miércoles, 27 de enero de 2016

Por una red comunista antigestionaria

[nota: este texto fue escrito en el 2013]

Porque estamos enfrentándonos a los mismos límites y las mismas necesidades (dificultad de luchar, necesidad de hablar de táctica, necesidad de existir y tener expresión pública), proponemos constituir una Red.

No pretendemos destacar prácticas o formas de luchas específicas, sino de unir nuestras fuerzas: compartir recursos, compartir análisis e informaciones, hablar de estrategias locales, a una escala más amplia que la que existe actualmente, también en ámbitos más formales.

Por supuesto ya existen redes, muchas veces combinadas con funcionamientos locales, informales y afinitarios. Pero eso no nos satisface. Eso favorece mecanismos de cooptación y encierra a las personas en una interconexión confortable, limita las posibilidades de apertura… En resumen, eso favorece demasiado a excluir personas que no corresponden a un cierto modelo de militante, lo que es una contradicción bastante fuerte con nuestras posiciones!

Bueno, no decimos que se van a arreglar todos estos problemas por el solo hecho de constituir una Red; sin embargo esa formalización permite elaborar preguntas y tratar de responderlas de forma colectiva y con actos.

Si queremos formar esa Red, sería también para darle a nuestras propuestas la capacidad de tener existencia publica en una mayor escala.

No se trata en este texto de detallar la forma que va a tener la Red, porque eso no lo vamos a definir nosotros: será determinada de forma colectiva. Pero queremos explicar lo que afirmamos con « comunismo antigestionario » para proponer una base común.

Hace ya 6 años que el mundo se encuentra en crisis y ninguna perspectiva de recuperación del desarrollo económico se manifiesta. Si no es en la gesticulación de la prensa burguesa: digámoslo, no se va a parar.

De China a EE.UU., pasando por Medio Oriente, todos los continentes están afectados por esa crisis. Europa se queda en primera posición. El número de países cercanos a la quiebra aumenta cada año, con un movimiento sin fin de planes de ajustes estructurales siempre más brutales.
En ese juego de domino algunos pueden, cayendo, hacer mover el todo. Hoy, es el caso con Francia, quién posee varios bancos de los más importantes del mundo, uno de los principales mercados y la segunda economía de la zona euro… Y ya 5 millones de desempleados.

No podemos pronosticar los próximos episodios de la crisis, de la austeridad y sus consecuencias. Pero se puede afirmar con certeza que nuestra situación bajo el capitalismo solo puede empeorar. Podemos sin embargo anticipar algo de lo que nos va a tocar: intensificación de la crisis de alojamiento, aumento del desempleo, baja de los salarios directos e indirectos (baja de subsidios y pagos de jubilación), deterioro de las condicione de trabajo… Todo implicando el empeoramiento especifico de la situación de las mujeres proletarias, porque se encuentran aplastadas por el trabajo precario y porque una deterioración implica un aumento significante del trabajo doméstico. Solo hay que observar lo que sucede en España, Grecia, Italia, para ver todo esto; sería ilusorio creer que esa amplia deterioración de las condiciones de vida de los proletarios puede, igual que la nube de Tchernobyl, ser parada por las fronteras francesas.
Para resumir, no hay suficiente riqueza para todos. Para que la cantidad de capital siga valiendo algo, y quede rentable, siempre tiene que generar más plata. Eso significa que los capitalistas tienen que aumentar sus beneficios de forma permanente.

Aumentar los beneficios, eso puede querer significar para una empresa particular, innovar, encontrar nuevas técnicas de producción etc… Pero para la mayor parte de la economía, eso significa más que todo bajar los salarios, hacer que los proletarios siempre sean más pobres. No es un secreto, es que en un movimiento colectivo, jefes, gobiernos y empresas llaman eso « competitividad ».

Si nos cuesta cerrar el mes, los gobiernos, en cuanto a ellos, les cuesta cerrar su presupuesto. Una misma lógica funciona, en todos los casos consiste en aumentar la riqueza producida que llega al capital.
Pero eso genera problemas: para los gobiernos igual que para los proletarios, los presupuestos están en rojo. Parece siempre posible endeudarse para enfrentarse con los costos cotidianos. Y hace años que es el caso, y que el endeudamiento tanto público como privado explota.

Cuando los proletarios están en quiebra, se llevan sus bienes. Son expulsados de sus casas. Después, se venden los bienes y los bancos recuperan su plata. Cuando millones de proletarios están en quiebra, se llevan también sus bienes. Se los expulsa también de sus casas. Pero no hay nadie para comprarlas, y los bancos que prestaron plata arriesgan también quebrarse. Es lo que ha pasado en 2008, y en ese momento los gobiernos salvaron el sistema bancario mundial. Hoy, son los gobiernos mismos quienes se acercan de la quiebra. Detrás de ellos, no hay nada para garantir el sistema bancario, o garantir el valor de la plata.

Entonces los capitalistas se mueven, y van a buscar la plata donde está, al fundamento de toda riqueza producida: nosotros. Se trata de aplastar al proletario bajo el trabajo, todo pagando lo menos posible. De suprimir todas las Convenciones Colectivas. De despedir a todos para generar unos empleos, pero menos y con sus condiciones. Hacer trabajar a los proletarios gratis, desempleados y desempleadas.
Para nosotros, proletarios, eso se resume en carencia y penuria: carencia de alojamiento cuando miles de casas están vacías. Penuria de comida, cuando millones de productos comestibles están producidos y tirados. Penuria de plata sobre nuestras cuentas bancarias cuando la cantidad de plata que circula aumenta en demasía.

Pero eso no es suficiente, la recesión lleva con ella baja de ingreso del gobierno, entonces se genera mayor déficit y mayores ataques..

Hasta el momento que la plata arriesga ponerse en crisis, y donde queda una sola alternativa: defender ese sistema y manejarlo o destruirlo. En ese momento la situación puede cambiar, o hasta nuestro aplastamiento con una reorganización del capitalismo, o hasta la revolución comunista. En otra palabra: seguimos con la explotación o la destruimos.

Pero no se trata acá de mostrar una utopía lejana: queremos el comunismo, es decir un movimiento revolucionario que destruyera las cases, los géneros, el estado, el valor, la propiedad… La lista es larga de todas las mierdas que genera el capitalismo y que hay que destruir.

Pensemos que la dinámica de esa supresión, es la abolición de las clases y de los géneros. Estos dos movimientos necesitan funcionar a veces de forma separada porque la relación hombre/mujer es conflictiva. Queremos decir con « esos dos movimientos », de un lado la lucha de los proletarios para la abolición de las clases y, adentro del proletario, la lucha para la abolición de los géneros que implica la auto-organización de las mujeres entre ellas. Pero pensamos que esos dos movimientos serán un solo momento de la supresión general del capitalismo, y eso es una preocupación de todos y todas.

Frente a nosotros, está el capital y las necesidades de su gestión. Se trata de manejar el business, es decir miseria para casi todos. Todos los discursos gestionarías, que pretenden moralizar o  reformar el capitalismo, hasta a veces afirman querer destruirlo, se basan sobre el mismo principio: el mantenimiento, manejado de forma distinta, de las clases sociales y de los géneros.

Esos discursos gestionarías se desarrollan en varias escalas:
– La gestión de las cuestiones cotidianas o actuales: « el buen gobierno ». Las coaliciones rosas, verdes, azules, naranjas, al poder de Europa y más.
– La gestión alternativa: los distintos « populismos », los keynesianos, los soberanistas… La vuelta al drachma o a la lira italiana. El salario mínimo a 1500 euros o 10000 francos, o el discurso que opone el « banquero inmoral sin patria » al « buen patrón de al lado »….
La gestión alternativista, el mutualismo, las monedas alternativas, la autogestión de la miseria.
No se trata aquí de criticar las tácticas de sobrevivencia que consistan en compartir la miseria. Se trata de señalar que eso no constituye para nada una estrategia de salida del capitalismo. Al contrario, solo puede funcionar CON el capitalismo.

Encontrábamos, por ejemplo, esos tres niveles de gestión en Argentina, hace 10 años. Las empresas auto gestionadas han podido participar a la reactivación de la economía. Las monedas alternativas han sido aceptadas por el estado (entre otros usos para pagar impuestos), eso mismo en las manos de los keynesianos (peronistas, kirchneristas) quienes han terminado  por reembolsar al FMI. Cada uno encuentra su lugar a su escala, los diferentes niveles de gestión se articulan para ayudar al capitalismo desde la baja colectividad hasta la escala supranacional de las instituciones monetarias.

Se trata en todos los casos de manejar la penuria. Para eso, los proletarios hombres y mujeres tienen que volver a trabajar, en ocasiones gratis. Entre ellos, que las mujeres asumen más la carga de reproducción en el hogar. Esa carga se agranda con la crisis. Verse obligada a hacer 10 km más para hacer sus compras y pagar 20c menos por producto es uno de los ejemplos cotidianos de esa intensificación de la jornada de trabajo de las mujeres…

Si el capitalismo gano en Argentina gracias a la “buena gestion” y gracias a las redistribuciones supuestamente igualitarias, no quiere decir que siempre se salvara. Lo seguro es que siempre ganarà mientras nos quedemos con sus reglas de juego, o sea explotacion y gestion capitalista de la miseria y de la crisis.
Lo que podemos decir es que no puede ser positivo: manejar la crisis siempre consistirá en manejar la derrota y quién dice derrota dice muchas personas aplastadas. Somos demasiados para compartir lo que nos dejan. Entonces conviene ganar.

Es por todo esto que nos definimos como comunistas antigestionarios.

Esa postura viene de una adhesión, es decir que entra en juego otra cosa que el cálculo frio de nuestros intereses individuales: frente a las formas de salvarse de forma individual o colectiva, queremos salir todos juntos, y cuando decimos todos juntos, pensamos todos juntos.

En fin, pensamos que solo en la perspectiva de movimiento social de lucha contra la austeridad, las necesidades evocadas arriba se van a hacer sentir frente a los diferentes discursos y practicas gestionarías a las cuales estaremos enfrentados y que tendremos que combatir.

De momento vamos a desarrollar hasta aqui. Queda mucho por decir, escribir y hacer. Si se reconocen en estas bases que describimos, los invitamos a difundir este texto.

# Réseau Communiste Antigestionnaire

jueves, 7 de enero de 2016

[Radio] Memoria Proletaria / Lucha Armada en México, años 60 y 70

En este nuevo programa “Memoria Proletaria” se aborda la crítica hacia los grupos armados y su ideología que los arrastró al reformismo más clásico de la socialdemocracia, es decir la misma reivindicación democrática y progresista, pasando por la Liberación Nacional para poder desarrollar las tareas que la burguesía no era capaz de resolver. Ponemos sobre la mesa los balances de los cuales nuestra clase en su dinámica de lucha ya ha sacado lección a fuerza de sudor y sangre, para así seguir contribuyendo en esta tarea de reapropiación de la memoria de combate proletario y reforzar nuestra comunidad de lucha que hoy día (pese a lo limitado que aún se encuentra) se va orientando hacia el horizonte de la comunidad humana mundial. Hablamos de algunos ejemplos concretos como el asalto al cuartel en Ciudad Madera y los grupos guerrilleros en México en las décadas de los 60’s y 70’s.

Descarga (Click derecho y gurdar cómo)
Escuchar on-line

Más información sobre el programa…

# 6 de enero 2015, México

miércoles, 6 de enero de 2016

¡¿QUE FALTA DEMOCRACIA?! ¡ NO, rotundamente NO !

¡Siempre hemos tenido demasiada, por eso estamos como estamos!

¡Esa es la elemental respuesta proletaria en todas partes!

Con la democracia, como con el capitalismo, siempre nos proponen más de lo mismo. En efecto, nuestros enemigos siempre echan la culpa de nuestros males a la falta de democracia. Cuando tal diagnóstico ha sido efectuado, nosotros sabemos lo que viene: invasión militar, mucho milico y terror de Estado… para imponernos la tan cacareada democracia.

¡Es como cuando a Haití la invadieron los yanquis y los franceses para imponerle la democracia! Luego siguieron todos los otros países, grandes y chicos, en nombre de las Naciones Unidas, que de paso también le trajeron además de la democracia, el cólera…, cientos de miles de muertos…Y todavía siguen matando gente en las calles para darles todavía más democracia.

¡Cuántas veces dijeron que a Bolivia le faltaba democracia e hicieron golpe tras golpe de Estado, elecciones y circos…y siguen diciendo que le falta democracia!

Exactamente como con el capitalismo. Ya en el siglo XVI al XIX el zarismo había desarrollado el capital y, durante todo ese período, las luchas del proletariado contra el capitalismo y el Estado eran famosas en el mundo. Durante el último cuarto del siglo XIX, la bandera del socialismo revolucionario se fue imponiendo, como en otros países del mundo (México, Argentina, Francia, España…), como alternativa al capitalismo y al Estado. Fue entonces que se desarrolló contra eso la teoría contraria, la de la socialdemocracia que culpaba de todos los males no al capitalismo y la democracia, sino a la falta de capitalismo y a la falta de democracia sosteniendo que que había que realizar las "tareas democrático burguesas". Ese fue el papel de la socialdemocracia en todo el mundo, el canalizar la lucha del proletariado contra el capital, en una lucha para el desarrollo del capital y la democracia que estaban (decían) insuficientemente desarrolladas. En Rusia, ese fue el papel de las minorías y mayorías de la socialdemocracia, el canalizar la rabia proletaria, contra la explotación y la opresión, en la defensa del capital y sus tareas democráticas. Ese fue el papel del leninismo: mucho progreso del capital, mucho trabajo, mucho Estado, mucho desarrollo de las fuerzas productivas. Esas son las famosas tareas democrático burguesas que incluyeron, evidentemente, los millones de encerrados en los campos de concentración y el trabajo forzado.

¡No, no nos falta capitalismo! ¡Tampoco nos falta democracia!

¡La burguesía ya hizo todas las tareas democráticas que supuestamente debía hacer

y todas fueron en contra de nuestra clase!

¡Tenemos de más! ¡No soportamos más capital, no soportamos más democracia,

no soportamos más progreso, ni progresismos!

¡ABAJO EL CAPITAL Y TODA LA DEMOCRACIA! 

# por Grupo Comunista Internacionalista, revista Comunismo nro.65
# diciembre de 2015
http://gci-icg.org/spanish/comunismo.htm
 

martes, 5 de enero de 2016

[Audio] Rusia 1917: ¿Revolución o contrarrevolución?

Actividad en torno a exposiciones críticas y debate colectivo sobre el proceso ruso de 1917 ¿Revolución o contrarrevolución?:

¿Qué fue la revolución rusa, además de uno de los acontecimientos que forjaron el mundo moderno? ¿Qué fue la revolución de los soviets, y qué es lo que produjo? "Socialismo real, dictadura comunista, Estado obrero degenerado, capitalismo de Estado...". Con estos términos la política del último siglo ha querido entender ese proceso histórico, o bien impedir que se lo entienda. Lo que nos estamos preguntando es si esos términos permiten comprender el espíritu de aquel cataclismo social, la política que lo encauzó, la razón que hizo de él un mito y la ideología que lo sigue mistificando. A cien años de la revolución rusa, ¿sigue siendo ésta el "faro que guía la lucha por la emancipación social", o es en cambio una de las boyas que nos señalan lo lejos que aun estamos de nuestro objetivo?

Bibliografía recomendada (algunos de estos textos inspiraron algunas de las exposiciones. Todos se pueden descargar de internet):
Jacques Camatte
Community and Communism in Russia (1974)
Jean Barrot
Notas para un análisis de la revolución rusa (1968)
El renegado Kautsky y su discípulo Lenin (1973)
Grupos Obreros Autónomos
Notas para un análisis de la revolución rusa (1971)
Grupo Comunista Internacionalista
La contrarrevolución rusa y el desarrollo del capitalismo (2009)
Amadeo Bordiga
Lecciones de las contrarrevoluciones (1951)
Pierre Guillaume
Ideología y lucha de clases (1977)
Philippe Bourrinet
La izquierda comunista de Italia (1999)
Los Consejos Obreros en la teoría de la Izquierda Comunista holandesa y alemana (1990)
Victor Serge
El año 1 de la Revolución Rusa (1930)
Paul Mattick
Bolchevismo y stalinismo (1947)
Simon Pirani
The Russian Revolution in Retreat (2008)
Marcel van der Linden
Western Marxism and the. Soviet Union. A Survey of Critical Theories and Debates Since 1917 (2007)
Neil C Fernandez
Capitalism and Class Struggle in the USSR. A Marxist Theory (1997)

[Audio] La falsa dicotomia marxismo-anarquismo

La falsa dicotomía marxismo-anarquismo: La superación de la ideología en pos de una teoría para la práctica revolucionaria.


Éste foro-conversatorio nace de la necesidad de debate y esclarecimiento teórico para la práctica revolucionaria, teniendo claro que el ejercicio teórico no puede estar disociado de la práctica como actividad separada, sino que se enriquecen y corrigen mutuamente; no hay práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria, y viceversa.

Del análisis crítico de las que históricamente han sido las dos corrientes revolucionarias principales del proletariado, el anarquismo y el marxismo, nos planteamos la superación de lo que hay en ellos de ideológico (entendiendo que el concepto de ideología siempre tuvo un caracter peyorativo en Marx) para extraer de ahí una teoría para la práctica revolucionaria de acorde a nuestro estadio histórico para la superación del capitalismo (y con él también la superación de las clases, el Estado, el dinero, la mercancía, etc.). Ésta "extracción" no pretende ser conciliadora ni crear un híbrido de estas dos corrientes, cuya escisión ha resultado en la escisión histórica de la revolución proletaria, sino que analizarlas para extraer de ellas su "verdad" (como lo es el énfasis en la necesidad de la destrucción del Estado en el caso del anarquismo, o la crítica de la mercancía en el marxismo, a modo de ejemplo bastante superficial).

A modo de introducción, el conversatorio contará con la proyección del capítulo IV de La sociedad del espectáculo de Guy Debord, película sobre el libro del mismo nombre. Éste capítulo retoma el movimiento histórico precedente (siempre yendo de lo abstracto a lo concreto), como historia del movimiento revolucionario. Es una síntesis del fracaso de la revolución proletaria y de su retorno, y desemboca en la cuestión de la organización revolucionaria. (pueden ver el capítulo IV de La sociedad del espectáculo aquí youtuhJTuVaEKGPo?t=56m3.be/s)

Básicamente, la exposición se dividirá en dos partes:
-El marxismo sin crítica/abolición del Estado es siempre policial.
-El anarquismo sin materialismo es nihilismo

El texto sobre el que se basó la segunda parte de la exposición, titulado "Esbozo de la síntesis revolucionaria del futuro: más allá de la dicotomía marxismo/anarquismo", para quién le pueda interesar.

[Nuevo enlace] Rosetta Negra

«La crítica y la condena de la militancia es una tarea indispensable para la teoría revolucionaria; por lo que sólo se puede hacer desde el “punto de vista” de la revolución. Los ideólogos burgueses pueden tratar a los militantes como patoteros peligrosos o idealistas manipulados, y aconsejarles que ocupen su tiempo trabajando, o vacacionando en el Club Méditerranée; pero no pueden atacar a la militancia en profundidad, porque eso expondría la miseria de todas las actividades que permite la sociedad moderna. No tenemos la intención de ocultar nuestros prejuicios, nuestra crítica no van a ser “objetiva y válida desde todos los puntos de vista”.»
La militancia, estadio supremo de la alienación. 

Traducido por Rosetta Negra
https://sites.google.com/site/rosettanegra/