa cosa - nelle assemblee e organi collegiali autorganizzati, che cercano di cooptare e di impersonare la autodirezione del movimento per imporre le proprie posizioni e diventare partner validi per negoziare Con il potere.

- nonostante i grandi salti qualitativi che ha dato il movimento nella sua vasta estensione, non ha potuto cagliarsi e consolidare una lettura chiaramente di classe, debolezza che dimostra un grande compito in sospeso che deve essere risolto dalla proiezione del movimento. Questo ha significato, soprattutto dalle mega/marcia, il riemergere di un'identificazione come "classe media" di alcuni settori del proletariato promossa dai partiti dell'ordine e dai mezzi massicci di comunicazione.

- la rivolta ha trovato le minoranze rivoluzionarie disorganizzate e frammentate, il che però non ha significato che partecipino subito al movimento, cercando di fornire orientamenti per mezzo degli atti e della propaganda, nonostante i loro limitati mezzi. La sinistra e il leninismo in generale non si sono voluti mescolare con i incontrollati, si sono ribellati della rivolta, e anche i loro settori più tradizionali hanno condannato i saccheggi a grandi imprese, e ci sono voluti almeno tre giorni per dimostrare la loro presenza per le strade. Questo mette in evidenza la necessità di costituire un movimento apertamente anticapitalista che riunisca i settori più radicali della classe.

Prospettive provvisorie

Nonostante ciò che accade all'esito di questa grande congiuntura, è chiaro che si è verificata una rottura irreversibile, una crepa, che segna un cambiamento d'epoca per la nostra classe in questa regione. Quello che hanno vissuto in questi giorni migliaia e migliaia di proletari / e senza previa esperienza di lotta, difficilmente potrà essere cancellato dalla memoria combattiva della nostra classe. Questa rivolta ha dato un'opportunità unica che non deve essere sprecata: è chiaro che solo lottando si impongono le rivendicazioni e i miglioramenti concreti nelle condizioni di vita del proletariato. Ci siamo resi conto della nostra stessa forza. La rivolta generalizzata, annuncia la possibilità latente di un cambiamento rivoluzionario possibile, della riconciliazione della specie umana con se stessa e del suo ambiente naturale, nonostante il precedente disprezzo che manifestavano settori dell'ambiente sovversivo della nostra Regione-con discorsi del tipo "Humano=Peste" O che il "Popolo è morto"-. il proletariato non è morto, non siamo solo capitale variabile, abbiamo un enorme ruolo da svolgere per liquidare questo mondo capitalista ed è stato dimostrato in pratica. Per ora, la lotta continua per strada e nelle assemblee contro il patto sociale che ci vogliono imporre e il recupero riformista. Questa rivolta ha messo in discussione le fondamenta della struttura sociale capitalista e questo non può essere cancellato dalla memoria storica. Noi andiamo oltre, andiamo verso la vita.

Algun@S Proletari@s in lotta alla regione cilena
Dopo il sabato 26 ottobre
Primavera sovversiva del 2019

PROVISIONAL NOTES AROUND THE "ANARCHIC" MASS REVOLT THAT SHAKES THE CHILEAN REGION

Original: NOTAS PROVISIONALES EN TORNO A LA “ANÁRQUICA” REVUELTA DE MASAS QUE SACUDE A LA REGIÓN CHILENA


On Friday, October 18 a wild revolt erupted in the city of Santiago and the next day had already expanded to practically all cities in the country. The apparent reason was the rise of the passage in the collective locomotion of Santiago (in the buses of metropolitan network of mobility and the subway), but at the root showed a total discontent with the capitalist lifestyle. A huge and uncontrolled movement made this way its historical appearance and as some / as partner have claimed in several pamphlets spread in the revolt: "nothing will ever be the same".

The favorable movement for the antagonist perspective

- the first thing we must highlight is the spontaneous generalization of the movement and its criticism in the acts to the entire capitalist-neoliberal lifestyle: expropriation and mass sharing of goods of large capitalists (supermarkets, shopping centers, pharmacies, banks, etc . ), destruction of state infrastructure (police stations, municipal buildings, etc. ), massive repudiation of the repressive bodies of the state in a " Democratic " context (Carabineros, research police and militia), and an intuitive sketch of criticism to the entire commodification of all aspects of everyday life (there is no " Demand " or " vindication " Concrete, wants to " change everything ").

- the dynamic role that has played and plays the youth proletariat, with its programmatic intransigence and subversive combativeness to all test.

- wild protests effectively constituted a huge damage to the private property of the great capitalists of this country: this was the real reason for the state to put the cops in the streets. This horrified the dominant-capitalist class.

- another aspect that has called us deeply attention is the proliferation of nuclei that practice the offensive violence and self-defense against the repressive forces of the state in the demonstrations-both in the "center", and in the peripheral neighborhoods -. There is something like "proletarian violence of diffuse masses", which is coordinated in a solidarity way in the middle of the barricades, which makes unnecessary-at least, for now-any kind of specialization or professionalization of this activity by groups. So far, this has been pretty effective.

- the fracture of isolation and isolation to which we are subjected daily in this system that manifests in: spontaneous solidarity of class and social communication outside the previously prefabricated roles.

- despite the "State of emergency", of the touch of remains, and of the cops in the streets, the proletariat has not been afraid and has not abandoned the fight despite the brutal repression that has claimed an still unknown number of killed / as, tortured / as, missing / as and imprisoned. At the time of writing these lines has been announced in many regions, including the metropolitan region, the cessation of the touch of remains, by the social pressure of the proletariat that has not respected it at all and that manifests a visceral hatred to the cops.

- despite all the efforts of the state to return to " certain normality " and the defamation of mass media, this has been impossible to restore, as our class a continued protesting daily without even " asking for permission " To do so-all demonstrations have been "illegal"-.

- the reality of the struggle has overwhelmed the attempts to "Espectacularizar" The Press Revolt: the proletariat has recognized that the social-essential function of the press is to distort the facts and assemble a story related to the interests of the dominant class - The journalists are the "Spokespersons" of the capital -.

- the movement, in the context of the revolt, is being given-Embryonic-of fighting bodies with territorial rooted, based on the conformation of self-organized assemblies of neighbors and neighbors, which are in various neighborhoods and populations building from below a Anti-capitalist perspective that is against the precariousness of life. We consider these areas of strategic proletarian association to form a community of struggle, because it expresses the need for self-activity by the same / as proletarians / as autonomously to any external intervention to them / as.

- an important sector of the proletariat has rejected in block the proposals of "reforms" with which the government has tried to extinguish the fire of the revolt: they are considered unworthy crumbs, which has the state in check, at least, so far.

- there is no "political sector" capable of self-government and valid to dialogue with the government: question that has the bourgeoisie baffled. It's a revolt without leaders. From There, "the anarchic" of this movement.

The contradictions and limits that revolutionary minorities must fight in the bosom of the movement

- during the megamarchas made on Friday, October 25, that only in the city of Santiago called according to official figures to more than 1.500.000 protesters, a patriotic identification feeling and national unity was massively expressed, to the detriment of a Perspective of class of social conflict. Example of this was the proliferation of Chilean Flags-that had been absent-and a festive and pacifist atmosphere that prevailed throughout the day, being this valued by the same government as an opportunity that "opens paths of future and hope".

- the hesitation that has shown certain organized sectors of the worker movement to participate in the revolt-for example, the miners of the state company codelco and the trade unions belonging to the National Coordinator of workers and workers -, with the worthy exception of the Port Union of Chile (Upch) and the construction guild grouped in the combative union sintef: what has not been exempt from contradictions, limits and uneven development depending on the geographical location.

- the echo that in certain social sectors has made the rumor spread by the press and the government that there is a wave of looting that has as goals houses of individuals and small businesses-those who have been very particular and little numerous cases -. This has been expressed in the phenomenon of "Yellow vests", neighbors / as organized in crews defending their neighborhoods of non-EXISTENT LOOTERS. This is dangerous because it is breeding broth for right-Neo-fascist currents and because it faces proletarians / as against proletarians.

- the existence of militants of traditional matches and the "new left"-which is more of the same-in the assemblies and self-organized cabildos, which try to adopt and supplant the self-direction of the movement to impose their positions and become interlocutors valid to negotiate With the power.

- despite the great qualitative jumps that the movement has given in its vast extension, it has not been able to curdle and consolidate a clearly class reading, weakness that demonstrates a great pending task that must be remedied by the projection of the movement. This has meant, especially from the megamarchas, the resurgence of an identification as "Middle class" of some sectors of the proletariat promoted by order parties and mass media.

- the revolt found revolutionary minorities organized and fragmented, which, however, did not mean that they participate immediately in the movement, trying to provide guidance through acts and propaganda, despite their limited means. The left and leninism in general did not want to mix with the uncontrolled, they revolted from the revolt, and even their most traditional sectors condemned the looting to large companies, and took at least three days to demonstrate their presence in the streets. This highlights the need to create an openly anti-capitalist movement that group the most radical sectors of the class.

Provisional perspectives

Despite what happens in the outcome of this great situation, it is clear that there has been an irreversible break, a crack, which marks a change of time for our class in this region. What they have lived in these days thousands and thousands of proletarians / as without prior experience of struggle, can hardly be erased from the combative memory of our class. This revolt has provided a unique opportunity that should not be wasted: it has become clear that only fighting is imposed on claims and concrete improvements in the living conditions of the proletariat. We have realized our own strength. The Widespread Revolt, announces the latent possibility of a possible revolutionary change, of the reconciliation of the human species with itself and its natural environment, despite the previous contempt that manifested sectors of the subversive environment of our region-with speeches of the type "Humano=Plaga" Or that the "people are dead"-. the proletariat has not died, we are not only variable capital, we have a huge role to play to liquidate this capitalist world and has been shown in practice. For Now, the fight continues on the street and in the assemblies against the social pact that they want to impose on us and the reformist recovery. This revolt intuitively questioned the foundations of the capitalist social structure and that will not be erased from historical memory. We go beyond, let's go to life.

Algun@S Proletari@s in fight of the Chilean region
Tomorrow from Saturday 26 October
Subversive Spring of 2019

NOTES PROVISOIRES RELATIVES À LA RÉVOLUTION DE MASSE «ANÁRQUICA» QUI ÉPOQUE LA RÉGION CHILIENNE

Original: NOTAS PROVISIONALES EN TORNO A LA “ANÁRQUICA” REVUELTA DE MASAS QUE SACUDE A LA REGIÓN CHILENA

Le vendredi 18 octobre, une révolte sauvage a éclaté dans la ville de Santiago. Le lendemain, elle s'était déjà étendue à pratiquement toutes les villes du pays. La raison apparente était la montée du passage dans la locomotion collective de Santiago (dans les bus du réseau métropolitain de la mobilité et du métro), mais elle montrait à la base un mécontentement total avec le mode de vie capitaliste. Un mouvement énorme et incontrôlé a fait son apparition historique de cette manière et, comme plusieurs compagnons l'ont affirmé dans plusieurs brochures distribuées lors de la révolte: "rien ne sera plus jamais pareil".

Le mouvement favorable pour la perspective antagoniste

-La première chose à souligner est la généralisation spontanée du mouvement et sa critique dans les actes de l'ensemble du mode de vie capitaliste-néolibéral: expropriation et distribution massive des marchandises des grands capitalistes (supermarchés, centres commerciaux, pharmacies, banques, etc.). .), destruction des infrastructures de l’État (commissariats de police, bâtiments municipaux, etc.), répudiation massive des organes répressifs de l’État dans un contexte «démocratique» (police, enquêtes policière et militaire), et description intuitive de la critique de la totalité de la marchandisation de tous les aspects de la vie quotidienne (il n'y a pas de "demande" ou de "revendication" concrète, vous voulez "tout changer").

-Le rôle dynamique que le jeune prolétariat a joué et joue, avec son intransigeance programmatique et sa combativité subversive à toute épreuve.

- Les protestations sauvages ont effectivement causé un dommage considérable à la propriété privée des grands capitalistes de ce pays: c'est la véritable raison pour laquelle l'État a jeté les milices dans les rues. Cela a horrifié la classe capitaliste dirigeante.

- Un autre aspect qui a attiré notre attention est la prolifération de noyaux qui pratiquent de manière étendue la violence offensive et la légitime défense contre les forces répressives de l'État dans les manifestations - à la fois au «centre», comme dans les quartiers périphériques. Il existe une forme de «violence de masse prolétarienne diffuse», coordonnée de manière solidaire au milieu des barricades, qui rend inutile - du moins pour le moment - tout type de spécialisation ou de professionnalisation de cette activité par petits groupes. Jusqu'à présent, cela a été assez efficace.

-La fracture d'isolement et de manque de communication à laquelle nous sommes quotidiennement soumis dans ce système qui se manifeste par: solidarité spontanée de classe et communication sociale en dehors des rôles préfabriqués.

-En dépit de «l'état d'urgence», du couvre-feu et des milices dans les rues, le prolétariat n'a pas eu peur et n'a pas abandonné le combat malgré la répression brutale qui a toujours fait l'objet d'un nombre d'assassinats assassiné / comme, torturé, disparu et emprisonné. Au moment où ces lignes ont été écrites, la levée du couvre-feu a été annoncée dans de nombreuses régions, y compris la région métropolitaine, en raison de la pression sociale du prolétariat qui ne l'a pas respecté du tout et qui manifeste une haine viscérale des milices.

- Malgré tous les efforts de l'État pour revenir à «une certaine normalité» et à la diffamation des moyens de communication de masse, il a été impossible de le rétablir, car notre classe a continué à protester quotidiennement sans même avoir besoin de «demander la permission». pour le faire - toutes les manifestations ont été "illégales" -.

-La réalité de la lutte a dépassé les tentatives de "spectaculaire" de la révolte de la presse: le prolétariat a reconnu que la fonction sociale essentielle de la presse est de déformer les faits et de préparer une histoire en lien avec les intérêts de la classe dirigeante - les journalistes sont les "porte-parole" du capital.

- Le mouvement, dans le contexte de la révolte, est doté - embryonnaire - d'organismes de combat ayant des racines territoriales, fondés sur la formation d'assemblées auto-organisées de voisins et de voisins, situées dans divers quartiers et villes, se construisant de dessous perspective anticapitaliste opposée à la précarité de la vie. Nous considérons ces espaces d'associativité stratégique prolétarienne comme une communauté de lutte, car ils expriment la nécessité d'une activité autonome des prolétariens eux-mêmes, de manière autonome à toute intervention extérieure à eux-mêmes.

- Un secteur important du prolétariat a rejeté en bloc les propositions de «réformes» avec lesquelles le gouvernement a tenté d'éteindre le feu de la révolte: elles sont considérées comme des miettes indignes, ce qui a au moins le contrôle de l'État jusqu'à maintenant.

-Il n’existe pas de «secteur politique» capable de s’auto-proclamer représentant et d’entité valide pour dialoguer avec le gouvernement: une question qui a la bourgeoisie perplexe. C'est une révolte sans dirigeants. D'où "l'anarchique" de ce mouvement.

Les contradictions et les limites que les minorités révolutionnaires doivent combattre au sein du mouvement

- Lors des méga-marches organisées le vendredi 25 octobre, qui, selon les chiffres officiels, ont rassemblé à elles seules plus de 1 500 000 manifestants, ont donné lieu à un sentiment d'identification patriotique et à l'unité nationale, au détriment de classe de conflit social. Un exemple en est la prolifération des drapeaux chiliens - qui étaient absents - et une atmosphère festive et pacifiste qui a prévalu tout au long de la journée. Le gouvernement lui-même y voit une opportunité qui "ouvre des voies pour l'avenir et de l'espoir".

-L'hésitation dont ont fait preuve certains secteurs organisés du mouvement syndical pour participer à la révolte - par exemple, les mineurs de la société publique CODELCO et les syndicats du coordinateur national des travailleurs et travailleurs NO + AFP-, à la digne exception de l'Union du port chilien (UPCH) et le syndicat de la construction regroupés au sein du syndicat combatif SINTEC.

-L'écho selon lequel, dans certains secteurs sociaux, la presse et le gouvernement ont répandu la rumeur d'une vague de pillages visant les maisons privées et les petites entreprises - cas très particuliers et peu nombreux. Cela s'est traduit par le phénomène des «gilets jaunes», des voisins organisés en gangs qui défendent leurs quartiers contre des pilleurs inexistants. C'est dangereux car c'est un terreau fertile pour les courants néo-fascistes d'extrême droite et parce qu'il confronte les prolétariens contre les prolétariens.

L'existence de militants des partis traditionnels et de la «nouvelle gauche» - ce qui est plutôt le même principe - dans les assemblées et conseils auto-organisés, qui tentent de coopter et de supplanter l'autodétermination du mouvement pour imposer leurs positions et devenir des interlocuteurs valables pour négocier Avec le pouvoir

-En dépit des grands sauts qualitatifs que le mouvement a réalisés dans son vaste domaine, il n’a pas été en mesure de cailler et de consolider une lecture de classe claire, faiblesse qui témoigne d’une tâche énorme qui reste à accomplir et à laquelle la projection du mouvement doit remédier. Cela a entraîné, surtout depuis les mégamarches, la résurgence d'une identification en tant que "classe moyenne" de certains secteurs du prolétariat promus par les partis de l'ordre et les médias.

-La révolte a trouvé les minorités révolutionnaires désorganisées et fragmentées, ce qui ne voulait cependant pas dire qu'elles participaient immédiatement au mouvement, essayant de guider par des actes et de la propagande, malgré leurs moyens limités. La gauche et le léninisme en général ne voulaient pas se mêler aux incontrôlés, ils se sont désolidarisés de la révolte et même leurs secteurs plus traditionnels ont condamné le pillage de grandes entreprises et il a fallu au moins trois jours pour prouver leur présence dans la rue. Cela souligne la nécessité de constituer un mouvement ouvertement anticapitaliste qui regroupe les secteurs les plus radicaux de la classe.

Perspectives provisoires

En dépit de ce qui se passe dans l'issue de cette grande situation, il est clair qu'il y a eu une rupture irréversible, une fissure qui marque un changement d'époque pour notre classe dans cette région. Ce que des milliers et des milliers de prolétaires ont vécu ces derniers temps sans aucune expérience de combat préalable peut difficilement être effacé de la mémoire combative de notre classe. Cette révolte a fourni une occasion unique à ne pas manquer: il est devenu évident que ce n'est qu'en combattant les revendications et en améliorant concrètement les conditions de vie du prolétariat. Nous avons réalisé notre propre force. La révolte générale annonce la possibilité latente d'un possible changement révolutionnaire, de la réconciliation de l'espèce humaine avec elle-même et de son environnement naturel, malgré le mépris précédent qui a montré des secteurs de l'environnement subversif de notre région - avec des discours du type "humain = peste" ou que le "peuple est mort" -. Le prolétariat n'est pas mort, nous ne sommes pas qu'un capital variable, nous avons un rôle énorme à jouer dans la liquidation de ce monde capitaliste et cela a été démontré dans la pratique. Pour l'instant, la lutte se poursuit dans la rue et dans les assemblées contre le pacte social qu'ils veulent nous imposer et la reprise réformiste. Cette révolte a intuitivement remis en question les fondements de la structure sociale capitaliste et ceux-ci ne peuvent être effacés de la mémoire historique. Nous allons plus loin, nous allons vers la vie. Nous avons un rôle énorme à jouer dans la liquidation de ce monde capitaliste et cela a été démontré dans la pratique. Pour l'instant, la lutte se poursuit dans la rue et dans les assemblées contre le pacte social qu'ils veulent nous imposer et la reprise réformiste. Cette révolte a intuitivement remis en question les fondements de la structure sociale capitaliste et ceux-ci ne peuvent être effacés de la mémoire historique. Nous allons plus loin, nous allons vers la vie. Nous avons un rôle énorme à jouer dans la liquidation de ce monde capitaliste et cela a été démontré dans la pratique. Pour l'instant, la lutte se poursuit dans la rue et dans les assemblées contre le pacte social qu'ils veulent nous imposer et la reprise réformiste. Cette révolte a intuitivement remis en question les fondements de la structure sociale capitaliste et ceux-ci ne peuvent être effacés de la mémoire historique. Nous allons plus loin, nous allons vers la vie.

Quelques prolétaires en lutte de la région chilienne
Demain samedi 26 octobre
Printemps subversif de 2019

VORLÄUFIGE NOTIZEN ZUR «ANARCHISCHEN» MASSENREVOLTE IN DER CHILENISCHE REGION.

Original: NOTAS PROVISIONALES EN TORNO A LA “ANÁRQUICA” REVUELTA DE MASAS QUE SACUDE A LA REGIÓN CHILENA


Am Freitag, den 18. Oktober, brach in der Stadt Santiago eine wilde Revolte aus. Am nächsten Tag hatte sie sich auf nahezu alle Städte des Landes ausgebreitet. Die Fahrpreiserhöhungen für Busse und U-Bahnen können nicht als einzige Auslöser für die Massenproteste betrachtet werden. Viel eher liegt die Wurzel des Konflikts in einer allgemeinen Unzufriedenheit mit dem Leben im Kapitalismus. Dies führte dazu, dass eine riesige und unkontrollierte Bewegung auf die Bühne der Geschichte trat. Wir stimmen den Genoss*innen zu, die auf einem Flyer, der während der Revolte verteilt wurde, festhielten: «Nichts wird mehr so sein wie früher».

Positive Aspekte der antagonistischen Bewegung

- Das Erste, was wir hervorheben müssen, ist die spontane Verbreitung der Bewegung und ihre praktische Kritik an der Gesamtheit der kapitalistisch-neoliberalen Lebensweise: Enteignungen und solidarische Massenverteilung von Waren großer Kapitalist*innen (Supermärkte, Einkaufszentren, Apotheken, Banken usw.), Zerstörung der staatlichen Infrastruktur (Polizeistationen und weitere staatliche Institutionen), massive Ablehnung der repressiven Staatsorgane in einem «demokratischen» Kontext (Polizei, Kriminalpolizei und Militär) und eine intuitive und skizzenhafte Kritik an der Gesamtheit des kommodifizierten Lebens (es gibt keine konkrete «Forderung», man möchte «alles ändern»).

- Die ungeheure Dynamik, die von der proletarischen Jugend ausging, ist ebenfalls hervorzuheben. Insbesondere ihre programmatische Unnachgiebigkeit und ihre subversive Kampfbereitschaft.

- Die wilden Proteste richteten tatsächlich einen erheblichen Schaden an und bedrohten das Privateigentum der Großkapitalist*innen dieses Landes. Das war der eigentliche Grund für den Einsatz des Militärs. Die herrschende Klasse war entsetzt ob der Revolte.

- Ein weiterer Aspekt, den es hervorzuheben gilt, ist die Verbreitung von kleinen Gruppen, die während den Demonstrationen offensiv die Repressionsorgane des Staates angreifen und zugleich eine Form der Selbstverteidigung der Protestierenden sind. Solche Gruppen bildeten sich nicht nur im Zentrum der Stadt, sondern auch in den Randbezirken. Es gibt so etwas wie eine «diffuse proletarische Massengewalt», die sich inmitten der Barrikaden solidarisch koordiniert, was – zumindest bis jetzt – jede Art von Spezialisierung oder Professionalisierung der offensiven Selbstverteidigung überflüssig macht. Bisher war dies sehr effektiv.

- Der Bruch mit der alltäglichen Isolation und Atomisierung dieses Systems äußert sich in der spontanen Klassensolidarität und der sozialen Kommunikation, die allesamt die vorgefertigten Rollen innerhalb dieser Gesellschaft über Bord werfen.

- Trotz des «Ausnahmezustands», der Ausgangssperre und der Militärpräsenz auf den Straßen, hat das Proletariat keine Angst. Die Ausgangssperre wurde bisher überhaupt nicht respektiert und der Hass auf das Militär steigt kontinuierlich. Der Kampf geht trotz der brutalen Unterdrückung weiter. Dies, auch wenn die Repression eine bisher unbekannte Zahl ermordeter, gefolterter, verschwundener und inhaftierter Menschen hinterlassen hat. Zum Zeitpunkt dieses Schreibens wurde in vielen Regionen, darunter auch Hauptstadtregionen, angekündigt, dass die Ausgangssperre aufgrund des sozialen Drucks des Proletariats aufgehoben wird.

- Trotz aller Bemühungen des Staates, Maßnahmen zu ergreifen, um «etwas Normalität» einkehren zu lassen und der Verunglimpfung der Proteste seitens der Massenmedien, war es bisher unmöglich den Normalzustand wiederherzustellen. Unsere Klasse protestiert weiterhin täglich und dies ohne um Erlaubnis zu fragen – alle Demonstrationen waren «illegal».

- Der soziale Kampf ließ sich nicht durch die von den Medien hervorgebrachten spektakulären Bilderwelten irritieren: Das Proletariat hat erkannt, dass die wesentliche Funktion der Presse während eines solchen sozialen Konflikts darin besteht, die Fakten zu verzerren und ein Narrativ zu erstellen, das den Interessen der herrschenden Klasse entspricht – Journalist*innen entpuppten sich als «Sprecher*innen» des Kapitals.

- Die Bewegung errichtete im Rahmen der Revolte nach und nach in verschiedenen Gebieten eigene Strukturen des Kampfes. Dazu gehören selbstorganisierte Versammlungen von Nachbar*innen in verschiedenen Stadtvierteln und Gegenden. Es wird eine antikapitalistische Perspektive von unten aufgebaut, um dem prekarisierten Leben ein wenig entgegenzuwirken. Wir halten diese Strukturen der proletarischen Assoziation für wichtige Organe, um eine Gemeinschaft des Kampfes zu bilden. Sie drücken die Notwendigkeit der Selbsttätigkeit der Proletarier*innen aus, die darum gewillt sind autonom und unabhängig von äußeren Kräften zu agieren.

- Wichtige Sektoren des Proletariats haben die Reformvorschläge, mit denen die Regierung versucht das Feuer der Revolte zu löschen, kategorisch abgelehnt. Sie gelten als «unwürdige Krümel», was den Staat zumindest bis jetzt in eine verzwickte Lage bringt.

- Es gibt keine politische Kraft, die in der Lage wäre, sich als Führung der Proteste zu etablieren und einen Dialog mit der Regierung zu führen. Das verwirrt und beunruhigt die Bourgeoisie. Es ist eine Revolte ohne Anführer*innen. Daher das «anarchische» dieser Bewegung.

Die Widersprüche, die die revolutionären Minderheiten innerhalb der Bewegung bekämpfen müssen.

- Während den Massendemonstrationen am Freitag, den 25. Oktober, an denen nach offiziellen Angaben allein in der Stadt Santiago mehr als 1,5 Millionen Demonstrant*innen teilnahmen, gab es unzählige patriotische Appelle und Aufrufe zur nationalen Einheit. Die Klassenperspektive droht dadurch in den Hintergrund zu geraten. Man denke auch beispielsweise an die Zurschaustellung chilenischer Flaggen – die bisher in den Protesten nicht weit verbreitet waren – und an die festliche und pazifistische Atmosphäre, die den ganzen Tag über herrschte. Laut der Regierung eröffneten die Massendemonstrationen einen Weg «für die Zukunft und die Hoffnung».

- Bestimmte organisierte Sektoren der Arbeiter*innenbewegung, haben gezögert, an der Revolte teilzunehmen. Zum Beispiel die Bergarbeiter*innen des staatlichen Unternehmens CODELCO und die Gewerkschaften, die Teil der landesweiten Arbeitnehmer-Koordination (NO+AFP) sind. Doch die Gewerkschaft der Hafenarbeiter*innen von Chile (UPCH) und die kämpferische Gewerkschaft SINTEC aus dem Bausektor sind erfreuliche Ausnahmen.

- Die Gerüchte, die von der Presse und der Regierung verbreitet werden, stoßen in gewissen Gegenden auf Anklang. Zu den verbreitetsten Gerüchten gehört eine angebliche Welle von Plünderungen, die sich gegen Privathaushalte und kleine Unternehmen richtet. Auch wenn es tatsächlich zu solchen Vorfällen kam, handelt es sich um Einzelfälle. Die Angstmacherei materialisierte sich im Phänomen der Bürgerwehren, die mit gelben Westen durch die Quartiere marschieren, um die Nachbarschaft vor nicht existierenden Plünderungen zu schützen. Solche Entwicklungen sind gefährlich, weil sie der Nährboden für neofaschistische-ultrarechte Strömungen sind und weil sie Proletarier*innen gegeneinander ausspielen.

- Mitglieder*innen traditioneller Parteien und der «neuen Linken» – die dasselbe sind – versuchen in den Versammlungen und selbstorganisierten Rätestrukturen, sich als Repräsentant*innen der Bewegung zu inszenieren, um ihre politische Agenda durchzusetzen und in Verhandlungen mit dem Staat zu treten.

- Trotz der qualitativen Sprünge, die die flächendeckende Verbreitung der Bewegung mit sich brachte, ist es ihr nicht gelungen, den sozialen Konflikt als eine Klassenfrage zu verstehen. Dies ist eine enorme Schwäche der Bewegung, der man entgegentreten muss. Die verstärkte Identifikation mit der «Mittelklasse», die von einigen Sektoren des Proletariats während den Massendemonstrationen promoviert wurde, muss entschlossen kritisiert werden. Denn solche eine Identifikation wird, neben den Massenmedien, hauptsächlich von Parteien getragen, die die herrschende Ordnung aufrechterhalten wollen.

- Die Revolte führte uns vor Augen, dass die revolutionären Minderheiten desorganisiert und fragmentiert sind. Dennoch beteiligten sich viele Revolutionär*innen von Anfang an an der Bewegung und versuchten trotz begrenzter Mittel durch Aktionen und Agitation, ein wenig Orientierung in das ganze Chaos zu bringen. Die Linke und die Leninist*innen im Allgemeinen wollten sich nicht in die unkontrollierbare Revolte stürzen. Mehr noch: sie distanzierten sich von ihr und verurteilten die Plünderungen. Erst drei Tage nachdem die Revolte entfacht war, gingen sie auf die Straßen. Dies unterstreicht die Notwendigkeit, eine offene antikapitalistische Bewegung aufzubauen, die die radikalsten Sektoren der Klasse zusammenführt.

Vorläufige Perspektiven

Egal wie dieser Konflikt ausgeht, eins ist klar geworden: Die Revolte hat einen irreversiblen Bruch erzeugt, der unsere Klasse prägen wird. Was Tausende und Abertausende von Proletarier*innen – viele von ihnen ohne Erfahrung in sozialen Kämpfen – in diesen Tagen erlebt haben, kann nicht aus dem kämpferischen Gedächtnis unserer Klasse gelöscht werden. Diese Revolte bietet eine einzigartige Gelegenheit, die nicht vergeudet werden sollte. Es ist deutlich geworden, dass nur durch den sozialen Kampf konkrete Forderungen und Verbesserungen der Lebensbedingungen des Proletariats durchgesetzt werden können. Wir haben unsere eigene Stärke erkannt. Die flächendeckende Revolte trägt in sich die latente Möglichkeit einer revolutionären Veränderung der Gesellschaft, eine Versöhnung der menschlichen Spezies mit sich selbst und ihrer natürlichen Umwelt. Diese Möglichkeit trat in diesen Tagen an die Oberfläche und zeigte deutlich, dass die Verachtung gegenüber der Bevölkerung, die von verschiedenen subversiven Gruppen seit geraumer Zeit verbreitet wurde, vollkommen abzulehnen ist. Man denke z. B. an Diskurse, die die gesamte Menschheit zum Krebsgeschwür erklärten oder beteuerten dass das Proletariat apathisch und tot sei.

Die Revolte zeigt: Das Proletariat ist nicht tot. Wir sind kein variables Kapital. Wir haben eine große Rolle bei der Aufhebung der kapitalistischen Welt zu spielen. Das hat sich in der Praxis gezeigt. Vorerst muss sich der Kampf auf der Straße und in den Versammlungen gegen den Sozialpakt richten, der nichts weiter ist als eine reformistische Rekuperation. Die Revolte stellte intuitiv die Grundlagen der kapitalistischen Sozialstruktur in Frage und dies kann nicht aus dem historischen Gedächtnis gelöscht werden. Wir wollen weiter, viel weiter gehen. Wir bewegen uns in Richtung Leben.

Einige Proletarier*innen im Kampf in der chilenischen Region.
Samstagmorgen, 26. Oktober
Subversiver Frühling 2019