martes, 18 de octubre de 2022

[Chile] 3 AÑOS DE OCTUBRE: RESTAURACIÓN CAPITALISTA Y EMPEORAMIENTO DE NUESTRAS CONDICIONES DE VIDA

Vamos Hacia la Vida
18 de octubre 2022. Santiago de Chile

A tres años de la revuelta del 2019 no debiera sorprendernos la escalada represiva del gobierno de Boric, como tampoco el resultado del plebiscito, pues cualquiera fuera “el ganador”, nuestra derrota ya había sido sellada de antemano al encauzar por la vía democrática la potencia de octubre. En su lugar debemos reflexionar sobre la situación mundial de crisis del capital y de cómo se manifiesta en el territorio dominado por el Estado de Chile. El mundo se ha transformado en un polvorín que estalla de manera cada vez más frecuente, demostrando el agotamiento del consenso social, que ha sido incapaz de asegurar las condiciones mínimas de sobrevivencia para el conjunto de la humanidad. Si no rompemos con esta realidad, el advenimiento del autoritarismo será pavimentado por la misma democracia, intensificando la descomposición social y la precarización de nuestras vidas. La imposición del TPP-11 por parte de todo el espectro político –desde la izquierda más multicolor, a la derecha más fascistoide–, obedece a una necesaria reconfiguración del capital en nuestra región, al igual que el despliegue de los milicos en el Wallmapu y la dura represión a las salvajes manifestaciones estudiantiles.

La lucha por la emancipación humana, por una sociedad sin clases y en armonía con la tierra, que la revuelta puso en evidencia al suspender momentáneamente el orden del capital, expresa la necesidad de superar este orden social que nos lleva de forma acelerada al abismo. No nos interesa transformar esta fecha en una conmemoración estilizada de nuestra actividad contra el orden existente. Queremos dejar en claro que la única forma de salir de la derrota es volver a la calle, fomentar la autoactividad proletaria, superar la deriva democrática –ya debería estar más que demostrado que nos lleva a un callejón sin salida– y transformar nuestras relaciones en un movimiento colectivo hacia una ruptura real con nuestra miseria, rompiendo las separaciones que nos impone el capital y el Estado, y así hacer florecer nuevamente la fuerza subversiva de aquel 18 de octubre, pero esta vez, sin dar vuelta atrás.
Por el momento, tenemos tareas urgentes que enfrentar, como exigir la libertad de l@s pres@s polític@s de la revuelta, anarquistas, subversiv@s y mapuche.
 
¡Burgueses de derecha y burgueses de izquierda deben ser iguales ante el odio del proletariado!

viernes, 7 de octubre de 2022

Argentina: LIBERTAD A LAS PRESAS MAPUCHE. TERRORISTA ES EL ESTADO

Boletín La Oveja Negra
07/10/2022, Rosario
boletinlaovejanegra.blogspot.com

El 4 de octubre por la mañana el Estado argentino desalojó la lof Lafken Winkul Mapu, a 35 kilómetros de Bariloche. El operativo involucró más de 200 efectivos del “comando unificado de seguridad zona Villa Mascardi” creado recientemente por el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.

Dos días antes “vecinos de Bariloche” realizaron una caravana bajo el lema “basta de terrorismo en la Patagonia”. Había consignas como “Roca volvé, terminá lo que empezaste”. A la cabeza iba la presidenta del PRO y exministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien el 1° de agosto del año pasado fue hasta donde secuestraron y asesinaron a Santiago Maldonado para festejar su victoria.

Si se quiere seguir el lenguaje presidencial se puede decir que hay discursos de odio. Pero acá lo importante son las acciones, las acciones perpetradas por el Estado argentino, donde los discursos solo vienen a justificar lo ya sucedido o planificado.

Esta vez no hubo asesinados como cuando los disparos de las fuerzas del orden dieron muerte a Rafael Nahuel de la lof Lafken Winkul Mapu o Elías Garay de la lof Quemquemtrew. Esta vez la demostración de fuerzas fue la represión, desalojo y el posterior traslado de mujeres y niños hasta Buenos Aires.

El traslado de las mujeres mapuche detenidas hasta Ezeiza fue bajo el argumento que en Bariloche y cercanías no hay dónde alojar a presas amamantando. La situación es muy dolorosa e indignante. Trascendió que una lamgen fue trasladada sola a un hospital en  trabajo de parto y dio a luz en el cautiverio. Por su parte, niños y niñas mapuche fueron obligados a estar solos durante más de 12 hs. dentro del territorio, resguardándose de las fuerzas policiales que los quería detener también montaña adentro.

Hay quienes dicen que estamos en el siglo XIX o en la dictadura de los 70. ¿Y se preguntan que viene después? Después vienen, juicios y elecciones, cárcel y alguna renuncia de algún que otro funcionario estatal. Porque estamos en democracia. Y esto es también la democracia.

El gobierno nacional no está siguiendo la agenda de Patricia Bullrich, es una política de Estado.

Esto no es como “en la época de Roca”, acá reprime un gobierno elegido libremente, con la ley en la mano, en defensa de la propiedad privada de la burguesía nacional y extranjera.

Los mapuche y otras comunidades que habitaron lo que bajo sangre y fuego hoy se llama Argentina fueron exterminados para el desarrollo de la sociedad capitalista. Hoy no son perseguidos por SER mapuche, son perseguidos por HACER. Hay cientos de miembros de otras comunidades que no son perseguidos. Lo que se intenta reprimir, encarcelar y asesinar es el desprecio por la propiedad privada y el Estado, la firme oposición contra lo que nos arruina la vida.

Si compartimos estas reflexiones es porque pensamos posible acabar con todo esto. Para que, de cara al futuro, no haya injusticias que señalar ni Estado asesino al cual implorar clemencia.


Más información: https://www.anred.org/2022/10/04/comando-especial-del-gobierno-nacional-desaloja-con-disparos-a-la-comunidad-mapuche-lafken-winkul-mapu

martes, 4 de octubre de 2022

Voces de los trabajadores sobre las protestas en Irán

Traducción semiautomática
Original: leftcom.org/en/articles/2022-09-29/workers-voices-on-the-protests-in-iran

En protesta por la muerte de una joven, Mahsa Amini, que fue detenida por la "policía de la moral" en Teherán por no llevar correctamente el hiyab, hemos sido testigos de continuas manifestaciones durante las dos últimas semanas en todo el país, como siempre con una respuesta bárbara por parte de la República Islámica de Irán.

Hasta ahora se ha informado de que 76 personas han muerto y cientos han sido detenidas. La naturaleza y la magnitud de estas protestas han cogido a todo el mundo por sorpresa, en particular a los que viven de estas sorpresas. A saber, los principales medios de comunicación, las celebridades, los activistas de clase media... y muchos más, hasta el punto de llamarla "la primera revolución feminista de nuestro tiempo".

Trataremos los aspectos políticos de las protestas en Irán en nuestro próximo artículo, pero por ahora, publicamos las traducciones de tres declaraciones, del Sindicato de Trabajadores de la Caña de Azúcar Haft Tappeh, del Consejo para la Organización de las Protestas de los Trabajadores Contratados del Petróleo y del Consejo de Coordinación de las Organizaciones Sindicales de Profesores Iraníes.

Condena del asesinato de "Zhina" Amini:

    Mahsa "Zhina" Amini, una joven de 22 años de Saqqez, fue detenida por la "policía de la moral" en la estación de metro de Haghani, en Teherán, el 13 de septiembre. Al cabo de dos horas, su cuerpo medio muerto fue entregado al hospital de Kasra.

    Desgraciadamente, "Zhina" Amini murió en la noche del viernes 16 de septiembre en el hospital debido a una lesión cerebral.

    No es la primera vez que las mujeres de nuestra sociedad son golpeadas y detenidas, no es la primera vez que las dulces vidas de las mujeres y niñas de esta tierra son objeto de políticas antifeministas y patriarcales, y desgraciadamente, mientras el capitalismo y el patriarcado prevalezcan, volveremos a ser testigos de tales tragedias.

    Pero el pueblo oprimido del Kurdistán y de otras ciudades de Irán, los estudiantes y las mujeres luchadoras, han demostrado con sus protestas que se opondrán a esta matanza sistemática.

    Los hombres y mujeres oprimidos saben que con la unidad y la solidaridad y la lucha continua, pueden acabar con esta opresión y discriminación para que los amos de la violencia y la opresión no puedan seguir matando a nuestros hijos.

    El Sindicato de Trabajadores de la Caña de Azúcar Haft Tappeh expresa sus condolencias a la familia de "Zhina" Amini y comparte su dolor por la pérdida de su querido hijo.

    El Sindicato de Trabajadores de la Caña de Azúcar Haft Tappeh condena el asesinato de "Zhina" Amini y exige la identificación y el castigo de los autores de este crimen y exige la anulación de todas las leyes contra las mujeres.

    (Sindicato de Cañeros de Haft Tappeh)
Declaración en apoyo de las protestas populares y contra las represiones del gobierno en Irán:
  Nosotros, los trabajadores de los proyectos petrolíferos, junto con todo el pueblo de Irán, expresamos una vez más nuestra rabia y odio hacia el asesinato de una joven, Mahsa Amini, a manos de la "policía de la moral". Apoyamos la lucha del pueblo contra la violencia organizada contra las mujeres, contra la pobreza y la inseguridad, el infierno que se ha creado. Mahsa y otras como ella son nuestras hijas y miembros de nuestra familia. ¿Hasta cuándo seguirá la violencia contra las mujeres y el dominio de las calles con el pretexto del hiyab? ¿Hasta cuándo tendremos que pasar hambre y estar inseguras? Ya está bien. Protestar es un derecho inalienable de nosotros, los trabajadores, y de todo el pueblo. Protestamos contra la opresión y la persecución que se nos inflige desde hace más de cuarenta años. No estamos dispuestos a seguir tolerando esta esclavitud e injusticia.

    Nosotros, los trabajadores del petróleo, advertimos que si no se detienen las detenciones, los asesinatos y el acoso y la persecución de las mujeres a causa del hiyab, y no se pone fin a la represión del pueblo, no permaneceremos en silencio. Junto con toda la gente, protestaremos y dejaremos de trabajar.

    Escuchad lo que decimos nosotros y el pueblo.

    Se lo advertimos.

    (Consejo para la organización de las protestas de los trabajadores contratados del petróleo, 26 de septiembre de 2022)

 Contra la supresión generalizada de las protestas populares, el acuartelamiento de las escuelas y las detenciones de estudiantes y manifestantes callejeros:

¡En el nombre de dios!
Profesores y pueblo de Irán amantes de la libertad:

En los últimos días hemos sido testigos de escenas amargas por un lado y dulces por otro. Por un lado, la amargura de la familia de #MahsaAmini en duelo por la muerte de su inocente hijo y, por otro, la enorme ola nacional y esperanzadora de personas en todo el país en solidaridad y compañerismo. Con esta familia en duelo, se demuestra que Irán sigue vivo y dinámico y no se doblega ante la opresión.

La contradicción, de disparar directamente a personas inocentes en las calles para demostrar que las muertes de personas de esta tierra como Mahsa han sido accidentales, no se le ocurrió al aparato represivo del gobierno, que ha gastado tanto esfuerzo en los medios de comunicación y en la propaganda gubernamental para mostrar que Mahsa murió de forma normal y natural. Al mismo tiempo, las autoridades criminales fosilizadas han convertido algunas escuelas del país en bases militares para reprimir a la gente que protesta, y muchos de los jóvenes detenidos son estudiantes de secundaria y alumnos del próximo curso universitario, que aún no han empezado. Ahora tienen que pasar por el aislamiento y la prisión. Por otra parte, cada día en las calles del país se ven imágenes dolorosas de la represión de los manifestantes, que se publican ampliamente en las redes virtuales, y millones de iraníes y no iraníes de todo el mundo han visto estas escenas violentas. Estas imágenes son tan desgarradoras que hieren el corazón de toda persona honorable.

 El Consejo de Coordinación de las Organizaciones Sindicales de Profesores de Irán, a la vez que condena enérgicamente la represión gubernamental contra el pueblo indefenso que protesta por la situación actual, especialmente el acuartelamiento de algunas escuelas, la detención y el encarcelamiento de estudiantes y personas en las recientes concentraciones pacíficas, hace un llamamiento a todos los educadores en activo y jubilados y a los estudiantes para que se pongan de su lado en la protesta contra el comportamiento erróneo y violento del gobierno. Pide que los profesores y los estudiantes eviten acudir a las escuelas de todo el país los días 26 y 28 de septiembre.

La muerte de #MahsaAmini demostró que diferentes estratos sociales se oponen firmemente al planteamiento del hiyab obligatorio, que ni siquiera tiene razones religiosas válidas. Se espera que los estudiantes de Irán, y especialmente las valientes jóvenes de nuestra tierra, insistan en este derecho legal e inherente y continúen reclamándolo de forma adecuada.

La ola de apoyo nacional en la protesta por el asesinato de #MahsaAmini demuestra que nadie se atreverá a ignorarlas y tratarlas inhumanamente de nuevo.

El Consejo Coordinador de las Organizaciones Sindicales de Profesores de Irán solicita sincera y respetuosamente a todas las fuerzas del orden que bajen sus armas y no disparen contra las personas que están sufriendo y muriendo y que estén al lado del pueblo antes de que sea demasiado tarde.

El Consejo de Coordinación también exige a todos los profesores en activo y jubilados, a los veteranos y a los jubilados del país y del ejército y de la seguridad social, a los sindicatos, a los deportistas y a los artistas y a todas las personas influyentes y de confianza de la sociedad que en estos días difíciles, aunque inspiradores, estén al lado de los estudiantes y del pueblo que exigen que se cumplan sus derechos, para que nuestros niños y ciudadanos sufran menos daños. El Consejo de Coordinación espera que en los próximos días, las autoridades gubernamentales dejen de reprimir a los ciudadanos con un enfoque racional y legal, considerando la infructuosidad de la represión y su efecto en la propagación de protestas y descontentos a través de muchas experiencias probadas, y obedezcan las demandas del pueblo, de lo contrario, el Consejo de Coordinación anunciará sus próximos planes en protesta contra la situación actual y en solidaridad con los estudiantes y el querido pueblo de Irán.

(Consejo Coordinador de Organizaciones Sindicales de Profesores de Irán, 25 de septiembre de 2022)

lunes, 3 de octubre de 2022

CONTRA LA TRAMPA DE LA DEMOCRACIA: ELECCIONES EN BRASIL

Editorial Ande
Perú, 02/10/2022

Protestas de la clase trabajadora a nivel mundial, una guerra interimperialista en curso que amenaza con devenir en una guerra nuclear, precios exorbitantemente elevados en cada rincón del planeta, la izquierda del capital revalidando nuevamente el electoralismo y la vieja historia de la crisis capitalista que promete ser más encarnizada. Es en este escenario contradictorio que se desarrolla una vez más las grisáceas trampas electorales de la democracia burguesa. El presente escenario es Brasil.

El resultado de los próximos comicios electorales en Brasil estará en el centro de la opinión pública internacional durante los próximos días. No es para menos, se trata de la principal economía regional en términos de producción y la decimotercera a nivel mundial. Una formación económico-social que, aun siendo periférica, tiene una considerable capacidad de exportación de capitales, manteniendo relaciones asimétricas o subimperialistas con vecinos de la región como Paraguay o Bolivia, y que históricamente se enroló de manera activa en las misiones contrainsurgentes impulsadas por el imperialismo norteamericano y las burguesías latinoamericanas. Actualmente mantiene relaciones económicas fluidas con el imperialismo chino colaborando con su expansión en América Latina.

Como es evidente, el curso de los acontecimientos políticos en este país no puede ser desestimado por nadie. Pero su evaluación, más aún si pretende realizarse desde una perspectiva proletaria, debe hacerse considerando las contradicciones esenciales, y no la mera inmediatez que solo se queda en lo aparente.

A pesar de que en los hechos el Partido de los Trabajadores (PT) demostró ser un reformista que no realizó cambios estructurales, buena parte de la izquierda y el llamado “progresismo” continúa sosteniendo la existencia de una diferencia esencial entre este partido y la extrema derecha representada por Jair Bolsonaro. La postura impulsada por estos sectores ingenuos afirma que la permanencia de Bolsonaro en el gobierno equivaldría a una victoria fascista sobre la democracia liberal cual Mussolini marchando sobre Roma. En consecuencia, la tarea inmediata sería la lucha contra el bolsonarismo en defensa de las libertades democráticas y el Estado de derecho. Es decir, que estos grandes “defensores de la libertad” son en realidad militantes del capital y sus expresiones democrático-burguesas. No importa que Lula haya sido muy claro con su postura procapitalista. Por ejemplo, ya desde el 2002 decía lo siguiente en una entrevista publicada en la Revista IstoÉ: “El capitalismo brasileño hoy está inoperante. El actual gobierno impide que Brasil sea capitalista, porque dificulta el crédito a quien produce y a quien consume debido a las altas tasas de interés. (…) Quiero dinamizar la economía. El primer paso es hacer que Brasil crezca en el mercado interior y externo. (…) Los empresarios deberían votarme porque, en este momento, solamente yo soy capaz de hacer que la economía vuelva a crecer (…)”. Tampoco importa que incluya entre sus filas a políticos tradicionales vinculados al catolicismo conservador y a la agroexportación como Geraldo Alckmin, y busque asegurar el apoyo reuniéndose con sectores del gran capital como Josué Gomes, presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (FIESP); Isaac José Sidney, director de la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAN); Benjamin Steinbruch, director de la Consejo de Administración de Compañía Siderúrgica Nacional de Brasil; Flávio Gurgel Rocha, presidente del gigante textil Lojas Riachuelo y parte del más grande grupo de empresarios textiles en América Latina, Grupo Guararapes; y otro largo etcétera. En fin, todo vale con tal de sacar al “fascista” de la gestión gubernamental. Todo se reduce a los malabares políticos, dejando fuera las relaciones económicas, especialmente aquellas que mantienen en condiciones de creciente explotación a su población trabajadora. Estas organizaciones desligan el Estado de las dinámicas del capital y no comprenden las categorías como totalidad.

El primer elemento de esta falsa contradicción radica en trasladar de forma mecánica una categoría que sintetizaba un proceso histórico diferente y especifico al actual ascenso de la extrema derecha en el mundo. Pero aun considerando que tenga algo de credibilidad, la experiencia real del movimiento obrero probó hasta el cansancio que la lucha contra el fascismo no puede efectuarse sin una lucha contra el capitalismo en general. Contraponer el fascismo a los valores y las formas económicas y políticas liberales implica negar su unidad orgánica como dos momentos del desarrollo del capital.

En Brasil existe una clara continuidad entre la política económica del PT y la ejecutada por Bolsonaro. Para poner unos ejemplos, la producción de soja, commodity más importante de Brasil, tuvo su mayor despunte en los gobiernos del PT con un crecimiento continuo de 51, 919 440 toneladas en 2003 a 96, 394 820 en el 2016 (según la FAO). Mientras las hectáreas de producción de soja del 2006 al 2016 aumentaros de 22, 04 millones a 33, 15 millones (según la FAO). La producción total de granos para la agroexportación entre 1975 e 2017 que era de 38 millones de toneladas, creció más de 6 veces, hasta 236 millones despuntando principalmente en los gobiernos del PT (según el EMBRAPA). Es decir que hubo un crecimiento casi continuo de la agroexportación en los gobiernos petistas. Incluso, en el gobierno de Lula hubo mayor participación de los sectores de la industria en el PIB con un 23, 1% en el 2011 mientras que en el de Bolsonaro se redujo a un 18, 9% en el 2021 (según IBGE). Si la oposición entre fascismo y democracia debe desestimarse, es todavía más insostenible pensar en una disociación radical entre dos gestiones que, en lo fundamental, han mantenido el mismo programa económico en beneficio del agronegocio, el capital financiero y la burguesía industrial. La izquierda y el progresismo cierra los ojos ante los hechos y cae presa de las diferencias aparentes que existen entre Lula y Bolsonaro. La infame retórica y el cretinismo de este último, carácter rancio de la extrema derecha, no es más que una estrategia para capitalizar el descontento de los trabajadores frente a las limitaciones del “socialismo del siglo XXI” que caracterizó la experiencia petista.

Si admitiéramos que las diferencias entre los dos principales candidatos no son esenciales, pareciera sensato para los trabajadores optar por una “verdadera opción de izquierda” en el proceso electoral. De hecho, en los comicios brasileños abunda esta fauna electoral. Tratándose de distinguir del “lulo-petismo” encontramos las candidaturas del Partido Comunista Brasileño (PCB), la Unidad Popular (UP) y la del Polo Socialista Revolucionario (PSR). Estas organizaciones, más allá de sus matices, no parecen tener mayor objetivo que reemplazar al PT electoralmente y ejecutar, a partir del acceso a la maquinaria estatal, medidas aparentemente progresistas para los trabajadores. Sus prácticas, tan limitadas, como sus sueños de cumplir las llamadas “tareas democrático-burguesas” se justificarían porque el PT no habría realizado transformaciones sustanciales “traicionando” a los trabajadores. Se trata al fin de poner de cabeza al rey (capital), no de cortarle la cabeza.

Lo que subyace a este tipo de intervención política, por más que se enuncie una y otra vez que obedece a mediaciones tácticas, es una confianza ingenua en los mecanismos institucionales. Una fe pudorosa en la posibilidad de reformar lo irreformable o de consolidar conquistas que gradualmente modifiquen la balanza en favor de los trabajadores. El cuestionamiento del carácter de clase, del capital y el Estado, tan caro al comunismo, al que adscriben muchas de estas organizaciones, brilla por su ausencia. Han guardado en la gaveta El Manifiesto Comunista hasta el final del proceso electoral.

Es habitual que la priorización de la disputa institucional esté motivada por el oportunismo político y la obtención de beneficios económicos que brinda el acceso a la gestión del aparato estatal. Con todo, en el caso de muchas organizaciones que se reivindican de izquierda, esta opción “táctica” suele ser motivada por una evaluación equivocada del momento histórico y de las posibilidades reales de la actuación dentro del Estado. En medio de un proceso de decadencia social, económica y política generalizada a nivel global, conflictos bélicos con la participación de los principales bloques imperialistas, y una crisis de sobreacumulación sin resolución a la vista, llama la atención que los sectores que deberían encabezar la lucha contra el capitalismo no tengan nada más qué ofrecer a los trabajadores que ir a votar por la llamada “verdadera izquierda”. Aunque se llenen la boca con consignas grandilocuentes como “poder popular” o “socialismo”, en los hechos incurren en la afirmación del capital y sus formas políticas. En el contexto brasileño esta posición es todavía más deplorable. ¿Qué democracia van a defender los millones de proletarios que sufren desde siempre un Estado de excepción permanente en las favelas?

No deberá sorprender, entonces, que las masas desborden a los partidos y sindicatos como ocurrió en las manifestaciones del año 2013, cuando durante la gestión petista encabezada por Dilma Rousseff, millones de trabajadores irrumpieron en medio de las disputas interburguesas, colocando en evidencia que la única contradicción fundamental y real es la contradicción capital-trabajo. En aquel contexto, mientras el grueso de la izquierda reculaba en favor de la gestión petista, el ánimo radical de los trabajadores fue capitalizado por la demagogia derechista. Es decir, el engendro bolsonarista no es nada más que el resultado de la defensa ingenua de las instituciones burguesas practicadas por estos sectores electoreros atrapados en las redes democráticas. Es la dialéctica del capital en la política que solo cambia sus representantes. Sorprende que, aun después de estas experiencias, los agrupamientos que se identifican con los intereses del proletariado no puedan ir más allá de la crítica al PT. Esta, aunque fundamental, es insuficiente.

El parlamentarismo en las condiciones actuales no tiene otro papel que reducir el trabajo militante a un apéndice de la dinámica electoral. Dinámica democrática que es indisociable del interés capitalista y las exigencias de la valorización del valor. Subordina las energías de militantes honestos al curso infructuoso del juego institucional, en el que la burguesía siempre tiene la sartén por el mango. Obstruye el reconocimiento de la dominación de clase porque se presenta como una opción para mejorar algo sin ir a la raíz de los problemas. Cambio de la apariencia, mas no de la esencia.

La pregunta cae por su propio peso ¿qué hacer? Ser revolucionario significa comprenderse como momento del movimiento real de la clase, colaborando con sus autoesclarecimiento y sus procesos de lucha, es decir, concurrir en la acción colectiva del proletariado en la defensa de sus intereses de clase de manera irrestricta. En las condiciones actuales esto implica ir más allá de las trampas democrático burguesas agitando una posición abstencionista en el proceso electoral, pues ni la izquierda reformista, ni los críticos, ni mucho menos la extrema derecha, suponen una acción en sentido de negar radicalmente la dominación capitalista. Son, por tanto, una traba al desarrollo de la conciencia del proletariado y su papel revolucionario en la actual crisis capitalista. Nuestra consigna es, por tanto, la autoemancipación del proletariado a través de un proceso revolucionario más allá de las trampas democráticas de la burguesía.

Rusia: movilización y resistencia

¿Puede el movimiento antiguerra ruso estar a la altura del desafío?

Traducción e introducción: materialesxlaemancipacion.espivblogs.net

Extraído de:
avtonom.org 26/09/2022
es.crimethinc.com/2022/09/26/russia-mobilization-and-resistance-can-the-russian-anti-war-movement-rise-to-the-challenge 

Publicamos a continuación un posicionamiento  realizado por anarquistas de Rusia con respecto a la agitación y desobediencia contra la reciente movilización masiva de tropas de milicos y reclutamiento forzado de civiles por parte del Estado capitalista ruso. Una vez más el fantasma del derrotismo revolucionario se manifiesta en las calles de distintas ciudades rusas a través de acciones directas, deserciones y sabotajes realizadas por el proletariado a manera de insumisión, y como contundentes respuestas a la agudización de este conflicto bélico que una vez más arrastro a nuestra clase al matadero imperialista. Más allá de ciertas discrepancias terminológicas expuestas en el texto (“ciudadanos” o  “por una sociedad más participativa e igualitaria”) se resalta cualitativamente el rechazo contundente de una guerra entre todas las distintas facciones del Capital, oponiéndose a todas por igual; y que además, exhorta a una movilización internacional e internacionalista para frenar esta barbarie, dando a entender que desde hace mucho esto dejo de ser un conflicto local y que por el contrario se enmarca en la actual crisis del Capital.

El 21 de septiembre, tras la contraofensiva ucraniana de principios de septiembre, Vladimir Putin anunció una «movilización parcial» de la población rusa para apoyar la invasión rusa de Ucrania iniciada en febrero de este año. El artículo de Crimethinc, escrito en colaboración con anarquistas rusos y que incorpora material traducido de nuestro sitio web avtonom.org, examina la respuesta del movimiento antiguerra en Rusia y el potencial de disturbios en la sociedad rusa en general.

A finales de marzo de 2022, escribimos que la primera fase del movimiento antiguerra ruso había llegado a su límite, reprimido en gran parte por la fuerza bruta. Suponíamos que la siguiente fase no comenzaría hasta que las sanciones económicas y la pérdida de seres queridos en la guerra hubieran hecho mella en la población. Sin embargo, en contra de lo que se esperaba, la economía rusa no se ha hundido -gracias en parte a la fidelidad de los capitalistas occidentales al petróleo ruso- y Putin ha conseguido minimizar el descontento en Moscú y San Petersburgo recurriendo a soldados procedentes principalmente de pequeñas ciudades.

Otro acontecimiento que puede presionar a la sociedad rusa es la movilización de aquellos que han sido reclutados, y en Rusia todos los hombres mayores de 18 años están sujetos a la conscripción. Después de que las bajas de guerra rusas alcanzaran las cinco cifras, Putin eligió finalmente este camino. Ya estamos viendo cómo se recluta a la gente a la fuerza en las fuerzas armadas rusas. ¿Significa esto que la guerra se prolongará indefinidamente? ¿O comenzará un nuevo periodo de inestabilidad política en Rusia?

En nuestra opinión, el movimiento antibélico militante en Rusia sigue siendo la única esperanza de paz en toda la región postsoviética. Como escribimos en marzo:

«La única manera de evitar esta guerra -y probablemente también la única manera de detenerla ahora sin que se produzcan enormes bajas en ambos bandos- es que estalle un poderoso movimiento internacional contra la guerra en Rusia que haga tambalearse al gobierno de Putin, seguido de algo similar en Ucrania y en otras partes del mundo. Si la guerra se prolonga indefinidamente o se termina de alguna manera por la fuerza bruta del militarismo nacionalista, dejará a la gente de todos los lados del conflicto atrapada en una trampa nacionalista y militarista durante décadas.

Pero si la guerra en Ucrania termina mediante la rebelión y la solidaridad de la gente común, podría sentar un precedente para nuevos levantamientos, insurrecciones y solidaridad que podrían extenderse desde Rusia a Ucrania, Europa Occidental y Estados Unidos.»

El problema es que durante la última década y media Putin ha reprimido sistemáticamente todos los movimientos en Rusia, así como en los países vecinos. Un sinnúmero de rusos, que de otro modo podrían formar la columna vertebral del movimiento antiguerra ruso, ya están en prisión o se han visto obligados a emigrar. Sobre esto, los anarquistas de Irkutsk escribieron en su canal de Telegram el día después de que se anunciara la "movilización parcial":

«El verano fue un periodo de recesión. Nadie protestaba, o si lo hacían, era de forma individual y era más bien un activismo cotidiano.

Ayer la situación volvió a cambiar. Y como alguien escribió a finales de febrero: Enhorabuena, tenemos una situación revolucionaria, pero me apresuro a decir que no tenemos ninguna fuerza revolucionaria en el país».

¿Cómo se crea un movimiento revolucionario en medio de la más brutal represión? Esta es más o menos la misma cuestión por la que la gente ha estado luchando en Irán durante la última década, aunque con más imprevisibilidad.

El anuncio de una "movilización parcial" desencadenó una nueva ola de emigración. Han aparecido largas colas en las fronteras, por ejemplo en la frontera con Mongolia. Irónicamente, si Rusia consigue proteger sus fronteras de los desertores para que la movilización sea más eficaz, también puede cerrar la válvula de presión que hasta ahora ha garantizado la sostenibilidad de la autocracia rusa.

Inmediatamente después de que Putin anunciara una "movilización parcial", los manifestantes salieron a las calles de todo el país. Como en febrero y marzo, las feministas ayudaron a organizar muchas de estas concentraciones. Las protestas del 21 de septiembre y de este pasado fin de semana no fueron tan grandes como las manifestaciones en el momento álgido de la primera ola de protestas. Pero si se tiene en cuenta que las penas han aumentado tanto que ahora se pueden pasar años en la cárcel por sostener una pancarta, es impresionante que hayan tenido lugar. (Como amantes de la poesía de Vladimir Mayakovsky, queremos enviar nuestro más cordial saludo a los manifestantes que fueron detenidos por intentar leer poesía antibélica en su monumento de la Plaza del Triunfo).

La policía, como es habitual, respondió a la protesta con fuerza bruta. Además, la propia movilización militar se ha utilizado de forma punitiva: a muchos de los detenidos se les entregaron avisos de movilización en las comisarías. Por supuesto, esta práctica contribuirá a la inquietante impresión de que la movilización es una táctica de distracción por parte del gobierno de Putin contra ciertos segmentos de la población, en lugar de un objetivo patriótico, y también podría conducir a una movilización menos fiable de las tropas en el frente.

Las protestas más interesantes han tenido lugar en pequeñas ciudades de la periferia de Rusia, donde los manifestantes han empezado a intentar defenderse. En el pueblo de Endirey, en Daguestán, por ejemplo, la policía se vio obligada a disparar por encima de las cabezas de los manifestantes para recuperar el control de la situación. En Makhachkala, la capital de Daguestán, los manifestantes intentaron bloquear la carretera y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Si la red de control de Rusia comienza a desgarrarse, lo hará en los bordes, no en el centro del régimen.

Como la protesta ordinaria es tan costosa, la principal forma de protesta que ha cobrado impulso en los últimos siete meses han sido las acciones clandestinas, como la quema de centros de reclutamiento militar y el sabotaje de ferrocarriles. Antes del anuncio de la "movilización parcial", se habían producido al menos 37 ataques incendiarios contra comités militares y edificios administrativos desde la invasión de Ucrania; en la mañana del 25 de septiembre, tras el anuncio de movilización de Putin, se habían registrado al menos 17 ataques más. En el momento de finalizar este texto se ha producido otro, con lo que el número de ataques asciende a 55 (a fecha de 26.09.2022).

Algunos de estos ataques bien podrían ser obra de anarquistas organizados, como los asociados a la clandestina Organización Militante Anarco-Comunista, que comenzó a recibir mucha publicidad después de que los entrevistáramos el mes pasado. Algunos de los otros ataques son simplemente actos de desesperación. En las últimas 24 horas, un hombre que protestaba contra la movilización se prendió fuego en una estación de autobuses de Ryazan. Otro disparó y mató a un comisario militar en la ciudad de Ust-Ilimsk, en la región de Irkutsk. Al parecer, cuando el comisario militar estaba informando a los reclutas, el asaltante dijo: «¡Nadie va a ninguna parte!» y le disparó. Al igual que en Kazajstán, el hecho de que sea tan difícil protestar abiertamente significa que la línea entre salir a la calle con una pancarta dibujada a mano y salir solo con una lata de gasolina o un arma de fuego casera es más delgada que en Europa Occidental y Estados Unidos.

Aunque por fin se puede asumir que, acorralado, Putin puede perder pronto el poder, esto no garantiza en absoluto que lo que venga después sea mejor. El nacionalismo frustrado es un caldo de cultivo clásico para el fascismo, y muchos de los que se han atrevido a criticar la política exterior de Putin son halcones de la guerra que han exigido una política más agresiva hacia Ucrania y sus aliados. Putin ha cultivado movimientos nacionalistas y fascistas leales mientras reprimía movimientos y subculturas autónomas y antiautoritarias, y el legado de la Unión Soviética ha desacreditado las ideas izquierdistas y comunistas en la mente de millones de rusos.

Ahora es crucial canalizar los recursos y el apoyo a los anarquistas rusos y a los manifestantes contra la guerra para que tengan los medios a su disposición para defender su causa ante otros rusos, no sólo para poner fin a la guerra en Ucrania, sino también para un nuevo modelo de sociedad que sustituya al régimen de Putin, uno más participativo e igualitario. El capitalismo desenfrenado y la anarquía que se produjeron tras el colapso de la Unión Soviética en 1991 fueron un desastre de enormes proporciones; por ello, es comprensible que muchos rusos tengan miedo al cambio, y corresponde al movimiento anarquista demostrar que el cambio social puede conducir a resultados diferentes.

Como argumentamos en el artículo Levantamiento en Kazajistán: «El verdadero cambio social en la esfera de influencia rusa, como en Occidente, requerirá una larga lucha. El derrocamiento de los gobiernos es necesario pero no suficiente: para protegerse de futuras imposiciones políticas y económicas, los ciudadanos tendrán que desarrollar un poder colectivo sobre una base horizontal y descentralizada. Esto no es el trabajo de un día o de un año, sino de una generación».

Llevamos mucho tiempo insistiendo en que la situación de Rusia merece nuestra atención no porque represente un caso atroz y excepcional de opresión estatal, sino porque es una variación de la misma situación a la que nos enfrentamos todos en todo el mundo. La autocracia totalitaria no ha perdido su posición como modelo de poder estatal en el siglo XXI. Está ganando terreno en Europa -como demuestra la victoria de la extrema derecha en las elecciones italianas de esta semana-, así como en Estados Unidos.

A medida que se intensifican los conflictos por los recursos, exacerbados por la crisis medioambiental, es probable que veamos más guerras como la de Ucrania. De hecho, ya está ocurriendo en otros países de la antigua Unión Soviética, como las acaloradas disputas entre Tayikistán y Kirguistán, Azerbaiyán y Armenia. Los que luchan contra el autoritarismo y el militarismo en Rusia hoy en día están luchando lo mismo que deberíamos estar luchando en todo el mundo y deberíamos aprender de ellos y apoyarlos.