jueves, 16 de diciembre de 2010

[Londres] Wow!

Eslóganes de una manifestación violenta en el centro de Londres el 9 de diciembre de 2010, más una nota sobre un grafiti de Patrick Cheval (*)

La violenta y sugerente mani de “estudiantes” en el centro de Londres del 9 de diciembre de 2010, fue la manifestación más imaginativa en la que hayamos estado, incluyendo el annus miserabilis de 1968. La izquierda trotskista quedó muy apartada, e incluso la informada pero demasiado reduccionista ultraizquierda apenas dejó huella, pues lo que destacó llamativamente por todas partes, en una atmósfera genial, amistosa pero de ánimo vandálico, y en muchas pancartas caseras de cartón, pegadas y en muchos casos escritas a mano divinamente, fue una especie de colectividad de final abierto influenciada por los situacionistas; una colectividad individual que sabías que estaba bien porque sentaba bien. Hubo también buena cantidad de eslóganes pintados con spray en la base de las estatuas de Parliament Square, cosas como: “Exige lo imposible” (muy del estilo del 68) y “Primero Grecia, luego París, ahora Londres en insurrección” seguidos de “Quisiera poder decir cosas bonitas, pero no puedo” — ¡cuando ya las estaban diciendo y eran arrebatadoras!

En cuanto a las pancartas, atención a las siguientes: “Empleado y horrorizado”, “Tendréis mi cerebro cuando lo arranquéis de mis frías manos muertas”, “La Universidad es una Fábrica: Huelga, Okupación”, “Me gustaría que mi novio fuese tan cerdo como la policía”, “Dejad que coman créditos”, “Ahorra dinero, cómete a los pobres”, “La apatía es la muerte”, “Yo soy Julian Assange”, “Sonríe, ya estás en una base de datos”, “No nos hagáis pagar por lo que hicieron esos banqueros pajilleros”, “Las tasas suben/la clase divide”, etc. Algunas eran obvias extensiones demasiado sofisticadas sobre los derroteros del arte moderno: “Esto no es una pancarta” (¿comentario corriente sobre Ceci n'est pas une pipe, el cuadro de una pipa del surrealista René Magritte?) y “Esta no es una buena SEÑAL” (¿comentario duchampiano —y mejor que los de aquel viejo ganso—sobre la aridez del postmodernismo?). Después hubo algo muy de actualidad: un intelectual de la BBC especializado en “temas candentes” había sido sorprendido trastocando sílabas y llamando “Jeremy Cunt ” (1) al ministro tory Jeremy Hunt, volviendo así a poner en pie a todas las feministas de principios de los setenta. Toda una oleada de pancartas que decían “A la mierda las tasas. Acabemos con los recortes”, “Los fachas ponen la 'n' en los recortes” (2), “Recortemos a Clegg y a Cameron” (3), etc. Sin olvidar la espléndida actitud de unas musulmanas de 15 años (¿paquistaníes de Brick Lane?) vestidas con hiyabs y sujetando pancarta que decía “Guerra de clases, Clegg es gilipollas” (4).

Hubo además una serie de grandes y pesadas pancartas que decían: “Dialéctica negativa: Adorno”, y por detrás “Educación sentimental: Flaubert”. Otras decían “Hombre unidimensional: Marcuse”, “Sin blanca en París y Londres: George Orwell”, “La vida contra la muerte: N. O. Brown”, “La sociedad del espectáculo: Debord”, etc. Para nosotros fue una de estas las que creó el mejor incidente de todos. Sin ánimo de quitar su parte de cerebritos intelectuales al grupo que las llevaba, estos fueron justo al frente de batalla y un policía cayó de su caballo golpeado por la pancarta de “Dialéctica negativa: Adorno” (aunque había otros manifestantes ayudando a derribar al muy gilipollas) y de una paliza acabó en el hospital en estado crítico. A cierta distancia, otro policía destrozó la pancarta en la que habían escrito “La sociedad del espectáculo: Debord” y después arrojó sus restos a un parterre de hierba vallado ¡delante de la abadía de Westminster! (Todo esto es verdad, uno de nosotros fue testigo).

Lo cierto es que el último par de semanas se han visto los mayores y más autónomos (bueno, mientras llegábamos a este) levantamientos de estudiantes (en realidad proles del estado de bienestar enmascarados) que nunca había visto el Reino Unido y los estudiantes de arte han saltado a las primeras páginas de los periódicos. Aunque la mayor parte de la acción (apenas crítica) se debe a los recortes en arte y cultura en general, hay un contingente que va en aumento y empieza a apuntar en la dirección en la que está la trascendencia del arte. Está tomando forma para parecerse a lo que el colega y yo hicimos en 1968 A MAYOR ESCALA; hay que reconocer que hoy están más proletarizados, pues en realidad no hay trabajos/carreras que conseguir al final de la línea, ¡excepto para los lameculos más arrastrados!

En 1789 los proletarios eran necesarios porque había trabajo que hacer.

En 1989 hay trabajo, pero solo porque hay proletarios.

Después de todas las críticas al trabajo hechas por trabajadores, lo importante ahora es la supresión del trabajo.

El eslogan de arriba fue pintado inicialmente en letras muy grandes sobre un muro de París en 1989. Fue concebido y ejecutado por Patrick Cheval, uno de los situacionistas franceses genuinos en la época de la disolución del grupo en 1972. Aunque el eslogan fue borrado por el organismo habitual que oficialmente se encargaba de eliminarlos, Jack de Montreuil (ex Os Cangaceiros) lo convirtió en una postal. Patrick Cheval destaca porque fue uno de los pocos situacionistas auténticos después de 1968 que no se escaqueó (tampoco lo hicieron Sebastiani ni René Riesel, pero hubo otros que sí), convirtiéndose en un conserje de baja categoría. “¡Ay, pobre Yorick!”, Patrick fue también un alcohólico incontrolable y sólo un par después de que este eslogan brillara con corta relevancia, lo mató el licor de destilación casera. Antes de morir tan joven, Patrick escribió un libro sobre peces y la pesca que esperamos colocar sobre el RAP en cuanto Jack de Montreuil lo pesque…

(*) 9 de diciembre de 2010. El panfleto es obra de Dave & Stuart Wise, antiguos miembros del colectivo inglés King Mob. Sus escritos, tanto actuales como pertenecientes a otras épocas en la lucha de clases, pueden consultarse en: www.revoltagainstplenty.com


(1) Juego de palabras intraducible entre Hunt, apellido del ministro conservador, y “cunt”, que, entre otras cosas, significa gilipollas.

(2) Juego de nuevo intraducible entre “cuts”, recortes, y “cunts”.

(3) Mismo juego de palabras que en la nota 2.

(4) Idem.

martes, 14 de diciembre de 2010

[Argentina] El Parque, las fronteras (y los fachos)

11 hs

Elizabet le dijo al periodista, sin dejar de amamantar a su beba, que "si quiere le llevo a la tienda que vivo con mis hijos, para que vea. Siempre nos han discriminado, me han dicho bolita de mierda. Y ayer Juan me dijo: yo vuelvo al parque, Elizabet, quédate con los niños; dicen que van a volver a entrar, y yo quiero una casa para mis hijos. El quería sostener la bandera para que se vea mejor". Y Juan volvió caminando rápido al Parque, donde estaban sus paisanos. Allá era uno más.

Uno más, de los miles de trabajadores bolivianos que se desloman ante la overlock para hacer camperas de renombradas marcas, esas que no van a poder comprar. De los miles que meten las manos hasta el vientre de la tierra para cosechar el ajo y las verduras que se comerán en mesas que no son las suyas. Uno más, de los miles que fabrican los ladrillos que formarán las casas que no podrán habitar. De los miles que suben los andamios una y cien veces, para levantar esas torres que te hacen parecer del primer mundo, Buenos Aires.

Buenos Aires, reina del plata, que no podés esconder los miles y miles de bolivianos, paraguayos, correntinos, santiagueños, porteños que duermen en tus calles, bajo tus puentes, amontonados en hoteles y villas, tan cerca de tus bacanales, de tus lujos.

Al lado de Elizabet, el-vecino-indignado-Jorge-de-Soldati se queja: "yo pertenecí a la barra de Chicago, y los que estamos detrás de los monoblocks somos todos hijos de policías y gendarmes, hay muchos comerciantes. Acá hay muchos argentinos con hambre, como para mantener gente que viene de otro lado".

A Juan la bala le acertó en el pecho, ahí en el medio del Parque, para que suelte la bandera.

Dicen que la disparó un lumpen, un comerciante 'asustado', un vecino indignado. Uno que gritó 'bolivianos de mierda'. Dicen que la disparó el jefe de gobierno desde una sala de prensa. Que la disparó un federal, un metropolitano, uno de civil. Que la disparó un secretario de la mujer del pañuelo blanco que se convirtió en desarrollador inmobiliario (y delator). Que la disparó el ministro de bigotes, duhaldista portador sano, el que estuvo cuando cayó Darío, cuando cayó Maxi, cuando cayeron Mariano, Roberto, Bernardo y Rosmery. Piqueteros, militantes, tobas, inmigrantes, no le hacen asco a nada.

O será que la dispararon todos, que lo gritaron todos, aunque unos estén "Haciendo Buenos Aires", y otros "Distribuyendo la riqueza".

Y Juan quedó desnudo, más pobre que nunca, más jodido que cuando cruzó la frontera porque la revolución del Evo no repartió el trabajo, ni las tierras, ni las minas.

Así se lo devolvieron a Elizabet, que ahora no tiene techo y tampoco tiene a Juan.

Y lejos del Parque los plumíferos de la prensa oficialista encontraron archivos 'demoledores', y las tapas del monopolio dieron su versión. Por miles buscaron confundir, dividir, ensuciar. Para que la patriotería prenda en miles que manejan las mismas overlocks, que cosechan las mismas tierras, y suben los mismos andamios, pero nacieron de este lado de la frontera.

Si la clase obrera argentina no siente en el pecho, ahí mismo donde le pegó a Juan, el golpe contra sus hermanos, está condenada. Si no abraza (aunque sea a lo lejos) a Elizabet y sus chicos, si no tensa el puño, si no putea, si no se la jura al nene bien de ojos azules que pide orden en la Ciudad, si no suelta las otras banderas (las inútiles) y dice 'hermano', está condenada.

Porque la presidenta coqueta y el ministro de bigotes criticarán al niño bien de ojos azules y dirán que en la Argentina del Bicentenario no habrá palos, pero que "la seguridad también es un derecho humano". Y los jóvenes de la Cámpora no podrán apagar tanto fuego y dirán que sí, que hay que defender el modelo. Y algunos se la creerán.

Pero como dijeron los padres, los abuelos de Juan, cuando en el socavón de la mina de San León votaron a mano alzada las Tesis de Pulacayo, "solamente los traidores y los imbéciles pueden seguir sosteniendo que el Estado tiene la posibilidad de elevarse por encima de las clases sociales y de decidir paternalmente la parte que corresponde a cada una de ellas". Seguirán abundando las balas y faltando los techos.

Por eso, por Elizabet y nuestros hermanos, para vengar a Juan y levantar su bandera, haremos esa revolución que repartirá los techos y los panes, los libros y las flores, la que derribará todas las fronteras de la humanidad para derrotar la desdicha, el hambre, las cárceles, las guerras.

Ahora es cuando diremos, y no habrá Estado ni gendarmes (ni cantos de sirena) que puedan detenernos. Todos los parques serán nuestros, serán de todos.

12 hs.

Télam. El director del SAME, Alberto Crescenti, informó que el joven de 19 años que murió esta noche fue sacado por la fuerza por desconocidos cuando ya estaba en la ambulancia. Crescenti dijo que el joven estaba herido y que lo sacaron de la ambulancia y lo "remataron en el lugar".

Los vecinos-indignados, los barras y los sin-gorra están cebados. "La seguridad es un derecho humano", gritan desencajados. "Yo pago los impuestos" dicen. Se sienten como policías formoseños en medio de tobas, como patoteros de Pedraza entre tercerizados, en zona liberada.

La crónica de Juan ya parece vieja. No por las banderas, ni por el llamado a derribar las fronteras. A los fascistas no se los convence, se los combate.


# por anónimo, Diciembre de 2010 en la región argentina.

viernes, 10 de diciembre de 2010

[Argentina] SOBRE BRIGADAS Y OTROS CUENTOS…

Aclaraciones sobre los últimos acontecimientos en la región.



Consideramos que lo primordial es mantenernos fieles a nuestras convicciones y a los valores que intentamos contagiar. Y, por supuesto, no podemos compartir con los demás algo que esta ausente en nosotros mismos, como personas, como colectivo, como grupo o como movimiento. Ya sea esto una perspectiva, un proyecto o incluso una actitud frente a la vida.

Ya que hace tiempo que se habla de las “necesidades”, de las urgencias, de los deseos y de las ganas, creemos que es momento de comenzar a plantearnos las consecuencias, las verdaderas motivaciones, las capacidades y la coherencia. No para generar miedo, desgano o pasividad, sino para que a la hora de enfrentar o tomar nuestras decisiones, tengamos en claro su peso y no salgamos corriendo.

El avance o la intensificación, por así decir, de la lucha suele conllevar una puntualización del hostigamiento, el acoso, en fin, la represión. No importa cuantas vueltas se le de al asunto, la rebelión es y será siempre combatida por el Poder, ya que solo en los espacios inofensivos, visibles y más fácilmente controlables es donde probablemente podamos movernos, según el contexto, “sin represalias”(1). Y aunque incluso en estos espacios hay potencial, el debate sobre los límites y las posibilidades que contienen, no es lo que nos motiva ahora; aunque los entendamos a éstos como parte de un todo, junto con el resto de espacios y momentos de la lucha.

Cuando luchamos e incitamos a otros a luchar también, asumimos e incitamos a los otros a asumir un riesgo: la represión. Y es ésta misma represión la que muchas veces es subestimada e ignorada por los propios compañeros, hasta que la fuerza de los acontecimientos nos obligan a enfrentarla tal cual es o, depende que tan firmes estemos, a huir en bandada a refugiarnos en los espacios mas visibles, cerrando quizás la puerta a los represaliados y asomando la mano por la ventana… Y mientras mas “profundizamos” la lucha recurriendo a métodos supuestamente mas radicales(2), mayor aun es la respuesta represiva y el golpe que desestabiliza. A estas alturas sabemos, o deberíamos saber, que la manipulación y la violencia, y sobre todo la manipulación de la violencia, es algo que el Poder domina con gran habilidad de cara a la población oprimida, es su carta de presentación y su lenguaje.

Los últimos acontecimientos ocurridos en Chile, la represión a centros sociales y el encarcelamiento de compañeros, nos llaman a la reflexión sobre varias cuestiones. Por un lado, y ésta será labor de los compañeros involucrados y/o conocedores de los pormenores del contexto en el que combaten, todo lo referente a las formas en que se complementan y retroalimentan, y en que medida se difunden y se propagan las prácticas “ilegales” y las actividades “a plena luz del día”(3). Asumiendo que, y los hechos lo demuestran, cuando al Poder le conviene se inventa culpabilidades. Nada nuevo. Barajando también que a veces la propaganda escrita dice más de lo que se cree o debería, que el lenguaje y sus expresiones son también cuestiones a valorar a la luz de la seguridad. Por el otro lado, la capacidad que tenemos colectivamente de aprender y avanzar sobre las experiencias de otros compañeros, quizás en otros contextos pero con varias similitudes en lo que respecta al posicionamiento y la acción de los grupos. Sobre esto hay muchísimo para profundizar: seguridad, procuración de los recursos, metodología, etc…

Para nosotros esta claro, la solidaridad y la posible complicidad con los compañeros de esa o cualquier otra región, al margen de las lejanías o las distancias, de los cariños o el desconocimiento personal, responde a que, aunque sean distintos territorios, es la misma guerra y nos posicionamos, combatimos, desde el mismo bando: contra el Poder, contra la Dominación en todas sus formas y por la libertad absoluta.

En este sentido, el apoyo, la solidaridad y el sostén de los compañeros encarcelados también nos merece una reflexión (4). Aunque el tiempo transcurre, y en la calle se suele estar muy pendientes a las ultimas novedades, sin importar que tan lejanas sean, muchas veces los compañeros continúan encerrados y una responsabilidad que debiese ser colectiva, sobre todo cuando se habla tanto de la cárcel y la represión, suele recaer en unos pocos pasado el interés inicial (siempre surge algo nuevo tras lo cual correr, cuando no se tiene un planteamiento o una visión más o menos clara de las cosas). Y no hablamos solo del apoyo cotidiano (visitas, comunicación, contacto en general) sino de la difusión de la situación en cuestión y del sostén económico. Ojala podamos superar estos obstáculos.

Nuestros compañeros encarcelados y todos los rebeldes que no claudican frente a la cárcel (incluso los fugados y algunos que nunca han pisado un calabozo) nos demostraron una realidad: que a este sistema, a este orden y sus leyes, es posible combatirlos hasta el final, que hay una guerra impuesta y silenciada sobre el conjunto de los oprimidos. De ahí la reivindicación de estos compañeros, y no por martirización o rédito político. Nuestra lucha sigue siendo contra la cárcel. Nuestra solidaridad para los presos que luchan. Nuestra sensibilidad con todos aquellos que sufrimos las miserias de este sistema. Entre todo esto, tratamos de desarrollar una perspectiva de lucha revolucionaria lo mas coherente posible, sin morir en la frialdad e indiferencia de los programas ideológicos o análisis estratégicos, sino siguiendo a nuestro corazón y a nuestro instinto, con la memoria lo mas afilada posible. Y sobre todo, concientes de que sin importar cuanto nos aíslen (o nos aislemos), no tenemos que perder los valores esenciales que nos diferencian y nos enfrentan a nuestros enemigos. Nuestras ideas valen por la firmeza con que defienden y sostienen la libertad, la solidaridad, la verdadera justicia; no por qué tan ferozmente combaten lo que niegan. Para soldados y mercenarios ya están los ejércitos, sus estructuras autoritarias y su mentalidad policial.

Existe dentro del ghetto político revolucionario también la mala costumbre de reproducir practicas y experiencias pertenecientes a otras realidades y contextos, y de trasladar metodologías sin el previo trabajo de analizar, criticar y transformarlas, intentando crear un inexistente paralelismo entres diferentes países y regiones, confundiendo la solidaridad y la lucha con las tendencias y las apariencias(5).

Los viejos anarquistas que plantearon el concepto de propaganda por el hecho, han advertido claramente la necesidad de realizar acciones que por si mismas evidencien un conflicto y una tensión social puntual. Una acción que necesita indefectiblemente de un extenso comunicado es una contradicción, sobre todo porque si debemos explicar nuestra revuelta al resto de los explotados es porque algo no esta funcionando, un desentendimiento y una falta de lenguaje, encuentro y entendimiento en común con el que es necesario acabar. Existe una mentalidad vanguardista y/o elitista, también de ghetto, que nos aísla y nos margina de los nuestros, que sufren la represión y la miseria del mismo modo que nosotros(6). Y ésta mentalidad no se supera solo con decir que no se es vanguardia, o criticar a los grupos armados, al foquismo, etc. En todo caso, creemos que nada hay que dialogar con el Poder, ni siquiera por comunicados. Ni siquiera intercambiando amenazas, mucho menos cuando se esta dispuesto y se es capaz de concretarlas.

Se han registrado en este último año en Buenos Aires y en el interior numerosos atentados a bancos y demás entidades e instituciones. La mayoría de estas han sido al típico estilo: acción => comunicado vía Internet => firma Célula, Brigada, Núcleo, etc., fulano => a veces repercusión en los medios => reivindicación por tal o cual conflicto, etc. Pasando por todo, podemos decir que el nexo entre la acción y el conflicto, o sea su móvil, es visible muchas veces solo en la mente de sus protagonistas.

La circulación de información en los sitios de Internet, queda solo a merced de la interpretación de los sectores militantes, provoca aceptación o rechazo, indiferencia o paja mental. Ni más ni menos.

Buscar la radicalidad de la cuestión como un fin en sí misma y no la profundización sobre diferentes prácticas para realmente radicalizar y extender las luchas, nos huele a protagonismo ficticio. La verdadera necesidad revolucionaria consiste en recuperar terrenos y espacios de lucha que nos han quitado, hemos perdido, o no somos capaces de visualizar. El Poder nos ha marcado un camino del que es imprescindible salirse. Porque para su conveniencia, debemos ser pasivos luchadores, lo cual no representa un peligro para ellos, o de forma contraria, despiadados terroristas, cuya imagen mediatizada permite la aplicación de leyes con todo un peso político y social del que es muy difícil deshacerse. Sabemos que igualmente el camino siempre es duro, pero no debemos regalarnos nuevos obstáculos solo por no hacer el esfuerzo de analizar un poco el entorno y la realidad que nos rodea.

Concretar acciones violentas contra el Poder, responde en muchos casos, mas a una cuestión de voluntad y decisión personal, que a un proyecto revolucionario o una perspectiva de lucha. Esto es así, no esta mal, y aunque lo compartamos, no compartimos el hacer pasar una cosa por otra. Realmente no se puede construir ni proponer un cambio radical simplemente a partir del odio y la violencia. Quizás si a partir de la rebeldía y la solidaridad, y de una inclinación a propagarlas en todas sus formas. El ataque al Poder es parte de una recuperación de la dignidad y de una identificación y materialización del enemigo, del demostrar que esta ahí en unos espacios concretos sobre el territorio, que es también visible y atacable y no solo una serie de relaciones y redes abstractas. Al cambiar nosotros, también cambia la forma en que nos relacionamos con lo que nos rodea. Pero es también una decisión, como muchas otras quizás más difíciles (como el comprometerse sinceramente y hasta el final con uno mismo, con sus compañeros y las propias ideas), cuya elección no nos garantiza esto último.

En el ultimo año en Argentina, aparece una supuesta Brigada llamada Luciano Arruga, organización que nuclea varias “células” que se han adjudicado robos a bancos, atentados, recuperación de armamento, palizas a dirigentes, asaltos a comisarías, etc., en uno de los cuales (supuesto artefacto explosivo en una escuela de policías en el sur) los medios informan sobre la muerte de un barrendero, producto de la explosión. Sin más que una despreciable mención sobre este hecho en Internet, el grupo siguió revindicando acciones en sus comunicados bajo nombres espectaculares, entre ellos el de dos compañeros encarcelados (Diego Petrissans y Leandro Morel). De esta forma, la utilización de sus nombres (o la de cualquier otro compañero encarcelado), en la reclamación de la autoría de acciones de este tipo (y no la sola mención de su situación o la expresión de solidaridad) no hacen mas que aclararnos dos cosas: una clara intención de perjudicar la situación de los compañeros prontos a salir a la calle y a su entorno más cercano, y allanar el camino a futuras (e incluso actuales) investigaciones y/o golpes represivos –como la realidad lo viene demostrando–, vinculando así distintas realidades en un solo y complejo entramado existente solo en la cabeza de la policía o algún fiscal. Hablando mal y pronto, por las menciones y las intenciones expuestas en las reivindicaciones y comunicados, todo esto nos huele a colaboración internacional entre los aparatos represivos de Chile y Argentina.

Existen, pensamos, dos posibilidades: tras cada hecho de robo (por ej. El reciente intento de asalto a un blindado en el cual mueren dos policías) con cierta repercusión mediática, la “Brigada” asume el hecho y se lo adjudica mediante una reivindicación por Internet (copiando una formula exportada de otras épocas pero muy de moda en estos tiempos) o, lo que para muchos es mas difícil de creer, este grupo realmente crea estas situaciones, como manera de generar confusión y tensión entre la gente. No sabemos con exactitud que es lo que se esta tramando con todo esto, tenemos muchas dudas también, lo que sabemos y supimos desde un principio es que esta gente no es para nada compañera, sino todo lo contrario. Por el lenguaje militarista, vanguardista, policial, el discurso prefabricado totalmente vacío de perspectiva, se deja ver una vieja estrategia del enemigo con una clara intención (sin ir muy lejos, recordamos algunas “acciones” del FAR –Frente Anarquista Revolucionario- en Chile).

Históricamente, los sectores mas fascistas del Poder han utilizado esta estrategia contra los grupos mas radicales, sobre todo concretando acciones (siempre violentas y si hay muertos mejor) bajo un nombre fantasma, creando un clima de miedo y descontento en la gente, para preparar así el terreno a la represión hacia los rebeldes (7).

Lo peor de todo esto es la facilidad con la que, cualquiera con acceso a Internet y dos dedos de frente para copiar (incluso sin ningún tipo de audacia) un discurso “radical” encuentra eco y se ubica entre las “filas” del movimiento anarquista, antiautoritario, etc. Solo por figurar en Internet. Solo por decir que se hizo algo violento. Se les abre gratuitamente las puertas y se los defiende y reclama como compañeros. Sin un gramo de autocrítica o análisis (hasta que resulto totalmente evidente, incluso ridículo, siendo que días antes se les daba cabida en los propios portales que luego los criticaron). Casi todas las paginas web, que en muchos casos no hacen mas que regalar información a la policía y reproducir compulsivamente cualquier hecho violento en el mundo, todo desde una óptica muy insurreccional (a tono con la sociedad actual y su sobredosis diaria e indigerible de información), le dieron vuelo y vida a esta historia que, desde el principio, estuvo cargada de un lenguaje y un tono policiaco y vinculante. Lo triste sigue siendo ver a compañeros a la pesca de cualquier comunicado, la mayoría de las veces innecesario y/o sobredimensionado (por lo menos, en esta región), sobre alguna acción para ir corriendo a colgarlo en Internet y que los compañeros de otros lugares se crean una historia que no es. Ni hablar de los que, creyéndose estar a la altura de esta Brigada, les pidieron “explicaciones” y dialogaron con ellos. Obviamente, siempre, navegando en la red, cuando en la calle hubo otras urgencias bastante más reales que andar jugando a la “lucha armada” y a los comunicados espectaculares.

Incluso sabiendo que habrá quien lo haga con las mejores intenciones (eso queremos creer), hay cosas que no son un juego y tienen repercusiones que no se limitan a lo ficticio de los grupos que deambulan por Internet. Hay que entender que estas historias sientan precedentes y quizás no ahora, ni el año que viene, pero tarde o temprano alguien va a terminar siendo acusado de las supuestas acciones y atentados de esta supuesta Brigada.

A los que, así y todo, aun creen que este grupo existe realmente y son “compañeros”, sepan que verdaderos compañeros permanecen todavía encerrados, condenados y enfrentando investigaciones, procesos, luchando (de una u otra forma), y soportando la crudeza brutal de una realidad carcelaria que muchos realmente desconocen, como para encima cargar con las ganas de protagonismo y las ilusiones de quienes creen sentirse parte de un supuesto y “amenazante” movimiento armado y clandestino que no existe. Esto no es por victimizarlos, de hecho están pagando una larga condena y sabemos que han asumido y asumen su situación con la frente en alto, incluso la que les han tirado encima ahora, pero también sabemos que no hay nada mas lejos de un compañero que aprovecharse o sacar ventaja de los presos, ensuciándolos y enterrándolos aún más.

Lo expresado aquí ha sido el motor fundamental que nos incito a escribir este texto. Cobardemente se silencio y silencia una vez más una situación, y nadie tomo la palabra sobre esto, muy por el contrario muchos se alegraban pensando esto como una “extensión” del ataque: el nacimiento de una brigada con una aparente estructura capaz de actuar en varios sitios de la región, una autentica brigada (policial). Y ahora que las cosas se tornan obvias, todos tienen una opinión para emitir.

Esto y todo lo antes expuesto es producto de una reflexión entre compañeros. Por eso antes de finalizar nos urge dejar claro lo siguiente: no condenamos la violencia en la lucha contra el Poder, la consideramos parte de nuestra práctica. Criticamos sus formas y métodos. Alentamos también a no tragarse todo lo que sale en Internet y a tener la capacidad de reflexionar y criticar. Tampoco actuamos por miedo a la represión, ponemos en la balanza sus consecuencias, afrontándola, teniendo clarísimo de que lado estamos y cual es nuestra lucha, quienes son nuestros enemigos y quienes nuestros compañeros, y dándole para adelante hasta el final, seguimos en el mismo camino luchando y aprendiendo.



Algunos anarquistas de Buenos Aires.

Diciembre, 2010.





NOTAS

(1): El avance represivo sobre centros sociales y okupas anarquistas y autónomas en Chile deja en claro, como quien no quiere la cosa, que se combate el delito (ya sea éste el de terrorismo, delincuencia o el que fuese). La ejecución de un crimen. La democracia y sus representantes se encargan de aclarar siempre esta separación (que para nosotros no existe) entre quienes piensan o quieren destruir el Poder, cambiar la realidad, y quienes cometen o ayudan a cometer delitos contra edificios o personas, quienes materializan una parte de la lucha, acá y ahora. Las ideas, sus motivaciones, serán agravantes para la condena (sobre todo cuando se habla de aplicaciones de leyes cargadas de un contenido bien político), pero se cuidan de dejar siempre las puertas abiertas al reformismo, argumentando que se puede “luchar” siempre que sea dentro de su legalidad. Para explicarnos mejor, creemos que lo que se persigue es la concreción de una idea y una propuesta subversiva, no las ilusiones de un círculo de soñadores, o las extravagancias de un sector de la población con tendencias cultural y socialmente alternativas. Se persigue responsables de hechos concretos que son parte de una lucha, y se vincula a los espacios sociales por ser la cara visible de una idea que sostiene e impulsa la concreción de esa lucha. Y a la larga, la propuesta de destrucción del Dominio por la capacidad que tenemos todos de vivir libremente, es potencialmente peligrosa cuando se la toma en serio.

(2): Existe una tendencia creciente entre los compañeros a sobrevalorar y jerarquizar un medio de lucha sobre otro. Y esto es así, aunque se diga lo contrario, sobre todo cuando abundan las publicaciones que se regocijan contabilizando hechos violentos, por el solo hecho de serlos. En todo caso la valoración que hacemos sobre los medios de lucha, pasa por el nivel de compromiso y convicción que requieren, y no por la espectacularidad o repercusión mediática que estos reciban (aunque ésta, en determinados casos sea lo que se busca en ciertas luchas, poner sobre la mesa y en boca de todos una situación concreta).

(3): No hablamos únicamente de atentados, robos, etc. Sabemos que el Estado criminaliza a antojo y conveniencia todo tipo de resistencia, y que determinadas actividades o prácticas, como puede ser una manifestación o un mural (inclusive una actividad abierta o un recital), pueden parecerle irrelevantes y permitirlas en una región, y ser perseguidas, prohibidas y castigadas en otra. Esta persecución a prácticas y espacios que, posicionándose como revolucionarios (indiferentemente de la legalidad del Poder), no son necesariamente “ilegales”, suele ir acompañada de una creación mediática de una imagen y una figura: la del enemigo interno.

(4): También otra nos merece todo lo relativo a los compañeros perseguidos, fugados o complicados. Ya sea por elección o por como se den las cosas, no podemos dejar de analizar y profundizar sobre esta posibilidad, de manera individual y colectiva, y sobre todo prepararnos lo mejor posible para afrontar posibles situaciones que quizás exigen muchísimo y en muy poco tiempo. La reivindicación de la fuga, si bien es también una elección personal, es otro tema sobre el que profundizar (sus consecuencias en el entorno más cercano, las posibilidades que se les otorga a los medios de utilizar e incriminar aun mas a los compañeros, la circulación de información, etc.).

(5): La similitud con la que se desenvuelven y preparan el terreno los aparatos represivos, contra compañeros en otras regiones (sobre todo, lo que fue y es la represión a los compañeros en Europa), es siempre algo a tener en cuenta, no para decir una vez recibido el golpe “se veía venir”, sino para actuar en consecuencia y mantener a los compañeros lo mas alejado de las garras del enemigo, sobre todo cuando se están arriesgando condenas largas y el cerco represivo se estrecha cada vez más. Nuevamente, los medios y recursos siguen siendo una de las principales necesidades reales.

(6): Así como no respondemos a ninguna ideología, los anarquistas, rebeldes, antiautoritarios, etc., tampoco respondemos a ninguna estética ni moda discursiva. El discurso vacío acerca de una guerra social poco explicada y desarrollada, mucho menos vivida o sentida en todo su peso, no nos identifica para nada. El curso de la guerra social no lo creamos ni lo decidimos nosotros graciosamente, es una constante y un contexto, en el cual debemos tomar posición, atacar y defendernos. La homogenización de un discurso, unos hábitos y una estética y la necesidad de identificación dentro del ghetto antagonista es algo a abandonar. Vestir de negro, llevar capucha y adoptar una pose beligerante no nos garantiza nada.

(7): Tampoco se puede caer en lo fácil de acusar de policías a quienes actúan, cada vez que una acción sale mal y se ve involucrada o herida gente que nada tiene que ver. Desgraciadamente, aunque muchas veces sea por errores evitables, a veces son compañeros quienes llevan adelante estas acciones. Cuando es así, sabemos que ninguna mención o aclaración de lo sucedido, refleja el dolor que sentimos todos (ellos incluidos), al entender lo nocivo y perjudicial de la violencia, sobre todo sabiendo que las cosas jamás caerán por su propio peso y que es necesario recurrir a ella, para destruir la Dominación.


# Diciembre de 2010, región argentina.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EN DEFENSA DEL CAPITAL…

En defensa de la propiedad privada y la especulación inmobiliaria han asesinado, sin distinción de nacionalidad, a dos personas en un desalojo en Villa Soldati (Buenos Aires). En defensa del trabajo asalariado y el terrorismo patronal muere un trabajador en el cordon industrial. En defensa de la propiedad privada de la tierra: represión y muerte a la comunidad Qom en Formosa. En defensa de la propiedad privada de los medios de producción y la tercerización laboral: asesinaron a Mariano Ferreyra. En defensa de la Democracia y el Capital: políticos de diversos sectores se echan los muertos unos a otros, ocultando así el origen de esta brutalidad.

En defensa del Capital la burguesía está de acuerdo, no hay distinción política, a quienes no se conforman con esta realidad hay que reprimirlos, asesinarlos.
"La burguesía cuando más fuerte es, más afirma que no existe, y su fuerza le sirve, en primer lugar, para afirmar su inexistencia." (Guy Debord, La sociedad del espectáculo)

CONTRA EL CAPITAL debemos estar todas las personas explotadas y oprimidas de este mundo, de todos los colores, de todos los sexos, de todas las edades, migrantes de todos lados hacia todos lados.
Si la burguesía no discrimina a la hora de explotarnos, reprimirnos y matarnos ¿Por qué vamos a hacerlo nosotros?
No necesitamos solamente “unidad”, “organización” y “movilización”, esas son las formas que adquiere la lucha, pero no es el contenido de la lucha. Necesitamos saber por qué y para qué luchamos, dejar de atacar las consecuencias y buscar las causas.

# por Grupo Anarquistas Rosario (Argentina). Diciembre de 2010.

MIENTRAS EXISTA MISERIA HABRA REBELION

Otra vez el estado; el gobierno y la burguesía, volvieron a asesinar, esta vez a dos pobres en villa soldati, en buenos aires, utilizando a la policía federal de cristina Kirchner y a la metropolitana de Mauricio Macri para reprimir y desalojar a quienes ocuparon un pedazo de tierra para vivir y desarrollarse como personas.
Estas matanzas como la de las 83 muertos en la cárcel de san miguel en chile la de Formosa hace poco tiempo atrás y la de Bariloche en junio demuestran que los intereses económicos de los que manejan el poder valen mas que la vida de quienes luchan día a día por sobrevivir en este sistema injusto, donde unos pocos son dueños de todo.
Los medios de comunicación hablan de enfrentamiento entre pobres, mientras que vimos a las mas necesitadas enfrentar cuerpo a cuerpo a las fuerzas represivas del estado y a sus armas. También escuchamos en estos medios a los reaccionarios que salen a pegarle a los mas débiles demostrando el racismo y el nacionalismo que esta sociedad nos enseña desde pequeños.
Este año ya suman 222 las personas muertas en manos de la policía de la democracia. Al terror del estado solo le podemos hacer frente con nuestras propias manos, organizados con el otro sin dirigentes que se quieran investir de autoridad para mantenernos sumisos y también debemos combatir el negocio de la tierra que provoca que millones de personas vivan en la calle mientras que algunos disfrutan de la opulencia y la explotación. Sin tierra no hay vida.

# por Anarquistas. 09 de Diciembre, Argentina.

¡LAS CARCELES SON CENTROS DE EXTERMINIO!

Nuevamente un incendio ha arrasado con una de las superpobladas cárceles del archipiélago penitenciario que se extiende por el territorio de chile, donde se hacinan adultos, jóvenes y niños. Más de 80 presos han muerto de la forma más horrible, quemados, asfixiados, en la cárcel -campo de concentración- de San Miguel. Esto no es una "tragedia del destino", "otro hecho terrible a lamentar en este año tan duro", ni otras estupideces que afirman las malditas autoridades y sus lacayos periodistas. Este horrible incendio y la gran mortandad que provocó, es el resultado de las sistemáticas políticas represivas que han impulsado todas las fracciones burguesas, en el gobierno o en la oposición. Es el resultado de la política de cárceles llenas y de tolerancia cero no declarada, avalada por jueces, policías, fiscales, carceleros, autoridades, y pregonada como necesaria para ganar la guerra a la delincuencia por la prensa. La guerra contra la delincuencia es parte de la guerra sin cuartel que el capitalismo y el Estado ha desatado contra el proletariado, para asegurarse de que nadie se aleje del rebaño, y si lo hace, que se atenga a las consecuencias. Por eso cada vez más prisiones, más reos dentro de ellas, y un discurso que busca aterrorizar al ciudadano bien integrado y respetuoso de las leyes. "Que se pudran en la cárcel", "deberían matarlos", escucha uno todos los días en la calle o en los medios de comunicación a la opinión pública, sumisa con los poderosos pero revolcándose con odio contra los que violan la legalidad y no respetan el contrato social del poder. La delincuencia, la existencia del lumpenproletariado (que tanto desprecian los izquierdistas), es otro fruto de la sociedad del capital, la mercancía y la propiedad privada. Y hace años que todos los discursos y políticas de la seguridad ciudadana apuntan al encierro y el garrote contra los que se saltan las reglas del juego.

Esto no es una idealización de los presos comunes, sabemos que muchos de ellos forman grupos de choque, establecen jerarquías brutales, organizan mafias, están consumidos por los valores del sistema, pero ¿en eso son muy diferentes de la mayoría de la gente, del "trabajador honrado", subsumidos en el capital, sus valores, y toda la basura chauvinista y del "estilo chileno" de vida?? ¿Y no es acaso el Estado la mayor y más despiadada de las mafias?

Al parecer, el Capital ha encontrado la solución final al problema del hacinamiento y la sobrepoblación carcelaria: el exterminio físico de los presos en horrorosos "accidentes". Como afirman algunos compañeros en otras latitudes, toda muerte en prisión es un crimen de Estado.

NI CARCELES "MÁS HUMANAS", NI MEJOR INFRAESTRUCTURA, NI CARCELEROS MEJOR PAGADOS

¡A DESTRUIR LA SOCIEDAD CARCELARIA! ¡PRESOS A LA CALLE! ¡CALLES PARA LA INSURRECCION!


# origen desconocido. Chile 08 de Diciembre de 2010.
# enviado por anónimo y extraído de: Rojoscuro

# Noticia relacionada: A proposito de la muerte de 81 reos en una carcel chilena

sábado, 27 de noviembre de 2010

[Brasil] Nos hablan de PAZ... Y nos hacen la GUERRA!

Es siempre en nombre de la “paz”...
de la “PAZ” en las favelas...
de la “LIBERTAD” de la población dentro y fuera de la cadena,
de la “SEGURIDA PÚBLICA”... de los empresarios, de los gobernantes...
en nombre del “INTERES SOCIAL”...
de la INTERVENCION “ASISTENCIAL”, “FILANTRÓPICA”, “HUMANITARIA”...
... que ELLOS nos preparan la “PAZ”... de los cementerios!


Despertemos! La guerra en las favelas y comunidades de Brasil es contra toda la clase trabajadora! Es contra NOSOTROS!!!!

La “paz social”, la sumisión a la dictadura del dinero, es lo que permite las masacres actuales!!

Trabajador! No creas que las nuevas leyes, o mas cárceles, o asesinos enmascarados, o políticos, o patrones del tráfico, o los media, o asistentes sociales, o líderes religiosos, u ONGs, etc., van a impedir las masacres. Para resistir a la barbárie capitalista, sólo podrás contar con tus propias fuerzas y las de tus hermanos trabajadores! Solamente la auto-defensa armada de las comunidades puede protegernos!

Contra la paz social, la paz de los cementerios, luchemos armados y unidos contra "nuestra" propia burguesía! Vamos a oponer a la unión de las burguesias internacionales la creciente unión de los trabajadores internacionalistas! Para salvar nuestras vidas. Retomemos la bandera de la revolución mudial!

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Por qué estamos siendo asesinados?

La prensa de los ricos y los poderosos oculta lo que realmente sucede en los suburbios pobres de todo el mundo. La guerra que mata a los trabajadores es en realidad entre los narcotraficantes y los grupos policiales de exterminio, ambos aliados con los empresarios, los políticos y las autoridades. Dependientes el uno del otro para existir, estas dos facciones rivales de la burguesía disputan los beneficios de un comercio horrendo, que se basa en la desesperación de millones de trabajadores y estudiantes que buscan un escape, aunque falso, a una vida alienada y estresante y sin perspectivas. La explotación y la opresión a las que nos someten, y las ilusiones religiosas, televisivas y deportivas que nos engañan, se suman al culto a la droga. Es, para ellos, un gran negocio, que da grandes beneficios y poder a quien lo controla; y sin embargo los rendimientos del mito de la "lucha contra la delincuencia" (¿has visto que criminales ricos vayan a la cárcel?) justifica exprimir a los trabajadores y las comunidades pobres.

No somos amigos de la burguesía, de ningún burgués, legales o ilegales: todos emplean, explotan y oprimen a "soldados", "trabajadores" y a las comunidades. Pero la mayor banda criminal siempre fue y será el gobierno estatal que reune a todos los ricos y poderosos para controlar a los trabajadores con su policía, sus tribunales, sus fuerzas armadas. Los gobernantes de todas las instituciones que los apoyan son enemigos a muerte de los trabajadores. Si así no fuese, nos protegerían en vez de detenernos, matarnos y dejarnos abandonados a la miseria, sin salud, transporte, educación, vivienda y alimentación decente.

En esta guerra no hay "buenitos", solo hay bandidos, dos lados disputando quién obtiene el dinero y el poder sobre los cuerpos de los trabajadores que tienen la desgracia de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado o en la empresa equivocada. Y como quien mata a los pobres NUNCA será castigado por el gobierno de los ricos, continuamos enterrando a amigos, parientes y vecinos, personas inocentes que luego de sacrificadas se las presenta como "criminales" o "víctimas desconocidas"...

Ahora, para crear noticias que sirven de propaganda los candidatos de todas los partidos en las próximas elecciones, los dueños del poder preparan una guerra. Un enfrentamiento nacional entre bandidos uniformados y no uniformados en los barrios populares de todo el país estalló desde Mayo de 2010. Esta es información seria, no un rumor. Ya ha comenzado, con el ataque general de la policía antidisturbios a todo el mundo que se atreva a levantar la cabeza y protestar, e incluso aquellos que no están haciendo nada. Al igual que en Mayo de 2006, la disputa comercial sobre la división de los beneficios del crimen va a crear ataques de lado a lado, con la gente en medio del fuego cruzado. Ellos saben que el pánico de la población rinde votos a favor de la promesa de "seguridad". La seguridad es su negocio, por supuesto. Todos, sin importar su rango, posición o rol en la comunidad, BANDIDOS, LADRONES DE NUESTRO SUDOR, ASESINOS DE TRABAJADORES Y MENTIROSOS. No podemos confiar en ninguno y quienes lo hacen, cavan su propia tumba y la de su familia y amigos. Solamente nosotros mismos podemos defendernos. Pero, ¿cómo?

Contra tales opresores, no podemos confiar en remedios "legales" (pues ellos hacen las leyes) o "democraticos" (pues la democracia es la dictadura de los ricos). Tenemos el derecho y la obligación de defendernos y defender a nuestras familias POR TODOS LOS MEDIOS QUE SEAN NECESARIOS, inclusive por la fuerza. Para esto necesitamos organizarnos (en secreto, naturalmente), armarnos, entrenarnos, y estar listos para actuar de forma inteligente contra aquellos que quieren sembrar cadáveres en nuestras comunidades. Sólo la clase obrera, unida, organizada y armada, podrá evitar que continue la matanza, volver a llevar un poco de paz a nuestros barrios y evitar que el enemigo de clase nos siga tratando como ganado. Ya basta de pacifismo y de conformarse con este terror!

Trabajadores! La advertencia está dada! Reaccionar, o al menos difundir esta información, para que los incautos se puedan prevenir y evitar ser asesinados en las calles por los asesinos de la burguesía, encapuchados o no. Decir no al "toque de queda", al miedo y a la muerte sin castigo! Vamos a luchar para salvar nuestras vidas! Ninguna piedad para con los asesinos de trabajadores! Si ellos quieren guerra, tendrán una que nunca olvidarán!


# Grupo Anarres - anarres[a]wildmail.com
# Mayo de 2010. Región del brasil.



Universidad de la miseria, miseria de la Universidad


La universidad de la miseria


“(...) superar la división entre teoría y práctica, (...), cancelar ese extrañamiento entre teoría y práctica que es característico de la enseñanza tradicional. La superación (...), debe hacerse en el seno mismo de la enseñanza y no debe confundirse con la mera combinación de tareas prácticas con un aprendizaje teórico” Milcíades Peña

Cuando hablamos de la Ley Federal de Educación, nos referíamos a la cuestión de la subsunción de los universitarios y el conocimiento científico y artístico en una materialidad y espiritualidad burocrático-mercantil. Ahora pretendemos referirnos a la cuestión del poder burocrático en sí. Tomamos como punto de partida el hecho cierto de que “la burocracia supone las corporaciones, al menos el espíritu corporativo”, por lo que tiende a generar la idea, tanto a izquierda como a derecha, de que “la universidad pública no responde a los intereses de la universidad”. A lo que se opone una realidad hoy reafirmada; que “la burocracia no ha sido nunca una clase independiente” y que, en última instancia, y a su manera, siempre ha estado al servicio de la clase dominante (hoy haciendo de ciencia y arte una mera mercancía que la corporación sólo pretende monopolizar).

Hacia adentro, en la institución universitaria, el dominio del formalismo burocrático (que, en sí, no es más que el dominio del formalismo) somete a toda la actividad institucional (académica, política, etc.) a la lógica de “los métodos y hábitos de la administración, que desde luego, es la principal función (...) de la burocracia y la fuente de su preeminencia”, por lo que en la universidad pública, el control del político del engranaje burocrático es el arma fundamental a la hora de pensar y actuar políticamente; justamente mediante ello se puede evitar toda acción política real. Con ella, todo se reduce a problemas de administración y gestión, todo se reduce a la cracia del buró; ¡así se despolitiza la universidad!, ¡eso es lo que esconde la peleíta por la “democratización”!. Un ejemplo trágico de cómo la burocracia se constituye como poder total, es el cómo del proceso de aprendizaje, donde tal dominio supone, entre otras cosas, organizar el tiempo y el espacio de los estudiantes y someterlo a una serie de rutinas preestablecidas.

Esta organización se traduce en la falta de control de los estudiantes sobre el contenido y el proceso de aprendizaje (parecido a cómo el trabajador carece de control sobre el producto y el proceso de su trabajo) vale decir, en su alienación respecto de ellos. La organización de la realidad en compartimentos estancos, la pérdida del punto de vista de la totalidad, la aceptación de rutinas y procesos preestablecidos, el sometimiento a la ejecución de tareas concebidas por otro, la sumisión a la autoridad, etc., que constituyen la esencia fundamental sobre la cual se organiza y se estructura la institución universitaria, surgen así como resultado de las “relaciones sociales de la educación” (¿?) [reflejo de la sociedad capitalista que la ha producido] y se aprenden y reproducen con independencia eufemística del contenido de la enseñanza. A ello la derecha no tiene más que agregarle contenidos ideológicos reaccionarios (ya que en la metodología tiene un “plus” de fuerza), mientras que la izquierda sólo sabe yuxtaponer contenidos progresistas que parten, así, más que rengos.

De este modo, en medio del tedio y la rutina, el único acto realmente político que el poder burocrático nos permite, ¡y no a todos!, es el de elegir de tanto en tanto que facción de su casta va a coronarse como cabeza de esta organización jerárquica y elitista. ¡Eso es lo que se quiere democratizar!. Así, mientras que para el burócrata de derecha, tomado individualmente, su finalidad no es más que la lucha por abrirse camino para la conquista de los puestos más elevados, hacia la izquierda la burocracia no es más que el opio de los progres que, como ya los había definido Rosa Luxemburgo “unen a su pobreza intelectual, a su estreches de miras, a su falta de bríos, una suficiencia ostentosa”, cumpliendo, en última instancia, lo que comentaba Marx cuando decía “la burocracia es el círculo del que nadie puede escaparse”. Este proceso realiza, sin mayores cuestionamientos, y de manera acabada, la conversión de las profesiones en simples actividades mercantiles, donde los buenos y dóciles tenderos del conocimiento serán honrados con la medalla de la excelencia académica, accederán a los mejores lugares y, desde allí, regularán el tráfico mercantil. Todo legal y a costa de la proletarización de la gran masa de sus compañeros, por lo que resulta esencial no caer en fetiches infantiles a la hora de pensar la condición de los “trabajadores de la educación” así, sin más.

Semejante escenario encuentra su legitimidad izquierdista, el plano político, apoyado en las agrupaciones políticas de la izquierda populista, centrista o abiertamente reformista, que siguen soñando que con ampliar el cupo de funcionarios, o incluso que con “llegar de contenido y participación” los actuales organismos de gobierno universitario realizarían una democratización fundamental de la institución. Para nosotros realmente es una postura miserables pues el principio verdaderamente democrático está en permanente contradicción con la existencia de un poder burocrático en razón a que “el espíritu general de la burocracia es el secreto, el misterio guardado en su sueno por la jerarquía y, hacia afuera, por su carácter de corporación cerrada (...), la autoridad es, en consecuencia, el principio de su sabiduría y la idolatría de la autoridad constituye su sentimiento.

Pero en el propio seno de la burocracia, el espiritualismo se hace un materialismo sórdido, se transforma en el materialismo de la obediencia pasiva, de la fe en la autoridad, del mecanismo de una actividad formal fija, de principios e ideas y tradiciones fijas”. ¿Tiene todo esto algo que ver con la democracia?. No menos lamentable resultan las agrupaciones progres autonomistas, que se la pasan glorificando nuestra impotencia cambiando de lugar los bancos de las aulas, o jugando educadamente al “role-playing” pretendiendo, así, que desarrollan una encarnizada lucha contra los “puntos capilares de poder”. Es resto de los agrupamientos independentistas profesa un inoperante sindicalismo de servicios que, por lo demás, se halla directamente subordinado a los intereses de la burocracia, cuando no son más que sus cómplices honestamente descarados.

Por último quisiéramos agregar que, incluso más allá del carácter elitista de las universidades públicas actuales, todas las instancias oficiales para ser admitido, aún al último escalón de esta jerarquía, esconden detrás de ideas tales como “la excelencia académica”, que bajo las actuales condiciones, no son más que formalidades masónicas fruto del arbitrio corporativo y que en definitiva sólo constituyen el reconocimiento oficial y legitimado de que el saber científico es un privilegio, ¡cuanta hipocresía!. De este modo los actuales cursos de ingreso, por ejemplo, no son sino “el bautismo burocrático del saber, el reconocimiento de la transustanciación del saber profano en saber sagrado”; abstracto. Mientras que cuando se pretende pertenecer al “claustro superior”, además del momento objetivo del credo burocrático (el examen), se necesita aún el mandato subjetivo de la gracia de la casta gobernante y, en último término, de la facción que en ese momento esté a a cabeza de la organización.

Sólo después de lo dicho se entiende el histeriquismo de algunos funcionarios cada vez que se convoca a alguna asamblea que los obliga a salir a la luz y a ser interpelados, sólo así se entienden los ladridos desesperados de nuestras autoridades de nuestra facultad que en las asambleas lloran porque se han vulnerado los mandamientos de su credo burocrático ¡porque ninguna autoridad ha convocado a tal asamblea!, ¡porque no se había informado formalmente los temas a tratar!, y que a la hora de discutir los asuntos en cuestión, sólo saben recordar lo que tal o cual reglamento de procedimiento indica y sobre la necesidad de que todos los presentes “si quieren discutir con seriedad” les rindan culto como ellas. Es difícil imaginar cuanta pobreza pueden esconder estas mitad excusas, mitad convicciones.

Resumiendo. El poder burocrático en la Universidad pública domina, en sí, al lograr que una parte determine al todo, es decir, que todo se realice a través de sus métodos. Por derecha, reforzando su tendencia corporativa, mediante la exclusión, el enclaustramiento y el elitismo. Y por izquierda, al tornarse un “tejido de ilusiones prácticas” sobre sus potencialidades como herramienta política a utilizar para transformar la institución y ponerla al servicio de los sectores explotados y oprimidos. Es necesario luchar por mayor presupuesto, mejores salarios, etc., (sin ello sería utópico combatir la tendencia a la mercantilización denunciada), pero más aun lo es sacarse de encima el peso muerto de la burocracia. No “democratizándola” sino planteadose su superación. Sólo con este horizonte se generarán las condiciones objetivas y subjetivas para lograr la unidad concreta con los sectores populares o proletarios en lucha y sólo mediante esa unidad concreta es que se hará posible, “finalmente, crear la situación que haga imposible todo retroceso”.


Miseria de la universidad

“El maestro de liceo o de la universidad se siente dentro de la burguesía. (...). La docencia (...) universitaria, tanto por su función como por su estructura, tiende a crear una burocracia conservadora. (...). En la docencia (...) universitaria domina el diletantismo”
José Carlos Mariátegui

Que la universidad sea una isla es una idea, al menos ingenua (sino demasiado parcial), propia del moralismo pequeño burgués que gusta mirarse sólo en la cara izquierda de su moneda. La universidad pública, “la institución para-estatal más grande”, no es más que una corporación burocrática hasta lo más íntimo que condensa en sí, reproduciendo, las relaciones sociales que son la base de la hegemonía social y política de la clase burguesa. A tal punto es de este modo que, en general, se comparte la ilusión y el fetiche de que la universidad, como el resto de la maquinaria estatal, flota de forma pura y neutral por encima de las relaciones de dominio y explotación de la sociedad civil (en el caso particular de la institución educativa el patetismo no puede se mayor cuando la declaración, abstracta, de universalidad va como su nombre propio), la cara intelectual de este absurdo es, en sus variantes respectivas: teconcracia, academicismo y esteticismo.

Pero echemos un ojo al que sucede en el acontecer cotidiano, interno, de este engendro. No sin antes agregar que lo dicho se realiza porque el movimiento actual de la Universidad pública, el impulsado por la L.E.S., tiende a reforzar y llevar al paroxismo la tendencia propia de la sociedad burguesa (enajenación). Y cuando perdemos, o nos salimos de este punte de vista, la relación orgánica de la institución con el resto de la sociedad (aquí sólo sabe verse el carácter clasista/elitista y excluyente de la misma) únicamente puede darse como una necesidad externa, forzada, y que sólo sabrá manifestarse mediante el “compromiso” de la institución con algún sector social, organizado o no, del afuera (cuando la relación de extensión no es satisfactoria, los académicos no pueden legitimarse y caen en sus constantes crisis existenciales de ¿cuál es el rol del...?, dilema que resuelven concibiéndose como algún espécimen de asistente social).

Pues bien, todo espíritu progre nos concederá que la institución educativa no hace más que reproducir las relaciones existentes (¿¡pero ello no implica también que reproduzca sus ilusiones, fetiches, etc.!?). Pues, políticamente, ¿cómo se realiza esto en su seno?. Desde este rincón hemos declarado nuestra disconformidad con la caracterización de feudal propia de la izquierda centrista, intentando analizarla como corporación (para-estatal) burocrática. Pero eso no sólo referido a que sus órganos de gobierno estén burocatizados, sino, más bien, tratando de mostrar que las relaciones cotidianas, áulicas, las que nos sujetan y producen como intelectualoides, están taradas de burocratismo. Que la burocracia es su relación social estructurante.

De igual modo, a nuestro entender, la organización universitaria reproduce, en su forma, la alienación política (¡que ya el mismo hacho del dominio burocrático testimonia!). Colocando a los estudiantes /al menso) como meros objetos de las “relaciones de (re)producción del conocimiento”, mientras que sólo actúan como sujetos, cuando se educan cívicamente en los cada vez más restringidos y no menos burocratizados (por ello mismo impotentes), órganos oficiales de decisión (de este modo; por un lado la práctica científica, por el otro el “compromiso social” y político. Todo separadito en compartimentos estancos como gustan los burócratas. De este modo, ciencias muertas que se ilusionan con la pureza y la neutralidad objetiva, pero no comprenden el por qué de su mediocridad que tanto mortifica).

Para nosotros esa es la piedra de toque para comprender la pasividad y despolitización de los universitarios; por ello mismo nos produce profunda desconfianza cualquier llamado a construir un pensamiento crítico que no haga mención alguna al problema del desdoblamiento alienante, y que no inste a resolverlo a fin de producir, ya no sólo pensamientos, sino sujetos crítico7prácticos en su acontecer. Por llo es que hemos insistido en la necesidad estratégica de la desburocratización, esto es, generar los mecanismos desalienantes que sirvan para desatar los problemas, los hagan estallar, los vuelvan incontrolables y, por tanto, nos obliguen a resolverlos. Así, a nuestro entender, se trata de salirse de las mallas de la burocracia y sus compartimentos, generando los mecanismos que funcionen como correa de transmisión (su efectividad militante depende más de una cuestión de poder que de tareas) de una actividad política de verás (al menos como tendencia) critico/práctica.

El otro aspecto del proceso, no menos determinante (más bien fundamental), implica, necesariamente, la lucha por el ingreso de lxs trabajadorxs a éste ámbito. Sólo ellxs constituyen la garantía de una universidad que sea una palanca para su autoemancipación. En tal sentido, se plantea la necesidad de conquistar organismos que liguen la lucha por la superación de la corporación, con las luchas de los sectores proletarios. Solo apoyados en sus combates y no ligándonos sólo por “políticas de solidaridad”, la transformación de as universidades esrá una posibilidad concreta. De tal manera que es sumamente necesario romper con la rigidez de los enclaustramientos a fin de que los estudiantes, también, se nutran de los problemas y las actividades y luchas docentes, de los trabajadores no docentes, y al revés.

Bien, ¿y qué nos diferencia de las mayorías de las agrupaciones universitarias del progresismo burocrático?. Sólo las estrategias. Para nosotros la auto-organización es un problema estratégico central (y lograr que la misma se realice en los ámbitos de actividad cotidiana lo es más aun, pues necesita convertirse en relación social) y no sólo un asunto formal o meramente táctico, como fuerza de tareas, menos todavía como algo subordinado sólo a vegetar en torno a agrupamientos oficiales u organismos de gestión, peleando por mayor representatividad. Si los mecanismos de auto-organización no devienen en órganos/medios de auto-determinación, esto es, si no se constituyen como poder, serán una mentira. Por otro lado, el modo de pensar y actuar políticamente en en sus tendencias dominad (sectarismo, oportunismo, tacticismo) en el izquierdismo universitario.

Desde nuestro punto de vista, la forma de pensar política de la mayoría de los cuadros de la militancia progresista universitaria está preñada (no hablemos ya de los grupos de derecha) de espíritu burocrático. De modo tal que su actividad militante es, en general, un simple reflejo de las relaciones existentes. Mientras que sus intentos de criticar la institución, constituyen más bien “una estricta descripción formal y empirista de la misma y no una explicación de la lógica propia de la organización (...) tal como ella se despliega” (he ahí la madre de borrego táctico).

Pero lo demás este modo burocrático de pensar la militancia, “condena a la pasividad a todo elemento exterior a la burocracia” (oficial: al funcionariado). Y esta pasividad es concebida a la manera metafísica, como un estado sin tensiones internas y que, por tanto, sólo puede ser impulsada desde el exterior. Cuando en la realidad los momentos/espacios de las relaciones de reproducción de los intelectuales son el elemento verdaderamente activo en el proceso de producción de subjetividades. Es de esta manera que la militancia progresista refleja y reproduce la alienación política en la forma burocrático-universitaria, e interpela a todo el movimiento estudiantil a una militancia impotente que deja intacta la contradicción sujeto/objeto (pues esta es su premisa y su fundamento) que la organización produce. Así, la militancia tiene como supuesto teórcio-ideológico a la filosofía de la acción y no la de la praxis.

Este tipo de militancia nos condena de antemano a reacer cotidianamente en la especulación, el voluntarismo y el moralismo interpelador. Y embriagados de espíritu militante intentaremos hacerlo todo, es decir, convertir nuestra voluntad en causa prima. Y es que “el burócrata ve en el mundo simplemente un objeto para su tratamiento”, de manera tal que si el movimiento estudiantil pretende que su Rodas deje de confundirse con un muro de los lamentos, deberá inscribir en la dinámica de su lucha la renovada consigna: “del cuestionamiento de la universidad de clase. Al cuestionamiento de la sociedad de clases”.


# Origen desconocido. Fecha desconocida.
Extraído de IMC Arg

miércoles, 24 de noviembre de 2010

A la clase obrera: sobre los partidos

Así como no hay nada más parecido a un representante de la burguesía que un representante de los trabajadores, no hay nada más parecido a un partido burgués que un partido obrero.

Los partidos políticos, más allá de las intenciones a veces sanas y abnegadas de muchos de sus militantes, se convierten en máquinas burocráticas que sólo están interesadas en su propio poder, y esto inevitablemente lleva a poner sus intereses de grupo por sobre los intereses del movimiento, de los trabajadores en su conjunto.

Muchos trabajadores y estudiantes con aspiraciones progresistas miran desde afuera a los partidos de izquierda, a los partidos que dicen que están a favor de la emancipación de la clase trabajadora y de un mundo sin explotación, y se preguntan "¿por qué no se unen, si están por lo mismo? ¿por qué se pelean por comas y puntos? el enemigo es poderoso y está organizado, así con una izquierda unida y fuerte podríamos enfrentarlo mejor".

Pero la verdad es que las direcciones de estos partidos (porque los partidos funcionan igual que las empresas y gobiernos, con gente arriba y gente abajo, con gente que piensa y manda y con gente que ejecuta y obedece) no están por lo mismo. Por eso se pelean. Sus motivaciones no están en los ideales que profesan ni en los programas que escriben. Son competidores por el poder dentro del movimiento obrero. Priorizan la pelea entre ellos antes que la pelea de conjunto contra la burguesía y la burocracia sindical porque son empresas disputándose un mismo nicho de mercado: la cabeza y los corazones de aquellos trabajadores y estudiantes que están entrando en la participación socio-política.

Los trabajadores, estudiantes, campesinos, amas de casa, los explotados y oprimidos en general no necesitamos de estas estructuras para unirnos. Son estructuras demasiado condicionadas por este mundo mercantilista y autoritario, no sirven para emanciparnos. ¿Cómo vas a conseguir tu libertad si te sometés a un dirigente? ¿Encima que esta sociedad nos asigna patrones, gerentes, vigilantes, profesores y demás jerarquía... nos vamos a buscar otros jefes más?

Los explotados no son débiles porque estén divididos, están divididos porque son débiles, y son débiles porque siguen aceptando ser representados, ya sea por políticos burgueses o políticos de su propia clase social.

"Ser representado es algo infortunado; sólo lo material, sin espíritu, dependiente y amenazado, necesita una representación."

Somos representados por nuestros papás cuando somos chicos, por abogados ante un tribunal. Somos representados por otros en situaciones donde no podemos presentarnos nosotros mismos, donde necesitamos que otro nos vuelva a presentar (re-presente).

Si queremos liberarnos, ¿nos sirve la representación? ¿Nos sirven las estructuras que dividen a la gente en representantes y representados, dirigentes y dirigidos?

No, no nos sirven. Entonces, ni nos dejemos atraer por los cantos de sirena de la izquierda y sus promesas falsas de libertad ni nos preocupemos de su falta de unidad. Hagamos las cosas entre nosotros. Sin siglas ni dirigentes.


Extraído de: IMC Arg. Firmado por "un trabajador"

lunes, 8 de noviembre de 2010

CARTA ABIERTA A LOS PODERES. Carta abierta a los jueces, fiscales, políticxs y burgueses varios...


Vuestros aliados de la prensa vienen anunciando con trompetas celestiales el triunfo total de la dictadura democrática del libre cambio y el Estado de desecho (Derecho para ustedes). Todos los días se oyen y/o leen noticias sobre los golpes de los estados social-democrático-fascistas contra las organizaciones que se reclaman revolucionarias, según vosotros terroristas. Nos referimos a los referentes del reformismo armado, como son la ETA, las FARC entre otros y también a compañeros genuinamente revolucionarios que ustedes denuncian como anarquistas, desesperados o desadaptados, tratando de encasillarlos como una organización internacional, rígida, jerárquica y militar.
Así hipócritamente nos hacen creer que los terroristas son agentes exteriores a esta sociedad, algo así como los bárbaros que atemorizaban al mundo antiguo.
Lo que olvidan o no pueden admitir es que esta sociedad es un monumento a la muerte y el terror. Violencia organizada y sistemática contra la humanidad y la naturaleza. Desde las inocentes baratijas que venden hasta en el más inmundo negocio hasta la industria bélica, sus métodos y objetivos no son más que generar odio, terror y miseria.

¿Cómo llaman al temor que tienen cada vez más proletarios a quedar sin nada, sin siquiera derecho a la vida? ¿les dice algo el calvario que han vivido los despedidos de sus empleos, los exmineros de Lota e incluso los llamados "33 de Atacama? ¿Nada les dice la migración forzosa de comunidades campesinas y obrerxs del campo que huyen de la guerra, el hambre o sólo porque hay un poderoso negociante que reclama propiedad sobre sus tierras, haciéndolas así productivas y lucrativas para sus negocios? ¿No es acaso una muestra de terrorismo?
¿No son terroristas los policías y milicos que recorren los barrios marginales y comunidades indígenas y/o originarias imponiendo solapados toques de queda? ¿No son sus guardias perfectos terroristas que exhiben sus armas al público con tal que estos se mantengan en orden? Las situaciones que aquí se nombran se viven por el sólo hecho de haber nacido, no se nombran aquí situaciones aún más terroríficas como las cárceles, campos de concentración/exterminio, las guerras imperialistas que vive el proletariado en medio oriente o los lugares y inhabitables producto de la polución y la deforestación. Detrás de sus campañas antiterroristas no esconden más que su terrorismo y su temor a ser liquidados no por una organización específica, sino por esos que ustedes han constantemente maltratado, los que piden dinero en las calles, sirven en los restaurantes en que ustedes llevan a sus prostitutas/esposas/amantes, por los desalojados de sus viviendas y un largo etcétera.

Hoy acusan a un puñado de libertarios y rebeldes de ser una minoría que quiere atemorizar a la población. ¿No son ustedes acaso una clase minoritaria? ¿Acaso la mayoría de la sociedad vive del lucro, el Estado, las rentas millonarias, la aplicación de las leyes y el derecho de mandar? USTEDES SON LOS TERRORISTAS
Nuestros compañeros a quienes acusan no son más que una pequeña parte del proletariado que está despertando y prefiere una vida de rebeldías a una muerte lenta llena de deudas, rutina y cristiana-judaica obediencia.

Lxs proletarixs no necesitamos construir una "asociación ilícita" ara hacerles la guerra, simplemente nos basta con saber quienes somos y lo que estamos determinados a hacer por el simple hecho de sobrevivir. Necesidad que se convierte en emancipación en la medida que descubrimos nuestras fuerzas.
Acusan a los anarquistas de querer desatar una guerra social cuando esta guerra explotó hace mucho y fueron ustedes quienes la crearon. Si no lo creen dejen sus mercedes y salgan de sus protegidos barrios y entenderán.
Sólo pequeñas cosas separan las luchas cotidianas y las reivindicaciones parciales de la lucha comunista/anarquista. Hoy más que nunca al ser su poder tan tecnológicamente
omnipresente, las grietas de sus sociedad pueden abrirse de manera más radical. Su dominio es total, la rebelión también lo es.

LIBERTAD A LOS PRESXS POLITICXS DEL 14 DE AGOSTO 2010
ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES
APOYO TOTAL A LAS LUCHAS DE LOS PRESXS SOCIALES Y POLITICXS
VIVA LA ANARQUIA
VIVA EL COMUNISMO

# anónimo. Santiago de Chile 2010

martes, 26 de octubre de 2010

Ni cárcel ni juicio. Acotaciones sobre la caída de Mariano Ferreyra.

El día miércoles 20/10/10 el suelo volvió a estremecerse ante la caída de un militante social. Mariano Ferreyra fue baleado por una patota del sindicato Unión Ferroviaria, en uno de los tantos conflictos que se desatan cuando los laburantes exigen mejoras en sus condiciones de subsistencia y el Poder responde con castigo y disciplina.

Hoy, quienes actuaron de verdugos no fueron ni la policía ni los militares, sino el mismo sindicato del área de los trabajadores a los cuales Mariano estaba apoyando. Ésto no es azaroso, y va más allá de la simple necesidad del Estado de diluir su responsabilidad usando agentes por fuera de su estructura formal.

Ésto no es nuevo, sino es producto de un desarrollo histórico de un siglo del sindicalismo, que comenzó con el cambio de la acción de lucha de clases a la de conciliación de clases. Este proceso va a la par de las transformaciones en la producción y la organización del trabajo. Así como en el accionar del estado, donde en un principio reprime al movimiento obrero acertándole duros golpes para luego, una vez debilitado éste, asumir una represión selectiva, negociando y entregando concesiones a los sindicatos reformistas. Clima en el cual aparece y se expande el llamado “sindicalismo revolucionario” (conciliador en la práctica, mas no en el discurso) y el gradual desplazamiento de los sectores genuinamente revolucionarios (mayoritariamente anarquistas). Este cambio se fue profundizando, con sus resistencias y contradicciones, hasta convertir el sindicato en una institución más del estado, con el peronismo. Así se consolida como aparato de mediación entre capital y trabajo, ofreciendo a los patrones mano de obra dócil, y a los trabajadores algunos supuestos “beneficios” (mas la mistificación de pertenecer a una estructura que supuestamente defiende a su clase).

En esta lógica ya no existen los intereses de clase, sino los de la organización. Así, la búsqueda de un cambio social global se transforma en la búsqueda de la expansión y consolidación de la organización como un fin en sí mismo, siendo necesario un grupo especializado cuya función sea velar por los intereses de la organización, generando a su vez la separación entre dirigentes y dirigidos (1) – lógica reproducida incesantemente por gran parte de las organizaciones de izquierda.

Así se consolida la ideología gremialista, diluyendo la identidad de clase no ya como proletaria, sino como mero trabajador (2) , creando humanos descuartizados cuya existencia se reduce a su rol en el sistema productivo (obrero industrial, oficinista, estudiante...): concepción totalmente burguesa y, por lo tanto, alienante. Una vez más, la izquierda burguesa cumple su misión de reproducir el discurso dominante.

Tanto es así, que se llega al extremo de institucionalizar el velorio de nuestro caídos. Podemos oír las exigencias de que el estado investigue: ¿le vamos a pedir al asesino que se investigue a sí mismo? Podemos oír las exigencias de juicio: ¿no son estos mismos jueces los garantes de esta existencia de miseria? Podemos oír las condenas de cárcel: las mismas que mañana van a ser llenadas con nuestros pellejos por subversivos, las mismas que hoy exterminan a tantos de nosotros.

La lucha no puede reducirse a saber quién apretó el gatillo, sabemos reconocer a nuestros enemigos: el sistema, sus defensores y sus falsos críticos. Por eso, no podemos ahogar nuestra rabia en los laberintos de la justicia burguesa que lo único que garantiza es la contención del conflicto social, no podemos legitimar las armas con la que nuestros verdugos mañana nos harán reventar.

De este modo, tenemos que ver en Mariano no a un mártir, y menos como de una organización en específico (PO), sino reconocer en él la caída de un hermano de clase que, pese a los abismos políticos que nos diferencian, nos interpela a todos. Por lo tanto, no podemos estar pasivos lamentándonos, sino de pie y en posición de combate.

Nuestra rabia no se desgasta con tres chivos en la cárcel, tampoco con remover un burócrata sindical, nuestro odio es contra las instituciones, la miseria cotidiana, contra el capital y su estado.

Debemos estar preparados y ser concientes que la única forma de detener la violencia brutal y cotidiana es la autoorganización, organizándonos en nuestros barrios, colegios, trabajos y facultades, con autogestión y acción directa; tal que podamos hacer frente al estado y a su aparato represivo, sino daremos vueltas eternamente entre las telarañas del mundo burgués.

El objetivo de este panfleto no es desacreditar, sino radicalizar la crítica para que el día de mañana no hayan ni Marianos Ferreyras, ni Diegos Bonefois, ni Maximilianos Kostekis.


NI MÁRTIRES NI INOCENTES

LA SANGRE NO SE LAVA CON LÁGRIMAS:

¡GUERRA SOCIAL!

algunxs anarquistas


(1) Consideramos que la burocracia nace de la estructura sindical, y no al revés. El aparato gremialista no cambia por los intereses personales de una dirección en específico, por lo tanto una “dirección revolucionaria” no representa ningún cambio estructural mientras no se destruya la dinámica de negociación y amortiguación de las bases (lo que permite el contínuo funcionamiento de la tasa de ganancia).

(2) Cuando nos referimos a clase proletaria nos referimos a una clase que, precisamente, es proletarizada, o sea que está separada a la fuerza de todo medio de subsistencia que le permita vivir sin subyugarse a la borágine de la economía (y con ella a la norma establecida). Proletario no es sólo el trabajador asalariado, proletario es ser estudiante, desocupado, vagabundo, loco, preso, sin tierra, puta, cuenta propista, carterista, discriminado sexual, etc. En fin, parte de esa inmensa masa oprimida que es necesaria para el normal funcionamiento del capitalismo en su fase actual. En ese sentido, nos oponemos a la visión obrerista de la lucha, no nos enorgullece ser oprimidos, nos reconocemos como clase para que nuestra lucha nos libere de nuestra condición proletaria.


# Octubre de 2010, región desconocida.

lunes, 25 de octubre de 2010

[ESPAÑA] ABAJO LA PAZ SOCIAL

Ante el recrudecimiento de la crisis, los explotadores de todos los países aceleran las medidas contra el proletariado, contra todos los desposeídos. Negocian, acuerdan y conspiran para darnos otro apretón más al cinturón. Los gobiernos de todo el mundo y de todos los colores aplican latigazos cada vez más crueles. Despidos, bajadas de sueldos, intensificación y extensión del trabajo... La salud de la economía, de la empresa, está por encima de la de los proletarios. Los esclavos asalariados deben sacrificarse para mantener en pie su propia esclavitud. La vida de la inmensa mayoría de la humanidad debe ser llevada más allá de cualquier límite para salvaguardar los bolsillos de los burgueses, para evitar la bancarrota de este sistema moribundo.

Frente a esto, los proletarios sólo tenemos, como siempre, dos alternativas: luchar o reventar. Organizarnos para defender nuestras necesidades frente a las de la economía capitalista, o agachar la cabeza y aceptar como corderitos los sacrificios que nos imponen y que nos coloca en el matadero mediante hambrunas, guerras, deterioro de salud, mediocridad cotidiana, destrucción del planeta..

No, no nos engañemos, no hay medias tintas. Las reformas, las diversas alternativas que nos ofrecen un capitalismo más justo, con diferentes formas de producción y distribución: el gestionismo, el ciudadanismo, el decrecimiento, la antiglobalización, el recambio en el gobierno, las negociaciones sindicales y todas las demás variantes que pretenden cambiar el mundo sin revolución, son maniobras para enredarnos y anular nuestra lucha. Son mecanismos y aparatos para colarnos todo lo que quieran.

Y si hoy los sindicatos nos llaman a un paro general y planean un “plan de lucha” es precisamente para sabotear nuestra lucha. Para encuadrarnos, para controlarnos. Para que las respuestas a los ataques contra nuestras condiciones de vida transcurran por los cauces legales de la democracia, lo que significa que todo siga igual o peor aún.

Para defendernos de los ataques del Capital necesitamos organizarnos fuera y en contra de los partidos, sindicatos y ONG's. Debemos estructurar nuestra lucha rompiendo toda separación sectorial y todas las divisiones que nos imponen (parados/activos, temporales/fijos, autóctonos/inmigrantes, estudiantes/trabajadores...).

Frente al deterioro de nuestra miserable vida y ante la estafa del paro sindical, organicémonos para destrozar la paz social e impidamos la vuelta a la normalidad con todos los medios a nuestro alcance. Usemos todos los mecanismos posibles para imponer nuestras necesidades a las de la economía:

- Impidamos la circulación de la mercancía. Cortemos las carreteras, las vías de tren...

- Bloqueemos la producción. Organicemos piquetes en fábricas, oficinas, colegios...

- Expropiemos la producción acumulada en supermercados, almacenes...

- Boicoteemos u ocupemos los medios de comunicaciones burgueses.

- Organicémonos para combatir la represión.

- Rechacemos todo sacrificio, toda defensa de la economía nacional.

Si la economía está en crisis... ¡que reviente!



CONTRA LA DICTADURA DEMOCRÁTICA DE LA ECONOMÍA...

...POR LA DICTADURA DE NUESTRAS NECESIDADES HUMANAS


# región ibérica. Septiembre 2010.

[ESPAÑA] LA ECONOMÍA ESTÁ EN CRISIS… ¡QUE REVIENTE!

La contradicción entre las necesidades humanas y las necesidades del capital (de la ganancia capitalista), es cada vez más aguda en todo el mundo. Los criminales tejes y manejes de bolsas y mercados, el calendario cínico y asesino de los planes de ajuste estructurales que la burguesía organiza a nivel mundial, las medidas anticrisis (despidos, reformas laborales, EREs…) significan para nuestra clase cada vez más miseria, privación, envenenamiento cotidiano y generalizado. La catástrofe del capital se acelera y ¡es siempre nuestra clase la que paga la cuenta!


El capital nos ha desposeído de todo para obligarnos a trabajar. Somos esclavos de los burgueses que nos exprimen en las fábricas, en las oficinas, en el campo, en la calle o donde sea, y cuando no nos necesitan nos lanzan a la basura. Cuando la catástrofe que ellos han creado estalla, nos llevan al límite de nuestra resistencia para salvar sus muebles, nos ponen en fila para que reventemos en la puta calle, a la espera que no nos quede ni un recurso para subsistir.


Lo que hoy pasa en todo el mundo, las medidas contra el proletariado que se aprueban en todos los países sin excepción, no son producto de “malas políticas”, de los bancos, de la buena o mala voluntad, de tal institución… es el producto más genuino del capitalismo, de un sistema social cimentado en la explotación del hombre por el hombre, de la explotación de una clase sobre otra, de un mundo que avanza como una trituradora dispuesto a arrasar con todo rastro de vida en el planeta a medida que escupe valor, que chorrea capital.

Pero el proletariado no traga eternamente la brutalidad creciente de los múltiples ataques contra sus condiciones de vida. Hoy vemos que en la calle comienzan a esbozarse las nuevas luchas que se avecinan. Estos meses en algunos países como Grecia nuestros hermanos ya han marcado el inicio del camino. Han salido a la calle haciendo frente a las medidas de apretarse aun más el cinturón. Han asumido la defensa de sus necesidades humanas reapropiándose de medios de vida, atacando los símbolos capital, rechazando la mediación sindical, haciendo frente a la represión policial, negando la solución democrática. Se han enfrentado al Estado.


En realidad no tenemos más que dos alternativas: luchar por destruir este sistema social o reventar. No hay caminos intermedios. El reformismo, la fe en las promesas, la ideología del mal menor o la pasividad, los políticos, el sindicalismo, solo nos conducen a la derrota, a mantener en pie este mundo miserable que nos ahoga a la espera de que nos remate. Todos esos políticos y sindicatos que dicen representar a los obreros son expresiones de la bestia capitalista. Nunca fueron herramientas para luchar por los intereses proletarios, por nuestras necesidades. Fueron, son y serán herramientas del enemigo, estructuras del Estado, del capital, por muy rojo que se pinten.

Nuestra fuerza está única y exclusivamente en nosotros mismos. En organizarnos fuera y en contra de las estructuras del Estado, en romper nuestras divisiones sector por sector, país por país, en defender intransigentemente nuestros intereses contra los de la economía: ningún sacrificio, ninguna defensa de la empresa, ninguna delegación sindical, ninguna concesión. Retomemos la acción directa, organicemos y estructuremos la lucha, dirijamos nuestros destinos. Acabemos con el capitalismo.

Reventar o luchar, no hay otra alternativa para el proletariado.

No aceptemos ni un solo sacrificio. Impongamos nuestra fuerza colectiva

Organicémonos fuera y contra de los sindicatos.

CONTRA LA DICTADURA DEMOCRÁTICA DE LA ECONOMÍA…

… POR LA DICTADURA DE NUESTRAS NECESIDADES HUMANAS

Proletarios internacionalistas

# Región ibérica, Octubre 2010