Un despertar a manos de una nueva generación lúcida y dispuesta a romper la enajenación y anestesia del ciudadano. Cultivada por el poder durante décadas. Proyecto capitalista cimentado en dictadura y sostenido con la incrustación de la democracia, democracia con hedor a lacrimógena y política fascista. Así el miedo siguió calando en las vidas, siendo extensión inequívoca de un estado militar policial. Los instrumentos del poder para la dominación se adornaron con vitrinas y consumo (década de los 90). El eje dominador aceitó y dispuso los medios de pan y circo, prometiendo con discursos y arengas vendiendo mejoras de vida y ofertones de supuesta igualdad y justicia. Con la vaina política de su democracia y la mezcla de individualismo, consumismo, pasta base y lacrimógena aseguraron el control y su paz social y de paso se enriquecieron generacionalmente unos cuantos a costa de la miseria de muchos, lo anterior sólo un dato para situar el detonador encendido por esta nueva generación en Revuelta que dejó atrás el miedo distanciándose de la pestilencia ciudadana, pasando por sobre por la soberbia del poder y enfrentándolo con la vitalidad rebelde que fluye y se conecta en complicidad para subvertir.
Lo de fondo no es reivindicar tal o cual petitorio. Lo podrido ya está y es el sistema, la forma de vida y quienes lo sustentan. La Revuelta debela todo cuanto fue callado por el poder y sus gobiernos de turno, es la acción lúcida que desenmascara la pestilencia del capitalismo impuesto en las vidas. Octubre 18 del 2019 marca una explosión diversa, revuelta de la cual no somos ajenos.
Nos alegra el fuego libertario. Rescatamos el sabotaje, las expropiaciones, el combate, la decisión, las complicidades y rebeldía autónoma.
Como prisioneros subversivos nos hacemos de la Revuelta constatando que las razones sobran para más subversión. Nuestras convicciones se oxigenan con lo real del instante donde el Estado arde y es sobrepasado. Reafirmamos que sus instituciones en desmedro no son más que rastreros celadores de un modelo capitalista. Dispuestos a la defensa de su posición-riqueza subiendo la intensidad represiva así en plena revuelta se instaura la Ley de Seguridad del Estado, se implanta estado militar, con milicos al control, más pacos y ratis a su mando en las calles. Estado militar y policial impuesto en el caminar de todas las vidas.
Todo el hedor de los partidos políticos y sus estructuras que están al alero del bufón de turno dispondrán su batería mediática comunicacional y desinformadora para contar su historia.
Sus frases de bronce relucirán: «ahora sí que sí», «cuidemos entre todos lo logrado», «protestamos pacíficamente», «Dialoguemos» y todas esas arengas. Querrán una vez más contar su historia, maquillaran los muertos y todos seremos delincuentes.
La impronta de sus rostros y palabras querrán convencer que todo está normal siendo que todo está podrido!!!
El continuo de lucha tiene presente de revuelta Y subversión, tiene impronta con rostro joven que rompe lo establecido, no se limita a la reivindicación, no responde a proyectos vinagres ni a verticalidades, se aúna en la horizontalidad multiforme de la acción directa, su oxígeno es libertario y a domesticado el miedo.
Que la complicidad se multiplique fortaleciendo el combate urbano, cual guerrilla irrumpa en cada rincón contra el Estado militar policial y toda su fauna política ciudadana.
Por la destrucción de la sociedad carcelaria!!
Subversión autónoma y revuelta permanente!!
Mientras exista miseria habrá rebelión!!
Juan Aliste Vega
Prisionero subversivo
¿24? de octubre de 2019
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