sábado, 22 de junio de 2013

PODER POPULAR Y SOCIALISMO DEL SIGLO XXI: LOS MODERNOS TRAJES DE LA SOCIALDEMOCRACIA

El cacareado socialismo del siglo XXI no es más que el frentepopulismo del siglo XX. El viejo ensopado socialdemócrata vuelve a servirse en la mesa del proletariado para tomar coraje y salir a combatir a la derecha, al neoliberalismo, al imperialismo, a los fascistas, a los yanquis o a quien se designe políticamente como el nuevo enemigo en el próximo foro social, contra-foro o encuentro cultural. Para así tratar de impedir un enfrentamiento total con nuestro enemigo de clase: la burguesía mundial, aquí o allá, de izquierda o de derecha, que es siempre representante del Capital.

Es así que hoy, particularmente en Latinoamerica los gobiernos progresistas mitifican estratégicamente ciertos sectores de la burguesía engrandeciendo a unos y tirando mierda a otros. Una estrategia similar que, salvando el tiempo y las distancias, funcionó en la década del 30 del siglo pasado, liquidando a los sectores más combativos del proletariado internacional, particularmente en la región ibérica donde llegaron revolucionarios de todas las latitudes y que tuvo su broche de oro con la masacre proletaria que supuso la llamada Segunda Guerra Mundial. La creación de pseudo-antagonismos como fascismo/antifascismo trabajan para la burguesía mundial, no es ninguna novedad evadir el antagonismo de clase para llamar a luchar contra tal o cual sector de la clase dominante.

Los mismos que nos llaman a apoyar las fuerzas progresivas de la burguesía nacional, de los antiimperialistas, de los burgueses industriales contra «el atraso del campo» son los mismos que en otras ocasiones nos llaman a combatir contra esas fuerzas. Le llamarán estrategia, le llamarán política... Es el progreso del Capital y ellos son sus agentes. El mantenimiento del orden capitalista, con su paz y su guerra, está basado en esta desorientación, en los golpes a ciegas, en la canalización del proletariado en proyectos burgueses disfrazados de revolucionarios. La llamada a construir poder popular es uno de ellos. Si bien no todos los partidarios del poder popular lo son del socialismo del Siglo XXI, y hasta puede haber grandes disputas entre ellos, ambos conceptos comparten su matriz ideológica. No pretendemos inmiscuirnos en las luchas terminológicas y politiqueras, sino marcar sus principales características. Los llamados a construir poder popular, desde autodenominados comunistas o anarquistas hasta chavistas, se caracterizan a grandes rasgos por una hasta chavistas, se caracterizan a grandes rasgos por una indefinición -propia de la necesidad de captar la mayor cantidad de sectores posibles- que recurre a artimañas terminologicas tando cuando precisa definir «lo popular» como cuando debe hacerlo con «poder» derivando en el «poder hacer», el contra-poder, el doble-poder, la toma del poder institucional, la no-toma del poder institucional, la lucha por fuera de las instituciones, el apoyo crítico a tal gobierno, etc, etc. Poder popular puede significar la disputa de poder político por parte del pueblo, o el crecimiento de las organizaciones populares que se dedican a la lucha por reformas hasta tener la fuerza suficiente para dar el paso electoral , puede significar poder hacer para crear escuelas populares, cooperativas, emprendimientos autogestivos de salud, comunicación, alimentación, etc; que en la mayoría de los casos son impulsados por el Estado o no logran mantenerse al margen de este, e incluso en los casos más «radicales», de aparente total independencia del Estado, lejos de perturbar el orden capitalista no hacen más que gestionarlo y en ese aspecto son también parte del Estado. En Venezuela incluso se le agregó al nombre de cada ministerio el sufijo , y cuando Chávez murió lo lloraron desde burgueses a libertarios de apoyo crítico. Pero el chavismo y su oposición burguesa no son más que dos formas de gestión capitalistas, dos alternativas para mantener la marcha del Capital.

No nos importa delimitar sus propuestas sino afirmar que sus proyectos, aprovechando nuestras debilidades actuales como clase, niegan la revolución social como ruptura total para convertirla en un proceso de absorción o de reformas políticas donde las instituciones y sus funciones comenzarán a ser «del pueblo», de negar el carácter proletario de la revolución, de negar que es la burguesía quien tiene el poder. De lo que se trata es de destruir su poder, de negarlo, de imponerle la revolución total, de comprender que la necesidad de revolución no deriva de una idea abstracta sino de la generalización de todas nuestras necesidades y deseos humanos, y no en la unidad amorfa y etapista de las reivindicaciones convertidas en meras reformas separadas y clasificadas en politicas, económicas, culturales, ecológicas, de género, inmediatas, históricas.

Es tal el reformismo de estas tendencias que en muchos casos ni siquiera hablan ya de revolución sino de cambio social, de procesos de cambio. De este reformismo que todo lo separa surgen a su vez la invención de «nuevos sujetos de cambio» asignados a tal o cual , clasificaciones sociológicas otorgadas por académicos y políticos, que siempre utilizan para dividir, aislar y forzar al proletariado a someterse a la burguesía y mantener la explotación. Nos hablan de indígenas, estudiantes, mujeres, campesinos, trabajadores desocupados, precarizados, profesionales, clase media, intelectuales, del pueblo... En fin, de ciudadanos, y si justamente buscan ahí un sujeto de cambio es porque no quieren cambiar nada y mucho menos una revolución proletaria. Por el contrario, buscan la destrucción del proletariado y su programa, manteniendo intocables al Estado, a la democracia y sus derechos, al trabajo asalariado y la propiedad privada.

Los pocos que se atreven a hablar de clase trabajadora, obrera o explotada, lo hacen de manera apologética para seguir defendiendo el trabajo asalariado y conciben a la clase como la suma de todos esos sujetos o sectores populares que nos deberíamos unir tras uno u otro proyecto político que dará respuestas a cada sector en particular. ¡Nuevamente no es más que la noción socialdemócrata de revolución como mero cúmulo de reformas!

Donde más evidente se hace el carácter burgués de estos proyectos es cuando busca canalizar al proletariado en el latinoamericanismo, que no es más que una suma de nacionalismos, no es más que la defensa de los intereses de un grupo determinado de burgueses a través de un grupo de Estados. Todo Estado es imperialista por más débil que sea su economía nacional o atrasada su industria. En las guerras del Capital como en los mercados solo hay en juego intereses burgueses imperialistas y nunca los intereses del proletariado. La separación ideológica entre primer mundo-tercer mundo o «países desarrollados» y «en desarrollo» enfrenta a los proletarios entre sí, a la vez que confunde y destruye las tareas revolucionarias. La noción etapista de la revolución nos dice que en Latinoamérica hay que realizar las tareas democrático-burguesas desarrollando la industria nacional, fortaleciendo la democracia. Otra vez el cuento de la liberación nacional pero esta vez más a través de las urnas que de las armas.

Las críticas a estas tendencias son tan viejas como el enfrentamiento revolución-contrarevolución. A pesar de presentarse como novedoso, del siglo XXI, no son más que el viejo reformismo con una nueva cara, defendido tanto en nombre de la «revolución» como negando su necesidad. Pero la reforma es siempre, y en todos los casos, el arma de los enemigos, de los explotadores y los opresores contra las necesidades humanas. La revolución, la imposición y generalización de estas necesidades, no puede realizarse reformando esta sociedad basada en la explotacion, el el sacrificio, en la negacion mas brutal de la vida en favor de la valorización del Capital, sino única y exclusivamente mediante su destrucción violenta.

Las reformas y construcciones que propone el poder popular no es que sean incompletas o se queden a mitad de camino ¡es qué van en otra dirección! Pues son parte de la política de la burguesía para canalizar y negar la fuerza revolucionaria del proletariado y transformarla en fuerza productiva del capital.

Toda defensa de la economía nacional, se pinte o no de socialista, es la defensa de nuestra explotación.

Contra las alternativas de gestión burguesas, opongamos la organización y centralización de las luchas proletarias.

Ante la catástrofe capitalista hay un solo camino para la vida: la destrucción revolucionaria del trabajo asalariado y la mercancía.

por PROLETARIOS INTERNACIONALISTAS
Junio de 2013

www.proletariosinternacionalistas.org
proletariosinternacionlistas@yahoo.com

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miércoles, 19 de junio de 2013

Contra la suba del pasaje y el subsidio!

Atacar la miseria del transporte público es atacar la sociedad que nos trata de mercancía.

Cada día la misma canción. Suenan los despertadores y miles de personas, en un estado parecido al comático, se arrastran hacia las paradas para esperar su colectivo. Con un poco de suerte se pueden subir a la primera chatarra que pasa, que les transportara a su destino como sardinas en lata o como ganado en un camión, aunque más bien parecen un rebaño de ovejas.

Y ahí empieza la tremenda carrera de todos los días: lxs más jóvenes van a la escuela o el colegio, donde aprenden que en este mundo tendrán que obedecer y aburrirse. Aparte de domesticarlos, lxs profesorxs les enseñan algunas que otras habilidades que solo sirven para ser como los adultos. Esos que al bajar de sus colectivos empiezan sus tareas productivas. Algunos realizan laburo físico, otros se pasan llenando papeles en oficinas, los menos afortunados se ven obligados a vender cualquier estupidez en la calle, o pedir monedas para sobrevivir. Pocos son los que sienten que algún sentido tiene su trabajo. Largas horas después, apretados en colectivos,  la masa agotada vuelve a su casa. Al día siguiente se repite el mismo triste escenario.

En esta cadena de explotación, el transporte público es un eslabón esencial, que nos roba horas de nuestras vidas y nos deja frustrados y sin pasiones.

Últimamente, se mueven los que tienen la manija de este gran chantaje diario a los pobres. En marzo, los empresarios del transporte público pidieron un aumento del precio del pasaje. Estos mafiosos, expertos en la codicia que viajan confortablemente en camionetas, querían cobrar 2.500 guaraníes por su ‘servicio’ miserable. El gobierno, confrontado por un descontento amplio y algunas manifestaciones de protesta, ofreció un subsidio jugoso a los empresarios por cada boleto. Los transportistas rechazaron e iniciaron reguladas, pidiendo el pasaje a 2.600 y más subsidio. Y ahora chantajean a miles de personas con un paro general.

En ese punto sinceramente perdimos el hilo en el laberinto de negociaciones entre el gobierno, empresarios y sindicalistas en hoteles y ministerios. Pero de cualquier manera, es seguro que seguiremos viajando de la misma manera, obligados a ejecutar las mismas tareas aburridas que nos ofrece este mundo donde reina el dinero. A menos que digamos BASTA! Que dejemos de ser un engranaje bien aceitado de esta gran máquina capitalista. Resistir contra la suba del pasaje y el subsidio es un primer paso, como lo hicieron cientos de personas en el microcentro de Asunción en abril y junio, y lxs usuarixs enojadxs que cerraron la ruta en San Lorenzo durante el paro. Despertarse de la hipnosis colectiva de nuestros roles sociales (consumidor, estudiante, trabajador, vendedor ambulante, etc.) es el siguiente. La estatización del transporte público, como proponen partidos de izquierda, no nos parece una solución, ya que significa simplemente que otros gestionen la existencia vacía a que nos condenaron.

Solamente una furia emancipadora podrá acabar con esa forma moderna de esclavitud. Con un poco de creatividad podemos encontrar miles de maneras de enfrentar el chantaje que sufrimos. Pensemos en piquetes, que siempre han sido un arma del pueblo para retrasar la economía, escraches, movilización, sabotaje; solos o en grupo.

“Con un poco de práctica, podremos recorrer la calle de casa a la escuela, de la oficina al supermercado, del banco a la discoteca, con los ojos cerrados. […] Ha llegado la hora de romper con este ´nosotros´, reflejo de la única comunidad actual, la de la autoridad y la mercancía. Una parte de esta sociedad tiene absoluto interés en que el orden siga reinando; la otra, en que todo se derrumbe lo más rápido posible. Decidir de qué parte estar es el primer paso.” (Ai Ferri Corti)


# Extraído del Periódico Sin Permiso
# Asuncion, Paraguay. Junio de 2011*

* Al igual que la página de Hommodollars de acuerdo a los combates que se están dando en el Brasil, recordamos este panfleto sobre el tema, el problema siempre es el mismo... la lucha tambien!!!
(si alguien conoce actuales de Brasil que avise)

domingo, 16 de junio de 2013

Turquía: La represión desató un volcán.

El pasado viernes 31 de mayo, un grupo de ecologistas acampaba en la plaza Taskim, dentro del parque Gezi, situado en la capital turca de Estambul, en protesta contra la construcción de un complejo comercial. El proyecto incluye la construcción de la mezquita más grande del país y una réplica de un cuartel de la era otomana. Es impulsado desde gobierno e implica la tala de los árboles del parque, lugar emblemático de las movilizaciones sociales hasta la matanza de 36 obreros el 1º de mayo de 1977.

La policía del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, procedió a desalojar el acampe con gases lanzados de a pie y desde helicópteros; hidrantes; balas de gomas y palos. La represión fue feroz y destapó un volcán, que dio lugar a un masivo movimiento de repudio de la población y provocó la mayor movilización del país en los últimos veinte años. Desde Estambul hasta Ankara, se extendió al interior, especialmente a Adana e Izmit. También contó con llamados de huelgas de la Confederación de Sindicatos de Funcionarios, la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK) y la Confederación de Trabajadores Revolucionarios.

Como en Egipto, la masividad también se expresó en la unidad de la lucha callejera de las hinchadas de los tres principales clubes de fútbol rivales: Besiktas, Fenerbahce y Galatasaray. Un diario burgués se lamentaba dado que “por desgracia, los ultras turcos están acostumbrados a los gases lacrimógenos de la policía… se pueden convertir en un peligroso ejército de choque”.

Por el momento, el saldo de la represión fue de tres muertos: un joven de 22 años aplastado por una tanqueta en Estambul y otros dos, ambos de 20 años, por disparos de armas de fuego en la cabeza, en Estambul y en Antakya. Según la Asociación de Médicos de Turquía, hay más de 3.000 heridos, 15 de gravedad y fueron detenidas 1.700 personas, entre ellas 6 “twiteros” extranjeros: dos franceses, dos iraníes, un estadounidense y un griego.

El llamado “milagro turco”, que implicó un crecimiento económico del 5% anual en los últimos diez años, se basó en el proceso de privatizaciones que incluyó telecomunicaciones, red eléctrica, banco estatal, rutas, autopistas, puentes, ríos, lagos, estanques, la mayor empresa mundial de tabaco, fábrica de acero y aerolíneas de bandera nacional. Todo el proceso fue acompañado de una reforma laboral a medida, y fue posible por el apoyo que recibió el partido oficialista islamista de la Justicia y el Desarrollo (APK) durante las elecciones del 2007 y 2011 con el 47% y 50% respectivamente.

Turquía es una república laica, fundada en 1923, sobre las ruinas del imperio Otomano, por Mustafa Kemal Ataturk. El APK atacó desde el inicio la laicidad y las libertades democráticas. Hizo ingresar la religión en el espacio público. El velo islámico fue autorizado en algunas universidades. El virtuoso pianista Fazil Say fue condenado por blasfemia por una serie de twits en los que ironizaba sobre la religión. La semana pasada, el gobierno hizo votar una ley que prohíbe la venta de alcohol cerca de las mezquitas y las escuelas. Además, tuvo intentos de limitar el derecho al aborto o prohibir el adulterio. Y con la excusa de la lucha contra el terrorismo, lleva adelante una represión con miles de personas detenidas.

A pesar del llamado “milagro”, el salario promedio es de 570 euros, es decir menos de la mitad de un trabajador europeo. La combinación del ataque en el terreno económico y a las libertades democráticas, parece haber bajado el milagro a la tierra. Desatada la resistencia de los manifestantes, la bolsa de comercio acumuló una pérdida del 12% y las demandas ya no pasan por la anulación del proyecto urbanístico sino por la exigencia de la renuncia de Erdogan.

País aliado de EEUU en la zona, Turquía es miembro extra la OTAN desde 1952. En enero de este año, un primer contingente de 300 soldados alemanes y holandeses partió rumbo a Turquía para preparar el emplazamiento de misiles “Patriot” solicitados por Ankara a la OTAN.

Con la excusa de proteger a Turquía de ataques sirios, los misiles se estacionarán en las provincias de Adan, Kahramanmaras y Gaziantep, las que se encuentran a 60 y100 kilómetros de la frontera con Siria. El 18 de mayo hubo un ataque en Antakya, ciudad fronteriza en la que murieron 50 personas. Erdogan acusó a Siria y Damasco rechazó la acusación, responsabilizando a Erdogan. En este contexto, EEUU y la Unión Europea decidieron levantar la prohibición de venta de armamento al llamado “Ejército de liberación de Siria”.

“Tenemos varias opciones para defender nuestras fronteras, una de ellas es invocar al artículo 5 de la Alianza. La OTAN tiene la responsabilidad de defender las fronteras de Turquía, como país miembro del bloque”, dijo Erdogan al señalar que ello dependerá del desarrollo de la situación con Siria. El artículo 5 de la Alianza fue invocado solo una vez en la historia, tras los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos.

Los recientes acontecimientos colocan en stand by el armado del escenario para la invasión de Turquía a Siria. Pero, ni lerdo ni perezoso, en estos días Erdogan acusó a los manifestantes de estar manipulados por "terroristas" y descartó renunciar al polémico negocio de urbanización que desencadenó la revuelta.

Una vez más, vemos como la excusa de la “lucha contra el terrorismo” sirve para llevar adelante la política de represión tanto en el plano nacional como internacional. A los pueblos del mundo, nos queda organizarnos, resistir y movilizarnos contra la represión, en Turquía, en Argentina o donde sea que los estados repriman, en la perspectiva de dar la pelea para liberarnos de una vez por todas del látigo de los capitalistas.


# Boletín de CORREPI. Junio de 2013, región argentina.

martes, 11 de junio de 2013

[Turquía] Crónica, noticias y videos sobre las revueltas

Iktidar hayatı hedef aldığında, hayat direniş olur
(Cuando el Poder apunta a la Vida, la vida se convierte en resistencia)

Leer crónica, noticias en:

http://www.hommodolars.org/web/spip.php?article4917

Para mas novedades:
http://es.contrainfo.espiv.net/


Solidaridad con lxs rebeldes de Estocolmo (Suecia)

“No queremos solo un trozo del pastel;
queremos la pastelería entera… ¡reducida a cenizas!”
¡Solidaridad con lxs rebeldes de Estocolmo!

Durante cinco noches, personas de Estocolmo y sus alrededores tomaron las calles para expresar, de forma militante, su descontento por las injusticias del sistema y la sociedad que deriva de ellas. Después de años de intimidación de la policía, el colegio, las guarderías y otras instituciones estatales, el asesinato de una persona mayor por parte de la policía en el barrio periférico de Husby fue la gota que colmó el vaso.

Noche tras noche, gente colérica retomaba las calles rebelándose contra todo aquello que les oprime y aniquila a ellxs y sus vidas. Así, durante cinco noches, en Estocolmo y alrededores, 4 comisarías de policía, guarderías y colegios fueron atacados con piedras o fuego.  Se incendiaron alrededor de 100 coches y los maderos fueron bombardeados con piedras.

Para nosotrxs, esto no es ni algo desesperado, ni disturbios gratuitos. Para nosotrxs, ¡estos ataques apuntan a distintas formas de autoridad! La autoridad que, desde la infancia, obliga a la gente a cualquier tipo de productividad, desde la maternidad al colegio. Desde la apariencia física, a la vivienda y el trabajo. La autoridad que intenta apretar todos los pensamientos rebeldes dentro de disfraces de conformidad. Sin embargo, al final, este sistema de mierda simplemente no tiene suficiente espacio para todo el mundo, poco importa si el disfraz queda bien o no. Así, no nos sorprendimos al ver surgir debates sobre integración fracasada, sobre el débil nivel de educación y las pocas perspectivas laborales de la gente de los suburbios. Pero estas no son nuestras discusiones, ya que nosotrxs nos desenvolvemos sin los “beneficios” del Estado que toman forma de integración, de educación y trabajo, lo que no significa nada más que pacificación social, como podemos vivir totalmente sin los “beneficios” del Estado en forma de videovigilancia y policía.

La represión y la paz son dos caras de una misma moneda, la de la falsa libertad.

¡La imagen limpia de la Suecia social comienza a desmoronarse! ¡Por fin! En un país pacificado como Suecia, donde incluso el rollo DIY recibe fondos del Estado con la finalidad de que puedan comprarles las casas okupadas a los ayuntamientos con el objetivo de preservar la “paz social” y evitar la resistencia, la fachada comienza a derrumbarse y aparece el asqueroso racismo de Estado, el acoso cotidiano y, ahora, también el bucle durante días del discurso mediático increíblemente hipócrita sobre el llamado “cuarto mundo urbano”.

¡Nos alegramos por cada acto rebelde que escupe a la cara al sistema! Después de todo, ¡estamos encarceladxs dentro de una jaula que se autodenomina democracia! Detestamos a este Estado y a todos los que lo apoyan.
¡Solidaridad con todxs lxs insurgentes!
¡Un abrazo y fuerza para lxs rebeldes de Suecia!

¡Por la anarquía!


# Anónimo, Mayo de 2013
http://es.contrainfo.espiv.net/2013/06/02/solidaridad-con-lxs-rebeldes-de-estocolmo/