domingo, 29 de noviembre de 2015

[España] Renovación parlamentaria


Publicado en Voladura nro.0 (Septiembre 2015) Boletín contra el parlamentarismo, el apoyo crítico y el oportunismo. Por la autoorganización y la extensión de la lucha de clases.
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Cómo cambiar algo para que todo siga igual

«Ha habido un intento de criminalización, de demonización, de situarnos como revolucionarios y radicales, cuando en realidad se está defendiendo el Estado.» Ada Colau, 20 minutos, 22/01/2015La Iglesia Católica y el Vaticano llegaron a tal momento de desprestigio y repulsión (corruptos, abusadores, protectores de tiranos...) que, para reflotar esas instituciones y seguir con el negocio del engaño, tuvieron que llamar a un nuevo papa, con un discurso populista y de defensa de los pobres. Con promesas de renovación y frases humanistas, el papa Francisco devolvió gran parte del crédito a la Iglesia y a los aduladores de Dios.

El parlamento y los políticos en general también han sufrido el mismo desprestigio y odio de las oprimidas en forma de agresiones, cánticos contrarios («Nadie nos representa», «Que se vayan todos»), cercos, abstención, que han esbozado el camino de la transformación social: «No sabemos bien por dónde pasa, pero estamos seguros de que no es por el parlamento, desde el cual sólo se puede gestionar la injusticia social y la miseria cotidiana». Para reflotar la imagen del parlamento y los partidos políticos, han aparecido personajes como Pablo Iglesias o Ada Colau. Nuevamente (la Iglesia’s nos la ha Colau) la receta vuelve a funcionar: una institución que empezaba a ser odiada por muchos vuelve a regenerarse poniéndose al servicio del capital, prometiendo cambios en el decorado para perpetuar los intereses de nuestros explotadores y defender toda la estructura de dominación y privilegios.

Pero el tiempo, amigas, pone a cada uno en su lugar, y los Francisco, Iglesias y Colau pronto tomarán el relevo a los Kirchner, Mujica, Evo y Correa, los apagafuegos que llegaron para calmar los ánimos tras el susto de las revueltas de inicios de siglo en América Latina.

Éstos quedaron delatados hace ya tiempo con sus medidas y discursos: José Mujica al condenar los saqueos y las ocupaciones de tierras que se produjeron en 2002 y al arrestar a compas anarquistas; el gobierno de Lugo, que organizó las matanzas de campesinos en Paraguay; los gobiernos del electricista Lula y de Dilma la guerrillera, que hicieron desaparecer a miles de personas desde 2007 hasta hoy solamente en Río de Janeiro; o la represión sangrienta de la huelga general de 2013 en la Bolivia de Morales, por poner sólo algunos ejemplos.

En un caso diferente pero similar, en Grecia, la subida de un nuevo gobierno alimentó una serie de deseos ingenuos y casi ridículos: el partido de la izquierda radical se alió con un partido de la derecha xenófoba nacionalista para formar un gobierno que no puede hacer otra cosa que aplicar un programa alternativo de austeridad, recortes, miseria, dentro o fuera del Euro, poco importa, pues el mercado financiero y el capital tienen siempre la última palabra en los planes de cada parlamento, de cada gobierno. Pensar que este nuevo gobierno es nuestro aliado es signo de impotencia no sólo práctica sino también teórica. Como muy bien aclararon las instituciones Europeas al primer ministro griego: «Los gobiernos cambian, pero el Estado mantiene su continuidad». El entramado de las estructuras del Estado y del capital siempre puede imponer su lógica a los gobiernos elegidos. ¿Nos pueden dar un ejemplo -¡uno!- en el que un nuevo gobierno de «izquierdas» consiguiera un cambio significativo en las relaciones sociales? En Grecia, el gobierno aplica políticas de austeridad con unas tintas humanitaristas que esta misma austeridad necesita para seguir adelante. Apoyar un Estado -¡sí, un Estado! no sólo un gobierno- porque empieza a montar comedores populares es renunciar a nuestra misma capacidad de recuperar lo que nos pertenece. Apoyar cualquier gobierno es renunciar a la fuerza de la calle, a la fuerza de la denuncia colectiva, que es la única matriz de acontecimientos de cambio verdadero, estructural, sustantivo. Basta ya de ingenuidad, basta ya de amnesia.

Repitiendo el esquema, Ada Colau, tras las marchas por la dignidad del 22 de marzo de 2014, condenó la violencia producida al final de la movilización. Poco después, presentaba Guanyem. La burguesía necesita un partido que mantenga el orden capitalista, le da igual de qué color ni que cambie algo del decorado de cartón piedra. Un partido que mantenga la paz social y que se encargue de reprimir a la disidencia y a cualquier movimiento que lo cuestione a quien representa y gestiona el Estado.

Esta vez, ese partido del orden, para que tenga más credibilidad y apoyo ciudadano, vende una alternativa que en realidad perpetúa el mundo tal y como es. De ahí que Podemos ya tenga, como en su día lo tuvo Evo Morales, el apoyo de sectores militares y empresariales.

«Que les votemos, nos dicen»

Estos personajes, que antes gritaban con nosotras en las plazas, han decidido que ahora sí, que ellos sí pueden representarnos en el parlamento, ese teatrillo montado para distraer al personal. Pero no les basta con eso. Además, pretenden hacernos creer que con cuatro roñosas reformas (o con cincuenta, para el caso es lo mismo) nuestra existencia en este mundo putrefacto va a cambiar. Y así, nos hablan de salario justo, cuando luchamos por suprimir el trabajo asalariado y la explotación; nos hablan de una banca ética, cuando luchamos por acabar con el dinero y los bancos; nos hablan de alquileres sociales, cuando luchamos para que no exista más propiedad privada; nos hablan de un capitalismo con rostro humano, cuando luchamos por destruir este sistema que nos aniquila.

Y aunque reconocen sin pudor que no son revolucionarios, pretenden hacernos creer que el cambio para una «nueva política» vamos a conseguirlo votándoles cada cuatro años. 

Basta de cuentos. Las explotadas sabemos bien que los parlamentos nunca han sig -nificado un cambio radical de este sistema. No lo fue en 1936 con el gobierno de la República ni con los ministros «anarquistas» [sic], y no lo será ahora con estos que aseguran no pertenecer a la «casta». Tampoco lo será con esos otros que pretenden, estar de día en el parlamento, sentados al lado y abrazando a nuestros represores y explotadores, legitimando y gestionando esa institución podrida, y por la noche par -ticipando en las manifestaciones que se enfrentan a él y a las medidas de austeridad que nos imponen.Es triste ver cómo compañeras que antes ocupaban edificios, escrachaban al enemigo o participaban en coordinadoras y manifestaciones, piensan votar al «mal menor», mientras van olvidando las consignas de la calle y asumen el discurso del poder esta -blecido: «¿Cómo queréis que suprimamos la policía y las unidades de antidisturbios? -se preguntaba una representante de En Comú-. ¿Quién se hará cargo de las bandas kosovares? ¿Pretendéis que esto sea el far west? Reformaremos la ley contra los des -ahucios, pero no defenderemos a aquellos listos que dejen de pagar el alquiler. No tenemos ninguna promesa espectacular, más que regenerar el sistema educativo y sanitario, que ya es mucho». Pero la realidad imperante de este sistema saca a la luz la naturaleza reformista de estos partidos y sus programas, que no plantean ni plantearán poner fin a la miseria sino perpetuarla.

# Octavilla repartida en la manifestación del 1º de mayo en Barcelona.
# CRIT. Comité Revolucionario Internacionalista Tansgresor

miércoles, 18 de noviembre de 2015

A propósito de los sucesos de Paris

“Los violentos y los prevaricadores, son responsables no sólo del mal que infligen a sus víctimas, sino también de aquel al que les inducen a continuación los agravios sufridos” 
(A. Manzoni, I promessi sposi)

Se podría sintetizar así, con las palabras del para nada revolucionario Manzoni, nuestra opinión sobre los trágicos sucesos de París.

Jóvenes nacidos y crecidos en las periferías que quizás hasta hace un par de años no habían leido las suras del Corán, que ahora están dispuestos a morir y hacer morir por un nuevo califato islámico.

El llamado “Fanatismo religioso” en sí explica nada. La explicación de una violencia furiosa y sin discriminación no se encuentra en el Cielo de las promesas sino en la Tierra de las humillaciones.

Desde 1991 las tropas occidentales (incluyendo aquellas italianas) han exportado su espléndida civilidad del diálogo y de la paz con el trueno de las bombas y las masacres. Una matanza como aquella de París, ha sido y es la realidad cotidiana en Iraq, Afghanistan, Palestina, Siria, Libano, Mali, Somalia... Aun no han pasado dos meses desde que en una plaza en Ankara, el mismo nùmero de personas muertas en París vio el final de sus vidas volar por los aires por una bomba puesta por el gobierno turco de Erdogan contra la oposición curda.

Basta comparar la reacción de las instituciones y media occidental con respecto a las dos masacres para evidenciar la hipocrecia de las lágrimas de Estado y del “somos todos franceses”. Es evidente que los muertos occidentales valen infinitamente más que todos los otros.

A parte del financiamento directo de la CIA a los grupos islámicos para destruir este o aquel gobierno, es la guerra permanente desencadenada del capitalismo para acaparrar los recursos energéticos y dividirse las zonas de influencia mundial. La condición objetiva que creó un escenario ideal para el ISIS. Las matanza de Gaza y de Falluja de por si han hecho la más potente propaganda anti occidental que se pueda imaginar.

Como decía alguien, es demasiado tarde para los discursos de los maestros de escuela declamadas a una humanidad donde tres cuartos se ahogan. La violencia no habíamos querido verla. Hicimos como si no pasara nada, porque era lejano. Sorprenderse ahora es una hipocrecía.

Estamos en guerra. “Nosotros les haremos lo que ustedes nos hacen en Siria” pareciera que fueron estas las palabras gritadas en el tiroteo al Bataclan.
La lógica del “somos todos franceses” es la que nutre la guerra global (también el ISIS). Reflexionemos. Si se considera legitimo bombardiar casas y hospitales en Irak, Afghanistan o en Siria con el pretexto de eliminar a este o aquel tirano local, ¿porqué no se debería considerar legítimo disparar sin criterio alguno a los franceces por las políticas imperialistas de Hollande y de las multinacionales para las que trabaja?
Si los atentadores de Paris son terroristas, ¿no son mucho más terroristas los militares de la OTAN?. ¿Es más cobarde hacerse explotar, o desenganchar bombas desde la comodidad de un avión?



Estamos en guerra. El estado de asedio declarado de Francia es el mismo que venía decretado en la Algeria colonial. Faltan sólo los campos de concentramiento. Militares con el pasamontañas están ya patrullando algunas ciudades italianas.
Non nos hagamos ilusiones. No existe control policial o militar que pueda protegernos del gesto más tremendo y más sencillo: disparar a la masa. Quien piensa que pueda canjear sus ya pocas libertades en cambio de la seguridad prometida del Estado, perderá las mismas y no obtendrá las segundas.

La guerra de la civilización contra la barbarie es una falsedad. Es más, quien está combatiendo activamente el ISIS sin la violencia indiscriminada hacia la población civil son los guerrilleros y guerrilleras kurdas. Pero estos quieren también auto organizar su territorio, sus recursos y su cultura, asi que sus bases vienen bombardeadas de Erdogan con el apoyo de todos los capitalistas del mundo.
Es mejor un Califato que la revolución social.

Quien quiere compactar un pueblo y las instituciones (“somos todos franceces”) da razón a la guerra global, osea al ISIS.
 
Demasiado tiempo hemos sido complices mudos.
Tiempo en el que millones de corazones se hincharon de odio.
Tiempo en el que nos transformamos todos en potenciales objetivos de Guerra

La senda a seguir es otra: Disociarse de las políticas de robo y de muerte llevadas a cabo en nuestro nombre; demostrar practicamente que Renzi, Hollande, Obama, Merkel, etc. no nos representan. Que los primeros responsables de una guerra que está volviendo al remitente son ellos. Ellos y toda la clase dominante.

¡Desertemos el frente occidental!

¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!

¡Fuera la OTAN de Medioriente! 

# Trento (Italia), 17 de noviembre del 2015
# Anarquistas y antimilitaristas

martes, 17 de noviembre de 2015

El Estado Islámico

[Este artículo es un apéndice del libro Guerra social y telaraña imperialista en Siria de Proletarios Internacionalistas, noviembre de 2015]

Ante el avance catastrófico del capital que sufrimos los proletarios en todas partes y las luchas que de forma explosiva responden a esta situación aquí y allá, ante la negra perspectiva que se dibuja en el horizonte para los amos del mundo, incluso en los países donde la paz social sigue reinando, el capital siempre busca formas de impe-dir la contestación social y mantenerse a flote en mitad de la tormenta. En los últimos años el cuco islamista se presenta como una de las bazas por excelencia para alcanzar este objetivo.
Si en el pasado se sacó al proletariado de la pelea contra el capital con el cuco del fascismo, afirmando la polarización fascismo–antifascismo que llevará al proletariado a negarse y masacrarse en una de las carnicerías más grandes de la historia (la llama-da segunda guerra mundial), hoy el islamismo ocupa el lugar que en su día le correspondió al fascismo.1

Por un lado, el islamismo se pre-senta de forma ilusoria para muchos proletarios que revientan brutalmente bajo la dictadura del capital, como si fuera una alternativa al infierno que viven, por otro lado, otros muchos proletarios lo perciben como una terrible amenaza que hay que combatir, más incluso que el capitalismo. 

Como con el fascismo, se logra hacer creer que el islamismo es algo diferente, independiente o separado del capitalismo. En este escenario el capital oxigena sus células y se prepara para rejuvenecerse bañándose en los ríos de sangre emanados de los cuerpos de los explotados de todo el mundo.

Las campañas de difusión, orques-tadas por los medios y voceros del capital desde hace años, han conseguido darle al islamismo la importancia necesaria para presentarlo en ciertos lugares como el mal absoluto, en otros como una oposición a los gendarmes mundiales del capitalismo. Al–Qaeda primero y el Estado Islámico después representan las dos organizaciones más importantes del islamismo “ra-dical”. El protagonismo adquirido por este último a raíz de la contienda siria, nos vuelve a demostrar la necesidad de denunciar esta trampa de la burguesía, y exponer que todo lo que actualmente se denomina islamismo no es más que una ideología utilizada por fracciones del capital para pelear por el reparto del mundo, controlar a proletarios y hacer al mismo tiempo que se maten entre ellos. No es nuestra intención exponer aquí una crítica detallada del islamismo, sino subrayar esta función social que cumple en la actualidad esta ideología religiosa y en particular una de sus expresiones actuales, el EI (Estado Islámico).

Los orígenes del EI hay que rastrearlos en Irak y concretamente en la estrategia de ocupación del Estado de EEUU en 2004 en Irak que fomentó la baza religiosa para poder dividir al proletariado y controlar ese país, utilizando a la burguesía religiosa chiita. Precisamente ahí está el origen de la ola yihadista del Estado Islámico que busca canalizar la contraposición a esa burguesía religiosa que gobernaba Irak, reivindicando el exterminio de los chiitas de la faz de la tierra como método de liberación. Este accionar irá parejo de la ejecución de todo aquel que es señalado como hereje en las zonas suníes de Irak, junto con todas las brutalidades a las que someten a las mujeres.Mientras Israel, Arabia Saudí, sus protegidos y evidentemente EEUU se frotaban las manos con esta beligerancia, comenzará una campaña de voladuras sistemáticas de mezquitas chiitas en Irak que posteriormente se extenderá por todo el mundo. 

La principal organización que asumirá todo esto en un primer momento en Irak será Al–Qaeda, pero pronto pasó a denominarse Estado Islámico de Irak.Con el comienzo de la guerra en Siria esta organización iba a ganar protagonismo. Las dificultades de encuadramiento que en ese país surgían en las regiones del norte, ante todo en la región de Rojava, llevará a la fracción burguesa encabezada por EEUU, especialmente al Estado de Turquía, a impulsar al EI desde Irak porque Al–Nusra no era capaz de abrir las rutas de suministros del ELS a través de la región de Rojava. Rápidamente el EI se convertirá en una herramienta fundamental para reprimir al proletariado de ese país ante la situación causada tras el desgaste del ELS. 

El flujo de dólares de los saudíes y del propio EEUU les fortalece en todos los rincones del llamado entorno yihadista suní saliendo del ostracismo en el que se encontraban.Por esa época empieza hablarse del Estado Islámico de Irak y Levante como una «marca blanca» del ELS para hacer cierto trabajo sucio en esa región. Como decíamos su labor se centrará en las zonas del norte de Siria donde se concentraron una gran parte de los proletarios disidentes con la oposición burguesa a Assad. 

Esa región sufrirá el acoso de Al–Nusra, el Frente Islámico y el Estado Islámico de Irak y Levante en el verano de 2013 y 2014. Con el paso del tiempo el EI se irá haciendo un pequeño nombre en la historia del terror capitalista gracias a las acciones que realiza para aterrorizar a los proletarios, algunas de las más conocidas acontecerán en Rojava.

Se darán todo tipo de facilidades para el reclutamiento de miles de personas del Magreb y de Europa, que fueron a parar a las filas del Estado Islámico atraídos por el salario que ofrecía así como su propaganda antioccidental. En un prin-cipio se complementa en su tarea con Al–Nusra: mientras ésta última encuadra a los combatientes en siria que rompen con el ELS, el Estado Islámico recluta a combatientes extranjeros, muchos de ellos provenientes de Al–Nusra.

Pero no será hasta los sucesos de Irak en 2014 cuando el Estado Islámico se consolidará como un verdadero ejército insertado en Oriente Medio. En esa fecha el ejército iraquí se hunde en amplias zonas del país y algo menos de 15.000 combatientes del EI avanzan ante más de 250.000 soldados iraquíes que se niegan a ser carne de cañón y desertan en masa.

Con esa victoria y la reestructuración del EI con nuevas incorporaciones y con un mando único, se crea el fenómeno mediático de la apoteosis del hedonismo sádico. Internet se saturará de vídeos de esta organización decapitando en masa. Todo difundido profusamente y con una tupida red de propagandistas y captadores que envían nuevas remesas de soldados.

Desde ese momento, sintiéndose fuerte y con la cobertura del Estado de Turquía, el EI tratará de coger distancia de sus antiguos aliados y financiadores para asumir con cierta independencia sus actuaciones en Siria. Comenzará a concentrar centenares de tanques y blindados pesados, capturados sin gran esfuerzo en Irak, por las carreteras en dirección a Siria, aplastarán toda débil oposición del ELS, y se enfrentarán a tumba abierta con Al–Nusra. El mariscal Rommel jamás tuvo tantas facilidades para mover divisiones de tanques por desiertos y eriales sin un solo lugar donde esconderse. Más de doscientos tanques y blindados aparecerán en Kobane, sin contar la artillería pesada, para controlar la ciudad. Allí encontraremos uno de los momentos fundamentales para consolidar esta polarización interburguesa (islamismo–antiislamismo) a nivel internacional y arrastrar al proletariado al frentismo y a la guerra imperialista esgrimiendo la amenaza yihadista. Las políticas represivas se redoblarán contra el proletariado en todo el mundo bajo la cobertura yihadista, mientras el Estado Islámico avanzará por las zonas rurales sirias.

La histeria llega a tal punto que se clamará la intervención de la OTAN, el bombardeo de EEUU, para derrotar al EI. Como siempre la causa humanitaria será la bandera que lleven clavada en la punta los misiles occidentales que caigan sobre el suelo sirio. Lo que pocos se atreverán a decir es que el EI no es ninguna novedad en la historia terrorista del capitalismo, sólo es una pequeña expresión de ese terror que no hace más que imponer las necesidades capitalistas, tal y como hacen en el resto del mundo otras expresiones del capital. No es de extrañar entonces que el EI se encargue de la gestión de las zonas menos pobladas de Siria y por consiguiente de las regiones rurales desérticas y de la cuenca del Éufrates.

No hay que olvidar que no hace mucho un informe del FMI aconsejaba a los gobiernos de Medio Oriente una vuelta de tuerca a la privatización de esas tierras, de los montes comu-nales que perduraban, así como de las cuencas fluviales para sanear la economía. Algo que supondría la expulsión y el aumento de la explotación de los proletarios locales, así como la explotación de los escasos recursos hídricos disponibles. Las compañías agroindustriales de la casa de Saud, turcas o incluso multinacionales de abolengo como Monsanto esperan su oportunidad para expoliar el suelo y los acuíferos en manos del EI, como sucedió en la cuenca del mar Caspio.

Efectivamente, mediante el EI se concretan ciertos planes orquestados por el capitalismo mundial que no pudo implementar el gobierno del partido Baaz y su familia presidencial.

Todo esto nos recuerda entre muchos episodios, el caso argelino en 1992 donde se usó el yihadismo para poder imponer ciertos planes del capital.2 Lo que está claro es que no hay dife-rencia entre la gestión de la miseria en Siria entre el Estado Islámico, Assad o la oposición burguesa en torno a EEUU.

El terror para la imposición de las necesidades del capital es la sagrada escritura de todos ellos, el dinero contante y sonante su verdadero Dios. Son manifestaciones del capital que compiten por mostrarse como las más aptas para hacerse con la gestión capitalista en tal o cual lugar del mundo.

En consecuencia todo este ascenso del islamismo es un elemento generado e inseparable del capitalismo. La burguesía busca formas ideológicas de dominación que sean capaces de imponer la paz social y permitir una óptima producción y circulación de capital. El islamismo cumple ese rol, tanto como el cristianismo, el fascismo, el stalinismo… En consecuencia no se trata para los proletarios de emprender una lucha específica contra esas formas ideológicas, como si se trataran de realidades que coexisten con el capitalismo, sino de comprender que son expresiones de un todo, que son partículas de un mismo organismo: el capitalismo. Es una ilusión tratar de combatir lo que genera el capitalismo si no es combatiendo al mismo capitalismo, luchando por abolir esta sociedad de explotación y muerte. 

Poner al islamismo como un enemigo al lado del capital es seguir el juego de distracción de la burguesía, es caminar hacia el frentismo, hacia la polarización interclasista, hacia la alianza con expresiones del enemigo, hacia la liquidación de la autonomía de clase. Para nosotros no hay duda alguna de que el enemigo es el capital, independientemente que asuma tal o cual forma religiosa, tal o cual manifestación ideológica. Quien escinde el islamismo del cuerpo orgánico del que forma parte no comprende el proyecto social de esa ideología, quedándose en las formas, en el mundo de las apariencias, imposibilitado de atacar la raíz del problema.

El modo de producción capitalista todo lo abarca, todo lo subsume y todo lo pervierte. La contraposición a esta totalidad sólo puede venir de la crítica de la totalidad. Abandonar la crítica unitaria de este modo de producción y escindirla en críticas parciales (aunque se quieran unificar en tanto que separadas) es abandonar el terreno de la revolución social. Por ello la lucha contra el islamismo sólo adquiere contenido real en la lucha contra el capitalismo, en la lucha revolucionaria por la abolición de las clases sociales. Sólo desde esa perspectiva radical las múltiples manifestaciones del capital y todas sus implicaciones son puestas en la picota para su liquidación.

Notas:
1La baza fascismo–antifascismo sigue y seguirá siendo muy importante para neutralizar la lucha del proletariado. Pese a ser usado hasta la extenuación a lo largo de décadas, pese al balance de las experiencias del pasado hecho por minorías revolucionarias de episodios como la guerra civil en España o la llamada segunda guerra mundial, esta polarización interbur-guesa sigue teniendo una gran vigencia (podemos citar su uso en las convulsiones sociales en Grecia y Ucrania como ejemplos recientes). Es evidente que sólo cuando sectores importantes del proletariado se afirmen en el combate orientados por la experien-cia de su clase todos esos anzuelos entrarán en crisis.

2Ver al respecto el libro La guerra sucia el ex–milico (subteniente del ejército argelino) Habib Suaïdia que escribió acerca de la lucha antiterrorista en Argelia y del desaparecido y misterioso GIA (Grupo Islámico Armado), destapando la operación de los servicios secretos argelinos y franceses, y los manejos en la transición de las propieda-des de la tierra.

lunes, 9 de noviembre de 2015

MANIFIESTO DE LOS RECLUTAS GRIEGOS

«  Cuerpos desgarrados por las alambradas, niños ahogados en las playas, personas hambrientas en las calles y las plazas, una multitud que mendiga sus papeles… ».

Antes de que pasaran a las portadas y titulares de la prensa y la televisión, muchos de nosotros ya habíamos visto y vivido escenas vergonzosas en el río Evros y en las islas, donde nos han enviado para hacer este absurdo servicio militar obligatorio, a la vez como trabajadores esclavos y carne de cañón.

Estas escenas nos han impactado y son el tema de todas nuestras conversaciones. Pero no queremos que se conviertan en una rutina. Así como no aceptamos los memorándums de la Troika, ni todas las políticas anti-populares, las intervenciones imperialistas y sus sucias guerras, tampoco aceptaremos ni nos acostumbraremos al destino terrible de los refugiados. Que es el mismo terrible destino que sufre nuestro pueblo, nuestro propio mundo, ¡el mundo del trabajo, sea cual sea la nacionalidad, la religión o el género!

El supuesto “ascenso de los flujos migratorios” significa, en realidad, exilio y huida de la guerra, desplazamientos forzosos. No se trata de un fenómeno “natural”. Hay responsables. Es la crisis capitalista, su crisis. Para superarla, abolen nuestros derechos, nos condenan al hambre, a la indigencia, al paro, obligándonos a emigrar. Los responsables son los Estados Unidos, la OTAN, la UE, China y Rusia. Imponen sus intereses económicos empleando el terror y la muerte, apoyando y resucitando nuevos aliados y enemigos, que alimentan el integrismo religioso. Y también las potencias imperialistas regionales (Turquía, Israel, Grecia, gobiernos árabes) que exacerban los antagonismos de la región.
¡Ellos son los que hablan de la desintegración de los Estados y los pueblos inferiores! ¡Ellos son los que tratan a la gente como a deshechos y preparan las operaciones de rastreo! ¡Ellos son los que transforman regiones enteras en vertederos humanos y almacenes para la explotación más brutal!

La burguesía y sus gobiernos sólo tienen un enemigo: los trabajadores, que luchan por sus derechos o se desplazan sin papeles, aunque sean las intervenciones militares capitalistas las que han provocado su desarraigo. Pero los refugiados no son quienes deciden dónde van: los flujos migratorios son canalizados hacia modernos campos de concentración, los “hot spots” (“puntos calientes”[1]), ¡donde se seleccionan los trabajadores que serán explotados! Por supuesto, cuando ya no les necesiten, o cuando levanten la cabeza, podrán deshacerse de ellos con un buen séquito.

El Estado y el ejército griego forman parte del problema, no de la solución. El gobierno Syriza-ANEL continúa su “Guerra contra el Terrorismo”, participa en los planes imperialistas, combate las “amenazas asimétricas” (inmigrantes, movimientos sociales, etc.), distinguiendo falsamente entre los “buenos” refugiados de guerra y los “malos” refugiados económicos. Las Fuerzas Armadas nos llaman, a nosotros, soldados reclutados junto a mercenarios profesionales y de rango, para que hagamos la guerra al “enemigo interno”, ¡cómo en las recientes maniobras Parmenión-2015[2]! ¡En este ciclo de muerte-explotación-opresión, Grecia y Turquía, “países enemigos”, patrullan juntos el Egeo y saben navegar en conserva[3]! Por otra parte, en la frontera de la Unión Europea que empieza en Gibraltar y termina en el Egeo, el Frontex[4] ha jugado un papel decisivo.

Un submarino griego va a formar parte de la flota europea que opera en aguas territoriales libias. En la 16ª División de Evros, estamos en estado de alerta contra los inmigrantes[5] procedentes de Adrianópolis [Edirne en turco]. Nos han ordenado hacer ejercicios de maniobras para la represión de muchedumbres, como sucedió en la isla de Kos tras los dramáticos acontecimientos de Kalymnos: el gobernador declaró la ley marcial y pidió ayuda al ejército contra los inmigrantes hambrientos, sedientos y encarcelados. Nosotros hacemos guardia y vigilamos esta cerca criminal de alambre de espino, que es la verdadera causa de todos los ahogamientos en el Egeo.

¡NO COMBATIREMOS, NO REPRIMIREMOS, NO PERSEGUIREMOS A LOS INMIGRANTES!

Nosotros, soldados en lucha, nos negamos a ello.

Contra sus crímenes pasados y presentes,
Hacemos un llamamiento al movimiento de masas, tanto dentro como fuera del ejército:
  • A bloquear con todos los medios al alcance el Frontex, la OTAN, el ejército europeo, la actividad de las Fuerzas Armadas, mientras la masacre continúe. No participaremos en las patrullas encargadas de hacer detenciones.
  • A ayudar a demoler las barreras de alambre de espino y a no levantar otras nuevas. Que ningún soldado se embarque a una nave dedicada a misiones internacionales.
  • Los buques, los aviones y los submarinos deben regresar a sus bases. ¡Que no se participe en su abastecimiento!
Nos negamos a que el ejército se transforme en aparato represivo, sea contra los inmigrantes o contra los movimientos sociales. No aceptaremos que las deficientes estructuras sociales se refuercen con nuestro “trabajo voluntario”. Para nosotros, la “amenaza asimétrica” es la guerra que han lanzado los gobiernos contra nosotros, así como los intereses que ellos defienden.

Reclamamos a nuestros colegas no sólo que manifiesten piedad y compasión, sino que consideren también nuestros intereses compartidos como clase. Son las mismas instituciones burguesas, las mismas políticas burguesas, los mismos gobiernos burgueses, los que destruyen hasta nuestros sueños.

Lo que están viviendo hoy los refugiados, las constantes persecuciones por parte de todo tipo de mecanismos totalitarios, su lucha por la dignidad y la supervivencia, su trágico presente, muchos de nosotros pensamos que todo eso es una pesadilla, la de un presente y un futuro que no deberíamos sufrir: es el Estado del totalitarismo parlamentario en colaboración con los nazis de “Amanecer Dorado”.

Somos conscientes de que en las próximas revueltas veremos, o bien cómo se unen los de abajo, o bien cómo entran en conflicto unos con otros.

Hoy no existe mejor forma de solidaridad concreta, ni de hacernos mejor servicio a nosotros mismos, que coger el problema por la raíz.

Formamos parte del moderno movimiento obrero anti-belicista, que sólo puede existir desde una perspectiva clasista, anti-capitalista e internacionalista.

Resistencia, ruptura y rechazo total al gobierno, a sus mecanismos imperialistas, y al opresor mundo burgués.

Red de soldados libres  ‟Spartakos”.
Comisión de Solidaridad militante.
Firmado por reclutas procedentes de 38 unidades[6].
Río Evros o Maritsa, que marca la frontera entre Grecia y Turquía.
Río Evros o Maritsa, que marca la frontera entre Grecia y Turquía.

Notas: 
[1] El primero de estos centros de registro de refugiados o “hot spots” se estableció en la isla de Lesbos, en Mitilene, hace sólo unas semanas. Los refugiados hacen cola probablemente durante días, donde se les toman las huellas como a criminales antes de hacerles una entrevista de asilo preliminar, que determina si pueden pasar a la lista de aspirantes a entrar en la UE.
[2] El ejercicio de entrenamiento del ejército llamado Parmenión (militar macedonio del siglo IV a.C.) se celebra anualmente, pero este año se han esforzado en dejar claro que la UE paga a Grecia para que preserve y defienda la frontera con Turquía a lo largo del río Evros (véase el inicio del documento que firman los soldados). Tsipras, con uniforme del ejército del aire, ha asistido este año al ejercicio, donde declaró que “las fronteras de Grecia son seguras”. Varios refugiados (7, según Human Rights Watch) fueron abatidos estos días pasados por la policía fronteriza.
[3] En vocabulario náutico, navegar en convoy.
[4] Frontex es la agencia europea para la gestión y cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión. En resumen, se trata de la policía fronteriza de la UE.
[5] Esto implica hacer el trabajo sucio de la UE no sólo en lo que se refiere a la protección frente a los inmigrantes, sino también atacar a los trabajadores griegos. Según esta fuente, los reclutas del 523º Batallón de infantería fueron movilizados para unirse a un ejercicio militar secreto en Kozani el miércoles 14 de octubre, junto a soldados profesionales, para “recuperar la fábrica abandonada AEVAL” (que produce abono industrial) “tomada por los alborotadores” (según afirmó el comandante adjunto del campo). Los supuestos alborotadores habían ocupado la fábrica en la que trabajaban, que estaba en quiebra, en un intento desesperado por conservar su empleo y por impedir que los patrones vendieran los activos. En resumen, el ejército salía en defensa de las relaciones de propiedad capitalistas contra la clase obrera. No es nuevo que un gobierno de izquierda utilice el recurso de la fuerza para defender el derecho de propiedad. Ya hemos podido ver varios ejemplos entre el 2008 y 2011.
[6] Posteriormente se sumaron reclutas de otras 12 unidades, sumando 50 en total: 547 Rethymnon Batallón Aéreo Esparta KEEM, 616º Batallón de Infantería, Avlona KETTH, 535 MK/TP 31ª Brigada, Patras KETCH Mesologgi KEN 2/39 SP, 526 MK/TP, 124 PVE Trípoli, Cpt. Paraschos 29ª Brigada de Infantería, ASDYS, 221 EMA Plati Evros, 401 Batallón de Administración del Hospital Militar, Tebas KEPV, 16 TYP, Nafplio KEMCH, Campamento Evros Chatzipenti, 211 MK/TO 95 LATETH, Araxos 116 PM, 3º Batallón de Avituallamiento-Gythio Departamento de Suministro, 647 MK/TP Litochoro, 50 PEA/AP, SDB Karaiskakis B Company Management, 219 KICHNE Didymoteicho, 173 MEAP Orestiada, 516 MK/TP, 424 SN Tesalónica, Campamento Evros Vogiatzis Feres, 642 TP, Campamento Bouga, 32 MPP PN, KEN Kalamata, 643 TE Quíos, 123 PTE, 618 M/K TO Plati, 296 M/K TE, KAAY Agios Andreas, 93 TYETH Lesvos, 503 TP, 95 TYETH, 22 EMA Petrohori, 25 EMA Petrochori, B EANETH, 107 A/K MMP PEP Didymoticho, 305 SPTCH, 3rd EAN Alexandroupolis, 107 Campamento Chatzipenti Koufovouno, Evros 523 Mavrodentri Kozani.

Extraído de: http://elsalariado.info/2015/11/09/manifiesto-de-reclutas-griegos-no-combatiremos-no-reprimiremos-no-cazaremos-a-los-inmigrantes/