jueves, 16 de julio de 2020

[España] ESTAMOS HARTOS DE VUESTRA MASCARILLA OBLIGATORIA


Anónimo
Primer quiencena de julio de 2020, España

La campaña de terror sanitario que los gobiernos llevan cinco largos meses aplicando contra la gente ha rebasado esta semana un nuevo umbral de brutalidad: en numerosas zonas del país ya es obligatorio llevar la mascarilla siempre, incluso aunque se pueda guardar la distancia de metro y medio.

Justo en el momento en que la enfermedad y el caos organizado por los protocolos y las medidas aplicados para gestionarla están remitiendo (más del 60% de los positivos que se detectan ahora son asintomáticos, y de los propiamente enfermos, muy pocos requieren hospitalización), nos vienen con esta vuelta de tuerca de la mascarilla, así como con la amenaza y la aplicación efectiva de nuevos encierros forzosos de ciudades y comarcas enteras, para lo cual les basta con contar positivos, no enfermos.

El uso obligatorio de mascarilla no tiene justificación médica (¿cómo si no se entiende que cualquier cosa valga como mascarilla?, ¿cómo si no se entiende que a ninguna autoridad le preocupe que todos la usemos de manera incorrecta y que sea perniciosa para la salud?). No: es una medida disciplinaria y propagandística. La mascarilla mantiene viva la amenaza del virus y la idea de que se está haciendo algo para combatirlo. La mascarilla separa, aísla y enfrenta a la gente, alimentando la idea de que que somos peligrosos los unos para los otros, y permite identificar fácilmente al desobediente, de tal manera que los obedientes puedan reconvenirle, intimidarle o insultarle, y los agentes del Orden multarle o agredirle.

Contra una norma tan estúpida y dañina, ahora más que nunca, cabe protestar y cabe desobedecer. O al menos, no obedecer más de lo que manda la propia Ley. Sigue habiendo partes del país donde la mascarilla sólo es obligatoria en los transportes públicos y cuando no se pueda guardar la distancia de metro y medio, lo mismo en sitios cerrados que abiertos. Y en las regiones donde la cosa se ha endurecido, siguen estando exentos de la mascarilla los niños de menos de seis años, quienes hagan deporte al aire libre, personas en supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad, quienes tengan algún problema de salud que les impida llevarla y quienes estén haciendo cosas incompatibles con el uso de mascarilla (claro que las principales actividades incompatibles con el uso de mascarilla son ¡hablar y respirar!). También cabe desobedecer obedeciendo: obedeciendo de manera paródica o exagerada, pintándose en la mascarilla lemas como «No me dejan respirar», poniéndose un bozal encima o saliendo a la calle con una escafandra o con un burka… Las ocurrencias de la inteligencia no sometida no tienen fin.

¿CUÁNTO MÁS VAMOS A AGUANTAR?

ESTAMOS HARTOS DE VUESTRA MASCARILLA OBLIGATORIA
ESTAMOS HARTOS DE VUESTRA CAMPAÑA MUNDIAL DE TERROR
ESTAMOS HARTOS DE QUE NOS ENCERRÉIS CADA VEZ QUE OS VENGA EN GANA
ESTAMOS HARTOS DE VUESTROS VIRUS Y DE VUESTRAS AMENAZAS
ESTAMOS HARTOS DE VUESTROS REMEDIOS, QUE SON PEORES QUE LA ENFERMEDAD, CUANDO NO LA PROPIA ENFERMEDAD
ESTAMOS HARTOS DE VUESTRO CAOS ORGANIZADO ESTAMOS HARTOS DE QUE HAGÁIS DE CADA VECINO, DE CADA AMIGO Y DE CADA HERMANO UN POLICÍA
ESTAMOS MUY HARTOS.
ASÍ QUE, DE UNA VEZ POR TODAS...
¡DEJADNOS VIVIR!
¡DEJADNOS RESPIRAR!

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