“No queremos solo un trozo del pastel;
queremos la pastelería entera… ¡reducida a cenizas!”
¡Solidaridad con lxs rebeldes de Estocolmo!
Durante cinco noches, personas de Estocolmo y sus alrededores tomaron las calles para expresar, de forma militante, su descontento por las injusticias del sistema y la sociedad que deriva de ellas. Después de años de intimidación de la policía, el colegio, las guarderías y otras instituciones estatales, el asesinato de una persona mayor por parte de la policía en el barrio periférico de Husby fue la gota que colmó el vaso.
Noche tras noche, gente colérica retomaba las calles rebelándose contra todo aquello que les oprime y aniquila a ellxs y sus vidas. Así, durante cinco noches, en Estocolmo y alrededores, 4 comisarías de policía, guarderías y colegios fueron atacados con piedras o fuego. Se incendiaron alrededor de 100 coches y los maderos fueron bombardeados con piedras.
Para nosotrxs, esto no es ni algo desesperado, ni disturbios gratuitos. Para nosotrxs, ¡estos ataques apuntan a distintas formas de autoridad! La autoridad que, desde la infancia, obliga a la gente a cualquier tipo de productividad, desde la maternidad al colegio. Desde la apariencia física, a la vivienda y el trabajo. La autoridad que intenta apretar todos los pensamientos rebeldes dentro de disfraces de conformidad. Sin embargo, al final, este sistema de mierda simplemente no tiene suficiente espacio para todo el mundo, poco importa si el disfraz queda bien o no. Así, no nos sorprendimos al ver surgir debates sobre integración fracasada, sobre el débil nivel de educación y las pocas perspectivas laborales de la gente de los suburbios. Pero estas no son nuestras discusiones, ya que nosotrxs nos desenvolvemos sin los “beneficios” del Estado que toman forma de integración, de educación y trabajo, lo que no significa nada más que pacificación social, como podemos vivir totalmente sin los “beneficios” del Estado en forma de videovigilancia y policía.
La represión y la paz son dos caras de una misma moneda, la de la falsa libertad.
¡La imagen limpia de la Suecia social comienza a desmoronarse! ¡Por fin! En un país pacificado como Suecia, donde incluso el rollo DIY recibe fondos del Estado con la finalidad de que puedan comprarles las casas okupadas a los ayuntamientos con el objetivo de preservar la “paz social” y evitar la resistencia, la fachada comienza a derrumbarse y aparece el asqueroso racismo de Estado, el acoso cotidiano y, ahora, también el bucle durante días del discurso mediático increíblemente hipócrita sobre el llamado “cuarto mundo urbano”.
¡Nos alegramos por cada acto rebelde que escupe a la cara al sistema! Después de todo, ¡estamos encarceladxs dentro de una jaula que se autodenomina democracia! Detestamos a este Estado y a todos los que lo apoyan.
¡Solidaridad con todxs lxs insurgentes!
¡Un abrazo y fuerza para lxs rebeldes de Suecia!
¡Por la anarquía!
queremos la pastelería entera… ¡reducida a cenizas!”
¡Solidaridad con lxs rebeldes de Estocolmo!
Durante cinco noches, personas de Estocolmo y sus alrededores tomaron las calles para expresar, de forma militante, su descontento por las injusticias del sistema y la sociedad que deriva de ellas. Después de años de intimidación de la policía, el colegio, las guarderías y otras instituciones estatales, el asesinato de una persona mayor por parte de la policía en el barrio periférico de Husby fue la gota que colmó el vaso.
Noche tras noche, gente colérica retomaba las calles rebelándose contra todo aquello que les oprime y aniquila a ellxs y sus vidas. Así, durante cinco noches, en Estocolmo y alrededores, 4 comisarías de policía, guarderías y colegios fueron atacados con piedras o fuego. Se incendiaron alrededor de 100 coches y los maderos fueron bombardeados con piedras.
Para nosotrxs, esto no es ni algo desesperado, ni disturbios gratuitos. Para nosotrxs, ¡estos ataques apuntan a distintas formas de autoridad! La autoridad que, desde la infancia, obliga a la gente a cualquier tipo de productividad, desde la maternidad al colegio. Desde la apariencia física, a la vivienda y el trabajo. La autoridad que intenta apretar todos los pensamientos rebeldes dentro de disfraces de conformidad. Sin embargo, al final, este sistema de mierda simplemente no tiene suficiente espacio para todo el mundo, poco importa si el disfraz queda bien o no. Así, no nos sorprendimos al ver surgir debates sobre integración fracasada, sobre el débil nivel de educación y las pocas perspectivas laborales de la gente de los suburbios. Pero estas no son nuestras discusiones, ya que nosotrxs nos desenvolvemos sin los “beneficios” del Estado que toman forma de integración, de educación y trabajo, lo que no significa nada más que pacificación social, como podemos vivir totalmente sin los “beneficios” del Estado en forma de videovigilancia y policía.
La represión y la paz son dos caras de una misma moneda, la de la falsa libertad.
¡La imagen limpia de la Suecia social comienza a desmoronarse! ¡Por fin! En un país pacificado como Suecia, donde incluso el rollo DIY recibe fondos del Estado con la finalidad de que puedan comprarles las casas okupadas a los ayuntamientos con el objetivo de preservar la “paz social” y evitar la resistencia, la fachada comienza a derrumbarse y aparece el asqueroso racismo de Estado, el acoso cotidiano y, ahora, también el bucle durante días del discurso mediático increíblemente hipócrita sobre el llamado “cuarto mundo urbano”.
¡Nos alegramos por cada acto rebelde que escupe a la cara al sistema! Después de todo, ¡estamos encarceladxs dentro de una jaula que se autodenomina democracia! Detestamos a este Estado y a todos los que lo apoyan.
¡Solidaridad con todxs lxs insurgentes!
¡Un abrazo y fuerza para lxs rebeldes de Suecia!
¡Por la anarquía!
# Anónimo, Mayo de 2013
http://es.contrainfo.espiv.net/2013/06/02/solidaridad-con-lxs-rebeldes-de-estocolmo/
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