miércoles, 30 de abril de 2014

Panfleto 1° de Mayo


Los patrones nos quieren
trabajando y trabajando para exprimirnos la mayor ganancia posible

Los sindicatos nos quieren
sumisos para negociar con nuestras cabezas

El Estado nos quiere
reducidos a números en gráficos hechos por imbéciles, asi nos reprimen y asi nos ajustan

Los partidos nos quieren
votando en época de elecciones y como carne de cañón el resto del año

Las religiones nos quieren
arrodillados, siervos, fieles, como tontos que deben esperar el cielo mientras soportan la explotación en la Tierra

¡Nosotros no queremos más!
 

Somos el proletariado, es decir: los explotados y oprimidos de todo el planeta. Quienes tenemos que vender nuestro tiempo y fuerza para vivir, quienes no vivimos de las demás personas.
Nuestra existencia se opone al Capital, porque a mayor ganancia del capitalista mayor es nuestro sufrimiento. Así nos echan del laburo, nos acarrean de acá para allá, mandoneándonos, comparándonos con cosas, destruyéndonos en "accidentes de trabajo".
Nos une el trabajo (lo tengamos o no) y la imposibilidad de decidir sobre nuestras vidas. Pero también nos une ser lo que se opone a las ganancias.
Asumir ese rechazo nos hace fuertes y, en muchas ocasiones, en distintas partes del mundo hemos estallado de rabia: ocupando las calles, tomando lo que nos niegan, enfrentando a los guardianes de los ricos, haciendo huelga, sabotaje y organizándonos sin partidos ni sindicatos.
Un 1° de mayo como hoy, hace más de 100 años, les mostramos a los burgueses de lo que somos capaces cuando nos juntamos y hacemos temblar este maldito mundo de la economía. 

La lucha nos une y nos recuerda que la vida puede ser completamente distinta. Que podemos vivir sin Estado y sin Capital, que podemos vivir en Comunismo y Anarquía. 


# Los Amigos del Primero de Mayo, 2014


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domingo, 20 de abril de 2014

[Argentina] ¡Libertad a los petroleros de Las Heras!

El 12 de diciembre de 2013, el Poder Judicial de Santa Cruz condenó a cadena perpetua a cuatro trabajadores petroleros –Ramón Cortéz, José Rosales, Franco Padilla y Hugo González– y a otros seis a cinco años de prisión, por supuesta coacción agravada, lesiones y asesinato de
un policía.

El conflicto se remonta al año 2006, cuando los petroleros de Las Heras reclamaban por su encuadramiento sindical en la rama productiva que les corresponde y no en la UOCRA, para poder incorporarse a un convenio colectivo que cuenta con mejores escalas salariales y condiciones de trabajo. También demandaban la suba del mínimo no imponible, monto a partir del cual los asalariados tributan el impuesto a las ganancias.

Luego de 20 días de huelga y movilizaciones, el Poder Judicial ordenó la detención de varios trabajadores. Los petroleros reaccionaron marchando sobre la alcaldía a exigir su liberación, siendo brutalmente reprimidos. En circunstancias por demás confusas, murió un policía. Fueron apresados más de 17 trabajadores y acusados por desmanes y asesinato. La gendarmería instaló un clima de terror en la población a través de la militarización del pueblo de Las Heras.

Durante los tres años de detención (2006-2009) les arrancaron testimonios a través de tortura física y psicológica, con los que se rearmó la causa en el 2010, por la cual hoy el Estado intenta encarcelarlos de por vida.

Lo único que se demostró en el juicio fueron las torturas que sufrieron los condenados, actos que fueron justificados por el fiscal de la causa que minimizó las torturas, declarando que: “Darle un cachetazo o ponerle una bolsa en la cabeza a un testigo no implica decirle lo que tiene que decir”. En concordancia el tribunal hizo oídos sordos a las denuncias de torturas y dejó detenido a los procesados para que “reflexionen y recapaciten”.

Estos hechos no sólo sientan un precedente para el resto de los trabajadores a la hora de luchar por nuestras necesidades, sino que además desenmascaran el verdadero rol del Estado, reprimiéndonos ante cualquier conflicto que ponga en riesgo los intereses de quienes nos explotan. Y aunque en mayor o menor medida siempre demuestra esta cara, lo hace con mucha más violencia y contundencia cuando los conflictos se salen de los cauces impuestos para los trabajadores (sindicalismo y partidos).

Mientras esperan que la justicia se expida al respecto, los trabajadores no bajan los brazos. Pese a la indiferencia de los medios y al temor que intenta instalar el gobierno para desalentar las protestas, trabajadores en todo el mundo nos estamos manifestando y solidarizando con los petroleros de Las Heras porque no queremos ni vamos aceptar que nos exploten y encima nos pudran en sus cárceles.

¡Contra el Estado y sus cárceles!
¡Libertad a los petroleros de Las Heras!

# Abril de 2014, región argentina. Anónimo.