miércoles, 27 de noviembre de 2019
BOLIVIA: UNA MIRADA ANÁRQUICA SOBRE LAS PROTESTAS Y LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE INDÍGENA EVO MORALES
• EL FIN DE UN LIDERAZGO…
• PRIMER MOMENTO DE LAS PROTESTAS
• Y LA DERECHA?
• OTRO MOMENTO
• SOBRE LAS CONSTITUYENTES Y LA CONSTITUCIÓN
• SIEMPRE ES EL MOMENTO
Leer completo en:
https://anarquia.info/bolivia-una-mirada-anarquica-sobre-las-protestas-y-la-renuncia-del-presidente-indigena-evo-morales
o en:
https://vozcomoarma.noblogs.org/?p=23650
viernes, 22 de noviembre de 2019
EN TIEMPO DE REVUELTAS: CHILE Y ECUADOR
Nro. especial del boletín La Oveja Negra (Argentina. Noviembre de 2019)
Pdf para descargar
Índice:
• ¡VAMOS HACIA LA VIDA!
Reemergencia global de la lucha
Una acción común contra el Capital
• REVUELTA EN ECUADOR
Solidaridad
Represión y criminalización
Carta desde el pasado
Breve balance
Un mes después del Paro Nacional…
• REVUELTA EN CHILE
«¡Evade!»
¿Guerra?
¿Vuelta a la normalidad?
Sobre las asambleas constituyentes
Notas provisionales...
Esto no termina…
Cuadros:
Primer detenido bajo la Ley de Seguridad Interior del Estado por las revueltas de octubre: Roberto Campos
Izquierda en Ecuador, derecha en Chile
Contra el patriotismo
Anexos:
• Haití: ¡Viv Revolisyon!
• Bolivia: Revuelta y Golpe de Estado
Pdf para descargar
En distintas regiones del planeta estalla la revuelta proletaria, sincronizando el hartazgo, pero también la creatividad, la desobediencia, el amor y la rabia. Francia, Hong Kong, Irak, Ecuador, Chile, Líbano, Colombia, Bolivia, Haití son solo algunos de los países donde ahora mismo o en las últimas semanas se agudiza la lucha de clases.
Por compartir el mismo idioma y por cercanía, pero también por los testimonios de primera mano de compañeros, nos enfocaremos en Ecuador y Chile, siendo Chile además una situación sobresaliente. Sin embargo, no podemos dejar de hacer referencias a otras luchas que vienen de largo aliento como es el caso de Haití o Francia con los denominados “chalecos amarillos”.
Sin tampoco desmerecer otras más recientes como en el Líbano donde tras dos semanas de conflicto que significó cortes de calle en las principales entradas de la capital, mientras bancos, escuelas y universidades estaban cerrados, el primer ministro debió renunciar.
Sí, hemos dicho proletariado, hemos dicho lucha de clases. Aunque nos digan que es algo antiguo, anticuado. Y claro que es antiguo, el proletariado no es una nueva identidad en las góndolas de los supermercados, es una realidad social de hace siglos. Así de anticuados somos quienes día a día, debemos vender nuestra fuerza de trabajo esperando que alguien la compre y esclavizarnos por turnos para alquilar algún lugar, transportarnos, llenar la panza, comprar algún medicamento, distraernos y sobrevivir. Y también quienes no logramos venderla, los llamados “población sobrante”, que hacemos todo tipo de malabares para conseguir algo de dinero para seguir adelante.
Acá o allá nos hablan de derecha e izquierda, de neoliberalismo o populismo, de diferencias políticas, de patrias, pero ocultan lo esencial: el antagonismo de clases.Este significa la imposibilidad material de la coincidencia de necesidades e intereses con nuestros explotadores y gobernantes.
Por eso nos interesamos desde tan lejos sobre estos conflictos en curso. Simplemente porque el capitalismo es mundial y nuestra clase también. Pese a la aplastante paz social reinante de esta nueva transacción democrática en Argentina...
Sin tampoco desmerecer otras más recientes como en el Líbano donde tras dos semanas de conflicto que significó cortes de calle en las principales entradas de la capital, mientras bancos, escuelas y universidades estaban cerrados, el primer ministro debió renunciar.
Sí, hemos dicho proletariado, hemos dicho lucha de clases. Aunque nos digan que es algo antiguo, anticuado. Y claro que es antiguo, el proletariado no es una nueva identidad en las góndolas de los supermercados, es una realidad social de hace siglos. Así de anticuados somos quienes día a día, debemos vender nuestra fuerza de trabajo esperando que alguien la compre y esclavizarnos por turnos para alquilar algún lugar, transportarnos, llenar la panza, comprar algún medicamento, distraernos y sobrevivir. Y también quienes no logramos venderla, los llamados “población sobrante”, que hacemos todo tipo de malabares para conseguir algo de dinero para seguir adelante.
Acá o allá nos hablan de derecha e izquierda, de neoliberalismo o populismo, de diferencias políticas, de patrias, pero ocultan lo esencial: el antagonismo de clases.Este significa la imposibilidad material de la coincidencia de necesidades e intereses con nuestros explotadores y gobernantes.
Por eso nos interesamos desde tan lejos sobre estos conflictos en curso. Simplemente porque el capitalismo es mundial y nuestra clase también. Pese a la aplastante paz social reinante de esta nueva transacción democrática en Argentina...
Índice:
• ¡VAMOS HACIA LA VIDA!
Reemergencia global de la lucha
Una acción común contra el Capital
• REVUELTA EN ECUADOR
Solidaridad
Represión y criminalización
Carta desde el pasado
Breve balance
Un mes después del Paro Nacional…
• REVUELTA EN CHILE
«¡Evade!»
¿Guerra?
¿Vuelta a la normalidad?
Sobre las asambleas constituyentes
Notas provisionales...
Esto no termina…
Cuadros:
Primer detenido bajo la Ley de Seguridad Interior del Estado por las revueltas de octubre: Roberto Campos
Izquierda en Ecuador, derecha en Chile
Contra el patriotismo
Anexos:
• Haití: ¡Viv Revolisyon!
• Bolivia: Revuelta y Golpe de Estado
martes, 19 de noviembre de 2019
La fuerza de la ciénaga: Contra todo nacionalismo
Lo más destacado de la situación en Cataluña durante los últimos años no ha sido la movilización permanente, el número de personas que han participado en ella o el contenido de las reivindicaciones. Lo que resulta más llamativo es la ausencia de una contestación inequívoca al Procés que no venga desde posiciones nacionalistas españolas, en un juego de espejos entre imágenes reaccionarias. Las oposiciones firmes, desde posiciones de crítica social y revolucionaria, al movimiento nacionalista catalán se podrían contar con los dedos de una mano, siempre limitadas a tomas de posición de compañeros aislado.
Bien podríamos decir que el Tsunami ha afectado sobre todo a las filas de quien deberían haberse opuesto de forma inequívoca. Lo que queda de todo esto es un panorama desolador y una demostración más de lo insustancial y vacío de la crítica social de hoy en día.
Decía Paul Valéry que ya está todo dicho pero que la gente tiene tan mal oído que hay que repetirlo de nuevo. No es agradable recordar verdades de Perogrullo.
El llamado conflicto catalán tiene su origen en las disputas entre las oligarquías y burguesías de Barcelona y Madrid. Vamos, en como se reparten la plusvalía y los beneficios entre estos grupos mafiosos en un periodo de recursos escasos y de profunda crisis y transformación del capitalismo mundial.
El procedimiento de apelar al sentimiento de identidad nacional es el modo seguro de garantizarse el apoyo de importantes sectores sociales y el control absoluto de todo el movimiento, son sus reglas de juego, y el antídoto más eficaz para exorcizar lo que verdaderamente esta gente teme más: la lucha de clases. Para tantos grupos anarquistas y autoproclamados libertarios les debiera bastar echar una ojeada al pasado para ver como actúa esta misma burguesía cuando los de abajo osan cuestionar las relaciones sociales: sangre, fuego y metralla. Pensar estar en el mismo bando de esa gentuza debería hacer pensar a nuestros “antisistema”, pero esa verdad tan elemental sigue jugando al escondite con ellos.
Hay que tener mucho estómago para no sentir nauseas viendo abrazarse al tal Fernández (de una tal CUP) a Artur Mas, un icono de lo más reaccionario y corrupto de la oligarquía catalana. Desprovistos de lo accesorio, es decir de la política antiobrera y represiva de Mas, lo que une a ambos en representación de sus respectivas bandas es una misma Patria. Así está el mundo de los “antisistema”.
La burguesía catalana se ha apoyado en las llamadas clases medias (funcionarios, profesionales de los sectores “avanzados”, la intelectualidad académica, estudiantes, etc.) golpeadas por la crisis y fácilmente susceptibles de convertirse en una masa amorfa. Son el tonto útil de la sociedad capitalista, las capas que absorben de forma natural toda la ideología del sistema, con sus rituales a la productividad, la innovación, la modernización y su cacharrería tecnológica.
Que todas esas personas se sientan concernidas y vivan con pasión su compromiso nacionalista no quita para que toda la movilización haya sido organizada, orquestada y ejecutada desde arriba. Y a toque de pito.
No es un movimiento de base, donde la autoorganización y la creación de un programa de acción, aunque fuera con debilidades, ha surgido de un profundo tejido social. Quienes están en el puesto de mando han utilizado lo que les resulta consustancial a su naturaleza y está en consonancia con sus objetivos reaccionarios: la parte del aparato del estado que controlan. Es a partir del Govern, con sus Consellerias, los medios de comunicación públicos y los que subvencionan, las universidades, incluso con la aquiescencia de los cuerpos represivos, como se ha ido pergeñando el Procés.
Las organizaciones de la sociedad civil como la ómnium y la ANC son satélites vinculados a la iniciativa del aparato del Estado, aunque Ómnium venga de una larga trayectoria, y se han ido engordando a la sombra de los presupuestos generales de la Generalitat. Los mismos organismos de “base” como los CDR o más recientemente el “Tsunami Democratic” manejan unos recursos organizativos y tecnológicos muy por encima de lo habitual en estos tipos de movimientos, enlazando simultáneamente sus acciones con el aparato institucional del Estado.
Por si todo esto no fuera suficientemente significativo, amplios sectores de la patronal son los más encarnizados luchadores de la causa. El movimiento es marcadamente interclasista. En las manifestaciones van juntos el presidente de la patronal del sector sanitario (el mismo que en el gobierno de Artur Mas intentó destruir en provecho propio el sistema de sanidad pública) con los trabajadores sanitarios, el propietario de la mayor multinacional catalana (el de “Adelante, sin miedo Presidente”) y sus trabajadores precarizados hasta la extenuación.
Son tiempos difíciles, tiempos de desmemoria. Contemplar una melé informe de tipos con banderas rojas y rojinegras junto a sus empleadores, sosteniendo una “huelga de país” subvencionada por el Estado y la Patronal, es un espectáculo devastador. Incluso llegamos a echar de menos la dignidad de los viejos reformistas, como August Bebel, cuando en el parlamento Alemán fue aplaudido por la bancada conservadora y decía para sus adentros “ Qué habrás dicho, viejo Bebel”. Por lo visto nuestros “Antisistema” y Humanistas no tienen esa capacidad de sonrojo.
No le otorgamos al Estado el derecho a destruir a ninguna persona. Detestamos el sufrimiento infligido a los individuos, el sadismo punitivo del Estado, mucho más mediante penas de cárcel. Por ello no nos alegramos del encarcelamiento de nadie. Una de las tareas de una sociedad solidaria será abolir ese mecanismo de relación.
Justamente por ello a la hora de analizar el encarcelamiento de los líderes independentistas lo primero que hay que decir es que ellos antes de ser encarcelados fueron carceleros. La saña en la persecución contra los jóvenes que rodearon el Parlament, y de mil conflictos que se han dado durante estos últimos años, da cuenta de su naturaleza social y, porqué no, psicológica. Si alguien tiene dudas basta con recurrir a la prensa y ver que decían algunos encarcelados y sus abogados sobre todos estos acontecimientos.
Pero hay que reconocerles que ellos no incurren en ninguna contradicción: están dispuestos a utilizar toda la potencia represiva del aparato del Estado para preservar esta sociedad. Lo dicen por activa y por pasiva, lo que quieren es controlar en su totalidad ese aparato. Hasta donde les ha sido posible en su acción de gobierno, han orientado los esfuerzos de la policía patriótica (los Mossos) en esa dirección: priorizar el control de los sector sociales que pudieran poner, aunque sea de forma limitada, en cuestión el orden social: grupos anarquistas, ocupaciones, conflictos laborales descontrolados, asociaciones en defensa de las condiciones de vida, etc…Es decir, orientados a la represión social.
Incluso sintiendo empatía con su condición personal, habría que decir de forma clara que estos presos “No son nuestros presos”: porque lo que nos han aplicado en el pasado, nos ofrecen en el presente y nos tienen reservado para el futuro es la misma represión de la que ellos son víctimas ahora.
¿Alguien piensa que es casual que la mayoría de los nacionalistas condenados estuvieran en homenajes a los hermanos Badía? ¿Cabe un acto simbólico más explicito? Llegados a este punto, no queremos que haya ningún tipo de duda:
nosotros reivindicamos a quienes hicieron justicia con los Badía.
El nacionalismo es reaccionario y excluyente, el catalán no menos que el español, y es absolutamente incompatible con una propuesta de trasformación social que respete la igualdad y las diferencias culturales sin convertirse en entidades estatales. Lo que viene de matute en el movimiento nacionalista catalán, y muchos prominentes dirigentes no lo esconden, es la destrucción de una comunidad real multilingüe y multicultural. Es bueno advertirlo ahora, antes de que los rasgos nacionales “verdaderos” sean impuestos con procedimientos violentos. No debiera sorprender a nadie, a fin de cuentas el movimiento nacional catalán hace parte del auge de los nacionalismos en todo el mundo, especialmente en Europa. Es con estos, y no con las revueltas de Chile, Líbano, Haití, Honduras, etc…que cabe emparentar al nacionalismo Catalán. Dándole coherencia en el conjunto de la situación mundial.
Incluso cuando se enfrenta violentamente a la policía , en algunas ocasiones los Mossos son considerado de los “nuestros”, no aportan una perspectivas liberadora. Contrariamente a la apreciación de muchos grupos anarquistas y personas del mundo libertario no consideramos la lucha con la policía un valor en sí mismo. Lo que da sentido revolucionario a un enfrentamiento con el aparato represivo del Estado es con qué instituciones se desea reemplazar a las que se combate. Es ridículo pensar que quienes han impulsado y dirigido todo el movimiento nacionalista tenga ni el más mínimo propósito de darnos algo diferente a lo ya existente. Eso sí, bajo otra bandera.
El enfrentamiento con el estado no es un puro ejercicio de desahogo personal, como quien va al gimnasio.
No hay que hacer mucha memoria para recordar como numerosos movimientos reaccionarios han combatido contra la policía, incluso de forma encarnizada.
Siguiendo el dicho de los revolucionarios que nos precedieron, de que nuestro mayor enemigo es nuestra propia burguesía, nuestra oposición al nacionalismo catalán es frontal. Y lo es por motivos de principios. La sociedad que nos proponen es la misma en la que estamos ¡ y como podría ser algo diferente si ya son los amos de lo que hay!
Las tareas que tenemos ante nosotros nada tienen que ver con la construcción de nuevos Estados-Nación, ese atavismo regresivo que la burguesía y el capital agita en determinadas zonas del mundo, es expresión de su profunda decadencia social.
Habrá quienes piensen en los tacticismos, en no separarse del movimiento, en combatir ciertas debilidades e influir en ciertos sectores, en no tirar el niño con el agua. Lejos de conseguir resultados lo que se logrará es degradar la perspectiva liberadora, introduciendo como buenos conceptos y prácticas que hacen parte del Capital. No hay atajos. Solo vale afrontar la situación con honestidad y claridad.
La única tarea en que nos sentimos concernidos es en luchar contra esta sociedad del trabajo asalariado y la ley del valor, del Estado y las jerarquías, de la destrucción de las sociedades y de la naturaleza, de la feroz represión contra los que se atreven a chistar, de la mercantilización de todas las facetas de la vida.
Hoy, aquí, para poner en marcha esa perspectiva, aunque sea modestamente, pasa por combatir sin ambages el nacionalismo catalán.
Grupo Barbaria. 18 noviembre 2019
Bien podríamos decir que el Tsunami ha afectado sobre todo a las filas de quien deberían haberse opuesto de forma inequívoca. Lo que queda de todo esto es un panorama desolador y una demostración más de lo insustancial y vacío de la crítica social de hoy en día.
Decía Paul Valéry que ya está todo dicho pero que la gente tiene tan mal oído que hay que repetirlo de nuevo. No es agradable recordar verdades de Perogrullo.
El llamado conflicto catalán tiene su origen en las disputas entre las oligarquías y burguesías de Barcelona y Madrid. Vamos, en como se reparten la plusvalía y los beneficios entre estos grupos mafiosos en un periodo de recursos escasos y de profunda crisis y transformación del capitalismo mundial.
El procedimiento de apelar al sentimiento de identidad nacional es el modo seguro de garantizarse el apoyo de importantes sectores sociales y el control absoluto de todo el movimiento, son sus reglas de juego, y el antídoto más eficaz para exorcizar lo que verdaderamente esta gente teme más: la lucha de clases. Para tantos grupos anarquistas y autoproclamados libertarios les debiera bastar echar una ojeada al pasado para ver como actúa esta misma burguesía cuando los de abajo osan cuestionar las relaciones sociales: sangre, fuego y metralla. Pensar estar en el mismo bando de esa gentuza debería hacer pensar a nuestros “antisistema”, pero esa verdad tan elemental sigue jugando al escondite con ellos.
Hay que tener mucho estómago para no sentir nauseas viendo abrazarse al tal Fernández (de una tal CUP) a Artur Mas, un icono de lo más reaccionario y corrupto de la oligarquía catalana. Desprovistos de lo accesorio, es decir de la política antiobrera y represiva de Mas, lo que une a ambos en representación de sus respectivas bandas es una misma Patria. Así está el mundo de los “antisistema”.
La burguesía catalana se ha apoyado en las llamadas clases medias (funcionarios, profesionales de los sectores “avanzados”, la intelectualidad académica, estudiantes, etc.) golpeadas por la crisis y fácilmente susceptibles de convertirse en una masa amorfa. Son el tonto útil de la sociedad capitalista, las capas que absorben de forma natural toda la ideología del sistema, con sus rituales a la productividad, la innovación, la modernización y su cacharrería tecnológica.
Que todas esas personas se sientan concernidas y vivan con pasión su compromiso nacionalista no quita para que toda la movilización haya sido organizada, orquestada y ejecutada desde arriba. Y a toque de pito.
No es un movimiento de base, donde la autoorganización y la creación de un programa de acción, aunque fuera con debilidades, ha surgido de un profundo tejido social. Quienes están en el puesto de mando han utilizado lo que les resulta consustancial a su naturaleza y está en consonancia con sus objetivos reaccionarios: la parte del aparato del estado que controlan. Es a partir del Govern, con sus Consellerias, los medios de comunicación públicos y los que subvencionan, las universidades, incluso con la aquiescencia de los cuerpos represivos, como se ha ido pergeñando el Procés.
Las organizaciones de la sociedad civil como la ómnium y la ANC son satélites vinculados a la iniciativa del aparato del Estado, aunque Ómnium venga de una larga trayectoria, y se han ido engordando a la sombra de los presupuestos generales de la Generalitat. Los mismos organismos de “base” como los CDR o más recientemente el “Tsunami Democratic” manejan unos recursos organizativos y tecnológicos muy por encima de lo habitual en estos tipos de movimientos, enlazando simultáneamente sus acciones con el aparato institucional del Estado.
Por si todo esto no fuera suficientemente significativo, amplios sectores de la patronal son los más encarnizados luchadores de la causa. El movimiento es marcadamente interclasista. En las manifestaciones van juntos el presidente de la patronal del sector sanitario (el mismo que en el gobierno de Artur Mas intentó destruir en provecho propio el sistema de sanidad pública) con los trabajadores sanitarios, el propietario de la mayor multinacional catalana (el de “Adelante, sin miedo Presidente”) y sus trabajadores precarizados hasta la extenuación.
Son tiempos difíciles, tiempos de desmemoria. Contemplar una melé informe de tipos con banderas rojas y rojinegras junto a sus empleadores, sosteniendo una “huelga de país” subvencionada por el Estado y la Patronal, es un espectáculo devastador. Incluso llegamos a echar de menos la dignidad de los viejos reformistas, como August Bebel, cuando en el parlamento Alemán fue aplaudido por la bancada conservadora y decía para sus adentros “ Qué habrás dicho, viejo Bebel”. Por lo visto nuestros “Antisistema” y Humanistas no tienen esa capacidad de sonrojo.
No le otorgamos al Estado el derecho a destruir a ninguna persona. Detestamos el sufrimiento infligido a los individuos, el sadismo punitivo del Estado, mucho más mediante penas de cárcel. Por ello no nos alegramos del encarcelamiento de nadie. Una de las tareas de una sociedad solidaria será abolir ese mecanismo de relación.
Justamente por ello a la hora de analizar el encarcelamiento de los líderes independentistas lo primero que hay que decir es que ellos antes de ser encarcelados fueron carceleros. La saña en la persecución contra los jóvenes que rodearon el Parlament, y de mil conflictos que se han dado durante estos últimos años, da cuenta de su naturaleza social y, porqué no, psicológica. Si alguien tiene dudas basta con recurrir a la prensa y ver que decían algunos encarcelados y sus abogados sobre todos estos acontecimientos.
Pero hay que reconocerles que ellos no incurren en ninguna contradicción: están dispuestos a utilizar toda la potencia represiva del aparato del Estado para preservar esta sociedad. Lo dicen por activa y por pasiva, lo que quieren es controlar en su totalidad ese aparato. Hasta donde les ha sido posible en su acción de gobierno, han orientado los esfuerzos de la policía patriótica (los Mossos) en esa dirección: priorizar el control de los sector sociales que pudieran poner, aunque sea de forma limitada, en cuestión el orden social: grupos anarquistas, ocupaciones, conflictos laborales descontrolados, asociaciones en defensa de las condiciones de vida, etc…Es decir, orientados a la represión social.
Incluso sintiendo empatía con su condición personal, habría que decir de forma clara que estos presos “No son nuestros presos”: porque lo que nos han aplicado en el pasado, nos ofrecen en el presente y nos tienen reservado para el futuro es la misma represión de la que ellos son víctimas ahora.
¿Alguien piensa que es casual que la mayoría de los nacionalistas condenados estuvieran en homenajes a los hermanos Badía? ¿Cabe un acto simbólico más explicito? Llegados a este punto, no queremos que haya ningún tipo de duda:
nosotros reivindicamos a quienes hicieron justicia con los Badía.
El nacionalismo es reaccionario y excluyente, el catalán no menos que el español, y es absolutamente incompatible con una propuesta de trasformación social que respete la igualdad y las diferencias culturales sin convertirse en entidades estatales. Lo que viene de matute en el movimiento nacionalista catalán, y muchos prominentes dirigentes no lo esconden, es la destrucción de una comunidad real multilingüe y multicultural. Es bueno advertirlo ahora, antes de que los rasgos nacionales “verdaderos” sean impuestos con procedimientos violentos. No debiera sorprender a nadie, a fin de cuentas el movimiento nacional catalán hace parte del auge de los nacionalismos en todo el mundo, especialmente en Europa. Es con estos, y no con las revueltas de Chile, Líbano, Haití, Honduras, etc…que cabe emparentar al nacionalismo Catalán. Dándole coherencia en el conjunto de la situación mundial.
Incluso cuando se enfrenta violentamente a la policía , en algunas ocasiones los Mossos son considerado de los “nuestros”, no aportan una perspectivas liberadora. Contrariamente a la apreciación de muchos grupos anarquistas y personas del mundo libertario no consideramos la lucha con la policía un valor en sí mismo. Lo que da sentido revolucionario a un enfrentamiento con el aparato represivo del Estado es con qué instituciones se desea reemplazar a las que se combate. Es ridículo pensar que quienes han impulsado y dirigido todo el movimiento nacionalista tenga ni el más mínimo propósito de darnos algo diferente a lo ya existente. Eso sí, bajo otra bandera.
El enfrentamiento con el estado no es un puro ejercicio de desahogo personal, como quien va al gimnasio.
No hay que hacer mucha memoria para recordar como numerosos movimientos reaccionarios han combatido contra la policía, incluso de forma encarnizada.
Siguiendo el dicho de los revolucionarios que nos precedieron, de que nuestro mayor enemigo es nuestra propia burguesía, nuestra oposición al nacionalismo catalán es frontal. Y lo es por motivos de principios. La sociedad que nos proponen es la misma en la que estamos ¡ y como podría ser algo diferente si ya son los amos de lo que hay!
Las tareas que tenemos ante nosotros nada tienen que ver con la construcción de nuevos Estados-Nación, ese atavismo regresivo que la burguesía y el capital agita en determinadas zonas del mundo, es expresión de su profunda decadencia social.
Habrá quienes piensen en los tacticismos, en no separarse del movimiento, en combatir ciertas debilidades e influir en ciertos sectores, en no tirar el niño con el agua. Lejos de conseguir resultados lo que se logrará es degradar la perspectiva liberadora, introduciendo como buenos conceptos y prácticas que hacen parte del Capital. No hay atajos. Solo vale afrontar la situación con honestidad y claridad.
La única tarea en que nos sentimos concernidos es en luchar contra esta sociedad del trabajo asalariado y la ley del valor, del Estado y las jerarquías, de la destrucción de las sociedades y de la naturaleza, de la feroz represión contra los que se atreven a chistar, de la mercantilización de todas las facetas de la vida.
Hoy, aquí, para poner en marcha esa perspectiva, aunque sea modestamente, pasa por combatir sin ambages el nacionalismo catalán.
Grupo Barbaria. 18 noviembre 2019
jueves, 14 de noviembre de 2019
Sobre Bolivia
Sobre todo lo que se está proclamando acerca de la situación en Bolivia
vamos juntando algunos artículos que puedan ayudarnos a comprender lo que
está pasando. Sin
recurrir a golpes de efectos del ámbito meramente simbólico ni al típico comodín
del fascismo para que nos agrupemos detrás de los gobiernos
progre-extractivistas de América Latina.
Bolivia: un levantamiento popular aprovechado por la ultraderecha
Raúl Zibechi (11/11/2019)
Bolivia y los organizadores de derrotas
Rolando Astarita (13/11/2019)
Bolivia: si esto es el cambio el cambio es una mierda
Grupo Comunista Internacionalista (2011)
A subrayar en la lucha del proletariado en Bolivia
Grupo Comunista Internacionalista (2004)
Un reporte vecinal desde la Ladera Oeste: Un día histórico y una noche de zozobra y organización vecinal en La Paz
Desconocido (11/11/2019)
Bolivia: La Noche de los cristales rotos
María Galindo (11/11/2019)
Las juntas vecinales de El Alto le declaran la guerra al golpe de Estado en Bolivia
Martín Cúneo (11/11/2019)
Otra noche de terror
A.C. (12/11/2019)
Cría cuervos…
Lxs políticxs y empresarixs utilizan a sus fuerzas de ocupación policiales o militares, eso no es un misterio, son las fuerzas del orden instituido. El orden de la propiedad privada y el mercado tiene sus defensas bien entrenadas. El progresismo en la región quiso usar según conveniencia estas fuerzas para imponerse en vez de desarmarlas, entendieron bien que ningún orden basado en la explotación se sostiene sin la coerción de lxs explotadxs. Historia conocida y repetida, la izquierda produjo nuevas élites de “compañerxs”, burocracia, maridaje con el capitalismo financiero y claro, represión, acomodo y reproducción de las desigualdades. Las luchas u organizaciones sociales fueron diezmadas ya sea a través de la represión o la recuperación. El relato de un capitalismo sensato, manejable, y de riquezas infinitas y redistribuibles le funcionó durante un tiempo mezclándolo con un nuevo socialismo regional. Ahora el progresismo ha bajado los anhelos, llama a defender al jefe menos malo, a su capitalismo más humano y a sus acomodadxs menos liberales.
O pierden en las urnas en el maquiavélico juego de la democracia, o son, como ahora, "victimas" de la confabulación derechista pero nunca según ellxs mismxs, son responsables de los avances del sujeto-empresa, las mafias y los conglomerados asesinos. Mientras muchxs acá llaman ahora desesperadxs a votar al gestor más humano no nos queda otra que remarcar que sin cambios profundos la experiencia de sus gobiernos demuestra que han sido la corredera perfecta para la potenciación del capitalismo. Y bien se aseguraron de proteger los privilegios, ley anti terrorista, PPP, militarización, contaminación. Responsabilidades que seguramente no quieran asumir pero que pagaremos todxs los próximos años. Leal, ese personaje siniestro, viendo que se les escapa la victoria electoral dijo ahora que quiere 2000 efectivos más de la guardia republicana en la calle. Querer quedar bien con el electorado más reaccionario en un desesperado intento de remontada es poco para aquellxs que se han casado totalmente con el mundo del poder, la jerarquía y el mercado. Mientras las élites y lxs que quieren ser élites se pelean, nuevamente será la gente la que dejará el cuerpo.
Sin resistencias fuertes y autónomas las personas comunes se convierten en “carne para especular” de lxs políticxs y militares. El Estado chileno intenta frenar a lxs indignadxs que protestan, quitando ojos, encerrando y torturando, el Estado ecuatoriano, el Estado nicaragüense, el Estado venezolano, el Estado haitiano, el Estado peruano, el boliviano…no importa si de derecha o izquierda, un patrón siempre es un patrón. Y claro, las oposiciones políticas y otros poderes con sus propios intereses también hacen su juego, conspiran, intervienen, compran y atacan. El propio juego del poder capitalista quiere que aceptemos dos bandos que se disputan la jefatura de nuestras vidas y es hora de mostrar que no queremos ningún jefe. Ningún gobierno dará la “salvación” al pueblo, el problema es el capitalismo y el Estado. Sus ejércitos y policías los defienden y defenderán siempre. América ahora está en llamas. En toda guerra lxs únicxs que ganan son lxs ricxs, otra cosa deberá pasar.
Lo más responsable hoy es la revolución social, lo más sensato hoy es interrumpir la normalidad de la muerte. Romper el ciclo y crear formas de vida sin lucro y sin poder. Lo más sano hoy es no ser indiferente y meterse, analizar, actuar y cambiar la vida. La respuesta está en las calles.
Anarquistas
12 de noviembre 2019. Uruguay
ALERTA BOLIVIA
Somos anarquistas no apoyamos ningún gobierno.
A pesar de esto queremos mencionar que en Bolivia ni ha triunfado el pueblo ni tampoco la presión popular hizo renunciar a evo morales.
Los únicos que han triunfado son la clase alta y sus movimientos golpistas y racistas, apoyados por los militares y la policía dirigidos por el fascista de Trump desde la casa blanca.
Este es un golpe de estado racista una ofensiva contra las organizaciones sociales indigenas, se estan quemando sus sedes y sus banderas y asediando sexualmente a las mujeres quienes estan siendo en estos momentos perseguidos en las calles por los grupos de la ultraderecha, ademas se amenazo no solo con quemar la casa del presidente sino que también la de dirigentes indígenas y dirigentes sociales, quienes dada la presión de que estaban en peligro sus vidas y familias terminan con el desplome del gobierno boliviano, tratando de evitar así un mayor derramamiento de sangre.
Aunque los medios de comunicación bolivianos estén al servicio de los poderosos, nos han llegado audios y testimonios de compañeras indígenas de movimientos feministas que están siendo amedrentadas y perseguidas ellas están resistiendo como pueden, fuerza para ellas.
Sabemos con la suciedad que ópera el fascismo y el imperialismo también sabemos que Trump tiene mucho interes en apropiarse de las diversas riquezas naturales de bolivia y que el gobierno de evo era un obstáculo para ellos así como también para el control de los EE.UU. sobre la región.
Pero independiente de las disputas entre los gobernantes es el pueblo y lxs indígenas los que siempre ponen los muertos.
Esperamos que en BOLIVIA los nefastos de siempre no hagan de las suyas y lo mínimo al menos que se constituyan las asambleas y la autoorganización de los pueblos para impedir que se le entregue el poder a las oligarquías nuevamente.
Sabemos que el enemigo es fuerte y cuenta con armas y financiamiento desde acá solo podemos con rabia y dolor difundir lo que esta pasando en BOLIVIA ya que acá el fascismo tambien pretende amedrentarnos, ante todo seguiremos en las calles loa pobres de América latina unidos contra los malditos que pretenden aplastarnos.
EN BOLIVIA NO HA TRIUNFADO EL PUEBLO.
EN BOLIVIA TRIUNFO EL FASCISMO.
Autor desconocido
11 de noviembre 2019. Bolivia
Este es un golpe de estado racista una ofensiva contra las organizaciones sociales indigenas, se estan quemando sus sedes y sus banderas y asediando sexualmente a las mujeres quienes estan siendo en estos momentos perseguidos en las calles por los grupos de la ultraderecha, ademas se amenazo no solo con quemar la casa del presidente sino que también la de dirigentes indígenas y dirigentes sociales, quienes dada la presión de que estaban en peligro sus vidas y familias terminan con el desplome del gobierno boliviano, tratando de evitar así un mayor derramamiento de sangre.
Aunque los medios de comunicación bolivianos estén al servicio de los poderosos, nos han llegado audios y testimonios de compañeras indígenas de movimientos feministas que están siendo amedrentadas y perseguidas ellas están resistiendo como pueden, fuerza para ellas.
Sabemos con la suciedad que ópera el fascismo y el imperialismo también sabemos que Trump tiene mucho interes en apropiarse de las diversas riquezas naturales de bolivia y que el gobierno de evo era un obstáculo para ellos así como también para el control de los EE.UU. sobre la región.
Pero independiente de las disputas entre los gobernantes es el pueblo y lxs indígenas los que siempre ponen los muertos.
Esperamos que en BOLIVIA los nefastos de siempre no hagan de las suyas y lo mínimo al menos que se constituyan las asambleas y la autoorganización de los pueblos para impedir que se le entregue el poder a las oligarquías nuevamente.
Sabemos que el enemigo es fuerte y cuenta con armas y financiamiento desde acá solo podemos con rabia y dolor difundir lo que esta pasando en BOLIVIA ya que acá el fascismo tambien pretende amedrentarnos, ante todo seguiremos en las calles loa pobres de América latina unidos contra los malditos que pretenden aplastarnos.
EN BOLIVIA NO HA TRIUNFADO EL PUEBLO.
EN BOLIVIA TRIUNFO EL FASCISMO.
Autor desconocido
11 de noviembre 2019. Bolivia
martes, 5 de noviembre de 2019
LA NORMALIDAD DEL CAPITAL ESTALLA. LA REVUELTA NO TIENE FRONTERAS
Todo Estado es represor, todo intento por vivir plenamente y encontrarnos como comunidad humana liberados de la dictadura de la economía será fuego que
intentarán apagar.
La lucha de quienes quieren romper con la normalidad capitalista es mundial.
Quienes desde la distancia observamos las revueltas que explotan en diferentes regiones del planeta (Ecuador, Haití, Chile, Líbano, Irak, Hong Kong, por nombrar solo algunas de las más visibles en las últimas semanas), tenemos nuestro corazón con las hermanas y hermanos en lucha, atentos a la posibilidad palpable de que se haga trizas un sistema que se muestra monolítico, que niega y oculta toda posibilidad de ruptura. Hasta ahora, los dueños y administradores de la sociedad capitalista (empresarios, gobiernos, partidos políticos y sus esbirros) no han hecho más que convertir las necesidades de las y los explotados en políticas que garanticen la libertad de movimiento y constante reproducción del capital. No es posible esperar de ellos nada más.
Los recientes saludos y deseos de cooperación mutuo entre el presidente que rige el Estado chileno y el electo presidente de Argentina son una muestra clara de como la burguesía practica con su clase la solidaridad internacional que tanto
nos cuesta a veces practicar como proletariado. En tal sentido no podemos olvidar que los gobiernos progresistas de Lula da Silva, Rafael Correa, Michelle Bachelet, Néstor Kirchner, Evo Morales, entre otros, enviaron a sus ejércitos como “fuerzas de paz” a Haití para realizar tareas de contención y represión social a principios de éste siglo. Esas mismas fuerzas hoy se despliegan en nuestras calles y territorios para controlar y reprimir a las comunidades en revuelta.
Tenemos involucradas en todas estas luchas nuestros cuerpos y corazones.
Sabemos que no basta con un apoyo discursivo bajo la ilusión de la normalidad capitalista, nuestra mejor forma de solidarizar es luchar contra el mismo sistema que nos oprime en todos los rincones del planeta, en Chubut como en Antofagasta, en Guayaquil como en Puerto Príncipe el Estado y el Capital nos oprimen y reducen nuestra vida a la producción y consumo de mercancías, en desmedro de nuestras propias vidas y de todo cuanto nos rodea
Tal vez serán años los que se extiendan estas luchas y resistencias, el ajuste económico que experimentamos es mundial y mundial debe ser nuestra lucha por hacer de la resistencia a su imposición la posibilidad de una nueva vida, que nos encuentre organizados como comunidad de lucha. Saludamos a las regiones y a las hermanas y hermanos que hoy vuelven a hacer visible esta posibilidad.
Salud siempre a la lucha proletaria internacional!
Anónimo
Buenos Aires, 2 de noviembre de 2019
Carta de Chile
Lo que está pasando ha sido tan hermoso. Ya van dos semanas del levantamiento que nos ha permitido sacudirnos el miedo, la indolencia y la frustración de vivir bajo la dictadura del dinero y encontrarnos como seres humanos, más allá de todas las identificaciones que nos habían mantenido separados.
La insurrección y su generalización espontánea desde el comienzo expresó en actos su crítica al modo de vida capitalista expropiando y destruyendo los símbolos del capitalismo y el Estado (supermercados, farmacias, bancos, comisarías, edificios de municipalidades, etcétera). Las demandas son muchísimas, tantas, que todos saben que lo que se necesita aquí es un cambio estructural. En las calles se escucha “ya nada volverá a ser igual”. El deseo de vivir de todos ha renacido en la aventura de la lucha anti-sistémica
La precarización que se vive en este territorio, y contra la que este movimiento se alza, no es producto de medidas de austeridad, aquí nunca hubo tal cosa como un Estado de bienestar, sino que es el resultado del saqueo a manos del Estado-capital. Chile, como seguramente sabes, es una de las cunas del neoliberalismo. El dictador Pinochet vendió todo: el agua, la salud, las jubilaciones, la educación, las carreteras, el mar, etcétera. Y la democracia que vino después consolidó este sistema social y económico.
Pero a costa de haber sufrido continuas humillaciones y abusos a manos de los políticos y empresarios, se ha ido agudizando la conciencia de todos. Uno de los eslóganes de la insurrección es “No son 30 pesos [el incremento del boleto del metro que desató este levantamiento fue de 30 pesos, es decir, de un 4%], son 30 años” en alusión a la época de la “transición a la democracia” [1989 es el año del primer presidente de la democracia luego de la dictadura]. Esta frase -que los mapuche han hecho suya diciendo “No son 30 pesos, son más de 500 años”- expresa la conciencia de que la dictadura de Pinochet y el régimen democrático corresponden a dos caras de la dictadura del capital de la cual el Estado, y los políticos y especialistas que pululan en torno a él, no son más que meros ejecutores.
Por eso, otra de las características de este movimiento es la total ausencia de partidos políticos. Aunque quienes detractan el movimiento, llegan a decir cosas tan ridículas como que Rusia, Venezuela o Cuba nos están dando órdenes a través de la facción izquierdista de acá, lo cierto es que en las protestas solo se ven banderas de Chile, banderas de pueblos indígenas y banderas de equipos de fútbol. Desde el gobierno están desesperados por fabricar a los representantes del movimiento, las voces autorizadas con las que pueda negociar. Están buscando entre las organizaciones sindicales y sociales y también convocando asambleas ciudadanas. Hasta ahora nadie se ha atrevido a ponerse en ese rol. La masividad y diversidad de este movimiento es un antídoto contra cualquier intento de recuperación.
Ya van más de 4000 detenidos (entre ellos más de 400 infantes y adolescentes) y más de 1300 personas heridas por armas de fuego. Hay más de 100 querellas por torturas y una veintena por violencia sexual de parte de la policía. Según las cifras oficiales, hay 23 muertos y más de 140 personas que presentan algún tipo de lesión ocular. 26 de ellos perdieron la visión de un ojo. (Cuando leí en el texto censurado por Le Monde que en Francia también la policía había estado sacando ojos me sorprendió mucho darme cuenta de que comparten técnicas de represión).
Apenas habían pasado algunas horas de la insurrección -que le costó muy caro a los grandes capitalistas, aunque no se compara con el monto de sus robos- el Estado declaró “estado de excepción”, lo que le permitió imponer toques de queda y sacar a los militares a las calles a reprimir junto con la policía. Hace una semana que el estado de excepción se levantó, pero eso no ha hecho decaer la represión. La policía sigue usando armas antidisturbios en las protestas (eso solo fue implementado en estas manifestaciones) y continuan haciendo detenciones masivas y selectivas.
Desde todos los sectores políticos y la televisión nos dicen que podemos manifestarnos “siempre y cuando sea pacífico”. (Algunos buenos ciudadanos se han apropiado de los chalecos amarillos que se usaron en las protestas en Francia para distinguirse como aliados de la policía y tienen sus propias técnicas para mantener el orden). Pero incluso cuando las personas se manifiestan de la manera menos ofensiva y más cultural, la policía reprime con fuerza. Tienen pavor a que pasemos mucho tiempo juntos…
El Estado tiene las manos llenas de sangre y nos dice que lo hace para darnos paz. Son muy pocos quienes le creen y, a pesar de la enorme violencia que ha usado, nadie le tiene miedo. De hecho, han proliferado núcleos que practican de manera extendida la violencia ofensiva y la autodefensa contra las “fuerzas del orden” en las manifestaciones.
Y es que la mayoría sentimos que no tenemos nada que perder. Por todos lados vemos que no hay futuro en esta sociedad. Por una parte, la televisión no deja de inundarnos con noticias sobre la catástrofe ambiental que luego nos quiere hacer olvidar mostrándonos publicidad de cosas que no podemos comprar. Por otra, vemos que ser anciano en este Chile es un infierno. La gente puede trabajar toda su vida y jubilarse con una pensión miserable. De hecho, los ancianos tienen que seguir trabajando hasta morir y no estoy exagerando. Hace 5 años atrás hizo noticia un caso de un jardinero que trabajaba frente al Palacio de La Moneda (sede del presidente) y que murió sentado en una banca en la misma plaza que se había pasado limpiando los últimos años de su vida. Tenía 80 años.
Hay quienes quieren encauzar esta irrupción en la creación de una nueva constitución. La que tenemos viene de la época de Pinochet y es la que avala el saqueo. La demanda de una asamblea constituyente para generar la nueva constitución es algo que resuena cada vez más entre ciertos grupos. A veces temo que si se concediera eso se terminaría secando la potencia de este movimiento. Pero, por otro lado, pienso que tal constitución, si realmente respondiera a las múltiples demandas del pueblo, implicaría tal modificación del orden de cosas que sería otro Chile donde tal vez la propia constitución ya no tendría sentido de existir: esta revuelta está cuestionando intuitivamente los cimientos de la estructura social capitalista.
Este momento parece ser la única tierra fértil. Y por unos días todo ha parecido posible. Han aparecido muchas asambleas autoconvocadas en los vecindarios. Ciertas ciudades golpeadas por la contaminación de las industrias extractivistas han confrontado a los grandes capitales y detenido sus faenas, etcétera. Ver brotar esa organización espontánea ha sido muy apasionante.
Las manifestaciones continuan siendo masivas y parecen una fiesta. La gente se ve más contenta en las calles tomadas, las personas bailan, cantan, comparten ideas, comidas, sonrisas. Nadie sabe cómo irá a seguir esto. Por el momento, seguimos disfrutando de habernos encontrado, apostando por la potencia de vernos y sentirnos.
¿Qué hace falta para avanzar en la destrucción de este orden que parece que se viene a abajo sin nuestra intervención? ¿Solo se trata de vivir nuestras vidas a contracorriente de las demandas del capital? ¿No intentar derrocar el sistema en su conjunto, sino que dedicarnos a construir, entre estas ruinas, nuestra organización, aquí y ahora, con todos los límites y potenciales de las circunstancias?
Autor y lugar desonocidos. 1 de noviembre de 2019
extraído de http://comunizar.com.ar/carta-chile/
sábado, 2 de noviembre de 2019
[CHILE] NUEVO BLOG: VAMOS HACIA LA VIDA
Vamos hacia la vida. Documentos desde el corazón de la revuelta en Chile 2019
hacialavida.noblogs.org
Vamos hacia la vida es un blog que nace a partir de la necesidad de difusión de los materiales que van surgiendo al calor de la revuelta de la región chilena de la primavera del 2019.
Nuestro criterio de difusión es el de material anticapitalista y autónomo, por fuera y en contra del Estado y de las instituciones que pretendan capitalizar y cooptar la lucha de nuestra clase contra todo aquello que le niega la vida.
Hemos compilado el material producido hasta ahora por distintxs compañerxs en distintas latitudes de la región en orden cronológico. De la misma forma, esperamos seguir publicando y difundiendo el material que vayamos recogiendo y recibiendo.
Vamos hacia la vida es un blog que nace a partir de la necesidad de difusión de los materiales que van surgiendo al calor de la revuelta de la región chilena de la primavera del 2019.
Nuestro criterio de difusión es el de material anticapitalista y autónomo, por fuera y en contra del Estado y de las instituciones que pretendan capitalizar y cooptar la lucha de nuestra clase contra todo aquello que le niega la vida.
Hemos compilado el material producido hasta ahora por distintxs compañerxs en distintas latitudes de la región en orden cronológico. De la misma forma, esperamos seguir publicando y difundiendo el material que vayamos recogiendo y recibiendo.
* Nota de Panfletos Subversivos: Hasta el momento veníamos compilado los panfletos de la revuelta en Chile aquí, ya habiendo un sitio web dedicado a ello no tiene sentido duplicar cada entrada, así que mejor visitar Vamos hacia la vida.
[PODCAST] CHILE & CATALUNYA
Programa 40 de Temperamento: ESPECIAL TESTIMONIOS Y REFLEXIONES DESDE CHILE y CATALUNYA. CRITICA AL NACIONALISMO
http://blog.temperamento-radio.com/2019/11/02/https-archive-org-download-temperamento40-temperamento40-mp3/
Suscribirse a:
Entradas (Atom)